Diario de Kaji

El árbol de Aya, los reinos enfrentados, la guerra entre dos mundos... Todo eso quedó atrás. Rastros de destrucción por todas partes. Eso es lo que recuerdo. Lloros, gritos, dolor...

Sinceramente, tengo lagunas sobre lo que pasó aquel día. Sólo sé que cada vez que intento recordar me dan dolores de cabeza muy intensos. Hace tiempo que me rendí. El pasado es el pasado, o eso dice Sôkar cada vez que hablo con él sobre el tema. Lluvia simplemente me grita "¡Tonterías!". Bueno, algo mejor que Zap, que siempre me pregunta si he tomado algo raro últimamente. El único que hizo algo fue Matarratas, aunque con el tiempo acabó rindiéndose también.

¿Mi nombre? Soy Kaji Llamaviva. Hijo de Ember Llamaviva, sobrino de Benjamin Llamaviva y nieto de Belenus Llamaviva. Aunque poco importa eso, mi familia es lo de menos.

Ya tengo casi treinta años, cómo pasa el tiempo. Al final, me he acabado enamorando de Lluvia. ¿Quién lo iba a decir? Nos hemos casado hace poco, relativamente. No sé mucho sobre mis otros amigos, nos separamos hace mucho. Me pregunto cómo les estará yendo la vida.

Me estoy haciendo viejo. Tengo cincuenta años y sigo escribiendo en mi viejo diario. Mi esposa y yo tuvimos dos hijos, Sirona (por mi abuela) y Benjamin (por mi tío). Ahora deben de estar en esa edad de empezar a trabajar. Ben, el mayor, tendrá alrededor de veinte años. Sirona tendrá diecisiete. Ambos se fueron de casa, espero que vivan felices. De hecho, nos vienen a visitar a Pueblo Beluga a menudo. No creo que tarde mucho en ser abuelo, en pocos años tendré enanos corriendo en mi salón.

Madre mía, casi no puedo ni aguantar el lápiz. Tengo setenta y siete años. Esta, posiblemente, será la última entrada de mi diario. Ya estoy muy viejo para estas cosas. Mis hijos han tenido hijos, y mis nietos estarán en la edad de tener más. Al menos todos llevan el apellido de los Llamaviva, si no por nombre, por sangre. Estoy filosofando mucho últimamente. ¿Será que se me acerca la muerte?

Tengo ochenta y tantos años. Lluvia y yo hemos estado recordando la aventura que tuvimos de chavales. Nuestra gran aventura. Echo de menos a Zap, Sôkar y Matarratas. También me acuerdo de Dino, el mejor peor profesor del mundo, Lapicero, Lambda y el resto de profesores del Colegio Beluga. También recuerdo con una sonrisa todos mis compañeros de clase: Flama, Nizo, Tarántula, Roco, Sauce, Amor, Arturo, Mierdófilus... No sólo eso, también me acuerdo de todas las personas a las que conocí en mi juventud: Mis colegas de Fuego13, Rubeola, los de Bombastus, el profesor Desangrador, los Soldados de Dino, el profesor Leo, los Cinco Elementos... Sí, fueron grandes tiempos. Aunque supongo que todo tiene su fin, igual que un libro. Y el mío ya ha llegado a sus últimos capítulos...