N/A: No recuerdo el capítulo del Anime/manga en el que Miranda llega a la Congregación, así que sí está mal, discúlpadme.

Disfrutad :3.



Felicidad

En suposición, los días felices no deberían existir en la vida de un exorcista. Un exorcista es alguien que ha sido tocado por el poder divino y se sacrifica en su lucha contra los Akuma para proteger a los demás humanos. ¿Qué derechos tiene uno solo de ellos a ser feliz?

Y sin embargo, aquella fría tarde de Diciembre, cuando Miranda puso un pie en la Congregación de la Sombra, sintió que algo cálido e inexplicable la inundaba. Sintió que entre esos lúgubres muros, donde aguardaban aquellos que traerían la paz, gente como ella, había algo más que tristeza y lucha.

Había felicidad. Risas. Y algún beso escondido.

Y Miranda Lotto lo supo cuando le estrechó la mano al Supervisor Komui y su corazón saltó de un brinco nervioso. Había encontrado su lugar. (Aunque después, cuando intentaron destrozar su reloj para crear su arma-antiakuma, quiso tirarse por el acantilado).