La conspiración del amor
Capitulo I
By: PanLee.
Debería matarte ¿Sabes? Directamente, asesinarte – Le dijo Seto Kaiba a su hermano, mirándolo por debajo de un par de cejas castañas y rectas sobre las q lucía una mata leonina de pelo trigueño oscuro.
-Valla novedad- replicó Mokuba y miro a su hermano mayor con esa sonrisa ten llena de encanto q hacia q las personas le confiaran su vida. Mokuba Kaiba, o el doctor Mokuba, como lo conocía la gente de Domino, tomo su vaso de cerveza y comenzó a beber con lentitud, mientras Seto hacía lo mismo con su medida de güisqui de malta. (N/A: Quien sabe q sea eso pero Seto se lo esta tomando sin rechistar, ¿Sabrá bien? ñn. N/S: Eso no te incumbe escritora de cuarta es una bebida para gente de la alta no para perros callejeros. N/A: Grrrrrrrr perro lo será Joey no yo. N/J: Oye!No me metan en sus cosas U).
-bueno ¿Qué quieres? –pregunto Seto y arqueo una ceja (N/A: Al puro estilo de Kaiba si no, no sería el jejejeje. N/S: Q estas insinuando?. N/A: Nada solo decía nnU). La suya era una mirada q había hecho q muchos hombres de negocios les temblaran las piernas.
-¿Qué te hace pensar q quiero algo?
-Años de experiencia. Tal vez la gente de este pueblo de morondonga te crea un santo, pero yo te conozco bien. Estas metido en un lío y quieres pedirme algo.
-A lo mejor solo tenía ganas de ver a mi ilustre hermano mayor y la única forma de conseguir q vinieras a casa para navidad era decirte q papá agonizaba.
-Una treta de mal gusto- afirmó Seto con los labios apretados. Comenzó a buscar un cigarrillo en los bolsillos del saco, pero de pronto recordó q hacía mas de dos años q había dejado de fumar. Lo cierto era q el hecho de estar en el bar del pueblo donde había pasado su infancia hizo salir a la superficie su parte de "muchacho bueno".
-Fue lo único q se me ocurrió- Dijo Mokuba para justificar lo q había hecho. Le había cablegrafiado a su hermano rico y muy ocupado q vivía en Tokio diciéndole q el padre de ambos había sufrido una ataque cardiaco y probablemente solo le quedaban unos días de vida. (N/A: Muy bien en este punto Gonzaburo no es la maldita bestia q todos conocemos aquí le cambio un poco la personalidad así q no me maten. N/S: Yo seré el q te mate si no lo quitas de esta historia maldita loca. N/A: Ya cállate gato sarnoso q es mi historia no la tuya, así q yo le pongo lo q quiera.). Horas después, el jet privado de Seto aterrizaba en una pista aérea ubicada a setenta y cinco kilómetros de Domino y a una hora más tarde el estaba en la sala de la casa de la familia. Cuando Seto vio a su padre bebiendo cerveza y jugando al póquer con sus amigotes, por un instante Mokuba temió por su vida. Pero, como bien lo sabía, los ladridos de Seto eran peores q sus mordidas.
-No pienso quedarme aquí- dijo Seto-, así q puedes sacarte esa idea de la cabeza.
- ¿Y por q no?- pregunto Mokuba con tono inocente. La broma familiar q Mokuba siempre podía salirse con la suya, mientras q Seto cargaba con la culpa de todo. En este sentido, algo tenía q ver el aspecto de cada uno. Mokuba era pelinegro, de ojos púrpuras y piel rosada. Incluso a los 24 años, tenia la apariencia de un ángel. Y cuando llevaba puesto el guardapolvo de médico y un estetoscopio alrededor del cuello, quienes lo veían dejaban escapar un suspiro de alivio, pues un hombre con ese aspecto seguramente era capaz de salvar vidas.
Seto, en cambio, era tan moreno como Mokuba de pelinegro (N/A: OK yo q eso sonó bastante raro pero no me maten por ello mejor esperense al final del fic nnU). Su padre solía decirle con frecuencia: "Aunque no hayas hecho nada, tienes cara de culpable", pues Seto había nacido con expresión ceñuda y amenazadora.
-Déjame adivinar- dijo Mokuba- Tienes una reserva para pasar cuatro semanas en Tahití, donde te acostaras con tres mujeres a la vez.
Seto se limito a beber un sorbo de whisky y mirar a su hermano con expresión socarrona.
- No, no me lo digas- Continuo Mokuba- Esta vez si daré en el clavo. Tal vez se trata de París y tienes una aventura con una modelo de alta costura. Una de esas criaturas esbeltas y heladas con pechos de plástico.
Seto consulto su reloj.
-Tengo q irme, Tristán me espera.
Mokuba sabía q Tristán era el piloto del avión privado de su hermano y q, en algunos casos como en el de ese viaje, también hacía de chofer. Mokuba sabía q el personal domestico de Seto hacía las veces de su familia, puesto q él nunca se molestaba en regresar a su casa y siempre había estado demasiado ocupado como para formar una familia propia.
Seto miró a su hermano y, después, terminó su whisky y se puso de pie.
-Mira, sabes bien cuanto me gustaría quedarme y ver como te burlas de mí, pero tengo…
-Deja q yo termine la frase- interrumpió Mokuba-. Tienes mucho trabajo.
-Correcto, así es. Y supongo q solo porque es Navidad la gente no deja de enfermarse, ni siquiera en el encantador pueblito de Domino.
-En efecto, y tampoco dejan de necesitar ayuda, incluso en Domino.
Al oír eso, Seto volvió a sentarse. Mokuba solo pedía ayuda si realmente la necesitaba.
-¿Q es? ¿Dinero?- pregunto Seto- Lo q necesites, lo mío es tuyo. (N/A: Hay Setito no debiste decir eso te prometo q te vas a arrepentir .N/S: Por q? Oo. N/A: Ya lo veras Setito, ya lo veras.)
-Ojalá eso fuera cierto –dijo Mokuba, la vista fija en su cerveza.
Seto le hizo señas al camarero de q le sirviera otro whisky y Mokuba lo miro, un poco sorprendido. Seto no solía beber mucho. Decía q le embotaba el cerebro y cuando trabajaba debia tener la cabeza bien despejada. Y, desde luego, el trabajo era el principio y el fin de la vida de su hermano.
-Estoy enamorado- confesó Mokuba en voz baja. Al notar q su hermano permanecía en silencio, levantó la vista y vio q, cosa rara, Seto sonreía.
-¿Y q mas?- preguntó Seto- ¿Es alguien socialmente indeseable? ¿Las viejas chismosas de Domino se sublevaron por q su precioso doctor Mokuba ya no esta disponible?
-Desearía q no odiaras tanto a este pueblo. En realidad es fantástico.
- Si a uno le gusta la gente de mente estrecha- refuto Seto con tono jovial.
-Mira… lo q le pasó a mamá… No, no pienso entrar en eso ahora. A mí me gusta este pueblo y planeo quedarme aquí.
-Con tu nueva enamorada. ¿Q problema tienes con esta chica q crees necesitarme a mi? ¿Q puedo saber yo sobre estar enamorado?
-Sabes acerca de salir con chicas. Veo tu nombre en todas las columnas de sociales.
-Mm. Necesito q salgan en Internet todas esas funciones de beneficencia… y me viene bien llevar a una mujer del brazo- aclaro Seto sin mucha vehemencia.
-Es curioso q las mujeres q escoltas sean algunas de las mas hermosas del mundo.
-Y también las mas codiciosas- acoto Seto, esta vez con mas entusiasmo- ¿Tienes idea de lo mucho q cuesta el combustible para un jet? Si lo supieras, me contarías de una vez lo q te pasa y te llevó a mentir para conseguir q yo viniera.
-Bueno, supongo q un viaje cuesta menos q un electro encéfalo.
A Seto no se le paso por alto la indirecta.
-Lo tienes, así q continua. ¿De quien estas enamorado y cual es el problema? ¿Quieres q yo pague la boda?
-Aunque no lo creas- dijo Mokuba con furia-, algunas personas quieren de ti algo q no es el dinero q parece ser el centro de tu vida.
Enseguida Seto se retractó:
-Me disculpo, entonces. Háblame de esa mujer y de la forma en q puedo ayudarte.
Mokuba respiro hondo.
-Bueno, primero q nada no es un ella si no un el- dijo bajito pero lo suficientemente alto para q Seto lo escuchara- y bueno el es viudo- Miró a su hermano- Es el viudo de Ryo Bakura.
Seto lanzó un silbido. –Bueno en primera hermanito no tenía la mas mínima idea de q fueras gay, y eso no importa lo q importa es q te enamoraste del viudo de Bakura.
-El no es así. Se q Bakura tenía problemas, pero…
-Si: las drogas, alcohol y conducción de vehículos. (N/A: Lo siento por las fans de Bakura pero juro q no es nada contra el ya q también lo adoro. N/B: Si, claro por eso me pones de alcohólico y drogadicto, sabes q no me quieras tanto o si no te mando al reino de las sombras. N/A: Malo TT.TT).
-No lo conociste en sus últimos años. Al final se calmó. Fue a hacer algunos trabajos al otro lado del río y volvió dos años después con Joey, q estaba embarazado de cuatro meses (N/A: No me miren como bicho raro, este es un universo alterno así q decidí q Joey pudiera tener hijos será lindo nn. N/J: Lindo para quien eh?). Todo parecía indicar q había empezado una nueva vida. Hasta compro la vieja casa de Ishizu. (N/A: Si la pongo de vieja fea por q me cae mas mal q Tea, es una insoportable U. N/S: Y eso por q?)
Seto enarco una ceja.
-Esa ruina en pie?
-A gatas. Sea como fuere, el la compro con la ayuda de su madre. Ella firmo con el la hipoteca.
-Me lo imagino. ¿Quién en Domino estaría dispuesto a prestarle dinero a Bakura?
-Exactamente. Pero al final no importó, porque el murió cuatro meses mas tarde. Estrelló el auto contra un árbol cuando avanzaba a cerca de ciento treinta kilómetros por hora.
-¿Borracho?
-Sí, borracho perdido, y su esposo quedo solo, salvo por Khindra. ¿Te acuerdas de ella? ¿De la madre de Bakura?
-Siempre me callo bien- dijo Seto-. Se merecía un mejor hijo q Bakura.
-Bueno, lo tiene en Joey. Es la persona mas dulce q te puedas imaginar.
-Entonces, ¿Cuál es el problema? Me cuesta imaginar q Khindra se interponga en tu camino. No me digas q papá…
-El ama a Joey casi tanto como yo- dijo Mokuba sin dejar de mirar su vaso de cerveza, q ahora estaba por la mitad.
-Si no vas al grano de una vez, me iré- lo amenazó Seto.
-Es el hijo de Joey. Ya te conté q Joey estaba embarazado cuando se vino con Bakura. Bueno, era un varón.
-¿Tu lo trajiste al mundo?- Pregunto Seto con una ceja levantada.
-No, y no empieces de nuevo con eso. Es diferente cuando uno es ginecólogo o un obstetra.
-Mm. ¿Q me dices de su hijo? ¿Se parece a su padre?
-Bakura tenía sentido del humor. En cambio este chico… Tendrías q conocerlo para entender lo q quiero decir. Es implacable y carece de conciencia moral. Es el pequeño mounstro mas manipulador q he conocido jamás. Decir q es celoso no se acerca si quiera a describirlo. Controla por completo a Joey.
-Y ella no tiene idea de lo q el chico esta haciendo. ¿Es así?- Dijo Seto con los labios apretados. El había estado en una situación semejante a la de Mokuba. Años antes había conocido a una mujer por la q sentía algo mas q mera atracción física. Después de la primera salida comenzó a pensar q podía hacer una relación fuerte entre ambos. Pero entonces conoció al hijo de trece años de la mujer. El chico era un verdadero delincuente en potencia. Solía revisarle a Seto los bolsillos del saco y robarle todo lo q encontraba. En una oportunidad se llevo las llaves de su auto y esa noche tuvo q irse sin su BMW. Una semana después el auto apareció en el fondo del río East. Desde luego, la madre del chico se negó a creer q su hijo fuera capaz de hacer una cosa semejante, así q Seto y ella rompieron. Lo ultimo q Seto había sabido del chico era q ahora trabajaba en Wall Street y era multimillonario.
-¿Tu has tenido alguna experiencia por el estilo?- Pregunto Mokuba.
-Sí. No puedes estar con el a menos q el chico lo permita, ¿verdad? Y el padre lo idolatra.-En la voz de Seto había un dejo de amargura.
-No imaginas cuanto .No va a ningún lado sin el. He tratado de persuadirlo de q tomemos una baby setter, pero el es demasiado orgulloso para aceptar mi ayuda, así q el chico sale con nosotros o no vamos a ninguna parte. Y es imposible quedarse en casa –Mokuba se inclino un poco sobre la mesa- Ese chico no duerme. Y lo digo en serio. Es un monstruo o un engendro del demonio. Y, por supuesto, Joey le dedica ciento por ciento de su atención durante todo el tiempo en q él esta despierto.
-Déjalo- le aconsejo Seto-. Confía en mí en esto. Aléjate de el a toda velocidad. Si logras conquistarla, tendrías q vivir con ese chico. Y una mañana te despertarías con una cobra en la cama.
-Ese animal tendría q luchar primero con Noa para conseguir espacio. (N/A: Sí, por fin pude poner al lindo de Noa para fregarle la vida a Seto, será muy interesante.u)
-¡No me digas q el chico todavía duerme con su padre!- Exclamó Seto fastidiado.
-Cuando a el se le antoja.
-Huye.
-Es fácil decirlo. Tú nunca estuviste enamorado. Mira, creo q si logro conquistar al padre podría manejar al chico. Pero lo cierto es q nunca puedo estar a solas con el.- Dicho lo cual, Mokuba levantó la vista y miró a Seto tal como lo había hecho antes mil veces.
-Nada de eso. Ni se te ocurra meterme en esto. Yo tengo compromisos.
-No te creo. ¿Cuántas veces he oído quejarte por que tus empleados quieren tomarse un tiempo libre en navidad? Así q este año puedes quedarte aquí, ayudarme y darle vacaciones a tu secretaría. A propósito ¿Cómo esta ese chico encantador?
-Muy bien- Contesto Seto, tenso-. Concretamente, ¿q es lo q quieres? ¿Q secuestre al chico? ¿O quizá sería mejor terminar de una vez por todas con el asunto y hacerlo matar?
-El chico necesita un padre- Dijo Mokuba con una mueca.
-Te agarró fuerte ¿eh?
-Sí, muy fuerte. Nunca sentí nada igual por un hombre, y tengo muchas rivales. Todas las mujeres de Domino andan tras el.
-¿Cuántas serían? ¿Alrededor de 15 mujeres? ¿O la vieja Nishar ya murió?
-May Valentain quiere conquistarlo.
-¿Ah, si?- Pregunto Seto y le dedico a su hermano una media sonrisa-. ¿Es la muchacha q solía ser capitana de natación y q también ganó los campeonatos de duelo de monstruos del estado? ¿No se casó con Varón, el capitán del equipo de fútbol, él q tenia mas pelo q cerebro?
-Se divorciaron. Ella esta en el pueblo y tiene a su cargo la venta de Cadillacs.
-Entonces debe estar ganando mucho dinero- acoto Seto con ironía. En Domino no había mucha demanda de Cadillacs.
-Además, les vende mercedes a los árabes.
-Ahhhh- Exclamo Seto- Parece q tienes problemas.
-Lo único q necesito es estar un tiempo a solas con Joey. Si lo tuviera, se q conseguiría…
-¿Q ella te amará? Las cosas no funcionan así.
-Esta bien- Dijo Mokuba-, pero al menos me gustaría tener esa oportunidad.
-Todo lo q Valentain tiene q hacer para conquistarle es enviarle un mercedes convertible rojo. Tal vez tu podrías darle gratis…
-¡Joey no es así!- Salto Mokuba, casi a los gritos. Pero cuando la mitad de las personas q había en el bar lo miraron, bajo la voz.- Te pido q no sigas hablando en broma. No estoy seguro de querer vivir sin el- aclaro Mokuba con ternura.
Por un momento Seto se quedo observando a su hermano. No era frecuente q Mokuba pidiera ayuda, y jamás pediría ayuda para sí. Había cursado toda la facultad de medicina negándose a recibirle ofrecimiento de su hermano en el sentido de hacerlo gratis. "No lo aceptaría aunque me lo entregaras en bandeja de plata", había dicho Mokuba. De modo, ahora, Seto estaba seguro de q Mokuba seguía endeudado hasta las orejas por esos estudios, a pesar de locuaz seguía sin querer aceptar ayuda económica.
Pero en esta ocasión lo q Mokuba si le pedía era algo personal, algo q no tenía q ver con la gran fortuna de Seto. Hacía mucho, mucho tiempo q nadie le pedía algo q no estaba relacionado con el dinero.
-Haré lo q pueda- dijo Seto en voz baja.
Mokuba levanto la cabeza.
-¿En serio? No, no ¿Q digo? Tu no querrás hacer lo q yo tengo en mente.
Seto era cauteloso por naturaleza, así q preguntó:
-¿Q es exactamente lo q tienes en mente?
-Q vivas con el.
-¿Qué!- Salto Seto, lo cual una vez más hizo q los asistentes los miraran. Se inclino entonces hacia su hermano.- ¿Quieres q me valla a vivir con tu novio?
-No es mi novio. Al menos, no todavía. Pero tengo q hacer q en esa casa haya alguien q pueda mantener al chico alejado de el. Y ese alguien tiene q ser una persona en la q el confíe; de lo contrario no le permitirá q cuide a su hijo.
-Y además, tienes q competir con esa tal Valentain.
-Sí, y con todas las mujeres y hombres q quieren conquistarlo.
-Muy bien. Llamaré a Yugi y el podrá…
-¡No! ¡Tienes q ser tu! No tu secretario ni tu chef, tu piloto o la mujer q limpia tu casa. Tú.- Cuando Seto miró a su hermano, consternado por su vehemencia, Mokuba se serenó.- Ese chico necesita la mano firme de un hombre. Tú siempre supiste como manejar a los niños. Mira lo q hiciste conmigo.
Seto no pudo evitar sentirse alagado, y era cierto q prácticamente había sido un padre para su hermano mucho menor. La madre de ambos había fallecido y el padre trabajaba sesenta horas por semana, así q cada uno solo tenía al otro.
-Por favor- Dijo Mokuba.
-Esta bien- Contesto Seto de mala gana. En Tokio tenía fama de no ceder nunca en los negocios; pero bueno, solo Mokuba tenía la facultad de persuadirlo.
Y, además, una parte de Seto quería tener la oportunidad de librar de nuevo una de las escasas batallas q había perdido en la vida. Un pequeño monstruo malcriado lo había alejado de una de las pocas mujeres q Seto creyó podía amar, y en los muchos años trascurridos desde entonces lamento no haberse quedado y luchado por ella. Hacía apenas un año había vuelto a ver a esa mujer. Estaba felizmente casada con un hombre con el q Seto hacía negocios y lucía fantástica. El matrimonio tenía un par de hijos y una casa grande en Long Island. Ahora, a los Treinta y cinco años, Seto se preguntó como habría sido su vida si no se hubiera dado por vencido y hubiera luchado por esa mujer, si no hubiera permitido q un mocoso de trece años lo derrotara.
-Lo haré- dijo en voz baja-. Me quedaré y me ocuparé de entretener al niño mientras tú sales con Joey.
-No será fácil.
-Supongo q crees q el resto de mi vida lo es.
-Todavía no conoces a ese chico ni has visto lo apegado q es Joey a el.
-No te preocupes por nada. Yo soy capaz de manejar lo q quieras. Me ocuparé de ese malcriado durante una semana y si en ese tiempo no logras conquistar a es hombre, será q no te lo mereces.
En lugar de mostrar gratitud, como Seto supuso q haría su hermano, Mokuba volvió a fijar la vista en su cerveza.
-¿Ahora q?- preguntó Seto-. ¿Una semana no es suficiente tiempo?- Se puso a pensar a toda velocidad. ¿A cuantos partidos infantiles de béisbol podía asistir un hombre sin volverse loco? Gracias a dios existían los teléfonos celulares; así él podía trabajar mientras estaba sentado en las gradas. Y, si se presentaba algún problema siempre podía llamar a Yugi. El era capaz de manejar cualquier cosa, a cualquier hora y en cualquier lugar.
-Quiero q me lo jures.
Al oír esas palabras, la cara de Seto se encendió.
-¿Me crees capaz de violar una promesa?
-Lo q creo es q eres capaz de pasarle el problema a otra persona.
-¡De ninguna manera!- saltó Seto, pero tuvo q bajar la vista para q su hermano no le viera los ojos. Si los hombres con los q hacia negocios en Tokio lo conocieran tan bien como su hermano, jamás podría cerrar un trató con ellos.- Yo cuidaré a ese chico durante una semana- dijo, ya mas sereno-. Haré todas las cosas q les gusta a los chicos. Hasta le daré las llaves de mi auto.
-Vamos, Seto. Ti no tienes un auto, ¿Recuerdas?
-Entonces me compraré uno y se lo daré. ¿Está bien?
-Mokuba estaba logrando q se sintiera muy incompetente.- Mira, empecemos con esto de una buena vez. Cuanto antes terminemos, antes podré irme de aquí. ¿Cuándo conoceré a ese dechado de belleza?
-Primero júramelo- dijo Mokuba, con mirada muy seria pero con una voz q parecía q una vez mas tuviera cuatro años y le exigiera a su hermano mayor q le prometiera q no lo dejaría solo.
Seto lanzó un gran suspiro.
-Te lo juró- murmuro, y no pudo evitar pasear la vista por el bar para ver si alguien lo había oído. En apenas treinta minutos había pasado de ser un magnate de los negocios a convertirse en un chiquillo de cara sucia q hacía un juramento sagrado.- ¿Alguna vez te dije q detesto la Navidad?
-¿Cómo puedes odiar algo en lo q nunca participaste?- preguntó Mokuba con una sonrisa sobradora (N/A: Adoro esa sonrisa, te juro q si fuera de verdad el lindo Moki me lo raptaría para siempre y nadie sabría nada de el nunca jamás -.N/S: Si es q te dejo maldita loca)- Vamos, acompáñame. Tal vez tengamos suerte de q el chico este dormido.
-¿Puedo recordarte q son las dos de la madrugada? No creo q a tu pequeño ángel le haga mucha gracia q aparezcamos a esta hora.
-Te diré lo q haremos. Pasaremos frente a la casa y, si vemos q todas las luces apagadas, seguiremos de largo. Pero si están encendidas, sabremos q él esta levantado y le haremos una visita. ¿De acuerdo?
Seto asintió y apuró el contenido de su vaso, pero no le gusto nada todo lo q estaba pensando. ¿Q clase de hombre se casaría con un hombre como Ryo Bakura? ¿Y, q clase de hombre se quedaba levantado toda la noche? La única respuesta parecía ser también el era alcohólico.
Al salir del bar y enfilar hacia el coche en el q su chofer aguardaba, Seto se puso a pensar en ese hombre q había atraído tanto a su hermano q deseaba casarse con el. Una serie de hechos negativos comenzaban a acumularse contra el con rapidez: un marido borracho, un hijo incorregible, un estilo de vida nocturna.
Una vez dentro del auto, Seto observo a su hermano menor e hizo votos de protegerlo contra esa buena pieza. Y, mientras avanzaban hacia las afueras del pueblo, comenzó a formarse un cuadro mental de ese hombre. Le parecía ver su pelo teñido y su boca de la q colgaba un cigarrillo. ¿Sería mayor q Mokuba? Su hermano era tan joven e ingenuo. Casi nunca había salido de Domino y no tenía ninguna experiencia. A cualquier hombre embaucador y astuto le resultaría fácil aprovecharse de el.
Giró la cabeza y miró muy serio a su hermano menor.
-Te lo juro- dijo en voz baja, y Mokuba le sonrió. A pesar de q con frecuencia era un verdadero estorbo, Mokuba podía hacerlo sentirse tan importante y valioso como su propio contador le aseguraba q era.
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°° Continuará
BUENO LES SERE SINCERA ACABO DE CAMBIAR MI APODO DEBIDO A PROBLEMAS CON MI ANTIGUA CUENTA ASI Q DE AHORA EN ADELANTE
ESTE SERA MI NUEVO NICK ESPERO Q LES SUGA GUSTANDO EL FIC JEJEJE
Y NO SE PREOCUPEN YA VOY A VOLVER A TOMARLO PARA AHORA SI TERMINARLO LOS QUIERO MUCHO NOS VEMOS PRONTO.
