Lecciones de amor

Prólogo

Disclaimer:

Dragon Ball ni sus personajes me pertenecen, son única y exclusivamente propiedad de su creador, Akira Toriyama y de Toei Animation. Yo los uso sin fines de lucro, solamente para fines recreativos.

El día era como otro. El sol le proporcionaba calor y luz a los seres vivos, la Tierra rotaba sobre su propio eje, las ciudades seguían su funcionamiento, y la chica conocida como Son Pan, nuevamente esperaba paciente en la oficina de la directora Briefs.

Después de tantos castigos, regaños, llamadas de atención y demás, era conocida en su colegio como la típica chica problema.

Algunos le temían, otros la respetaban y otros simplemente ignoraban sus antecedentes casi criminales.

Aquel día, estaba esperando su castigo por lo que ella consideraba una 'pequeñez'.

"La Directora Bulma es una mujer bastante aburrida" pensó mientras ponía las piernas sobre el escritorio de la susodicha. "Me pregunto si es casada, aunque juzgando por su carácter, creo que eso es algo imposible" resolvió.

Empezó a examinar sus uñas como si la tierra que llevaba ahora debajo de estas, fuese el objeto de estudio más impresionante de la Historia Universal.

"Sip, definitivamente es una aburrida. Además, yo no hice nada malo" se encogió de hombros.

El sonido del picaporte girando la hizo sobresaltar. Bajando los pies a una súper velocidad, arregló su falda del uniforme y se puso derecha, al tiempo que juntaba sus manos sobre su regazo y miraba hacia el frente.

La directora Briefs era una mujer bastante joven y elegante —Pan le calculaba no más de treinta años—, de la cual se sabían pocos detalles de su vida privada, y a pesar de ello, irradiaba un aura que inspiraba total confianza. Sin embargo, para la joven Son era como su némesis, pues era gracias a ella que su padre se enteraba de todas sus travesuras y eso, era algo imperdonable.

—Buen día, Pan— le saludó la mujer de azul cabellera.

La chica se percató que ella llevaba un buen número de papeles apilados y se excusó mostrando sus sucias manos.

—Lo siento, directora Briefs, le ayudaría pero, como ve, mis manos están todas llenas de tierra —dijo con fingida pena.

—No te preocupes, no es necesario, puedo arreglarlo yo sola —le explicó.

Delgada, de movimientos gráciles y encantador trato, la directora era mujer cautivante a primera vista. Mas, al conocerla más a fondo, era vanidosa, de un fuerte carácter y con una gran determinación.

—Directora... —trató de persuadirla de que ella no había sido la única culpable del alboroto anterior.

La mujer estaba sentada frente a ella y apoyó los brazos en el escritorio.

—No me digas nada, Pan, porque ya sé que tú sí fuiste culpable y también sé que no fuiste la única —se adelantó a la evidente insinuación de réplica de la chica morena—. Pero ya debes estar consciente que Mai no es más que una chica altamente influenciable, y por ende, ella no será castigada; la mente criminal detrás del desastre eres tú —la miró directo a los ojos.

La chica tragó saliva y se puso a la defensiva inmediatamente.

—Entonces tal vez debería darme un traje a rayas y un número de identificación de prisionera. Ya que soy una mente criminal... —se burló ella.

—Deja tus comentarios sarcásticos para otra ocasión, por favor. La madre de Marron llamó más que molesta y amenazó con convocar a una reunión con el consejo estudiantil y los padres de familia, para considerar mi destitución —le informó con voz firme y seria.

Pan rodó los ojos ante la noticia. No era algo nuevo escuchar esas mismas palabras en cada ocasión que estaba ahí, aunque siempre salía bien librada de ello.

—Entonces —agregó con ironía—, sería mejor que me echara de una maldita vez del colegio, ¿no? De esa manera se evitaría tantos problemas.

La directora Brief apretó los dientes ante tal desconsiderada respuesta.

—Ya no eres una mocosa para que te comportes de una manera tan insolente, ¡tienes quince años, por Kami! Y en este año te graduarás. Además, si hiciera eso, ¿sabes cuánto afectaría a la imagen de tu padre, el investigador más importante actualmente? —le cuestionó con suma molestia.

Uh, era verdad. Son Gohan era uno de los hombres más brillantes en ese momento. Sus descubrimientos habían sido de gran ayuda en la Capsule Corporation, cuyo fundador había fundado también ese mismo colegio.

Sip, estaba consciente del daño que le haría a la imagen de su padre si le expulsaran de tan prestigiada institución educativa, pues era conocida la dificultad de ingresar ahí, ya que el examen de admisión constaba de 150 reactivos y se necesitaban 120 aciertos para aprobarlo.

Pan, era claro, evitó hacer tal examen... Un grave error.

—Sí, ya está claro que no destaco en nada, directora —farfulló, apoyando el mentón sobre el escritorio y mirándola con tristeza.

Ella resopló, aún más fastidiada.

—Toda la energía, el empeño, la determinación que empleas para crear el caos, deberías utilizarlas para aprobar tus asignaturas —le reclamó.

—Pero directora, no es mi culpa que Marron sea tan fácil de molestar —se disculpó, uniendo sus dedos índice y hablando en un bajo tono.

—¡No seas cínica, Pan! Esa chica es demasiado noble para defenderse ella misma, o siquiera para acusarte, y es por eso mismo que su madre ha llamado furiosa para pedir mi destitución, a no ser que te expulse o te ponga un ultimátum —le advirtió con severidad.

Pan miró el rostro de la directora, creyendo encontrar un dejo de preocupación.

—Al parecer esa mujer es muy difícil de tratar, ¿eh? —le sonrió con burla.

—No es momento para que hagas ese tipo de comentarios sarcásticos, Son. Y sí, 'esa mujer' como la llamas, es de un trato difícil, además de su fuerte carácter y fría manera de tratar a los demás; al parecer, con Marron hace una pequeña excepción. Si fuera poco, es la vicepresidenta de la Red Ribbon Company, socio importante de la C.C. Pan... ¡Pan! —le gritó al verla jugar con un avioncito de papel hecha con una hoja de reciclaje.

La chica soltó su juguete improvisado por el sobresalto y se puso erguida en su asiento.

—Yo... yo sí le estaba prestando atención, Directora Brief —balbuceó al ver el tremendo ceño fruncido de la mujer.

Bulma resopló y alejó los deseos de darle una buena lección a esa impertinente chica.

¿Uh, lección? Esa palabra le había dado una excelente idea.

—Directora Brief... —dijo Pan como inicio de una nueva excusa.

—No digas más, Pan, he tenido suficiente de este asunto. Sin embargo —se apresuró a decir al ver a la joven Son precipitarse hacia la puerta— todavía nos quedan asuntos que resolver.

Pan no pudo excusarse y sin más remedio, se dirigió a su asiento mientras recogía su avioncito y comenzaba a doblarlo obstinadamente.

—Entonces, ¿de qué asuntos habla? —preguntó sin miramientos.

La directora Bulma la miró con desafío.

—Eres una chica tenaz y con demasiada inventiva. Todo ese liderazgo que demuestras al comenzar a plantar el caos, deberías utilizarlo para aprobar tus asignaturas. Por lo tanto —ignoró los refunfuños de Pan— he decidido darte una última oportunidad. Y escúchalo bien, si aún así desperdicias lo que te ofrezco, ten por seguro que nunca más volverás a esta institución, ni siquiera de visita —le advirtió con voz amenazante.

Pan sonrió con burla y se removió en su silla.

—Vaya, vaya, vaya, la directora Bulma Brief me está amenazando, ¡esto es algo épico! Una mujer de treinta años amenazando a una chica de quince, uhum, eso es malo —decía mientras negaba con el dedo índice, aun sonriendo con sorna.

Esa acción fue más de lo que Bulma podía soportar. La tomó del brazo y la llevó firmemente hasta la puerta de la oficina, sin atender a los ruegos de la joven Son.

—Escucha bien esto, Son Pan: nadie te extrañará en esta escuela si te expulso. No obstante, a tu padre se le aprecia y respeta demasiado, y si tú, al ser su hija, le profesas el mismo cariño y respeto, entenderás qué hacer. Así pues, la última oportunidad que te ofrezco, es la ayuda de un tutor para que apruebes tus materias; de esa manera, te graduarás y no serás ya un problema para nosotros —finalizó con rudeza.

Pan, todavía sujeta por el brazo, luchaba inútilmente por zafarse del agarre. Le preocupaba la hora: eran casi las tres y su madre le esperaba; le preocupaba el clima: ¿qué tal si llovía? Y le preocupaba que, seguramente, Mai le esperaba desde hacía horas. Después muchas otras preocupaciones mundanas, estaba la reputación de su padre y su propia situación escolar.

—¡Oiga, suélteme que me lastima! Además, usted no puede amenazarme de esa forma, y si cree que soy un maldito problema, ¡váyase al infierno! No tengo tiempo para escuchar sermones y menos de una mujer como usted —terminó resoplando por el esfuerzo mientras era soltada poco a poco por la directora.

La joven Son, sintiéndose libre, trató de salir por la puerta, mas la directora apoyaba su mano derecha firmemente sobre ésta para evitar que escapase.

—Ni creas que te librarás tan fácil. Escúchame, Pan, tendrás un tutor y punto. No excusas, no lloriqueos, no estupideces, ¿has comprendido? Así que mañana, después de tus clases habituales, vendrás aquí y te presentaré a tu tutor —ordenó con voz firme.

Pan estaba furiosa. ¿Cómo demonios se suponía que ella soportaría estar junto a un nerd que intentaría en vano explicarle? Era patético.

—¡Yo no vendré a conocer a ningún nerd idiota! Haga lo que quiera pero yo no vendré —dijo firmemente.

Bulma frunció el ceño y puso las manos en sus caderas.

—¡Nada de eso! Vendrás y punto, aunque no lo quieras —abrió la puerta y, literalmente, la echó fuera—. ¡Y ese 'nerd' es mi hijo mayor, Trunks Brief! —dijo antes de cerrarle la puerta en las narices.

¿Qué? ¿Su hijo mayor? A ver, si ella tenía treinta, más o menos, su hijo no podía tener más de diez años, ¿verdad? ¡¿Acaso era una broma?!

—¡Oiga, yo no quiero a un niño como tutor!

Y, a pesar del escándalo que estaba armando fuera de su oficina, la directora no le abrió.

¿Y ahora?

—¡No quiero un tutor —lloriqueó— y menos si es su hijo!

Definitivamente, ese chico sería un dolor de cabeza.


¡Hola! Bueno, pues aquí estoy, estrenando fic y bueno, aunque parezca un típico fic escolar, trataré de amoldarlo a mi manera de redactar y será un tanto fuerte en ocasiones, por eso el rating, aunque debería ser un poco más alto si se me pasa la mano en algún momento, pero por le momento me parece correcto. Espero que les haya llamado la atención, ya saben, cualquier opinión, duda, amenaza de muerte, y demás, déjenmelo en los reviews y yo trataré de responder vía PM o sino, en las notas de cada capítulo, jajaja. Que tengan un buen día. :D