Hola... eh, soy nueva por aqui... HAce bastante que escribo pero nunca me había animado a escribir algo de SM hasta ahora... ojala que les guste y que dejen reviews para sabes si les gustaría que siguiera o no...
Capítulo 1: El llanto de la princesa
Estaba sentada en un sillón de su departamento con todas las luces apagadas. Hacia ya cerca de cinco meses que se había mudado ahí porque le quedaba más cerca de la universidad y principalmente porque la alejaba de esa infinidad de recuerdos que la invadía a cada momento en esa antigua casa que la vio crecer a ella y a su familia.
Su familia. De eso ya no quedaba nada, ni el más mínimo vestigio de lo que en algún momento ella llamo familia. Todo desapareció en el momento en que su madre murió llevándose con ella todos.
Hacia ya seis meses que había ido a dejar a su madre a la que iba a ser su morada por la eternidad y desde ese momento nada fue igual.
Su padre decidió vender la casa que estaba llena de recuerdos, le pago un departamento y se llevó a Samy, su hermano, a vivir a otra ciudad donde empezaría de nuevo.
Mantenía contacto con ellos de vez en cuando pero tampoco le agradaba mucho escuchar sus voces monótonas como la de ella, cansadas de sentir el paso del tiempo y ver que la tristeza no pasa nunca, era más de lo que ella podía soportar.
Sí, porque Serena Tsukino jamás estuvo hecha para estar sola, pero así era como estaba en esos momentos. Sola.
Aun podía recordar como toda esa pesadilla había comenzado. Era un día como cualquiera, desde que habían derrotado a Sailor Galaxia. Ella ya iba en su último año de escuela y había dado las pruebas para entrar a la universidad el año siguiente a estudiar Arquitectura en la universidad de Tokio. Lo único malo en esos momentos era que la había separado de las chicas, poniéndolas en cursos diferentes por lo que se comunicaba muy poco con ellas, solo se veían una vez cada dos semanas si es que no tenían demasiado que estudiar. Sí, escucharon bien, estudiar. Ahora Serena Tsukino estudiaba y mucho. No era la mejor de su clase pero se mantenía dentro de la media hacia arriba lo que la tenía muy orgullosa porque estaba correspondiendo en parte a los logros de Darien.
Darien, ese era otro caso. Él había postulado nuevamente a una pasantia a Estados Unidos y se la habían concedido por lo que ya llevaba casi un año y medio lejos.
No se comunicaban todo lo seguido que ella quisiera pero por lo menos hablaba con el algunas veces y eso era mejor que nada.
Así estaban las cosas cuando todo sucedió de repente y sin tener tiempo ni siquiera de digerirlo. Estaba en la escuela terminando los preparativos para la graduación cuando entro una profesora al salón…
Racconto…
- Jajajaja… no puedo creer que ya nos vayamos a graduar… parece un sueño –dijo Molly, la muchacha que llevaba junto con ella muchos mas años incluso que las sailors scouts.
- Sí Molly, es casi un sueño, tanto esforzarse y pronto obtendremos la recompensa –dijo Serena mientras se imaginaba como sería su nueva vida ahora que había dado las pruebas para la universidad y la habían aceptado.
- Bueno chicos, ya solo queda decirles que… -dijo el jefe del salón cuando la puerta se abrió dejando entrar a la directora y profesora con cara de malas noticias.
- OH, OH –dijo Serena acercándose a Molly –esa cara no me suena a nada bueno…
- Tsukino –dijo la mujer señalando a serena que estaba agachada junto con Molly –venga conmigo…
- ¿Qué hiciste Serena? –Pregunto Molly al verla colocarse de pie.
- Nada, lo juro –dijo Serena mientras era observada por todos los alumnos del salón y salía tras la directora que camino todo el trecho del salón a su oficina en completo silencio.
De pronto se paro en seco frente a su oficina y se giró hacia Serena para abrirle la puerta pero esta vez no parecía enojada, parecía más bien triste, como si le tuviera lastima y eso no le agrado mucho.
- Conteste el teléfono y tómese todo el tiempo del mundo –dijo la mujer cerrando luego que ella entró.
Serena, completamente desorientada, miro hacia todos lados y vio el auricular del teléfono descolgado así que hizo lo que le dijeron y contesto el teléfono.
- ¿Bueno? –Pregunto Serena algo intrigada.
- Serena –se escucho una voz afectada al otro lado del teléfono.
- ¿Papa? –Pregunto Serena extrañada -¿Sucede algo?
- Serena… -dijo el padre de serena pero parecía que las palabras le quemaban casa vez que salían de su garganta.
- Papa ¿Qué sucede? –Pregunto Serena preocupada.
- … tu madre… -dijo el hombre haciendo que la respiración de Serena se cortara de repente -… esta muy grave el hospital…
Fin Racconto
Ahí había comenzado todo su infierno, el infierno en el que se había convertido la vida de Serena Tsukino.
Después de eso todo pasó demasiado rápido para su gusto. En cosa de minutos se encontraba en la sala de espera de un hospital junto con su padre y su hermano esperando noticias de su madre.
Los minutos pasaron y del fondo de un pasillo salió un hombre de cabello canoso, alto y con apariencia de intelectual caminando directo hacia ellos. Cada paso que daba el hombre parecía darlo en cámara lenta y demorarse una eternidad.
- ¿Los familiares de la señora Tsukino? –pregunto el hombre mirándonos.
- Yo soy su esposo –dijo el padre de Serena acercándose.
- Bueno señor, hicimos lo que pudimos, pero… lo sentimos ella falleció… -dijo el médico al padre de Serena.
Desde ese instante Serena dejó de escuchar lo que sucedía a su alrededor. Su madre acababa de fallecer. Se sintió vacía, como si le faltaba el aire y todo recuerdo o percepción del mundo desapareció de su mente por completo.
De ese momento solo recuerda el estar en su cama a la mañana siguiente. ¿Cómo llegó ahí? No tenía ni la más mínima idea y la verdad era que no le interesaba.
Esa mañana se levantó y bajó a la sala de su casa. Quizás todo hubiera sido un mal sueño del que despertaría al ver a su madre. Preparándole el desayuno pero no. Esa mañana no había nadie en casa y desde ese momento rara vez la casa estaría llena.
Velaron a su madre en una iglesia cercana a la casa para luego enterrarla en el cementerio.
Al llegar a casa después de sepultarla se encerró en su habitación y se tiró a la cama.
- Serena ya no llores más –dijo Luna recostada a su lado.
- No te preocupes, ya no puedo llorar más –dijo Serena mirando a ningún punto en particular.
- Intenta llamar a las chicas o a Darien, Serena, no es bueno que te quedes así de sola –dijo Luna a su lado.
Serena se levantó y tomó el teléfono para llamar a sus amigas y a Darien. Desde el velorio que estaba intentando comunicarse con alguien pero nadie devolvió el llamado. Nunca. Perdió la cuenta de todas las veces que intento comunicarse pero la nunca nadie le respondió, ni las chicas ni Darien.
Cerca de un mes después estaba sentada en su cama, en su habitación pensando en las cosas que habían sucedido.
Desde que su madre había fallecido ella no volvió a aparecerse en la escuela y nadie pareció interesarse mayormente en ello. No asistió a su graduación y nadie llamó de vuelta. Intentó comunicarse con Estados Unidos para preguntar si el número de Darien era correcto y corroboró toda la información que tenía, pero él jamás le devolvió el llamado.
Estaba tan cansada que ni siquiera pensó cuando su padre le propuso vender la casa y mudarse a un departamento. De ese momento solo recuerda la discusión que tuvo con Luna, la que terminó cuando la hecho de la casa y le pidió que no volviera nunca, que no quería saber nada de nadie más. Desde ese momento no la volvió a ver, solo recuerda que aceptado propuesta de su padre y en ese preciso momento se encontraba sentada en un sillón de la que hacía cinto meses era su casa. Aunque aun lo la sentía así, creía que cualquier cosa era mejor que estar en esa tremenda casa, sola con esos recuerdos dolorosos.
Desde el instante en que se cambió de casa decidió cortar todo contacto con las chicas y Darien. Sí ninguno había tenido la decencia de devolverle el llamado ella no le iba a rogar a nadie, por lo que ahora intentaba involucrarse lo menos posible con las personas, solo lo hacia lo justo y necesario para mantener sus estudios al día y el resto se lo pasaba sola en su departamento estudiando.
Ese día había sido especialmente agotador y no tenía deseos de hacer nada. Tenía que comprar algo para comer. Hacía dos días que no comía algo decente por lo que se hizo el ánimo y se levantó del sillón, tomó su bolso y salió a la calida noche.
Su departamento estaba cerca de un parque que debía cruzarse para llegar a un supermercado. Caminó como lo hacía todos los días por el parque hasta llegar al supermercado que estaba atestado de gente.
Con paciencia busco todo lo que tenía que necesitaba y se colocó en una de las interminables filas.
Al salir ya se había oscurecido más pero no le preocupaba mucho, ya que el parque siempre estaba muy iluminado.
Caminó con tranquilidad hasta fijarse en una fuente que estaba por el camino. Había unos bancos cerca y una mamá intentaba enseñarle a montar bicicleta a una niña.
Irremediablemente muchos recuerdos se vinieron a su mente y sin ella poder detenerlo sus ojos se inundaron de lágrimas hasta que cayeron por sus mejillas por inercia.
Quitó la vista de la mujer y corrió lo que le quedaba de camino hasta llegar caso al centro del camino del parque donde o había nadie. Se sentó en uno de los bancos y tiró las bolsas al suelo para taparse la cara con las manos y llorar con desesperación.
- No puedo… no puedo estar sola –dijo Serena mientras sollozaba –mamá… te necesito…
No podía detenerse, las lágrimas salían de sus ojos y el llanto luchaba por salir.
Se quedó así unos instantes hasta que levantó la cabeza y miró al cielo sin dejar de hipar y sollozar. En ese momento una estrella fugaz paso por el cielo pero sorprendentemente se detuvo en el cielo y bajo justo unos metros frente a Serena.
Al notar la brillante luz que se formaba frente a ella, Serena dejó de llorar y miró sorprendida como la figura de un hombre se formaba de la brillante luz, la que se fue consumiendo hasta dejar a un hombre rubio, alto y completamente vestido de negro parado frente a ella.
De pronto el hombre posó su vista el ella y sonrió con cierta tristeza para luego hacer una reverencia a Serena.
- Eh oído su llanto...no llore más princesa… -
Continuará…
Bueno, eso es todo, ojala que les haya gustado este primer capitulo y espero que me dejen reviews para saber si quieres que lo continue o no...
Muchas gracias
Se despide su humilde servidora...
.::Konnyta-granger::.
