Holas.

Aquí estoy con mi primer fic :3 sobre mi pareja favorita, sesshomaru y kagome. Y bueno decidi hacer el fic a raiz de una canción xD haber que sale...

Antes quería avisar, el fic será contado en primera persona por Sesshomaru :c intentare ser fiel a su personalidad fria y sensual que tanto amamos todas jiji Otra cosa que queria aclarar es que este sería un prólogo corto si veo que gusta subo los caps que serán más largos e intensos. Disfruten de la lecturaaa

Los personajes y ambientación no son mios son de Rumiko, la historia es completamenfe mia.

Espero vuestros comentarios para seguir Ciaoo


Prólogo: El principio del fin

Con soberana lentitud comencé a abrir los ojos, por primera vez en toda mi vida, ese pequeño acto me costaba un imperio llevarlo a cabo. Primero un ojo… luego otro… bien. Sentía mi cara postrada en un suelo húmedo, con cuidado la despegué y con ello intenté recomponerme a horcajadas, estaba tirado en el suelo. Me quedo sentado, no soy capaz de levantarme, maldigo mi cuerpo por sentirse tan débil, por sentirse tan humano…

La cabeza me duele, intento recordar que es lo que me pasó, y mi cabeza se siente dolida, pero consigo vislumbrar en la oscuridad de mi mente un pequeño recuerdo con el que consigo hacerme una idea de lo que pudo suceder.

Recuerdo estar en una lucha contra Naraku, estaba el grupo de InuYasha en esa pelea también. Para nuestra desgracia y pérdida de todo orgullo íbamos perdiendo, los recuerdos son angostos y lo último que recuerdo con cierta claridad es una luz proveniente de una flecha y una brutal explosión, seguramente la explosión es la que me dejó en este estado tan… lamentable.

Me percato de algo, no estaba solo, una mujer yacía dormida a pocos metros de mí, la observo, es la mujer del asqueroso de InuYasha, una simple humana de vestimenta extraña. La explosión nos llevó al mismo lugar.

Por si no fuera ya poco aguantarla inconsciente, la mujer tuvo la osadía de irse despertando, como yo, fue abriendo primero un ojo y luego el otro con dificultad. Lanzó un pequeño gemido de dolor que fue una terrible melodía para mis oídos. Después de unos segundos sin que pasara nada la mujer se incorporó y como yo se quedó sentada. Me miraba fijamente, seguramente no soy una grata compañía para ella, ni tú para mi, humana.

-¿Sesshomaru?- Preguntas con una voz rota por el dolor que tu cuerpo sufre. No contesto y mi silencio parece darte a entender que estabas en lo cierto - ¿Dónde estamos? - ¿Tengo cara de saberlo?, frunzo el ceño y tu cuerpo tiembla, decido ignorar tu pregunta dejando de mirar a la humana. Ahora mi vista se clava en el lugar donde estábamos.

Era una cueva, si, habíamos llegado a parar en una cueva tras la explosión. La cueva estaba iluminada por luz natural que entraba por lo que sería la salida de este lugar apestado de humana. La luz era ya rojiza, por lo que intuyo que estamos en un atardecer, y pronto la cueva dejaría de estar iluminada habría que salir de ella o hacer una hoguera con algunos palos que había esparcidos por el ancho de la cueva.

-¡No me ignores!- Grita la mujer consiguiendo captar mi atención y mi furia, la miro con desdén pero no parece importarle- Sesshomaru estamos aquí solos, mutilados por culpa de Naraku, no sé donde estamos ni donde están mis compañeros, pero me gustaría formar equipo contigo, de forma temporal, hasta que encuentre a mi equipo y tu al tuyo…

-No- Digo con tajante seriedad, antes loco que aceptar ese trato descabellado.

-Sesshomaru, te lo ruego, no te molestare y te devolveré el favor pero por favor no me dejes aquí sola- Una luz en tus ojos color chocolate me hizo ver que temías realmente ser dejada aquí, abandonada como una sucia rata condenada a una muerte. Suspiro con exasperación, odio a todo ser humano y esa mujer, no es una excepción creía que el idiota de InuYasha se lo había dejado claro… Seguramente si la dejo morir aquí InuYasha y su grupo me perseguirían hasta la muerte y eso sería bastante patético a la par que aburrido.

-Está bien humana- Digo a regañadientes aceptando la compañía de la humana, esta por su parte comenzó a sonreír con alegría, cosa que me crispaba los nervios.

-Gracias, y por cierto me llamo Kagome- Dices aún con una estúpida sonrisa dibujada en tu estúpido rostro ¿Crees que tu nombre me importa?.

-Saldremos mañana por la mañana, hasta entonces descansa y olvídame, humana- Dicho esto, doy la espalda a la humana y me tumbo en el húmedo y frío suelo para recuperar fuerzas al cien por cien.

-Kagome- Recalcas a mi espalda- Conseguiré que me llames por mi nombre- Noto en su voz cierto tono divertido, como si fuera un juego para ella. Humana, no juegues con fuego o te quemarás-Hasta mañana Sesshomaru.

Cierro los ojos y descanso, se avecinaban días largos y agotadores junto a una humana de pelo azabache y malos modales, que requerirían de una buena paciencia por mi parte para no matarla.