Disclaimer: Los personajes le pertenecen a M. Kishimoto. La trama, sólo mía.
Aviso: Este fic participa en el reto Fobias del foro La Aldea Oculta entre las Hojas.
Gelotofobia: Ésta denominación se usa en personas que tienen "miedo a ser objeto de burla" o las risas en general.
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Muñeca torpe
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Por Lux Lunar
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Los rayos de sol atravesaron las ramas entrelazaras entre sí de ostentosos árboles varados. De ellos caían hojas caducadas por el clima y el tiempo. Y haciendo un pequeño caparazón con sus enormes troncos, cubrían un típico día de entrenamiento entre dos jóvenes que disfrutaban el tenue silencio de la naturaleza; fuera de la algarabía de la aldea, tan sólo con el delicado silbido del viento y de sus movimientos.
Tenten respiró hondo cuando se dejó caer en el pasto verde, aún creciente.
Dejó que sus músculos descansaran del esfuerzo arduo que implicaba amaestrar su técnica. Esto podía no parecer colosal, si no estuviéramos hablando del genio Hyuga. En efecto, la castaña podía casi desfallecer a medida que le seguía el ritmo a Neji. Pero no cedía.
Él se sentó sobre un tronco de madera. Alisó su ropa y con los dedos, se acomodó un rebelde mechón de cabello hacia atrás. Tenten miró aquel ademán, y sus pupilas brillaron con un anhelo reprimido.
Así disfrutaba aquellas tardes; entre un mutismo deleitoso y un desmesurado grado de vigor.
La escena podía ser perfecta…
Un ruido ajeno y amenazante la hizo vibrar entre las hierbas del suelo. Reconoció la voz de su compañero, Lee. Si sólo hubiera sido eso, quizá hasta pudo haber sentido emoción. Eso que le faltaba a Neji, el otro lo compensaba. Lee le reconfortaba como nadie más.
Sin embargo, otra silueta le acompañaba. Al reconocer ese singular hilo de voz, su cuerpo se tensó.
—¡Hola, muchachos! —exclamó el avispado chillido de Sakura Haruno.
Tenten divisó el rostro vivaracho de la recién llegada como si hubiera encarnado sus pesadillas.
No, por favor… ella no, pensó con apremiante recelo.
Sus ojos se encontraron, y aunque la pelirosa sonreía con candor, para Tenten, esa mueca significaba un síntoma de caos; una acción amenazante. Esto constituía el fracaso de su ensoñadora tarde de entrenamiento. Y aunque todo indicaba un porvenir inofensivo, la castaña rogaba, con todo su fuerza, que Sakura se marchara pronto.
—El cumpleaños de Ino es mañana —explicó la Haruno—. Nos reuniremos en mi casa, a las ocho.
Lee aceptó. Neji enmudeció.
—Tenten —llamó Sakura—. ¿Vendrás?
La castaña lo pensó, parsimoniosamente.
—Tenten, sólo hay dos tipos de respuesta: sí y no.
Las palabras dichas en boca de Neji refutaban objetividad, quizá también un tinte sarcástico.
Él no se rió, Sakura sí, cálida y humorísticamente.
¡No, no otra vez!
La paranoia brotó incontrolable.
"Esos ojos verdosos, emitían una auténtica mirada maligna que apuntaba a denigrarla por la estupidez de su silencio. Torpe, lenta, bruta. A su lado, parecía una insulsa mujer que no entendía entre líneas, que no captaba el mensaje, que no seguía el ritmo. Sakura se elevó, como si levitara, entre un manto de brillantez. Se dio cuenta de su idiotez y su insignificancia. Y la juzgaba ahora, como una mujer mal hecha, como una inútil kunoichi que carecía de habilidades.
Jamás encajaría.
Esto no debía ser parte de su mundo.
Ella no pertenecía a este mundo".
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Exactamente 500 palabras. ¡Damn it! En realidad me cuesta tanto plasmar una historia en 500 palabras. Pero aquí traje mi trabajo, acabado de terminar. Mientras comíamos el pastel de cumpleaños de mi suegro, me nació esta idea, y en cuanto llegué a mi casa, ¡bam! A escribirlo, ya.
Dejo que ustedes me complazcan con sus comentarios o tomatazos.
¡Larga vida al lector!
Lux
