Disclaimer: Los personajes de Sailor Moon pertenecen a la maravillosa Naoko Takeuchi. La historia es completamente mia.
MOON PRIDE
Capitulo 1
El testamento.
Las rosas florecían con sus hermosos pétalos de un profundo, intenso y aterciopelado color rojo y varias tonalidades del mismo, los rosales llenaban el amplio jardín de la antigua mansión de estilo francés clásico, perteneciente desde siempre a la poderosa, muy rica, antigua y aristocrática familia Chiba.
Darien, un hombre alto, de cuerpo delgado pero atlético con unos ojos de un profundo azul zafiro, se paso una mano sobre sus rebeldes y bien cortados cabellos negros. Sin apartar la mirada del jardín que lo vio crecer, no podía creer lo que hace unos segundos había dicho Jedaite, un hombre de cabellera castaña clara y de edad madura que se encontraba sentado enfrente de el y quien desde hace ya varios años era el abogado familiar.
El pelinegro lentamente se alejo de la ventana y se sentó en el confortable sillón de piel detrás de un viejo escritorio hecho de madera de caoba, apoyo sus codos en los reposa brazos del sillón, mientras colocaba sus manos, unidas solamente por las yemas de sus dedos, a la altura de su boca y miraba fijamente a Jedaite, hasta que termino de dar lectura al testamento de su abuelo Armando.
- Esa es la ultima voluntad de tu abuelo, muchacho- dijo Jedaite, acomodando los papeles frente a el.
-No puedo creer que esa sea su ultima voluntad- dijo Darien apoyando sus manos sobre el escritorio y mirando de manera feroz al abogado, quien sabiamente no dijo una sola palabra. – ¡Mi abuelo jamás habría permitido que los Metalia se apropiaran del legado de los Chiba!- termino hablando de forma concisa, fuerte y furiosa.
-Entonces muchacho ya sabes lo que tienes que hacer para que eso jamás pase.- dijo Jedaite tranquilamente mientras cerraba su portafolio. –Estaré esperándote muchacho y procura que nos veamos antes de que pasen los treinta días.
Darien vio salir al abogado, y dando un fuerte golpe con el puño cerrado sobre el escritorio, se levanto y se sirvió un poco de whisky, necesitaba algo fuerte para poder reponerse de la noticia. La simple idea de dejarle todo a los Metalia era imposible al igual que cumplir con la petición de su abuelo.
Armando Mamoru Chiba había sido un hombre de fuerte voluntad, un visionario que llevo a Crystal Corporation a nivel internacional y a diversificarse, causando que el ya grande legado Chiba aumentara de forma casi estratosférica. En la cuestión personal fue un hombre de un solo amor, un ser que la perdida de su esposa y la prematura muerte de su único hijo, le habían hecho frio, protector, algunas veces distante, en extremo exigente y sumamente disciplinado. Darien lo recordaba con aprecio, pero mas que nada con respeto y admiración, el creía que su abuelo bien pudo haber sido un samurái, y el siempre deseaba ser así: fuerte, disciplinado, honorable.
Por lo tanto Darien no aceptaba la voluntad de su abuelo, tenia que haber alguna forma de no entregar su legado y no cumplir con la otra irracional idea.
Dos largos días habían pasado desde la lectura del testamento, Darien miraba fijamente al hombre de cabellera rubia platinada quien vestía un traje italiano hecho a la medida de su cuerpo alto y delgado, para muchos un tanto afeminado y para otras en extremo atractivo..
-Lo lamento Darien, pero e revisado el testamento letra por letra sin olvidar los puntos y comas y no hay forma legal de invalidarlo, tendrás que cumplir con lo que ahí se te solicita. - dijo el rubio con las manos metidas en los bolsillos de sus perfectos pantalones, mientras observa al pelinegro retirarle la mirada y observar a través del amplio ventanal de la oficina de la presidencia, ubicada en el piso numero veinte del edificio corporativo de Crystal Corp.
-Zoizite, eres el director general del área legal de Crystal Corp., confío en ti como si fueras parte de mi familia, bien sabes que jamás permitiría que todo caiga en manos de esas hienas, pero bien sabes que la otra opción es una completa y absurda locura y más cumplirlo en treinta días.- dijo Darien dejándose caer en el sillón de su oficina.
-Veintiocho para ser más exactos.- dijo Zoizite tratando de disimular una sonrisa, nunca había visto a su amigo y jefe tan frustrado y en una situación tan ridícula como esa.
-Gracias amigo por recordarme que mi tiempo se acaba y por burlarte de mi desgracia- dijo Darien sarcásticamente. – Ya que no me queda otra opción voy a tener que ponerme en acción y tu tienes que ayudarme para que yo tenga el control completo del legado Chiba y no haya forma de perderlo.
-Por el momento eres la cabeza de esta empresa y tienes de tu parte a los Diamante y sobre todo a Selene, por ahora no tienes que preocuparte de Crystal Corp.- dijo Zoizite.
-Se que cuento con Selene, además su aprobación es crucial en este asunto.- dijo Darien levantándose y tomando su saco del perchero.- Gracias amigo, tengo salir de aquí, antes de que te quite esa sonrisa con mi puño.- dijo saliendo de la oficina y escuchando la risa de su amigo a la espalda.
Llevaba cuarenta y ocho horas como tigre enjaulado, buscando alguna forma de evitar esa opción, pero ya no podía seguir perdiendo más tiempo, pero sus opciones para realizar esa tarea eran muchas y todas completamente inadecuadas.
¿Quién seria capaz de aceptar hacer algo como aquello en tan poco tiempo?.
Darien entro en una minúscula cafetería, que se escondía entre los grandes edificios corporativos, se sentó en una de sus diminutas mesas mientras recordaba uno de los puntos e indicaciones que le había dejado su abuelo.
"…Yo Armando Mamoru Chiba en uso completo de todas mis facultades mentales dejo a mi único nieto Darien Mamoru Chiba, todas mis propiedades, mis inversiones, mis cuentas así como todas las acciones que me pertenecen de Crystal Corporation. Más adelante en este documento se especifica a cuanto asciende mi fortuna y de que esta compuesta.
Mi nieto para poder recibir mi fortuna y legado tendrá que casarse dentro de los próximos treinta días, después de la lectura de este documento, deberá vivir una vida conyugal mínimo de un año, habitando en la casa familiar: Elysion. La esposa deberá firmar un acuerdo prenupcial en el cual se especificara que ella no podrá obtener ni una sola de las acciones de la empresa Crystal Corp. A través del matrimonio o por divorcio. La pareja deberá casarse por bienes separados y ella aceptara de ante mano que en caso de divorcio no tendrá derecho de disponer ni de un centavo del legado Chiba y aceptara una pensión suficiente para vivir modestamente solo en caso de haber tenido descendencia. La esposa tendrá que pasar por la aprobación de Selene Tsukino, sin esta aprobación el matrimonio no será aceptado como valido.
En caso de que mi nieto no tenga un matrimonio validado en treinta días, toda la fortuna pasara integra y sin restricciones a manos de la señorita Beryl Metalia…"
El sonido de cristal rompiéndose, de metal estrellándose y algo muy frio deslizándose desde su torso hasta sus pantalones lo sacaron dramáticamente de sus pensamientos.
-¡Que demonios!...-dijo levantándose y mirando el desastre de su ropa y alrededor de el, para parar en una mirada celeste llena de miedo, ansiedad y vergüenza.
-Lo… lo… siento, discúlpeme- dijo la mujer dueña de la mirada celeste, mientras se hincaba a recoger los trozos de cristal.- no fue mi intención, soy una torpe- seguía hablando y limpiado su desastre.
-Usako!-un grito desde el otro lado de la barra hizo que la mujer se tensara, se encorvara y estrujara el paño entre sus manos a la vez que giraba en dirección a la voz que le había llamado- Ve a la trastienda, Molly terminara de arreglar este desastre- dijo en un siseo un hombre regordete, de mirada arrogante y desdeñosa- Disculpe caballero, Usagi se encargara de pagar por el lavado de su ropa.- termino de decir el hombre en un tono falsamente amable.
Darien miro fríamente al hombre, en ese momento no sabia si estaba molesto por la torpeza de la chica de mirada celeste o por las palabras de aquel hombre.
-Por favor caballero tome asiento, en un momento le traeremos una bebida de cortesía.- agrego el hombre, mirando al detalle su caro traje italiano.
-¿Donde están sus sanitarios?- dijo Darien, el hombre regordete se le quedo mirando- Necesito el sanitario para tratar de arreglar un poco esto…-señalo sus ropas mientras hablaba.
-El pasillo junto a la barra, la segunda puerta.- dijo el hombre de la cafetería.
Varios minutos después salió del sanitario con su ropa absolutamente echada a perder. Cuando paso por la primera puerta rumbo a la barra, no pudo evitar pararse y escuchar.
-¿Como voy a pagar?, usted sabe que no tengo ese dinero, por eso estoy trabajando- decía la mujer llamada Usagi, en un claro tono de suplica y desesperación.
-Ese no es mi problema, debiste pensar eso antes de tirarle la charola encime a ese hombre- dijo el hombre sin una pisca de piedad.
-¡No fue apropósito!- elevo la voz la chica ya claramente a punto de estar fuera de si.
-Quiero ese dinero al finalizar tu turno a las seis y Usagi no te tomes la molestia en regresar, no sirves para esto.-termino de decir el hombre.
-Pero… señor usted bien sabe que yo necesito este trabajo.-dijo la chica claramente mortificada
- No me importa, solo deja ese dinero y lárgate de mi café.-respondió el hombre siendo inflexible
Darien se retiro de la puerta antes de dejarse llevar por sus impulsos, comprendía la postura del dueño del café, pero la voz de la chica le estaba haciendo pedazos su cordura, sobre la mesa dejo unos billetes por la cuenta y un poco mas para ayudar a la chica con aquel desastre y salió rumbo a su oficina para cambiarse el traje.
Primero quiero dar las GRACIAS a todos ustedes por tomarse el tiempo para leer estas lineas.
También quiero comentar que Sailor Moon es el manga y anime favoritos y ahora con Sailor Moon Crystal estoy fascinada e inspirada que después de años regreso a la escritura, la primera basada en SM, espero les guste esta historia ubicada en un universo alterno.
Los Domingos día de publicación.
Espero muchos reviews.
Besos Lunares
