Hello~ Segundo One shot que publico aqui . Espero que les guste.

Pareja: Sasuke x Naruto

Advertencia: Yaoi, lemon, OCC.

Summary:Sasuke y Naruto están felizmente casados desde hace tres días, están en su luna de miel, está nevando, se aman más que nunca, recuerdan en que circunstancias se conocieron.....

Naruto lo miró de frente y sin asombro aparente.
-"Los he visto más grandes y más firmes".- dijo dominando su temor.- "De modo que piensa bien lo que vas a hacer, porque conmigo te tienes que comportar mejor que un negro"

En realidad Naruto no sólo era virgen sino que nunca hasta entonces había visto a otro hombre desnudo a parte de su padre claro, pero el desafío resultó eficaz. Lo primero que vino a la mente del Uchiha fue pegar un fuerte puñetazo contra la pared, olvidando que tenía la cadena en la mano, cuyas púas se enterraron en su mano causándole serias heridas.

Pero la felicidad es efímera... un pinchazo, una nevada, un hospital, un retraso pueden acabar con todo...

Nota: Es un fic de solo 2 capítulos, y está basado en el cuento peregrino de Gabriel García Marquez, no me maten por haber hecho mi sasunaru basado en un de sus historias, es porque lo admiro, no porque crea que hay algo que cambiar en ellas puesto que son maravillosas. Ojalá que les guste aunque sea un poco. =)

Disclaimer: Los personajes de Naruto pertencen a Masashi Kishimoto.


By: Tephi Reyes

El Rastro de tu sangre en la nieve

Al anochecer cuando llegaron a la frontera Naruto Uzumaki se dio cuenta de que su dedo con el anillo de bodas seguía sangrando. El guardia que detuvo el auto, examinó los pasaportes de ambos ocupantes del vehículo. A pesar de notar que todo estaba en orden apuntó con la linterna al interior del auto para comprobar la identidad de la foto del pasaporte con el rostro de los ocupantes.

Naruto Uzumaki era muy joven, tenía un semblante jovial, y estaba sonriendo tranquilamente, tenía unos ojos azules claros hipnotizantes y vestía un traje notoriamente caro que lo protegía del frío. Sasuke Uchiha era su esposo, quien conducía el coche, tenía un semblante frío y a pesar de eso era increíblemente atractivo al igual que su esposo, pero de manera muy diferente era un poco más alto y atlético. Llevaba una chaqueta de cuadros y una especie de boina, ambos caros.

Sin embargo lo que más resaltaba de este hermoso cuadro y lo que mostraba su condición de recién casados, era el hermoso Volvo plateado en el que se encontraban. En parte posterior del coche se podían observar varias maletas nuevas y muchos regalos sin abrir. Ahí estaba además el saxofón de Naruto, que había sido su antigua pasión antes que conociese a Sasuke, su tierno pandillero de balneario.

Finalmente el guardia les devolvió los pasaportes, y Sasuke le preguntó en un tono frio donde podrían encontrar una farmacia para curar el dedo de su esposo. El guardia les respondió que era improbable que ante semejante nevada hubiese alguna farmacia abierta. Pero les dijo que quizá más adelante encontrara alguna.

-Es algo grave.- preguntó

- Nada.- sonrió Naruto mostrándole su dedo con una sonrisa infantil en su rostro, donde se veía claramente un anillo con diamantes, y en cuya yema era apenas visible una pequeña herida.- "solo un pinchazo".

Antes de llegar a la ciudad volvió a nevar. Las calles se encontraban desiertas. Sasuke estaba maravillado con el pequeño regalo de bodas que conducía. Tal era su excitación que olvidó por completo el cansancio. Seguiría conduciendo hasta que llegaran a Burdeos donde tenían reservada la suite nupcial en el hotel Splendid, nada se los podría impedir, ya que no estaba cansado, y la nevada no era tan fuerte.

Estaba tan feliz que por un lapso de tiempo olvido a la persona a su lado. Naruto estaba tan cansando que había cogido un pañuelo y con él había envuelto su dedo de manera que la sangre se detuviera, y se había sumergido en un profundo sueño. Sasuke vio a su esposo durmiendo y siguió conduciendo, pasó las luces de Burdeos decidido a llegar hasta París que era su destino final. En Burdeos sólo se detuvo lo suficiente para llenar el tanque del coche y emprendió de nuevo el viaje, su alegría solo era comparable con la de un niño cuando le regalan el juguete por él había estado reclamando mucho tiempo, y que cuando al fin lo consigue se siente realizado y juega con él día y noche. Y resulta que SU juguete había costado la suma de 25000 libras esterlinas. Una cantidad bastante considerable.

Sasuke y Naruto se habían casado hacía tres días, muy lejos de allí, en Japón, el lugar de origen de ambos, ante el claro asombro de los padres de Sasuke y la desilusión por parte de los padres de Naruto, que aún no querían separarse de su amado hijo.

Sólo ellos sabían cuando exactamente y cómo había iniciado el amor entre ellos. Todo había empezado tres meses antes de la boda. Un domingo en que la pandilla de Sasuke tomara por asalto los vestidores de aguas termales. Naruto había apenas cumplido los dieciocho años, acababa de regresar de un exclusivo internado para varones, y hablaba cuatro idiomas con gran fluidez, tenía un asombroso dominio del saxofón y esta era su primera salida a las aguas termales desde su regreso.

Los vestidores eran pequeñas casetas individuales. Ya se había acabado de desnudar por completo y estaba a punto de ponerse el traje de baño cuando escuchó gritos, voces femeninas y masculinas. No entendió nada hasta que la puerta de madera del su vestidor se abrió sorpresivamente dejando ver tras ella al "pandillero" más hermoso que podía concebir. Lo único que llevaba puesto era un calzoncillo lineal color azul marino, tenía un cuerpo apetecible, y una piel cuyo color nada tenía que envidiar a la mismísima nieve.

En la mano derecha tenía una esclava metálica estilo gladiador junto a la cual se encontraba enrollada una parte de la cadena que llevaba en la mano como un arma mortal. Se conocían desde hace muchos años habían ido juntos en la escuela, pero el tiempo había hecho su trabajo ambos habían cambiado tanto que no se habían reconocido a primera vista. Permaneció de pie, inmóvil, sin hacer nada por ocultar su desnudez. A Sasuke que estaba delante de él repentinamente le brillaron los ojos, y comenzó con su pueril rito: se bajo el calzoncillo azul marino y le mostró su respetable "animal" erguido. Naruto lo miró de frente y sin asombro aparente.

-"Los he visto más grandes y más firmes".- dijo dominando su temor.- "De modo que piensa bien lo que vas a hacer, porque conmigo te tienes que comportar mejor que un negro"

En realidad Naruto no sólo era virgen sino que nunca hasta entonces había visto a otro hombre desnudo a parte de su padre claro, pero el desafío resultó eficaz. Lo primero que vino a la mente del Uchiha fue pegar un fuerte puñetazo contra la pared, olvidando que tenía la cadena en la mano, cuyas púas se enterraron en su mano causándole serias heridas. Naruto lo llevó en su coche hasta el hospital.

Desde aquel día pasaban las tardes juntos y juntos aprendieron a hacer el amor de buena manera. Durante la tarde Naruto se ponía a tocar con deleite el saxofón en su casa en uno de los barrio más antiguos y con más alcurnia de la calle donde vivía, con Sasuke sentado en frente suyo mirándolo con amor, aún con la mano envuelta en una venda. Naruto tocaba el saxofón de manera que parecía que la vida se le iba en eso. Y cada vez que terminaba su miraba destellaba y había en aquellos preciosos ojos azules una fiereza y pasión inexplicables, e irradiaba una sensualidad única por la que la mayoría de hombres y mujeres quedaban maravillados al verlo y oírlo.

Habían sido aquella fiereza y aquella pasión la que habían acabado derrumbando la muralla construida por la aparente frialdad y seriedad de Sasuke, quien no pudo más que sorprenderse por la fluidez con la que se había dado su amor cuando una de la tardes fue a su casa. Y ambos acabaron en la habitación de Naruto retozando desnudos bajo la mirada de los retratos de su habitación.

Cuando los padres de Naruto regresaron de su largo viaje, ellos ya estaban tan avanzados en su amor, que ya no había para ellos cosa más importante. Lo hacían cuando querían que era: a cualquier hora y en cualquier lugar. Cuando se aburrieron de las camas intentaron con lugares menos comunes como los múltiples carros deportivos con los que el padre de Sasuke trataba de pagar sus culpas. Pero notaron que pronto hacerlo en los coches no era un verdaderos reto y se aburrieron también de ellos. Así que en busca de aventura decidieron escabullirse por las noches al lugar donde se conocieron las aguas termales donde también pudieron vivir su amor a plenitud, incluso se metieron disfrazados al carnaval de noviembre y terminaron en una de las habitaciones de las casonas del lugar.

Después de la boda y siendo ya esposo y esposo, cumplieron con el deber de amarse alocadamente mientras las azafatas dormían en mitad del Atlántico, encerrados en el baño del avión donde apenas y cabían y más que muertos de la risa. Naruto se entregó a Sasuke con la misma pasión y fiereza con la que antes se había entregado al saxofón, al punto que Sasuke entendió a que se había referido Naruto cuando le dijo que iba a tener que comportarse mejor que un negro. Sasuke le correspondió siempre y con la misma pasión y desenfreno que la primera vez y que cada vez que estaban juntos.

Cuando llegaron finalmente a Madrid donde los esperaban los padres de ambos con los respectivos regalos, estaban lejos de ser una pareja saciada. Recibieron con agrado los múltiples regalos, entre los cuales se encontraban el Volvo, abrigos, trajes y demás cosas preciosas.

También los recibieron en Madrid el embajador y su esposa, quienes le extendieron un ramo de rosas rojas a Naruto como símbolo de amistad, las rosas eran tan bellas, tan frescas y perfectas que por un breve instante Naruto pensó que podían ser artificiales, de inmediato desechó la idea, quien regalaría en una boda rosas artificiales. Saludó a ambos con una sonrisa amigable, y algo avergonzado cogió las rosas ante la mirada expectante de los presentes. Al cogerlas sin embargo se pinchó el dedo anular con una espina del tallo.

-Lo hice adrede.- dijo.-para que se fijarán en mi anillo.- completó de manera que la cara de preocupación del embajador y su esposa fue dejando lugar a una sonrisa.

Todos volvieron su atención al anillo, era simple y elegante pero se notaba que tanto por el diamante como por la antigüedad debía tener un inmenso valor. Sin embargo nadie, ni siquiera Naruto se percató de que su dedo había empezado a sangrar, pues todos fijaron su vista en el nuevo volvo plateado que se mostraba ante sus ojos, era uno de los mejores regalos de boda que recibían y estaban maravillados. Tuvieron un almuerzo tranquilo en la casa del embajador y este le mostro a Sasuke todas las calles de la ciudad para que pudiera estrenas su Volvo.

Un vez que salieron de Madrid, Naruto recién se percató del sangrado de su dedo, se sorprendió pues había estado tocando saxofón para el embajador y su esposa, que tanto había insistido después del almuerzo y apenas y notó la molestia en su anular, y ahora no dejaba de sangrar.

Durante el camino en los pirineos había estad indicándole a Sasuke los diversos caminos y rutas que debían tomar, y mientras lo hacía inconscientemente ponía su dedo en su boca de manera que la sangre cesara por unos instantes antes de volver a sangrar. Habían pasado unas cuantas horas antes que le mostrara su dedo sangrando a Sasuke y comenzaran a buscar una farmacia.

Finalmente Naruto había sucumbido al sueño y se había dormido olvidándose de su dedo. En cuanto despertó sentía como si hubiese dormido durante días, se fijó en el reloj iluminado del auto y vio que marcaba las 03:00 a.m. hizo cálculos mentales y se dio cuenta que habían pasado ya Burdeos y que tan sólo faltaban como tres horas para que llegasen a París.

-Sasuke eres un salvaje.- le dijo.-Llevas más de once horas conduciendo sin comer nada.

Sasuke lo miró de reojo y sonrió entre dientes

-Hay una solución.

Naruto lo miró entendiendo lo que había querido decir, pero en verdad estaba preocupado como para regañarle en esos momentos.

-Sabes a que me refiero

-Sí, pero no te preocupes amor.- le dijo con tono consolador, y luego añadió.- aún me dura el almuerzo de la embajada

Con todo Naruto se estaba preocupando así que abrió con cuidado uno de los regalos que tenía toda la apariencia de ser una de dulces, sacó una naranja azucarada y se la acercó con intención de dársela en a boca.

-"Los "machos" no comen dulces Naru-chan".- respondió riendo entre dientes.

Naruto hizo un puchero, pero ya no insistió, no quería iniciar una pelea en su día perfecto por muy pequeña que esta fuera. El ojiazul seguía preocupado por su esposo, temía que se durmiera, o que fuera perjudicial para él de alguna manera este esfuerzo que estaba haciendo. Quería ayudarlo, pensó en decirle que él también podía conducir, pero al ver la determinación de su rostro y la alegría de sus ojos, que él sabía era propia de una persona que está cumpliendo uno de sus sueños, no se atrevió ni siquiera a abrir la boca.

El también sentía alegría por estar al lado de Sasuke, a pesar de lo corto que duró su noviazgo, fue muy apasionado y lo mejor que le pudo pasar en la vida, estaba contento que estuvieran tan cerca de París y le agradecía en silencio a su esposo haber pasado de largo las otras ciudades donde debían parar, pues había estado allí antes, y aunque la vista desde esas ciudades era hermosa, uno podía morirse en ellas sin que las personas les de gratis un vaso de agua. Eso era lo que detestaba de ellas. Lo único que lamentaba en ese momento fue que habían pasado una noche entera sin amor.

Y como si compartiesen los pensamientos la réplica de su marido fue inmediata.
-Estaba pensando que debe ser jodidamente excitante tirar en a nieve.-le dijo con la voz más sensual que pudo.-Aquí mismo, si quieres Naru-chan.

Naruto se enrojeció ligeramente, pero hizo ademán de pensar seriamente si aceptar o no la proposición. Al lado de la carretera y con la luna encima de ellos, la nieve tenía una apariencia cálida, casi acogedora, como si los incitará a algo.

-No me tientes Sasuke.- dijo con un tono extraño como haciendo una gran esfuerzo.-Será mejor cuando lleguemos a París. Bien calientitos y en una cama con sábanas limpias como la gente CA-SA-DA.

-Es la primera vez que me fallas.- dijo Sasuke con un tono entre de sorpresa, reproche y diversión

-Claro.- es la primera vez que somos.-"CA – SA – DOS"

-Te encanta repetirlo.

-Es que me gusta cómo suena- luego de unos segundos y casi en un susurro añadió.-Pero más lo que significa Sasuke por respuesta le sonrió, como había disminuido radicalmente la velocidad a la hora de su propuesta, se detuvo al lado de la carretera, posó su mano en la mejilla de Naruto, y lo besó intensamente, quería demostrarle lo mucho que le quería, y lo mucho que le importaban las palabras que había dicho, y esa era su manera perfecta de hacerlo.

Continuará~

Bueno digame que tal les pareció! ¿Les gustó, no les gustó?

Se aceptan criticas, sugerencias! Todo es bien recibido! .. =)

El siguiente capítulo ya está escrito, sólo falta revisar los horrores ortográficos!

y será todo suyo muajajaja ......