Héroe

El sol estaba en lo alto del cielo sin el más leve asomo de una nube que pudiera minimizar su impacto. No era tiempo de sequía, por lo que Harry esperaba con ansias que en cualquier momento empezara a llover y pudiera sentir el alivio que significarían unas gotas frescas cayendo en su cara.

-Harry Potter-dijo un niño pequeño de pronto, sobresaltándolo y mirándolo con sus ojos soñadores- Harry Potter.

-hola-contesto él sonriéndole y agachándose para quedar a su altura. Le recordaba tanto a Teddy que no pudo evitar sonreírle como pocas veces le sonreía a extraños. Su espalda pareció agradecerle que cambiara de posición y se alejara de la pared caliente en la que se había recargado.

-Harry Potter-repitió el niño y señalo con una de sus manitas la frente de Harry justo en el preciso momento en el que una Señora llegaba corriendo hasta ellos.

-¡oh por Merlín! ¡Cielo ¿Qué haces molestando al señor?!

-Harry Potter-repitió el niño mirando a su madre y a Harry le pareció tan extraño que creyó que se había vuelto loco y solo podía escuchar que el niño decía su nombre.

-¡Oh no de nuevo!-exclamo la señora tomándolo de la mano- él no es Harry Potter, Harry Potter es…

Harry que se había puesto de pie, vio como la madre del niño se quedaba sin palabras al verlo y abría la boca como si hubiera visto a un fantasma. Harry se sintió tan turbado por su expresión que, sin saber que decir, miro hacia atrás para ver que nadie estuviera haciendo muecas en su espalda.

-… es usted Harry Potter

Harry asintió incomodo maldiciendo la hora en la que se había quitado la capa invisible y sonrió nuevamente.

-Si soy…

-Harry Potter-repitió el chiquillo sin dejar de mirarlo y sonreírle. La mujer se agacho para cargarlo con un solo brazo y de una manera asombrosa, extendió su mano libre a Harry:

-Es un honor

-Em… gracias-dijo él sintiéndose sonrojar y temiendo que empezaran de nuevo a prestarle más atención que la que prefería.

-Harry Potter-repitió nuevamente el niño y Harry lo miro con gracia y una leve sospecha de que empezaría a dolerle la cabeza de tanto escuchar su nombre. La bruja frente a él le sonrió también a su hijo y miro a Harry para explicarle:

-Es lo único que sabe decir-dijo un poco apenada-nació justo al final de la Guerra y como era lo que más escuchaba…

Harry no pudo evitar sonrojarse mientras la bruja se despedía de él. El sonrojo le duro hasta que la voz del niño diciendo su nombre dejo de escucharse al final de la calle al mismo tiempo que Hermione y Ron salían de la tienda más cercana con dos libros que la chica a duras penas pudo meter en su bolsa.