Muuuuy buen día amigos como están! Yo extrañándolos montones! Estoy feliz de regresar con una nueva historia larga, algo de drama al puro estilo "indirecto" de Ranma y Akane, espero de todo corazón que les guste y pues de antemano muchísimas gracias por sus comentarios que son los que me han ayudado a crecer en este, nuestro mundo de letras y sueños.
Les agradezco millón el apoyo de mis pequeños shotcitos "Te Regalo" y "Despacito". Y pues aquí estamos de nuevo! Con todas las pilas puestas!
Una vez más bienvenidos! Como siempre dependiendo de sus opiniones veremos qué días actualizaremos si? Comencemos :D
**Los personajes pertenecen a Rumiko Takahashi**
"A ESCONDIDAS"
POR QUE TE QUIERO
Era una mañana de colegio común y corriente, el sol brillaba con fuerza entre algunas nubes sobre la alegre y pintoresca Nerima, en el hogar de los Tendo todo transcurría con cierta normalidad excepto por un suceso poco común en el desayuno. Kasumi y Nodoka servían los platillos mañaneros mientras que todos los presentes los devoraban inmediatamente, lo normal hubiera sido que Genma se esté peleando con alguno de los comensales por el ultimo pepinillo o el pescado encurtido más grande, pero ante el asombro de todos el patriarca Saotome solo probó algo de su arroz y casi nada de ensalada, dejando todo lo demás servido.
Cuando se puso de pie y agradeció por los alimentos, se acercó a Nodoka y le dijo al oído - Querida dormiré un poco más, por favor ve a la habitación luego, tengo algo que decirte - La madre de Ranma se extrañó demasiado ante la falta de apetito de su marido pero ya sus alarmas empezaron a sonar en serio cuando le dijo que quería charlar con ella - Esto no pinta nada bien - Se dijo la señora Saotome.
Nadie más que la siempre suspicaz Nabiki notó la falta de hambre de su tío, pero como ya se hacía tarde tomó sus cosas y se fue a la universidad.
- Ranma apresúrate llegaremos tarde! - Gritaba Akane mientras bajaba presurosa las escaleras. Kasumi ya tenía listos los almuerzos de los chicos y como vio que ya estaba bastante entrada la mañana envolvió también los desayunos de ambos para que lo piquen en el camino o en algún rato libre.
- Kasumi no tenemos tiempo de desayunar alcánzame algo de té por favor - Pedía la menor de la familia con mucho afán.
- Con gusto hermanita. Tranquila pequeña Akane, sus desayunos están justo aquí - Kasumi le extendía un bolso grande donde había guardado las dos comidas de los muchachos.
Muy contenta Akane agradeció - Oneechan que gentil, eres la mejor! - Ahora pegó un grito - Ranmaaaaaa si no bajas en este momento me voy y te dejo - La apurada chica terminaba de sorber el último trago de su té cuando su prometido bajó casi cayéndose de las escaleras aún medio dormido.
- Claro! Qué fácil es apurarme cuando ni siquiera tuviste la delicadeza de despertarme! - Peleaba Ranma mientras salían corriendo de la casa rumbo al Furinkan
- Acaso es obligación mía despertarte? No eres ningún niño chiquito - Renegaba Akane
- Pues si! Y lo sabes! Es tu obli...g.. Ay olvídalo! Si no quieres hacerlo no lo hagas - Ranma miraba para otro lado según él, con indiferencia.
- Bieeen!
- Bieeen!
Y entre injustificadas peleas, como cada día, los chicos llegaban al instituto donde estaban a escasas dos semanas de la tan esperada graduación.
Ambos sabían que después del evento sus padres pondrían fecha inamovible para la tan ansiada boda, la misma que hace un año y algunos meses se había aplazado luego de ser un total fracaso. Esta vez ya lo tenían todo pre-organizado, solo faltaba fijar el día exacto y sentar a los novios en el altar aunque sea a rastras.
Ninguno de los dos quería tocar el tema, pero estaban perfectamente conscientes de que aunque no hablen de eso, la fecha se acercaba a pasos agigantados. Ambos siempre evitaban los comentarios fuera de lugar de Nabiki y las alegrías exageradas de sus progenitores pero lo que no podían negar es que en este lapso de tiempo luego del mal llamado intento de boda, las cosas iban marchando mejor que nunca entre los dos.
Ayudó en sobremanera el hecho de que Shampoo haya sido amenazada por sus superioras amazonas quienes alegaban que por culpa de ella sus demás hermanas no podían casarse.
Esto era totalmente cierto ya que la mayor de las hermanas era Shampoo, luego seguían dos mujeres más, Kajo y Niji y por ultimo las menudas mellizas Rin y Ran.
Kajo y Niji estaban en edad casamentera, tenían ya sus respectivos prometidos y toda la aldea amazona estaba ansiosa por celebrar aquellos matrimonios desde hace mucho tiempo, ya que sus futuros maridos eran hombres de mucho dinero e iban a ayudar al crecimiento económico de la tribu, pero como Shampoo no apuraba el paso con Ranma le dieron el ultimátum de que o se casa con quien sea o sería severamente castigada por evitar el matrimonio de sus hermanas.
Cologne muy a pesar de Shampoo, tuvo que apoyar la decisión de sus superiores de presionarla y aunque trató de convencer a Ranma por las buenas o por las malas no logró nada.
Fue entonces cuando Mousse, asesorado por la abuela de Shampoo, se dirigió a la corte amazona a preguntar si había alguna alternativa para quedarse con la chica gatita aun habiendo sido vencido en combate por ella y le dieron la opción de pagar una dote, antes esto hubiera sido imposible, pero debido a la difícil situación que la aldea pasaba en esos momentos fue una buena solución para ambas partes.
El chico pato con ayuda de su familia reunió el dinero suficiente y accedió al derecho de llamarse prometido de la chinita, quien llorando, gritando y pataleando pero tuvo que aceptar su destino y regresar a su país con su ahora casi esposo a casarse inmediatamente y a participar de la boda de sus hermanas.
La despedida había sido triste para todos, hasta Akane lloró pero la verdad es que para ella y para Ranma esto fue un gran alivio.
Entre nuestros prometidos las demostraciones de afecto continuaban un poco menos disimuladas que antes, por ejemplo, habían entre ellos miradas que hablaban por si solas, aumentaron considerablemente las visitas inesperadas a la media noche en la habitación de la peliazul por parte de Ranma bajo cualquier pretexto y hasta el momento se registraban uno que otro intento de declaración.
A veces Ranma reunía el valor suficiente pero ya sea por una o por otra cosa siempre terminaba diciendo absolutamente todo lo contrario logrando que Akane o lo mande a volar de un golpe o se ponga a llorar, cosa que el muchacho odiaba con todas sus fuerzas. En fin hasta ahora no había conseguido nada en concreto.
Aunque cabe mencionar que entre broma y broma ya se habían dicho quererse de algún modo, a pesar de que después lo desdecían o lo disfrazaban de otra cosa, como cuando Ranma hizo esa canción en el día de los inocentes donde se le declaraba a Akane con todas sus letras pero luego salió con que era un chiste por el dichoso día y fingió demencia ganándose un golpe por parte de la aludida.
Todo este tiempo le había dado a Ranma más y más confianza para acercarse por completo a ella. Ahora a punto de graduarse y con su inminente matrimonio avecinándose quiso intentarlo de nuevo.
Esa mañana despertó tan tarde por que no pudo dormir bien pensando en cómo haría aquello que tenía pensado desde hace meses. Ya era hora de tomar una decisión y lo había hecho.
- Si todo se da como tiene que darse sucederá, si no, por algo será - El ojiazul repetía esa frase como lección aprendida una y otra y otra vez. Lo había leído en una de esas revistas cursis que su prometida acostumbraba leer e increíblemente la frasecita la tenía pegada hoy más que nunca.
Esa misma mañana en la escuela, la primera hora la tuvieron libre, Akane lanzó un papelito al escritorio de Ranma que decía "en el callejón en 5 minutos". Cuando el ojiazul la volteó a ver ella sonrió y le enseñaba los desayunos que Kasumi había envuelto para ambos. El solo asintió y se adelantó al lugar acordado.
Desayunaron hasta quedar satisfechos y entre conversación y conversación la muchacha se disponía a pararse del sitio donde estaba sentada con él para regresar al salón. Era una especie de callejón angosto donde solían ocultarse para evitar comentarios "sonrojadores" por parte de sus amigos o de la siempre celosa Ukyo.
Ella se levantó y cuando iba a dar un paso el chico levantó la pierna apoyándola en la pared a manera de barrera impidiendo que ella pueda seguir avanzando, eso si, mirando al cielo como que justo en ese preciso momento éste se convirtió en algo muy interesante para contemplar.
La chica lo miró con una sonrisita casi casi invisible - Que sucede? - Preguntó
Ranma jugando con sus dedos algo nervioso le decía - No me dijiste si te gustó.
-El desayuno? Claro tonto si lo hizo mi hermana! Imagínate si iba a traerte algo cocinado por mi para que no me dejes vivir con tus bromas pesadas! - Reclamaba Akane
- Que boba eres! No me refería a eso!
- Ah no? Entonces a que!
- Hace una semana - Balbuceaba Ranma mirando poco a poco la reacción de su prometida
Akane iba a hablar cuando recordó de golpe lo que había sucedido hace algunos días. Los muchachos tuvieron hora libre antes de un examen y Ranma se puso a jugar futbol con sus amigos, mientras ella estudiaba con Yuka y Sayuri, el la había sorprendido delante de todos dedicándole un gol y una hermosa sonrisa.
Akane se sonrojó bajando la mirada inmediatamente
- Supuse que no te gustaría - Decía Ranma entre triste e indiferente
- No te he dicho que no - La ojiverde lo miró fijo sonriendo un poco - Gracias por ese detalle. Fue... Fue muy lin..do
Ranma se la quedó mirando como esperando algo que sabía que no iba a llegar pero sorprendido se quedó al sentir como su prometida se acercaba a el y le daba un tierno beso en la mejilla, no de esos fugaces que más parecen golpes, sino de esos que se dan con el corazón.
Ranma enrojeció de inmediato y puso su mano donde unos segundos antes habían estado los labios de su chica que ahora se encontraba mirando al piso más que sonrojada.
- Debo.. Volver al salón - Akane iba a irse pero al percatarse que la pierna de Ranma seguía impidiéndole el paso frenó a raya muy muy cerca del rostro del muchacho.
- Akane yo, es decir tu - Ranma trataba de armar palabras o frases coherentes pero en nada le ayudaba haber fijado sus ojos en los rosados labios de su prometida.
Akane pensaba - Tengo miedo... ¿Por qué no puedo ser yo misma? No... No es que no lo ame pero, pero soy una cobarde... NO AKANE! No lo eres... Ya no! - Y mirándolo fijamente suspiró y le dijo - Perdóname - Tan nerviosa estaba que apretaba con todas sus fuerzas el bolso del desayuno – Acaso eres tonta Akane! Perdóname? En serio fue lo mejor que se te ocurrió decirle? – Se reclamaba a ella misma mentalmente poniendo cara de circunstancias.
El no sabía por qué se disculpaba su prometida pero casi como un reflejo le respondió - No, tu perdóname - Ranma respiró tan hondo que se escuchó hasta el final del callejón.
- Que te perdone por qué? - Preguntaba Akane dudosa
- Por... - (Por dios que pase lo que tenga que pasar) - Por esto...
Se le acercó violentamente hasta tenerla a pocos milímetros de su rostro, temblaba al sentir la respiración de la muchacha sobre sus labios pero no había tomado tanto valor para detenerse aquí, y aunque sintió que iba a caerse de la emoción y los nervios mezclados con temor, se atrevió y la besó, al fin la besó, no fue un beso apasionado ni tan confiado, era la primera vez que el besaba a alguien en toda su vida perfectamente consciente. Shampoo una vez lo besó a el pero no hubo ni medio sentimiento involucrado, en cambio en este caso, se jugaba el corazón al cien por ciento.
En ese instante ambos sintieron un inexplicable cosquilleo como una descarga eléctrica fuerte en el pecho cuando sus labios se unieron por unos segundos y separándose apenas un poco solo para mirarse a los ojos, se volvieron a unir esta vez para hacerlo un poquito más profundo, ella movía sus labios como su corazón se lo dictaba y él le correspondía con la mayor delicadeza y poniendo su corazón en cada caricia.
Se separaron sin saber que sucedería ahora... Tomando la iniciativa el tomo las manos de Akane y ambos estaban tan helados como si hubieran tocado nieve. Se miraron y se sonrieron tan tímidos e inocentes, tan adultos y atrevidos... Todo a la vez.
Ranma llevó una mano de ella hacia su corazón mostrándole cómo sus latidos estaban al borde del descontrol. Ella rió avergonzada diciendo - Eso fue por...
- Eso fue por... - Ranma la interrumpía - Fue porque eres mi prometida verdad?
- Mmm entonces solo fue por eso - La chica miraba al piso soltándose del agarre de él un tanto decepcionada.
Ranma era pésimo con las palabras y al sentirla entristecer no supo que decir - Tienes idea por que mi corazón se puso como se puso? - Dijo mirándola nervioso.
Él se acercó a su oído y con la mano derecha acomodaba un pequeño mechón de cabello de su prometida detrás de la oreja y aunque no sabía exactamente que decirle, con sus dedos la sostuvo de la barbilla delicadamente obligándola a mirarlo. Gracias a la emoción del momento o al intenso brillo en los ojos de la mujer de su vida, un par de palabras salieron de su boca sin pedirle permiso - Te quiero Akane - Le susurraba con tanta sinceridad que hasta a el le sorprendió su propia declaración. No la planeó, no la pensó, no la ensayó como en otras ocasiones... Simplemente se dejó llevar y se dio.
Ella parpadeó un par de veces dudosa de si había escuchado lo que escuchó. Cuando vio la cara de terror que tenía su amado prometido y como había dejado sus labios entreabiertos sin reaccionar aún sonrió a mas no poder y lo abrazó.
Solo lo abrazó fuerte fuerte tomándolo de la cintura y clavando su rostro en el agitado pecho del muchacho, cuando sintió la dudosa mano de el sobre sus azulados cabellos reunió el valor suficiente y se animó a sincerarse.
Suspiró con fuerza y cerró los ojos lo más que podía - También te quiero... Te quiero bobo te quiero! - La confesión de la chica llegó.
Ranma se quedó parado inmóvil aun con su mano sobre ella como la vez en la que Akane lo sorprendió abrazándolo después de un viaje que hizo hace tiempo.
El sonido del entrometido timbre que anunciaba cambio de hora los despertó de aquel lindo momento y sin pronunciar palabra salieron corriendo hacia el salón ahora con un pequeño secreto que ambos compartían y del que no volvieron a hablar durante todas las clases.
Miradas iban, sonrojos venían pero nadie más que ellos sabían cuánto había cambiado todo esa mañana, aunque todavía no lo hablaran.
... ...
- Pero Genma no puedes hacer eso! Soun lo dijo claramente el día de la boda fallida... Si no se casan luego de la graduación el compromiso quedará irrevocablemente anulado. Ranma ama a Akane no puedes separarlos así, su padre va a cumplir con su palabra muy a pesar de su amistad yo lo sé! Lo vi en sus ojos! - Nodoka angustiada trataba de hacer reaccionar a su esposo quien estaba sentado en su futón con una carta en la mano.
- Qué quieres que haga mujer! Dime! Dime cuál sería la solución según tu! Desde los dos años que entreno a tu hijo, lo separé de ti, pasamos demasiadas penurias para que el llegue al nivel en el que está en las artes marciales... Luego de todo esto te parece coherente permitir que la dinastía Saotome sea manejada por otro? Es imposible Nodoka! Esto solo tomará unos meses nada más. Si mi amigo Soun apresura las cosas y anula el compromiso pues ya veremos que hacer y donde irnos a vivir, recuerda que Ranma también está prometido al padre de Ukyo y a Kaori. Y por último hasta la millonaria Tatewaki estaría de lo más contenta si la declaramos nuestra nuera - Decía Genma despreocupado de todo mal ante la mirada asesina de su mujer.
- Como siempre tan considerado con los sentimientos de los demás! Ranma no estará de acuerdo en ir y si va quizás no esté consciente que perderá a Akane! - Nodoka levantó la voz ya algo más angustiada - Cuando te enteraste? - Preguntó
- Esto llegó hace tiempo pero ahora es que veo lo urgente de la situación - Genma se puso un poco pensativo y la miró más calmado - Querida las cosas suceden como deben suceder y lo que ahora haré es esperar las dos semanas que faltan para la graduación de Akane y Ranma y decirles lo que pasa. Hablaré con Soun en cuanto los muchachos salgan de la escuela. O se casan ya o que sea lo que deba ser - Decidió Genma determinante ignorando la rabia de su esposa quien solo se levantó y dando un portazo salió de la habitación.
...
- Ranma estás bien? - Akane le preguntaba al chico que de pronto pegó un saltito como asustado por algo.
- Si... Estoy bien... Que raro, me pareció sentir que me observaban o alguien hablaba de mi. Pero bueno en fin, te... Te parece si volvemos a casa... Juntos?
Akane le sonrió tomando su mano y entrelazándola con la de el aunque todavía los nervios hacían de las suyas. Cientos de veces habían regresado juntos a la casa, pero en esta ocasión Ranma se refería a "juntos" del verbo novios... Tu y yo. Como siempre, la única que le entendía sus frases a medias era Akane.
Así se dirigieron de vuelta al dojo sin sospechar ni un poco lo que estaba a punto de suceder.
Continuará…
Espero les haya gustado el primer capítulo de "A Escondidas" Es mi regalito por el día del amor y la amistad jeje :3 Nos leemos prontito con el segundo epi.
Saluditooos!
Pues bueno como es el primer cap aún no respondo reviews jjjj pero siempre habrán los saluditos al final como en los fics anteriores :D Envio un mega saludo a todos mis lectores fieles que ya hasta nos conocemos un poquito de una u otra manera, somos como una pequeña familia Ranmaniatica :D Y a los nuevos lectores BIENVENIDOS AMIGOS! Gracias por estar aquí!
Besitos escritores..
SK47
