El príncipe Caspian invito a Lucy, quien era tan solo una niña chiquita (al menos a los ojos de él) a bailar.
- Niña ¿no quieres bailar conmigo? Por favor baila conmigo, estoy solo y triste porque todos están disfrutando de la fiesta con sus parejas y yo no tengo a nadie – Dijo Caspian desesperado- Prueba a bailar conmigo, nena, por favor
- Con mucho gusto – Dijo Lucy con los ojos iluminados, ya que hacía tiempo que el príncipe Caspian le gustaba, pero no se animaba a decírselo porque sabía bien que solo la veía como una niña chiquita, y no quería terminar lastimada
Caspian la llevo a la pista de baile, e inmediatamente ambos se sintieron bien. Él se divirtió mucho cuando Lucy pasó a ser de él, completamente de él. Y también empezaron a abrazarse muy fuerte
- Me encantas – Pensó Lucy maravillada por los abrazos de Caspian
- ¡Vamos, vamos, vamos, vamos! – Grito Caspian incitándola a bailar más y más rápido, hasta que adquirieron una forma de baile tan frenética que ya no se podían detener, sus piernas no los obedecían. Estaban realmente frenéticos, y ya no podían detenerse - ¡Vamos, vamos, vamos, vamos nena!
Y Caspian comprendió que cuando estaba junto a él, simplemente ella se convertía en una chica única y especial. Y en un arrebato de deseo y amor, le robo un beso
Lucy dejo repentinamente de bailar y corrió a esconderse con timidez, pero Caspian le pidió que no se esconda. Y siguieron bailando toda la noche, y cuando Caspian la volvió a besar, ella solamente se dejó llevar por los labios de Caspian y la excitante música que penetraba en lo más profundo de sus cinco sentidos...
