† My heroine †


Autora: MizzMassacre.
Disclaimer: los personajes de Naruto no me pertenecen.
Parejas: Nagato x Konan, Naruto x Hinata, Kakashi x Anko, Kimimaro x Tayuya, Nagato x Sakura.
Advertencias: Anti-Sakura, AU, Lemon, OCC.


† Prólogo †

Llevaba tiempo observándolo, "el chico de los cascos". Siempre solo, iba a lo suyo, mantenía su oscura e inexpresiva mirada baja, clavada en el suelo, pasando por alto todo lo que ocurría a su alrededor, ignorando completamente a la multitud, nada parecía importarle en absoluto.

-¿Estás bien? - desvié mi mirada hacia mi amiga, que me miraba con algo de preocupación, y mostré una ligera sonrisa - Tendríamos que ir ya a clase.
-Sí, lo siento, estaba distraída - eché una última mirada de reojo al chico, ahora con la espalda apoyada en una esquina y jugueteando con las teclas de su iPod. Me volteé, todavía con su reciente imagen en mi mente, y seguí a mi amiga, que ya se dirigía a entrar al instituto.


† Capítulo I †

Hacía una semana que habían comenzado las clases. Era lo mismo que todos los años, la misma rutina, el estrés, el aburrimiento... y eso que el curso apenas había empezado. Mientras la profesora hablaba, yo miraba el suelo a la vez que pensaba en cualquier canción que me mantuviera entretenida. Realmente, el suelo era mucho más interesante que la clase. Oí la puerta abrirse, pero no me digné a levantar la mirada.
-Estooo, Konan... - mi amiga me dio un toque en el hombro, y entonces la miré a ella - ¿Ese chico no es...? - volví la mirada a la puerta.
-Oh, dios...

-Bien, siéntate allí al fondo - le dijo la profesora.
-¿Qué hace él aquí? - pregunté a mi amiga.
-Se supone que se olvidaron de él en las listas y lo mandaron a nuestra clase. Qué suerte, ya tienes entretenimiento durante el resto del curso, ¿no?
-¡No! - en ese momento, pasó por mi lado y se sentó justo detrás de mí - ¿¡Por qué! - apoyé la cabeza en la mesa, pasando ambas manos alrededor - ¿¡Por qué a mí! ¡Me voy a morir de vergüenza! - susurré, casi hablando para mí misma, mientras mi amiga se reía por lo bajo.

-Hey, chica, chica - mi amiga se volteó.
-¿Qué?
-¿Me dejas un boli? - le dijo el chico que se sentaba detrás de ella.
-Sí, toma - cogió un bolígrafo de su estuche y se lo entregó.
-Graciaaas. Por cierto, tú te llamabas Hinata, ¿no?
-Sí, y no hace falta que me des las gracias - contestó ella con una sonrisa, y se volvió a girar hacia adelante - Qué majo es Naruto - me susurró, que yo seguía en mi "postura de depresión", y así seguí hasta que sonó el timbre que daba paso al recreo. Al fin podría relajarme al menos un poco.

Hinata y yo nos levantamos y nos dirigimos al banco en el que solíamos reunirnos con nuestras otras amigas.
-¿Por qué no intentas al menos hablar con él? No puedes rendirte si no lo intentas, venga, ¡no tienes nada que perder por intentarlo!
-¡Ni de coña! Además, ¿qué voy a decirle?
-No sé, cualquier cosa - me senté en el banco junto con mis otras tres amigas, que ya habían llegado antes de nosotras.
-¡Que no!

-¿Qué os pasa? - nos dijo Tayuya con cara de desconcierto.
-¡Nada! - dije cruzándome de brazos e intentando evitar un ataque de risa nerviosa.
-Que resulta que ahora pusieron en nuestra clase al "chico de los cascos", y yo le digo a Konan que le hable, pero no hay manera de convencerla.
-Ay, dios... - susurré.
-Míralo, ahí viene - me dijo Anko, con una mirada insinuante.
Y así era, otra vez estaba a lo suyo, con los auriculares puestos e ignorando a toda la gente de su alrededor.

-Qué majo, va con Naru - dijo Hinata, con algo de emoción en su voz.
-Ah, es verdad, no me había dado cuenta - contesté sonriendo.
-Claaaro, estabas demasiado ocupada mirándole el culo al "chico de los cascos".
-Mentira - mis amigas empezaron a reírse, menos Sakura, que ya estaba con su habitual cara de perro, como siempre que no era el centro de atención.
-Jajaja, pobre Konan, está toda roja. Y tú, Hina, ¿qué tienes con el chico rubio? - dijo Anko cambiando de tema, gracias a dios.
-¡Nadaaa, malpensada! - contestó sonrojándose - ¡Es majo y nada más! Y dije que "el chico de los cascos" era majo por ir con Naru, porque como los dos están siempre solos, pues...
-Ya, también al principio Konan decía que "el chico de los cascos" era majo, y eso que nunca había hablado con él, y mira ahora - dijo Tayuya riendo.

-Pff, sois todas unas infantiles - Sakura se levantó y se fue.
-¿Qué le dio a la otra? - dije lo suficientemente alto como para que la pelochicle me oyera.
-Es estúpida - Hinata tampoco la soportaba - Se cree tan importante y he visto mierdas mejores que ella.
-Llegará como mucho a empleada del Burger King - todas nos reímos con el comentario de Tayuya, y lo mejor era que tenía razón.
-No seáis malas... - dijo Anko con tono de advertencia, pero aún riendo.

Sonó el timbre y fuimos las cuatro juntas hacia clase. Subimos las escaleras y allí estaba Sakura, con la cara de siempre, y Anko fue con ella a clase. Ambas estaban ya en segundo de Bachillerato, un curso más que nosotras. Acompañamos a Tayuya hasta su clase, y continuamos hasta la nuestra. Iba yo entretenida con mi iPod, buscando a ver qué canción ponía entonces, hasta que choqué con alguien.
-Perdón... - levanté la vista, y me quedé helada al ver que me había golpeado contra él. Soltó un pequeño gruñido [MizzMassacre: en plan mal, no en plan "agrr, que te como" xD] y siguió su camino hasta la clase de Música.
-Caray, qué suerte - me dijo mi amiga cuando él estaba ya lejos - Podías haberte "caído accidentalmente" encima de él...
-De eso nada, ¡qué vergüenza! Y seguro que ahora me odia.
-No seas tontaaa, no te va a odiar por una tontería así...

Entramos en clase a por lo necesario, y nos encaminamos a Música.
-¿Hiciste los deberes?
-Uy... - se me había olvidado por completo y, encima, el profesor era muy estricto.
-El profe te mata.
-¡Ja! Antes prefiero suicidarme.
Entramos en el aula, el profesor todavía no había llegado. Hinata y yo fuimos a sentarnos casi al fondo de la clase, dos filas más adelante que "el chico de los cascos".

A la entrada del profesor en la clase, todos nos quedamos en un silencio sepulcral. Cerró la puerta tras de sí, se sentó, ojeó unos papeles y dijo:
-Bien, vamos a empezar corrigiendo los deberes. ¿Quién no los hizo? - levanté la mano y noté que todos los de las filas de delante se volteaban y clavaban en mí sus miradas, lo que me hizo sonrojarme ligeramente - Empezamos bien el curso... En el recreo os quedáis aquí y, al que no venga, un parte - dijo con cara de fastidio.
Me giré hacia atrás preguntándome quién más había levantado la mano, pero el profesor hizo amago de toser como indicándome que mirase para adelante y me estuviera quieta.
-¿Tú sabes si se va a quedar alguien más en el recreo? - susurré a mi amiga.
-No, pero supongo que al menos una persona más se quedará, si el profe habló en plural...
-Rawwwrr, cualquiera menos él... - volví a mi "postura de depresión" hasta que sonó el timbre y volvimos a nuestra clase habitual.

Miré el horario y vi que tocaba Historia. El profesor siempre se retrasaba. Habían pasado ya quince minutos desde que en teoría había comenzado la clase, y el profesor entró.
-¡Llegas tardeeee...! - gritó más de media clase.
-Sí... es que resulta que había un atasco en la carretera, y tal...
-¡Mentiraaaa!
La verdad es que el profesor de Historia, Kakashi Hatake, era muy majo y conseguía que no nos durmiéramos en clase. Acababa de terminar la carrera universitaria y era el primer año que impartía clases.

La hora se me pasó prácticamente en nada, más si pensaba que en el tiempo del recreo tendría que estar encerrada en la clase de Música. A paso pesado, fui caminando hacia el aula como un alma en pena. Cuando llegué, el recreo había comenzado cinco minutos atrás. Entré y me senté en mi sitio habitual, y sí, para mi gran horror, "el chico de los cascos" también estaba allí.
-Yo bajo a hacer unas fotocopias y ya vuelvo, más os vale estar callados - el profesor salió de clase y cerró la puerta tras de sí, dejándome sola ante el peligro, a solas con mi amor platónico.

Intenté que no me importara, respiré hondo e intenté calmarme. Me giré automáticamente al escuchar el sonido de una guitarra acústica, los primeros acordes de...
-"My heroine", de Silverstein - dije casi susurrando. Él mostró una sonrisa casi imperceptible, pero que aun así me dejó de piedra, y comenzó a cantar. Su voz me recordaba a la del cantante de A Static Lullaby.

-Fue precioso - dije intentando contener mis emociones, cuando él dejó la guitarra donde antes estaba.
-Gracias - volvió a sentarse, esta vez delante de mi pupitre, pero se giró hacia mí - ¿Conocías la canción?
-Claro, me encanta Silverstein - sonrió.
-Al fin alguien que sabe algo de música. Por cierto, ¿cómo te llamas?
-Konan - contesté, intentando no tartamudear.
-Yo soy Nagato.