Érase una vez, dos mundos...

¿Cómo podríamos estar juntos? No hay algo más opuesto que su hogar y el mío, una guerra se avecina en mi mundo y no puedo dejar a mi familia, pero tampoco puedo llevarlo a él. Tal vez… conocernos fue un error.


Capítulo 1: Mensajes.

Un agudo dolor en el pecho me quito la respiración por algunos segundos, después el dolor se fue tan repentinamente como aparecio.

Abrí muy despacio los ojos con el temor de que el dolor volviera. Primero, no preste mucha atención a mí alrededor, concentrada en evitar cualquier movimiento que pudiera provocar lo que sentí. Después de unos segundos, comencé a explorar hasta donde la vista me lo permitía.

'Esta definitivamente no es mi habitación, donde hace unos momentos me acosté para dormir, de hecho no es ningún lugar de mi casa, ni siquiera es una casa.'

Estaba tirada en el espacio que queda entre dos casas -he ahí la razón del frio en mi espalda-. Cuando preste atención me di cuenta de que todo se veía oscuro, como cuando se acerca una gran tormenta, pero aún era de día, extraño.

Frente a mí, justo donde comienza el pasillo, había pedazos de madera y cristal por todas partes, como si alguien hubiera lanzado con mucha fuerza una silla contra una ventana.

Asustada volví a cerrar los ojos, esperando que al abrirlos de nuevo me encontraría a salvo en mi cama. Espere un par de minutos y cuando comenzaba a pensar que estaba soñando un cálido aire toco mi mejilla, como si fuese el tacto de una caricia, la sensación duro solo unos segundos pero me pareció bastante familiar.

Lo siguiente que percibí fue un aroma desagradable. Nunca he presenciado una guerra del mundo humano, pero estoy segura de que ese sería el olor: una mezcla de dolor, ira, sufrimiento... muerte, me estremecí al pensar en eso, porque esa era la sensación que sentí al aparecer en este lugar… la sensación de que algo terrible había pasado.

Lentamente y con temor, volví a abrir los ojos. Ahora, viendo los detalles con más detenimiento, comencé a reconocer algunas cosas… y desee no haberlo hecho.

Me levante y camine como en trance hasta que salí a la calle. Con sorpresa me di cuenta que conocía lugar en donde me encontraba, el pasillo en donde desperté no queda en medio de dos casas, sino entre la panadería donde hacían los pasteles favoritos de mamá y la librería más grande de Tomoeda; pero eso no era lo que me sorprendía, o más bien me aterrorizaba, no, lo que lo hacía era que estos locales estaban completamente destrozados, al igual que los demás locales y casas de esta calle.

Comenzaron a temblarme las manos y retrocedí sin poder creer todo lo que estaba viendo, luego me pregunte ¿Dónde está la gente?... había desastre por todas partes, pero ninguna señal de vida humana, no sabía si eso era bueno o malo.

Con cuidado de no tropezarme con los escombros camine por la calle buscando a algun habitante.

¡Hola!, ¿Hay alguien aquí?–

Me quedé en silencio un momento, esperando alguna respuesta, pero lo único que escuché fue el eco de mis palabras.

Un mal presentimiento comenzó a crecer dentro de mi, ¿Dónde está mi papá, mi hermano, Yukito, Eriol, Kero, donde están todos?

Desesperada corrí hacia el único lugar que pensé me daría respuestas: mi hogar. Reconocí en el camino algunas partes de la fuente de Aurora, el lugar donde le confesé mis sentimientos a Yukito cuando tenía 11 años, las lágrimas no tardaron en llenar mis ojos al ver ese lugar destruido, sacudí la cabeza y continúe corriendo, con miles de preguntas formándose en mi mente.

Después de avanzar entre lo que queda de mi amada ciudad llegue a lo que una vez fue mi escuela, de la bella entrada que estaba construida con piedras de todos colores y tamaños, solo quedaba el arco de la puerta, más adelante se veían las paredes tiradas y ninguna señal de vida.

¡Hola!... ¡Papá!, ¡Toya!... ¡Kero!... ¡¿Hay alguien? ¡Soy Sakura! ¡Ayuda!

Recuperando el aliento traté de recordar cómo fue que llegue aquí, pero es inútil. Lo último que recuerdo fue haber subido a mi habitación después de cenar y despedirme de mis padres y hermanos, recuerdo claramente a Kero pidiendo más pastel y a mi madre consintiéndolo, luego me sentí muy cansada y me quede dormida en cuando toque la cama.

Nada de esto tiene sentido.

Di una vuelta recorriendo todo el lugar con la vista, no había ni una sola pared que se mantuviera en pie, la calle principal estaba llena de pedazos de madera y piedras, lo único que me daba un poco de esperanza era que no se veía ni un solo cuerpo, tal vez todos habían alcanzado a salvarse.

De pronto, sentí cómo algo húmedo bajaba por mi brazo derecho, por instinto palpe con mi otra mano encontrándola mojada con un líquido carmesí... ¿sangre? ¿Por qué mi brazo sangra?... que yo recuerde no sufrí ninguna herida en el recorrido que hice desde que 'desperté'.

Preocupada decidí examinarme buscando heridas.

Me di cuenta, por primera vez, de mi extraña vestimenta: un pantalón de una tela dura y no muy suave, pegado hasta las rodillas desde donde se ensanchaba un poco hasta llegar al suelo, una blusa blanca sin mangas detenida solo por unos delgados tirantes, y por ultimo unos zapatos bajos con una parte de tela roja y otra de algo como plástico duro de color blanco, la suela también era blanca y todo en conjunto bastante cómodo, solo que jamás había visto ropa así.

Continuando con mi examinación, note que toda la ropa esta maltratada, sucia y con manchas de sangre; al parecer tengo una herida en mi costado derecho más o menos por la altura de las costillas, lo raro es, que no me duele para nada a pesar de que al verla con más detenimiento parece algo grave, también tengo otra herida en mi brazo, de donde note la sangre hace un momento, pero al igual que la del costado no me duele…

Decidí restarle importancia a las heridas por el momento, volví a la primordial necesidad de saber que ha pasado y me enfoque en llegar al castillo.

Luego se me ocurrió algo que no había pensado hasta el momento: magia.

"Sakura Kinomoto, vives en un país mágico y en lo último que piensas es en la magia… brillante"

Bueno, sé que pensar sarcásticamente no es lo mejor en una situación como esta pero… ¡estoy tensa!.

Trate de concentrar mi magia en encontrar a alguien, primero mi padre, luego Eriol y a mis guardianes, pero un par de segundos después me sorprendí cuando ésta no funciono, con el ceño fruncido lo intenté de nuevo, pero nada…

Alarmada busque mi colgante con la llave de las cartas y me extrañe de no traerlo conmigo, el mal presentimiento creció. De nuevo ¿Qué paso aquí? Yo nunca me separo de la llave de mis cartas, y luego mis heridas que no duelen y el hecho de que no puedo usar mi magia… nada de esto tiene lógica, si no estoy en un sueño lo más probable es que haya estado en una batalla, aunque no me acuerde de nada.

Volví a correr de nuevo hacia el castillo, pero a pocos metros de llegar me detuve abruptamente, una sensación de peligro hizo que me dieran escalofríos y de pronto el aire a mí alrededor se volvió frio, y si antes el día estaba nublado ahora parecía como si fuera de noche.

Sentí como los músculos se me tensaron al sentir una presencia detrás de mí, pero no era una presencia cualquiera, ni de nadie que yo conozca, era una presencia tan maligna, que tuve la certeza de que era el causante de toda la destrucción que veía y que además eso no era ni de cerca lo único que podría hacer, por primera vez, tuve verdadero miedo, ni siquiera me atrevía a voltear, solo tenía el impulso de salir corriendo.

Pero aun así voltee…

'No puede ser'

Ke… Kenshi – Mi voz se quebró por completo, sentí como si alguien estrujara mi corazón.

Por Dios, él… ¿Por qué?

Hola pequeña Sakura.

Al escuchar su voz, una ola de dolor contrastada por otra de terror me recorrieron, se escuchó tan burlesco y lleno de rencor.

Qué sorpresa encontrarte por aquí...– me dijo con ese tono burlón –pensé que estarías con los demás… muerta.

Mis ojos se abrieron y llenaron de lágrimas… no, eso no puede ser…

¡Mientes!– le grite, aterrada de que fuera verdad, rezando en mi interior por qué no lo fuera.

¿Quieres comprobarlo?, con gusto puedo mandarte al otro mundo junto con ellos.

Escuche su asquerosa risa y sentí como mis puños se cerraron, sin pensarlo siquiera me abalance contra él y le di un buen golpe en la mejilla…

¡¿Cómo pudiste traicionar a papá?– le grite mientras intentaba darle otro golpe, pero él, preparado para eso, detuvo mi mano.

Él no es mi padre, nunca lo fue– escuche rencor en su voz, pero no entendí las razones de ese rencor.

Para él tu si eres su hijo, ¿Cómo pudiste Ken?– mi voz se fue debilitando y temí que mis rodillas se doblaran, nada de esto puede ser real... ¿Cómo es posible que mi hermano, que siempre tenía una sonrisa para mí o para los demás, que siempre estaba dispuesto a ayudar, al que conocía desde pequeña, como pudo él hacer todo esto?

De nuevo escuche su risa y de pronto me soltó y me miro con odio. Sin poder evitarlo caí al suelo.

Todo esto es tu culpa sabes… si me hubieses mirado como algo más que tu "hermano", habría perdonado a tu padre y nada de esto hubiese pasado– Sus palabras tardaron algunos segundos en llegar a mi cerebro, y aun otros tantos en ser comprendidas.

¡¿Qué?... Él esta… insinuando que... no... Debo estar alucinando… esto definitivamente debe ser un sueño.

¿De qué… hablas?– Mi voz salió temblorosa mientras mantenía la mirada en el suelo.

No te hagas la ingenua Sakurita, sabes bien que siempre estuve enamorado de ti, y tu estúpido padre nunca me considero apto para su princesita consentida, lo único que me decía era "deja que ella decida", ¡ah! Eso me llenaba de coraje, pero por fin tú has decidido, decidiste "esto"- Abrió los brazos y señalo con ellos todo el lugar.

No, no, no... esto es tan… irreal.

Negando con mi cabeza intente incorporarme y en el momento en que lo hice sentí un dolor punzante en mi hombro, que poco a poco se iba haciendo más intenso, al mismo tiempo otro dolor apareció debajo de mis costillas derechas, las heridas de pronto dolían tanto que no pude reprimir un gemido de dolor y unas cuantas lágrimas.

¿Este es mi momento… moriré ya?

Por raro que parezca, no me entristeció esa idea, prefería eso. De nada me servía permanecer en un lugar donde ya no tenía a nadie.

Levante mi cabeza y vi al que alguna vez considere mi hermano frente a mí, con su sonrisa burlona acercándose a mí, me pregunte como cambio tanto su mirada, de donde obtuvo tanto poder, desde cuando planearía esto…

Luego mire en su mano derecha una espada, no cualquier espada, sino la espada de mi padre. Nuevas lágrimas se formaron y algo muy cercano a la ira creció en mí. Sí, moriré en este lugar, pero no será con miedo en mi mirada.

¿Te duele?... no te preocupes, pronto ya no sentirás nada.

Como pude me pare y mantuve mi firmeza, mordiéndome el labio para soportar el dolor me coloque en posición de combate, preparada para que atacara.

Vaya, vaya, la princesita quiere pelear.

¡Hazlo ya!– le grite, no podía soportar más su risa y su voz burlona, este no era mi hermano.

Será rápido, no te preocupes, pronto estarás con ellos.

En un rápido movimiento me dio un golpe en mi costado derecho, justo donde tenía la herida, caí de rodillas sin fuerzas y vi como la tela blanca de la blusa se coloreaba de rojo rápidamente.

Cerré los ojos esperando el final, lo único que me reconfortaba era que iba a estar con ellos… así que con una sonrisa levante la cabeza y lo mire, esperando a que diera el golpe final.

Hazlo ya… hermano. – Me sentí llena de paz, cerré los ojos de nuevo y espere. Cuando escuche un grito supuse que había lanzado la espada contra mí y me prepare.

De pronto mis heridas ya no dolían, aunque tarde en darme cuenta. Abrí los ojos y solo vi oscuridad... ¿Ya paso todo?, ni siquiera sentí nada, y, ¿En dónde estoy?

En todo mi alrededor solo había oscuridad, iba a gritar cuando frente a mí se ilumino un árbol. En seguida esa misma luz fue iluminándolo todo hasta que no hubo ni una pizca de oscuridad por ningún lado.

Me encontraba en una especie de campo, había un único árbol y todo lo demás estaba lleno de pasto y de flores en algunos lugares. Luego a un lado del árbol apareció un hombre, lo reconocí inmediatamente, y su aura era tan cálida y reconfortante que casi olvide todo lo ocurrido. Casi.

Sakura Kinomoto, un placer conocerte– me dijo con su gruesa y elegante voz, ver sus ojos era como ver el universo, con miles de secretos flotando dentro.

¿Mago Clow?... ¿Qué ha pasado?– Con una sonrisa puso su mano en mi hombro y se sentó recargándose en el tronco del árbol, invitándome a que hiciera lo mismo. Me senté y estuvimos un momento así, solo disfrutando de la brisa fresca, hasta que él hablo.

En realidad no ha pasado nada, aún. Lamento mucho que hayas tenido que vivir eso pequeña, pero era necesario. Si no hacemos algo, ese es el futuro que vendrá.

¿Quiere decir que fue un sueño?

Una premonición, de algo que pasara si no se actúa de inmediato. Kenshi está acumulando poderes malignos gracias a la ayuda de un antiguo mago, si no se le detiene, lo que viste serán las consecuencias.

¿Y qué es lo que tengo que hacer?– Pregunte alarmada.

Confiar, en ti y en tus poderes, en las cartas y en tus guardianes, cuando despiertes quiero que les cuentes de todo esto a Yue y Kerberos, igualmente a tu padre, pero no permitas que actúe precipitadamente, todo tiene su momento y si se apresuran las cosas puede que todo salga mal.

-¿Y cómo sabré cuando es el momento?- Le pregunte preocupada, eso de 'encontrar el momento' nunca ha sido lo mío.

Te iré dando señales, pero la decisión que cambiara el destino de Hikari ocurrirá en tres días y debes tomar la decisión confiando en ti y siguiendo lo que te diga el corazón–

Después de decirme eso me sonrió y fue desapareciendo poco a poco…

Lamento mucho causarte tantas molestias, pero al final, si todo sale bien, habrá un nuevo comienzo, un cambio que unirá dos mundos. No estarás sola, estoy seguro que mi descendiente te ayudara.

¡Espere!...– estire la mano para tratar de alcanzarlo pero de pronto caía en medio de la oscuridad.

En seguida estaba sobre algo cómodo y suave. Cuando abrí los ojos lo primero que vi fue la cara de Kero mirándome con curiosidad.

–¿Pero qué…– Al ver a Kero frunciendo su enorme ceño de esa manera en la que quiere hacerme creer que está enojado, me sentí tan feliz de poder volverlo a ver que lo abrace tan fuerte que se puso a protestar.

–¡Kero, Kero, Kero! ¡Te quiero tanto!

Me abalance contra él y ambos caímos al suelo, reí y llore al mismo tiempo.

–Lo sé, lo sé Sakura, pero… ¡necesito respirar!

–Lo siento– me disculpe con una sonrisa aún encima de él.

–Por cierto– dijo Kero recuperando el aliento –Naomi me mando a decirte que el desayuno pronto estará listo y que si no te levantas llegaras tarde a la escuela.

Oh, escuela…

Como pude me levante y por la prisa termine en el suelo de nuevo con los pies enredados en las sabanas. Recuperándome entre al baño y tome una ducha rápida, en quince minutos estaba lista, y es que… ya estoy acostumbrada a los retrasos.

Entre el ajetreo recordé mi sueño, ¿sería buena idea contárselo a Kero ahora?

¡Ah pero ya no tengo tiempo!, mejor se lo digo ya que vuelva del colegio.

–Kero, cuando regrese necesito hablar contigo y con Yue de algo muy importante– le dije mientras me ponía los zapatos.

–¿Importante? ¿De qué se trata?

En ese momento Yue se materializo a un lado de Kero, con su habitual aura de tranquilidad, abrió sus hermosos ojos grises y levantando su mano llamo a la carta Tiempo, ésta inmediatamente obedeció sus órdenes y de pronto todo el lugar quedó atrapado en su poder.

–¿Por qué hiciste eso Yue?– Pregunte asomándome por una de las ventanas y comprobando que todo estaba bajo el poder de la carta.

–Solo los que tenemos relación con el mago Clow somos inmunes al poder de la carta Tiempo– Voltee a verlo rápidamente un poco desconcertada.

–¿Lo sabes? ¿Él está espiándonos?

–Si– Fue su única y sencilla respuesta.

–¿Saber qué?, ¿De qué hablan?– pregunto Kero, al parecer era el único que no estaba enterado de lo que pasaba.

–Si hemos de hablar tendremos que tomar precauciones– dijo Yue.

–¿Cómo lo supiste?

–¡Esperen, esperen!, ¿Que está ocurriendo aquí?– ante tanto misterio Kero se impaciento y extendió sus alas.

–Eh… ¿es seguro hablar?– le pregunte a Yue, al ver que asintió y se recargo en la pared esperando a que informara a Kero de lo ocurrido, continúe. Le platique a Kero todo mi sueño, Yue también escucho la conversación y se mostró un poco sorprendido cuando mencione al descendiente de Clow, al terminar mi relato Kero se quedó serio un momento.

–Hmm... Kenshi, ese muchacho nunca me gusto, y últimamente había sentido pequeñas concentraciones de magia maligna cerca del palacio pero nunca duraban lo suficiente para saber su procedencia– comento con el ceño fruncido, –¿Tu qué piensas de todo esto Yue?

Suspirando Yue se incorporó y camino hacia nosotros.

–Creo que no debemos decirle nada a tu padre a menos que sea totalmente necesario, debemos ser muy cuidadosos, si Kenshi se da cuenta podría actuar antes de tiempo y todo se vendrá abajo.

–Pero… ¿si él les hace daño?– me asustaba demasiado la idea de cometer un error pero también la de dejar a mi familia desprotegida ante alguien tan poderoso y malvado. Al parecer Yue entendía muy bien mis miedos.

–No te preocupes, el aún no tiene el poder necesario para hacer algo contra el reino, y no es tan tonto como para delatarse antes de tiempo– me miro con esa seguridad que siempre lo dominaba y eso me dejo más tranquila.

–¿Entonces qué haremos?– continúe ya con más esperanzas de que todo saldría bien.

–Lo primero que debemos hacer es…

(…)

–Vaya, pero que sueño tan extraño tuviste Sakura, debió ser horrible para ti– en ese momento, Eriol mi mejor amigo me miraba con un semblante preocupado.

–Si, en realidad Eriol fue un sueño tan real que aun siento escalofríos...

–Pero ya no te preocupes, solo era eso, un sueño…– dijo para tranquilizarme, aunque sé que él también se sintió un poco afectado por lo que le conté.

–Pero Eriol... si no fuera solo eso, ¿Qué tal si alguien está intentando hacer algo contra el reino?, ¿Qué tal si en vez de sueño es una visión?

–No lo creo Sakura, nadie tiene el poder suficiente para enfrentarse contra el gran conjunto de hechiceros que protegen al reino, además están los ancianos y nuestras familias, no creo que exista alguien con poder suficiente como para derrotarnos a todos– me dijo más confiado con esa sonrisa tan típica en él.

–Tal vez tengas razón, aun así estaré más tranquila si le cuento ese sueño a mi padre.

–Si con eso estarás mejor, hazlo– me dijo sonriéndome –pero como te digo, un ataque es algo casi imposible– en ese momento sonó la campana de clases y Eriol me dio la mano para que me levantara.

–Gracias Eriol, me has dejado más tranquila– le mostré una cálida sonrisa y creo que en ese momento él se dio cuenta de algo.

–De nada Sakura, sabes que siempre estaré para ayudarte. Por cierto, para el trabajo del viernes, ¿Qué tal si nos reunimos hoy después de salir para ir adelantando un poco?

–Claro, ¿En mi casa? – Me extraño que cambiara de tema tan de repente, pero es bueno que vaya a mi casa hoy, si no capto las señales que le mande en casa ya tendré mas tiempo.

–Sí, nos serviría más la información que hay en tu biblioteca.

–Tienes razón, entonces le diré a Kero que avise que iras hoy a la casa– como ya habíamos llegado al salón, solo cerré mis ojos y me concentre en buscar la presencia de Kero, cuando lo logre le mande el mensaje, "Eriol, Casa, Mediodía, Naomi, Comida", con eso espero que Kero entienda.

–Veo que ya te es más fácil comunicarte con tus guardianes– comento Eriol sentándose a mi lado.

–No para nada, apenas puedo mandar mensajes cortos y solo lo he logrado con Yue, con Kero apenas puedo mandar pequeñas palabras.

–Tranquila Sakura, hace poco tiempo desde que aprendiste esa técnica y es lógico que te funcione mejor con Yue, ya que con el tienes una conexión más directa, pero descuida estoy seguro que en poco tiempo lograras hacerlo a la perfección– me sonrió dándome ánimos, aunque ambos sabemos que aún me falta mucho por lograr.

–De acuerdo, espero que así sea, y pronto– le sonreí y en ese momento apareció el profesor así que comenzamos con la clase.

(…)

Despierta…– Hmm… ¿De quién es esa voz? –Llego la hora…– De nuevo me llamaba, intente voltearme pero mi cuerpo estába flotando, es una sensación agradable, hace mucho que no me siento tan cómodo… –Tienes que estar preparado...– Suspiré.

Al parecer alguien no quiere que siga descansando. Abrí los ojos y me encontré en un lugar hermoso, no sé la razón pero me sentí muy feliz de estar aquí, a pesar de que todo se veía tenuemente iluminado.

¿Hay alguien aquí?– pregunte después de que me di cuenta que solo habían árboles. ¿Me imagine esa voz? No, no lo creo.

Luego vi como una luz pequeña se iba acercando hacia mi hasta que se detuvo unos pasos enfrente.

Debes estar preparado, ha llegado el momento de que despiertes...– la voz provenía de esa luz, era extraño, pero a pesar de que nunca en mi vida me había pasado algo similar, me sentía tranquilo y en confianza.

Preparado... ¿Para qué?– pregunte intrigado.

Tu destino Syaoran Li, de tus decisiones dependerá el futuro de dos mundos; pronto alguien necesitara de tu ayuda y esa será tu primera decisión…– al terminar de decirme eso, la luz se movió rápidamente y se fue haciendo pequeña, hasta convertirse en una esfera de color negro.

Luego, flotando frente a mí, brillo y cayó en mi mano, que sin darme cuenta estaba abierta esperando por recibirla.

Estoy segura que harás lo correcto, tu padre está muy orgulloso de ti– ¿Mi padre? Pero si ni siquiera lo conocí. La esfera brillo de nuevo y la voz se quedó en silencio.

Por un momento me quede ahí parado solo observando la esfera, ahora que la miro con detenimiento habian dos hilos rojos que colgaban con insignias del ying-yang, símbolo que identifica al clan Li. Eso me pareció muy extraño, pero no tuve más tiempo de pensarlo ya que comencé a caer hacia el vacío, y aunque trataba de mirar algo, en esa oscuridad no logre ver nada.

De pronto alguna fuerza me empujó desde los hombros hacia atrás, y desperté en mi cama con un sobresalto.

¿Qué rayos fue eso?

Definitivo, esas vacaciones lejos de tanto estrés familiar y de la escuela no me vendrían nada mal.

Suspire y mire el despertador de la mesita, solté una maldición al darme cuenta de la hora, ¡las seis y media!, nunca me levanto tan tarde y tengo que ir al instituto a las siete.

Me incorpore rápidamente y escuche el ruido de algo pesado cayendo al suelo de madera, extrañado me incline y vi rodar una esfera de color negro, como del tamaño de mi puño.

Me quede paralizado un par de segundos, ¡imposible! todo fue un sueño… esta cosa no puede estar en mis manos ahora.

Pensé en las miles de explicaciones lógicas para esto, de seguro ayer antes de dormirme tenia esta bola en mis manos y por eso soñé con ella y ahora no la recuerdo... eso es lo más probable…

Sin embargo, nada dicho por mi conciencia lógica podría alguna vez explicar lo que sentí cuando toque la esfera. Un calor agradable me invadió desde la mano hasta la última de mis terminaciones nerviosas, y me dio al mismo tiempo una increíble sensación de seguridad y fuerza, por un instante me sentí el ser más poderoso de la Tierra…

Eso hasta que recordé la hora. Así que deje la esfera en el cajón del escritorio y me apresure a prepararme para el instituto. Cuando estuve listo y a punto de irme, como un imán me dirigí de nuevo a donde estaba la esfera, la tome en mi mano y decidí llevarla conmigo.

Hay algo extraño en esta cosa, mientras no sepa qué es no estaré tranquilo.

Me sentí aliviado al llegar al instituto antes del toque de la campana, entonces recordé las palabras de mi sueño, "de tus decisiones dependerá el futuro de dos mundos… Pronto alguien necesitara de tu ayuda y esa será tu primera decisión."

¿Dos mundos?... ¿vida en marte?

¿Que alguien necesitara de mi ayuda?, bah eso es absurdo, ¿quién no necesita de mi ayuda?

Bien, eso fue arrogante, pero ¡es cierto!

–Oye Syaoran, ¿puedes ayudarme con la tarea de ciencias?, lo que pasa es que…– ¿Lo ven?

–Claro Celine, pero primero lleguemos al salón o se nos hará tarde– Guarde mis cuadernos en el casillero y saque lo necesario para la clase de historia, aburrida, no la puedo describir de otra forma. Me gusta la historia, pero el señor Shen haría que detestara incluso las matemáticas.

En ese momento sonó la campana, así que nos apresuramos a llegar al salón antes de que nos cerraran la puerta. Me siento extrañamente más rápido, con más energía. Llegue justo en el momento en que la puerta comenzaba a cerrarse y alcance a meter la mano para impedirlo.

El señor Shen me miro con el ceño fruncido y se frunció aún más al ver llegar a Celine unos segundos más tarde.

–Pasen– dijo con voz seca. Inmediatamente Celine y yo caminamos hasta nuestros lugares.

–Buenos días Li– una voz melodiosa me saludo, a la que yo identifique como Tomoyo, un gesto casi parecido a una sonrisa se formó en mis labios, y conteste su saludo.

–Buenos días Daidouji– Y así empezó un nuevo día en mi rutina, estoy conforme con ella, luche mucho tiempo con mi madre para que por fin aceptara que quería estar lejos.

Lo que me irrita, es que sigo sintiendo esa sensación extraña de vacío, de que algo falta, de que no estoy donde debería estar, esa sensación fue la que me hizo salir de mi "hogar", pensé que gracias a esto esa sensación desaparecería, pero justo hoy la siento más fuerte.

–Li, continúe con la lectura por favor– rayos, por estar perdido en los recuerdos no supe en que momento comenzó la clase, ni siquiera se en que página van.

–Pagina 78, tercer párrafo– escuche el susurro de Tomoyo y discretamente busque la página; antes de que el profesor se diera cuenta me pare y seguí con la lectura.

"El Nakatsumaki empezo con la historia del Emperador Jimmu, el primer Emperador, y el relato de cómo conquisto Japón, y termina con el decimoquinto Emperador, Ojin. Muchas de las historias que contiene son…"

¿Cómo alguien no se puede dormir con esto?... incluso aunque estoy leyendo ya siento los parpados pesados…

–Bien, Mihara continúe…

Me senté de nuevo y espere a que la clase terminara. Al salir del salón detuve a Tomoyo.

–Gracias– Le dije, ella me dedico una de sus sonrisas amables.

–De nada Li, entiendo que te guste admirar el bello espectáculo de la naturaleza en lugar de prestar atención a las aburridas clases de historia; pero mira que hermosas se ven las flores de Sakura – me sonrió, pero yo ya no era consciente de lo que hacía o decía.

Ese nombre, Sakura… hizo que mi corazón latiera fuerte y que un gran escalofrió me recorriera, la razón, no la se, nunca he escuchado ese nombre, pero me parece el más… hermoso ¿será por los arboles?, siempre me han gustado pero…

–Li, me prometiste que me ayudarías con lo de ciencias– la voz chillona de Celine me saco de mis pensamientos.

–Ah, claro vamos– dije parpadeando un poco desorientado –nos vemos luego Daidouji– me despedí con un cabeceo.

–Hasta luego– con una sonrisa misteriosa se fue con sus amigas, pero yo aún tenía una extraña sensación en el estómago… Sakura…

"pronto alguien necesitara de tu ayuda y esa será tu primera decisión…"

Continúe caminando por el pasillo junto con Celine, con las palabras de la voz de mi sueño resnando en mi mente, entonces sentí el peso de la esfera contra mi pierna… todo esto era muy extraño, pero comenzaba a interesarme…


N/A:

ahh.. capítulo uno!.. que raro se siente!..

jaja, publicar algo mio por primera vez me pone nerviosa :S

que tal?.. aburrido?.. intrigante?.. de los dos?

xD

bueno.. es el primer capítulo y creo que es legal no revelar mucho jaja..

en fin, ya es demasiado noche y tengo que dormir!..

dejen review con su opinion si?.. asi sabre si lo estoy haciendo bien.. o si tengo que corregir detalles ^^

saluudos! :D