Sin poder evitarlo mi vista vago de nuevo por la entrada. Era una tonta. Más que eso era una tonta con gustos masoquistas. No había aprendido la primera vez, sino que ahora después de 10 años volvía a caer en lo mismo.

-Señorita, está segura que no quiere ordenar algo mientras espera.

El mesero me saco de mis pensamientos. Parecía que llevaba algún rato tratando de llamar mi atención.

-Yo, creo que esperare un poco más.- dije sin poder evitar sonrojarme.

El hombre negó casi imperceptiblemente, su expresión era tan clara que casi podía escuchar sus pensamientos "pobrecita, aun cree que llegara".

-Como desee Señorita.- hizo un ademan y se alejó.

-¡Espere!-dije en el último momento. –Podría traerme un té.

-Por supuesto.-Una vez que hubo anotado mi pedido, el hombre se fue por fin.

Mire de nuevo a mi alrededor, estaba empezando a impacientarme ¿En qué demonios estaría pensando cuando acepte venir? Y ¿por que seguía esperándole? Hacía casi una hora de la acordada y él ni siquiera se había tomado la molestia de llamarme para decir que se iba a retrasar, o mejor aun que simplemente no asistiría. Seguía siendo un maldito estúpido. Y yo aun más por seguir esperando. Mire mi reloj de nuevo. Y ahora no podía irme hasta que trajeran el maldito te.

Ojala no hubiera mandado ese condenado mensaje, pensé recordando cómo es que me había metido en este lio.

Todo había comenzó el fin de año, llevaba ya tiempo con ese vicio de las redes sociales, al principio no le había tomado mucha importancia, solo lo había hecho para que Mimí me dejara en paz, pero cuando empecé a encontrar viejos amigo me volví adicta a él.

Entonces la tarde del fin año tuve que quedarme sola, porque mi último novio, Taichi, mi ahora mejor amigo y mi mejor amiga, su novia, había salido a celebrar el inicio de un nuevo año. Mi relación con ambos era buena, pero empezaba a sentirme incomoda cuando comenzaban a ponerse cariñosos. Eso de ser el mal tercio no me gustaba para nada, así que los había convencido de que se fueran a celebrar ellos solos. No sin antes prometerles que les llamaría si tenía deseos de salir a celebrar también.

Lo cierto es que no quería verlos besuqueándose por todos lados mientras hacia la que no me daba cuenta. Hacia 2 años que mi relación con Taichi había terminado y aunque fue por acuerdo mutuo y en buenos términos, no me quedaron ganas de entablar una nueva relación. Pero ahora que me enfrentaba a una tarde de soledad en plena celebración de año nuevo, me di cuenta lo deprimida que me sentía.

Así que para evitar hacer algo estúpido como llamar a Mimí y Taichi para que volvieran por mí, me pase la tarde en mi actual vicio. Eche un vistazo a las sugerencias, pues siempre encontraba uno que otro viejo amigo. Y entonces fue cuando vi su foto, al principio no supe que era él, de hecho creo que llevaba varios meses apareciéndome en las sugerencias.

Recuerdo que la primera vez vi su foto de perfil, ¿me pregunté quién era él? Pero simplemente le daba ignorar pues parecía demasiado engreído y pagado de sí mismo. Hasta que ese día en mi depresión, quise echar un vistazo. Tenía la impresión de haberlo visto en algún lado. Y al ver su lista de contacto, vi a Taichi y de pronto supe quien era. Yamato. No había caído en cuenta del nombre. Pero ¿Cuántos Yamato no habría en esa red social? ¿Miles, quizá? Claro sabía su apellido pero después de 10 años y un corazón roto, mi mente simplemente lo había desechado. Y aunque lo hubiera guardado, jamás hubiera pensado que era él. Yamato Ishida. Ese maldito que no se lo había pensado dos veces antes de dejarme por la arpía esa de Kumiko Tamura. Aprovechaba cada oportunidad que tenia para pasearse frente a él con sus espectaculares pechos y sus interminables curvas. Yo no estaba nada mal, tenia bonita figura pues siempre había sido muy deportista, pero todo en mi parecía menos brillante en comparación con la despampanante Kumiko. Creo que al final Yamato quedo obnubilado por la rubia y me dejo tirada después de tres meses de relación.

Por aquella época Yamato, Taichi y yo éramos inseparables, luego empecé a salir con Yamato y creo que no le sentó muy bien a Taichi pues nos evitaba como el diablo. A excepción de eso todo estaba bien en nuestra relación, habíamos sido amigos desde la infancia y nos conocíamos bastante bien, así que podría decir que la relación era miel sobre hojuelas. Pero el paraíso no duro mucho mas, Yamato comenzó una banda con varios amigos y empezó a ganar popularidad entre las chicas. Ya sin la banda era bastante admirado por ellas, ahora con eso, era como un imán para el sexo opuesto. Y así fue como empezaron los problemas entre nosotros. Yamato no hacía nada para evitar las atenciones de sus fans, y cada vez que le decía algo, el simplemente se encogía de hombros y decía que no podía ignorarlas pues eran las que le ayudaban a su banda a ganar popularidad. Aunque sabía que él no mentía, los celos inevitablemente llegaron, pero no quería que Yamato se preocupara, por eso deje de asistir a sus conciertos, ensayos y a todos los lugares en donde mis recién descubiertos celos pudieran aflorar. Y supongo que eso mismo provoco que la relación se fuera a pique, ya que hablábamos tan poco qué ya no parecía que tuviéramos algún tipo de relación. Y para cuando llego la arpía de Kumiko, no quedo nada de mi noviazgo con Yamato.

Mirando su foto de perfil, me di cuenta que había cambiado mucho, seguía siendo tan atractivo como antes, pero el paso de los años le habían dado a sus rasgos más virilidad. En sus días de juventud el conservaba el cabello más largo, que le daba un estilo despreocupado. Unido a aquel cuerpo, hacían que te olvidaras de cualquier defecto que pudiera tener. Ahora lucia una cabellera mucho más corta pero aun conservaba ese estilo despreocupado y seguro de sí mismo, y por supuesto ese cuerpo que… en fin seguía siendo tan atractivo como hace 10 años.

Estuve un buen rato mirando su perfil y en numerables ocasiones el cursor del mouse paso peligrosa y tentadoramente cerca del boto de Agregar a mis amigos. ¡Pero qué estúpida!, pensé seguro ni me recuerda. Diez años eran suficientes para olvidar a una ex novia. Sin embargo mis manos fueron más rápido que mi sentido común y cuando menos pensé ya le había dejado un mensaje.

"Sora Takenouchi el 31 de diciembre 9:34:

¡Hola! Tal vez no me recuerdas, pero yo si te recuerdo, bueno te vi y quise saber cómo habías estado. Espero que te encuentres bien. Por cierto ¡Feliz año nuevo! Bueno todavía faltan unas horas pero de todas maneras espero que lo estés pasando bien. Me alegra saber de ti. Un abrazo."

Me sentí tan estúpida un instante después de dar enviar. No podía creer que lo hubiera hecho. Definitivamente la soledad y el alcohol eran una mala combinación. Seguro que ni siquiera me recordaba, yo misma no había pensado en él en años. Sacudí la cabeza, ya no había nada más que hacer, lo más probable es que el no me recuerde e ignore el mensaje. Con eso en mente decidí olvidar a Yamato y a ese estúpido intento de mensaje, cerré la página de una vez por todas y me fui a hacer la cena. Que en realidad no fue más que algunas sobras que tenia de días anteriores, como había estado en casa de mi madre por las celebraciones, mis reservas eran muy pobres, mi refrigerador estaba prácticamente vacío y de la despensa mejor ni hablar. Encontré un poco de Helado napolitano, mi favorito, y decidí buscar entre mi repertorio de películas ñoñas y sensibleras y empalagosas… que me encantaban. Eso me ayudo a olvidarme un poco de mi situación. Una vez que termine mi película, mire mi reloj y me di cuenta de que casi era año nuevo, así que volví a la computadora, para hacer algo de tiempo. Ya había olvidado el asunto de Yamato hasta que vi Mensaje de Yamato Ishida en mi lista de correos electrónicos.

Me impresione tanto que tarde unos 10 minutos en abrirlo, tenía miedo de que el mensaje dijera que no tenía idea de quién demonios era. O peor que se acordara de mí y viera lo patética que había sido al enviar ese mensaje. Decidí que si quería saberlo, primero tendría que abrirlo y así lo hice.

"Yamato Ishida 31 de diciembre 11:23:

Por supuesto que te recuerdo Sora, fue una sorpresa ver tu mensaje, una bonita sorpresa debo agregar, creo que no se de ti desde que estábamos en el instituto. También me alegra saber de ti, por lo que veo no has cambiado nada. Hace poco me puse en contacto con Tai y me dijo que aun se frecuentan mucho, me alegro que así sea, espero que algún día podamos juntarnos los 3 y recordar viejos tiempos. Bueno te deseo Feliz año nuevo también (siguen faltando unos minutos, pero no importa). Un abrazo y saludos a tu familia."

Lo leí por tercera vez para estar segura de que realmente decía todo eso. "…por lo que veo no has cambiado nada" ¿Seria eso algo bueno o malo?... Un momento, si decía eso es porque había visto mis fotos. El jugaba con ventaja, ya que yo aun no revisaba su perfil. Así que me puse a revisar un poco. Casi me atraganto con el helado que comía cuando entré a ver sus fotos. Había un álbum reciente, donde aparecía abrazado a cierta rubia que se me hacía muy familiar. No necesite comprobar quien era, pues en cuanto la observe bien, supe que era la misma rubia de hace 10 años. Kumiko Tamura. No había cambiado nada después de tanto tiempo. Así que ¿aun salían? No podía creerlo, es decir, Tai me dijo que no habían durado mucho después de cortar conmigo ¿Me lo habría dicho solo para no lastimarme? Motivada por un loco impulso decidí contestarle.

"Sora Takenouchi 31 diciembre 11:41:

Vaya, pues me alegro que te acuerdes de mi después de tantos años, a mi me costó un poco reconocerte, porque tu sí que has cambiado, y por lo que veo tu también estas bien y muy bien acompañado como siempre, pensé que la edad te quitaría lo mujeriego Ishida jeje, me compadezco de la que es tu novia ahora, la pobre no ha de saber en lo que se metió. Un beso, también salúdame a tu familia hace mucho que no veo a Takeru, ¿se encuentra bien? Es como el hermano menor que nunca tuve, espero que le esté yendo bien. ¡Saludos!"

¡Lo hice otra vez! Demonios no puedo seguir poniéndome en vergüenza de esa manera. Pero es que me enfurecía tanto que Yamato siguiera con esa arpía. Como es que habían durado tanto. O es que habían terminado como Tai lo había dicho y ahora se habían reencontrado y estaban juntos de nuevo. ¡Ahh! Esto era horrible, no solo pasaba mi año nuevo sola, sino que mis viejos y empolvados celos por Kumiko salían para hacerme sentir mal.

Sin querer volví a mirar el ordenador y vi la nueva respuesta de Yamato.

"Yamato Ishida 1 de enero 12:02:

T.K. se encuentra bastante bien esta por acabar la universidad y aun sigue de novio con Kari, quien diría que durarían tanto. En cuanto a mí, pues déjame decirte que soy inocente de lo que se me acusa, y para que no te preocupes mas por la pobre chica que tiene la desgracia de ser mi novia, te diré que actualmente no existe tal chica. En fin Sora ¡Feliz año nuevo oficialmente! Y espero que no tomes a la ligera eso de salir los 3 y vernos creo que tenemos mucho que platicar, te dejo mi numero de celular para contactarnos ¿de acuerdo?"

Por alguna estúpida razón me sentí aliviada y emocionada. Después de 10 años Yamato aun tenía ese poder sobre mí, podía hacer que mis emociones cambiaran tantas veces como estrella había en el cielo.

Estaba tan nerviosa que no sabía que escribirle. No estaba segura de querer verlo, pese a que habían pasado ya 10 largos años, yo realmente lo había amado tanto que temía que si lo llegaba a ver, estos sentimientos volverían. Aunque nuestra relación no había ido como queríamos, y él se hubiera ido con otra, siempre fue bueno conmigo, y termino todo antes de que empezar cualquier tipo de relación con Kumiko, podía decir que habíamos acabado la relación en buenos términos, hasta nos prometimos ser amigos como lo éramos antes del noviazgo, pero mis sentimientos por el aun eran muy fuertes y verlo junto a otra me dolía mucho, entonces nos alejamos inevitablemente.

Y ahora estaba la oportunidad de verlo de nuevo.

"Sora Takenouchi 1 enero 12:21

¡Feliz año nuevo Oficial a ti también!, hace tiempo que Tai me comento lo de Kari y T.K., pero el muy despistado no me dio muchos detalles, me alegra que su relación sea tan buena. Claro que tomo en cuenta lo de la salida, veré si Tai tiene algo de tiempo libre y nos juntamos, te dejo también mi celular por cualquier cosa."

¡Lo hice! Le dije que si. No puedo creer todo lo que estaba pasando. Muy pronto vería de nuevo a Yamato. No me gustaba sentirme tan contenta y satisfecha, después de todo, no es que fuera a ser una cita entre nosotros, ya que también había invitado a Tai, pero el saber que lo vería después tanto tiempo, me hacía temblar de emoción.

Pasaron varios días después de su último mensaje, ya estaba perdiendo la esperanza casi por completo cuando escuche mi celular sonar. Era un mensaje de él:

"Hola, Sora siento no haber mandado un mensaje antes, pero estuve un poco ocupado. Que dices de salir el fin ¿no estarás ocupada verdad? Espero que no, si puedes dile a Tai pues yo no tengo su número, espero verlos a los dos, avísame lo más pronto posible para saber si debo hacer las reservaciones"

Y eso fue lo que hice esa misma tarde en cuanto vi a Tai.

-¿Qué? Hace cuanto que estas en contacto con Matt.-pregunto mientras que tomaba una lata de refresco de mi cocina.

-Oye, por lo menos pide permiso antes de agarrar algo.-dije dirigiéndome hacia él y arrebatándole la lata.

-No intentes cambiar el tema Sora, que siempre agarro lo que sea sin pedirte permiso.-Ahora el me la quito a mí, la abrió y tomo un sorbo.- ahora me vas a explicar cómo está eso de que Matt quiere que nos reunamos con él este fin de semana.- tomo otro poco de refresco.- y cuando digo me vas a explicar, es que quiero detalles.

Taichi se había vuelto muy protector desde mi relación con Yamato, pues había sido él quien me apoyo después del rompimiento. Recuerdo lo furioso que había estado, incluso tuvieron una pelea. Pero algo paso después de eso que Tai se calmo y siguió su relación con Yamato. Yo nunca quise preguntar ¿Qué fue? Después de todo, por aquella época, entre menos supiera de Yamato, mejor para mí. Mucho después de lo de Matt decidí comenzar una nueva relación, ahora con Tai, duramos cerca de 4 años juntos, pero creo que era más por costumbre que por amor, por lo que decidimos terminar. Luego, un año después, cuando entre al trabajo conocí a Mimí y nos hicimos inseparables, se la presente a Tai y bueno el resto es historia.

-No tiene mucho que contacte con el por accidente, y me dijo que sería bueno juntarnos los 3 para recordar viejos tiempos.-El me miro sospechoso.- Ni me mires así, que no hay ninguna intención secreta detrás de esto, simplemente me pareció buena idea que saliéramos.

-Vamos Sora, simplemente no quiero que salgas herida de nuevo. Soy consciente de que nunca lo dejaste de amar.-lo mire sorprendida.- No te preocupes, no te estoy reclamando, yo era consciente de ello cuando iniciamos la relación, creí que con el tiempo me amarías como a él, y sé que lo intentaste por mucho tiempo pero creo que lo de nosotros era más amor de hermanos que de pareja.

-Tai yo…-el negó, haciéndome callar.

-No te estoy diciendo esto para que te sientas mal, solo lo hice porque me preocupa que puedas salir lastimada de tu encuentro con Matt, se que el también te quiso mucho pero no estoy seguro de que conserve esos sentimientos por ti.

-Y que te hace pensar que yo si los conservo, por dios Taichi, han pasado 10 años. Soy lo suficientemente inteligente para no guardar ninguna esperanza de esa relación.- me enoje y me fui de nuevo a la sala.

- Sora no te enojes, sabes que solo estoy preocupado por ti.-dijo dándome alcance.- no quiero que te vuelvan a herir, te lo dice alguien que estuvo contigo y que vio cuanto sufrías. En verdad no quiero verte pasar por lo mismo.

La mirada de mi amigo era sincera ¿Qué podía objetar a eso? Cansada me deje caer en el sillón. Tai hizo lo mismo a mi lado y me abrazo cariñosamente.

-No quiero ver esa mirada triste de nuevo en ti.-dijo acariciando mi cabeza.

-No lo harás, te lo prometo.- alce mi rostro y sonreí.- No te quiero mentir diciendo que no siento nada por él, pero ya no es lo mismo que antes. Creo que es más el anhelo de ver a un viejo amigo, después de todo antes de nuestra relación, los tres éramos los mejores amigos.-acomode mi mejilla en su pecho y lo abrace con más fuerza.- No te preocupes Tai es algo que quiero hacer, cuando termine mi relación con el sentí que deje algo inconcluso. Quiero saber que es y dar por terminado todo. Además no le di la oportunidad de que fuéramos amigos, simplemente me aleje de él y te lleve conmigo, creo que él sufrió más, de lo que yo lo hice. Porque al menos yo te tenia a ti. Recuerda que nosotros éramos sus únicos verdaderos amigos.

Mire a Tai de nuevo y se le veía muy serio.

-Cuando lo pones de esa manera, creo que tienes razón. No te había comentado, pero hace poco me lo encontré cuando salía con Mimí, casi no lo reconocí, creo que ha cambiado mucho. Platicamos un poco de lo que hacíamos y como nos iba. Después me empezó a preguntar por ti.-Me miro esperando algún tipo de reacción, pero yo permanece tranquila. Estaba muy sorprendida por dentro pero no quise que Tai lo notara.

-Al final me dio su número y me dijo que le marcara para vernos algún día. Yo pensé que solo lo decía por compromiso así que nunca lo hice. No se lo dije a nadie pero realmente me sentí muy bien al verlo, recordé los años en los éramos inseparables y me lamento no haber hecho algo mas por nuestra amistad.

-Vamos Tai, ahora la preocupada soy yo. Creo que tu vas a estar en más peligro que yo de ver a Ishida.- bromee a lo que mi amigo finalmente sonrió.

-Pequeña bruja, te muestro mi corazón y tú te burlas. Que fue de la dulce Sora que hablaba con palabras cariñosas hasta hacerte sentir mejor. Por lo que veo, solo me preocupe de más. Creo que al que debería advertir es a Matt no a ti.

Le golpee el hombro mientras me separaba de él.

-Calla o le diré a tu novia que me estabas molestando. Sabes que Mimí siempre se pone de mi lado.

-Sí y yo termino siendo el malo de la película. Está bien pido paz.-miro su reloj y se levantó.- Creo que es hora de que me vaya. Mimí me está esperando, me pidió que fuera a comer con sus padres. Su mama acaba de aprender una nueva receta que quiere que probemos.

Tai suspiro derrotado. Una de las pocas cosas malas de ser amiga de Mimí eran sus extraños gustos culinarios que al parecer venia de familia, pues la Sra. Tachikawa tenía la costumbre de inventar nuevos platillo los cuales no eran nada convencionales.

-¿No te gustaría acompañarme? Probablemente así me toque menos ración.

-Y privarte de esas delicias, no podría mi buen amigo.- dije mientras me levantaba y acompañaba a Tai hasta la puerta.

-Te diviertes ¿verdad?- me miro y yo no pude más que darle mi mejor sonrisa.- Eres una bruja, está bien mala amiga, si no sobrevivo de esto a ver quién te acompaña con tu cita con Ishida.

-Que no es una cita, así que no vayas a andar por ahí diciendo algo que no debes. Por cierto, entonces que le digo, iras o no.

-Iré, pero como ese día tenía pensado salir con Mimí dile que me acompañara.

-Está bien, no creo que haya problema.-espere a que mi amigo abriera la puerta para continuar.- Muchas gracias Tai

El se acerco a mí y me beso la mejilla.

-Por nada preciosa, sabes que siempre me tendrás ahí para lo que sea.

-Ahí para lo que sea- dije en voz baja mientras el mesero traía por fin el desgraciado Té.

-Disculpe ¿dijo algo? -me pregunto el hombre mientras dejaba la taza frente a mí.

-¿Qué?... ah… no, yo… eh muchas gracias, si eso… eh gracias por el Té.-dije por fin y tome rápidamente un sorbo. Error. El te aun estaba demasiado caliente, por lo que en cuanto lo probé casi lo dejo caer. Solté una maldición, inconsciente de que el pobre mesero aun estaba ahí.

-Disculpe.- lo mire mientras sentía como mis mejillas se calentaban.

-No hay problema Señorita, ¿desea algo más?- pregunto totalmente calmado.

Si, deseaba algo más. Deseaba que Yamato estuviera aquí. Deseaba que el patán de mi mejor amigo no hubiera cancelado en el último momento. Deseaba tantas cosas.

-No, gracias es todo por ahora.- hizo una pequeña inclinación y se marcho.

Suspiré aliviada, al menos ya tenía mi Té y en cuanto pudiera tomarlo me iría de aquel lugar. Volví a mirar mi reloj. Ya pasaba más de una hora a la acordada. En verdad lo había esperado todo ese tiempo. Di un sorbo de nuevo a mi Te y volví a quemarme, solo que ahora estaba más preparada que la primera vez. Así que me limite a bajar la taza.

-Tú no aprendes Sora-dije mirando la taza llena.

Bonita cuadro representaba ahí, sentada sola. Mire a mí alrededor. El local estaba lleno de románticas parejas y grupos de amigos que platicaban animadamente. Y ahí estaba yo, sola esperando a alguien que evidentemente después de casi hora y media de retraso no llegaría. Al diablo con el maldito té, pensé. Alce mi vista buscando al mesero, para pagar mi taza de té no terminada, cuando sentí una mano en mi hombro.

-¿Sora?-se puso frente a mí cubriendo todo mi campo de visión.

Lo mire de arriba abajo y finalmente en esos ojos que tan bien conocía. Era él, Yamato Ishida, había venido después de todo.