Los personajes no son mios, la trama si, si lo disfrutan dejen comentarios. A.

Capitulo 1

Miró un reloj digital en una tienda, eran recien las 11 de la mañana de un jueves– tengo mucho tiempo aún – se dijo. Del ministerio les habian dado el día libre en conmemoracion del aniversario de la batalla donde Voldemort había muerto, aquella en la que habia perdido a Ron, 4 años atrás. El solo recuerdo la sobrecogía: como había encontrado su cadaver en un pasillo de Hogwarts, una mano sosteniendo su varita, los ojos idos, la cara desfigurada, un hilo de sangre saliendo de su boca... sintió un escalofrío y en su garganta se ahogó un sollozo. Abrazandose, caminó hacia el parque, buscó una banca cerca de un encino y se sentó. Tenía una buena vista del parque, sus senderos, las estriadas secoyas... y tenía mucho tiempo y ningún plan para agotarlo.

Pensó en sus posibilidades y decidió que quería viajar, no un viaje largo, algo por el día, o tal vez podía tomarse el fin de semana, enviar una lechuza a su jefe y pedir permiso para faltar mañana... Y así lo hizo.

Se levantó de la banca, y con un fuerte ¡CRAC! Abandonó la plaza.

Se apareció a unos metros de su departamento, camino unos metros, entró al edificio – Buenos días Eric – dijo al portero quien saludó inclinando su cabeza siguiendola con la mirada. Ella sonrió en el interior, sabia que la miraba y eso no la incomodaba, habia que reconocerlo: Era inteligente y de trato afable, tenia una figura envidiable, vestía inmaculadamente, había recogido su cabello castaño en un elegante moño, trabajaba en el Departamento de Misterios del Ministerio de la Magia lo cual le dejaba una suculenta cantidad de dinero en su cámara en Gringotts, había hecho inversiones en la Banca Muggle, había sido nombrada en El Profeta en diversas ocaciones y en una de ellas se encontraba el el puesto 11 de las 100 personas mas influyentes del mundo mágico... y más aún, estaba soltera "sigue intentandolo Eric" se dijo con una risita mientras subía el asensor a la última planta.

Ya arriba, entró en su casa, dejó su bolso en una mesita en el hall, y fué al escritorio a escribir la carta.

Sacó una pluma, tinta y un perganimo. Leónidas Stratopulos era su jefe, nariz recta, ojos profundos y una inteligencia digna de los dioses, sumado a eso, tenía la sensibilidad de un gatito y así escribió:

Querido Leo:

Todo esto del aniversario de la batalla me tiene muy sensible, ya sabes... por lo de Ron. Te agradecería que me permitieras tomarme el día libre mañana, para ordenar las cosas en mi cabeza y mi corazon.

Por cierto, adelanté el informe sobre lo que debes presentar en dos semanas más, está sobre tu escritorio.

Espero que consideres mi solicitud, un abrazo

H.

Leyó la carta, había hecho bien en no mencionar lo del informe de los giratiempos, ya que podían intervenir las cartas y luego el Departamento de Misterios no sería tan misterioso.

Conforme, enrolló la carta y buscó a su lechuza Ambar, le amarró la carta y abrió la ventana – regresa pronto – le dijo acariciandole una pata. La vió alejarse en el cielo.

Sólo fué interrumpida por el crujir de su estómago, así que se dirigió a la cocina y con una manzana en la mano, se dirigió a su biblioteca a seguir leyendo su ultima edicion de Runas Antiguas: Significados Ancestrales de Miranda Tompson.

Estaba sentada en la biblioteca cuando llegó Ambar con la carta de respuesta, desató la carta y dejó a la lechuza en la jaula, la carta decía:

Querida Hermione:

No sabes cuanto peso me sacas de encima con lo del informe, siempre un paso más adelante que yo.

Con respecto a mañana, tómate el tiempo que necesites.

Un abrazo

L.

Satisfecha, Hermione dejó su libro y fué a guadar la carta cuando muchas cosas sucedieron a la vez. Por la ventana entró el patronus de un zorro plateado y con una voz suave que no pudo reconocer, éste dijo: "ya viene, escondelo" o eso Hermione creyó escuchar porque Ambar revolotió en su jaula haciendola caer y llenando de plumas, comida y excremento el suelo, para peor, cuando se inclinó para recoger el desastre y a su lechuza... tocaron la puerta y no un toque de puerta normal, la estaban golpeando fuerte.

- Ya, esto es extraño – dijo. Sacó su varita y caminó a la puerta, que seguía siendo golpeada.

- ¡Quién está ahí! - gritó.

- Abre de una vez, Granger... por favor – dijo una voz – una voz pastosa que tiempo atrás le decía Granger... o sangre sucia – pensó con espanto.

Abrió la puerta y ahi estaba, Draco Malfoy, con la tunica razgada y manchada de sangre, el pelo alborotado y los ojos llenos de... ¿miedo? Se quedó mirando al rubio y éste se desmayó en la entrada, sin antes decir: Hermione...