La trama parte del momento anterior a la pelea entre Sasuke e Itachi.

CAPÍTULO 0

Naruto había completado su entrenamiento para dominar el elemento viento. Todos los demás también habían entrenado para ser más fuertes. Se les acababa el tiempo, era algo que cada vez se notaba con más fuerza en el aire.

La Hokage reunió a los ninjas en su despacho. Iba a comenzar una de las peores misiones y decidió reajustar los grupos:

Kiba, Akamaru e Hinata, capitaneados por Shino (ahora jounnin, además de que Kurenai a causa de su embarazo no podía pelear)

Lee y TenTen, capitaneados por Neji.

Ino y Chouji, capitaneados por Shikamaru.

Kotetsu e Izumo, capitaneados por Genma.

—Muy bien,—comenzó la Hokage— vosotros que ya habéis sido nombrados, retiraos. Podéis entrenar como equipo o tomaros el día libre. Pero mañana quiero veros aquí a las 9 en punto.

—¡Hai! —exclamaron los aludidos, y se marcharon.

—De acuerdo. Ahora viene lo difícil. Como sabéis esta vez es diferente. Todos vosotros habéis venido por propia voluntad, y por ello deberéis asumir las consecuencias. Sino tenemos éxito es probable que seáis desterrados y tachados de traidores... en el mejor de los casos. Aún estáis a tiempo de echaros atrás. Porque en el momento que os asigne comenzará vuestra misión, no tendréis un día para pensarlo como los demás.

—Como ha dicho, hemos venido libremente. —respondió Kakashi. —Aceptamos el riesgo en el momento en que entramos por la puerta. Es por eso que no todos entraron... — miró de reojo hacia atrás. En la puerta había varios ninja que no llegaron a entrar, como Ibiki o Ebisu.

—Bien. Entonces preparaos, no hay tiempo que perder. El primer equipo saldrá inmediatamente. Su misión es hacer un rápido reconocimiento de la situación e informar. En cuanto recibamos su informe saldrán los demás. Den un paso al frente, ¡Sai, Gai!

Ambos se adelantaron.

—Por sus habilidades son los mejores para esta misión, cuando otros tendrían casi un día de camino, ustedes confío en que nos enviarán el informe esta misma tarde.

—¡Hai! —exclamaron ellos.

—De acuerdo. —continuó Tsunade— Ya ha comenzado... Nunca pensé que este momento llegaría.

—Estás haciendo lo correcto, Tsunade. —animó Jiraiya.

—¿Tú crees?... —dudó ella. —El deber de un Hokage es proteger a su aldea pase lo que pase. Y yo estoy poniendo en peligro a nuestros ninjas más importantes...

—¡No digas tonterías! —gritó Naruto—¡El deber de un Hokage es hacer lo mejor por la villa! ¡Y esto es algo que se tenía que haber hecho hace mucho! Hace... más de 10 años...

—Naruto... —murmuró Sakura.

—¡Je! —rió Tsunade— Tan maleducado como siempre... pero tienes razón. Está bien, ¡continuemos! Pero antes necesito saber si aceptarán lo que les asigne.

— ¡Sí, aceptaremos! —exclamaron al unísono.

—No me han entendido... Sea lo que sea... necesito que lo acepten. Incluída tú, Shizune. — dijo, mirando a un lado.

— ...Sensei... Sí, ¡aceptaré lo que quieras encargarme! — y se situó con los demás, enfrente de la Hokage.

—Entonces, los siguiente grupos serán así: Kakashi y Sakura, Yamato y Naruto. Vosotros seréis los dos grupos de refuerzo para Sai y Gai.

—Pero... Oba-chan... No creo que sea buena idea separar al equipo...

—Necesitamos equipos muy ágiles. —explicó Tsunade. —Además, es necesario que tú vayas con Yamato.

—Hai... —asintió el rubio, no muy convencido.

—Entrenen, duerman o desahoguen el agobio que les produce esto. Pero después de la comida estén atentos porque en cualquier momento podría llegar el informe de Sai y Gai.

Naruto, Sakura, Kakashi y Yamato asintieron y se marcharon a prepararse.

—Bueno, ahora sólo quedamos nosotros... —dijo Jiraiya—¿Qué nos tienes preparado? — mirando a su alrededor. En el despacho sólo quedaban Tsunade, Shizune y Jiraiya. Tsunade sonrió.

—Hay cosas que aún así no saben — dijo mirando por la ventana. — No van a estar solos. No podría pedirles eso.

—Tsunade... —dijo Shizune— ¡Me estás asustando!

—Eso es que me conoces. Sí, Shizune, el último equipo está compuesto por Jiraiya... y por mí.

—¿¡Quéeeeee!? —exclamaron ambos.

—La aldea necesita "saber" que todo sigue en orden. Pero no puedo esperar aquí y dejarlos marchar. Tengo que ir yo también.

—Pe-pero... —murmuró Shizune — entonces...

—Entonces quiero que te hagas pasar por mí mientras no estoy, para no preocupar a la gente.

—¿A qué viene esto? —inquirió Jiraiya.

—Bueno, no será la primera vez que lo hagas verdad,¿ Shizune? — la morena enrojeció.

—Está bien... Dije que aceptaría lo que fuera... Y eso es lo que haré. Si van a formar equipo los dos... significa... significa que lo que tiene pensado para ustedes... es de nivel Kage, ¿no es así?

Tsunade no respondió, sólo miró al Sannin, que asintió aceptándolo.

—No sabes cuánta razón tienes, Shizune...

Continuará.