Celos y mentiras.
Capítulo 1. Nota y sorpresa.
Día frío y soleado, cuando Hermione decidió ir a su habitación a estudiar puesto a que en, la biblioteca había demasiado jaleo.
Se encamino hacia allá, cuando llego a su habitación vio una nota colgada donde alguien la había escrito:
"Te espero a las diez de esta noche en los arbustos junto a la orilla del lago".
PD: Ven sola.
Al ver aquella citación, y a aquella hora Hermione se asombro y se puso a pensar en quien podía ser (aunque no lo descubrió) cuando se canso de pensar se puso a estudiar pociones puesto a que ya habían empezado los exámenes trimestrales, y el examen seria viernes, puesto que estaban a miércoles.
Estuvo estudiando hasta la hora de cenar, cuando se encamino para bajar al gran comedor, tenia apetito, cuando nada más salir vio un papel en el suelo (cosa de extrañar el pasillo siempre limpio) donde ponía:
"Hermione acuérdate, a las diez depuse de cenar en los arbustos junto a la orilla del lago y ven sola".
Tenía interés en saber quien era y que querría de ella, podía permitirse un pequeño, pero muy pequeño descanso, y se encamino hacia su cena.
Cuando llegó se encamino hacia donde siempre se sentaba junto a Harry, Ron y Ginny.
Apenas hubo conversación, lo de siempre, ¿Qué tal?, ¿ya te sabes lo del examen?..., todos estaban cansados pero nada más terminar Hermione miro su reloj-las diez menos diez, tengo tiempo- pensó.
Salió del gran comedor, dio las buenas noches a sus compañeros y se fue hasta los arbusto que estaban junto a la orille del lago. No había nadie, pero ella inteligente como nadie, se había llevado sus apuntes de pociones para estudiar, se sentó reposada sobre un arbusto y se puso a estudiar.
De pronto alguien la agarro por detrás rodeándole los brazos, -Hermione se dio un buen susto, y sus apuntes cayeron al suelo- ese alguien la giro, y la apresó contra si, sus caderas estaban juntas, y sus labios a pocos milímetros.
-¿Malfoy?
-Si, quería verte- Dijo el serio, sus ojos grises brillaban, y sus labios, ¡Ho Dios sus labios! Rosados y como no muy apetecibles después de todas las leyendas que sabia sobre ellos.
-Si eso lo se, ¿entonces fuiste el de la nota?-pregunto algo dudosa.
-¡No ves que si! ¡Joder!-Dijo él subiendo su tono de voz.
-Bueno ya me has dado el susto, ¿puedes soltarme?
-No.
-¿Que?¿Por que no?
-Porque no quiero-le susurro al oído, sensualmente.
Ella se estremeció y un escalofrió le recorrió todo el cuerpo.
Él decidido a lo que iba a hacer actuó rápidamente. La agarro con una mano por la cintura, y con la otra la cabeza, la acercó, y la besó. Ella, sorprendida se resistió, golpeo con los brazos, pataleo, pero el era más fuerte, se rindió puesto que era humana y tenia necesidades, abrió la boca dejando paso a las muchas sensaciones que sintió cuando él introdujo su lengua, y su mano que había estado anteriormente en la cintura ahora estaba repentinamente tocándole el culo.
En ese mismo instante se dieron cuenta de que alguien les observaba desde el Hall, ¿pero quien? En ese momento en el que ellos se separaron rápidamente ese quien se marcho corriendo dejando en absoluta confusión a los dos jóvenes. Draco y Hermione se miraron fijamente.
-¿Quién era?-Preguntó Hermione algo aturdida aun.
-No lo se, pero nos ha visto, aunque no creo que nos haya reconocido-Dijo intentando recordar de quien era esa sombra que tanto le sonaba.
-Era una chica-Aseguró Hermione.
Entonces Draco miro su reloj- diez y veinte-.
-Me marcho.- Dijo, y Draco emprendió su marcha hacia su habitación.
-Pero…¿Por qué te marchas? Y ¿Por qué me has besado?-Le preguntó Hermione antes de que se acabara Draco de marchar, pero el no respondió.
