Hooola!!! que tal a todas mis lectoras? Aqui un nuevo fic, para las q me leen seguido sabian q estaba por publicar una nueva historia, no lo habia hecho antes porque mi odiosa laptop ya no funciona como es debido, pero la he torturado un poco y aqui estoy. No se preocupen, el final de "No esta vez" lo publicare en unos dias, no se desesperen, mientras echenle un ojo a esta historia. Un SasuSaku AU, espero lo disfruten. Besos a todas las q leen.


Capítulo 1

Nubes de tormenta

El cielo se veía de un espeluznante color gris peltre, con tonalidades entre negro y azul marino, casi morado, las nubes se arremolinaban formando extrañas formas, ya casi no quedaba nada de esa cálida tonalidad azul claro, pero aún así había una que otra pincelada que se negaba a desaparecer. Algunos relámpagos surcaban el cielo, haciéndolo verdaderamente atemorizador.

El viento soplaba fuertemente alborotando los cabellos negros de un hombre que estaba observando desde un balcón, cerró los ojos y se dedicó a escuchar el sonido que el viento hacía, dejándose llevar por el cadencioso sonido, los susurros de los árboles, las hojas al desprenderse de éstos y volar en diferentes direcciones.

[Siempre me ha gustado ver el cielo así, se me hace de lo más relajante, sabiendo que una tormenta podría desatarse de un momento a otro. Recuerdo que cuando era niño, mamá siempre decía...]

"Sasuke: las nubes son como nuestros sueños, ellas nunca son iguales, siempre cambian de forma y son diferentes para todos los que las contemplan y podrán ser de colores claros y alegres, así como también podrán ser oscuras. Tus sueños algunas veces serán hermosos y esperanzadores, pero también habrá pesadillas y también habrá ocasiones en que pienses que no hay nada que puedas ver, pero siempre hay algo escondido, pero no te preocupes, sólo es cuestión de paciencia y tener la mente abierta. La oscuridad siempre encuentra su fin cuando la luz la alcanza, así como tu vida tendrá toda la luz que tú quieras o también tendrá oscuridad, solo es cuestión de elegir la nube correcta"

[¿Cuándo llegará mi nube correcta? Últimamente he pensado que talvez nunca llegue, creo que debería tener más paciencia, pero yo no soy alguien muy paciente que digamos... Siempre pensé que sería más fácil encontrar el camino correcto, me pregunto por qué es tan difícil... ¿Cómo sabré quién es la correcta? ¿Y si me equivoco? ¿Y si resulta que no es como lo he imaginado? ¿Y si ella no "nos" aceptara? ¡Tsk! Maldición... Esto es tan difícil...]

De repente los truenos empezaron a sonar con más fuerza, y de un momento a otro la lluvia se hizo presente, el pelinegro abrió los ojos al sentir el frío contacto. Empezaron siendo muy pocas gotas, apenas le rozaban el rostro y se esparcían por su blanca camisa, poco después comenzaron a subir en número hasta convertirse en una fuerte lluvia que lo golpeaba sin piedad, pronto su cabellera oscura quedó totalmente adherida a su frente y su nuca, mientras su ropa se pegaba a su cuerpo y el agua se deslizaba por todas partes. Decidió quedarse un momento más, aunque sabía que era peligroso estar ahí con la posibilidad de que un rayo le cayera encima.

[Hmp... Aunque es muy poco probable... Creo que por hoy es suficiente...]

Inhaló muy profundamente, dio un último vistazo al cielo y se dirigió a la puerta corrediza que estaba detrás de él.

- ¡Demonios Sasuke! ¡¿Es que acaso perdiste la razón?! ¡¿No sabes que...

- ... podría caerme un rayo... Si lo sé, es por eso que entré, aunque pensándolo bien, creo que prefiero el rayo a tener que soportar tus regaños "mami"...

- Hmp... No tendría que hacerlo si fueras un poco más responsable de ti mismo y de tu salud... Idiota

- Imbécil... Bueno, voy a cambiarme y enseguida vuelvo... ¿Necesitas algo? ¿Crees que puedas estar diez minutos sin mí?

- Tsk...

- Hmp... Tomaré eso como un "si"

Al salir de la habitación expulsó todo el aire que tenía dentro de los pulmones.

Jamás podría perdonarse por haber dejado así a la única persona viva que lo quería, se odiaba a si mismo cada vez que lo veía de esa forma, desearía mil veces cambiar de lugar... talvez el castigo que esperaba, más bien, el que creía merecer, era que tendría que estar solo por el resto de sus días.

Consideró la posibilidad y se dio cuenta de que el precio apenas era justo... Aún así, sintió un enorme peso en el corazón... Él siempre deseo tener a alguien a su lado... Alguien a quien entregarle su vida y su corazón... Alguien a quien cuidar... Alguien en quien confiar... Alguien a quien amar...

Aunque "él" le hubiera dicho que no tenía nada que perdonarle, que le hubiera dicho que lo que había pasado era por alguna razón que más adelante ambos entenderían, que siempre lo instara a continuar con su vida, que tratara de alejarlo "por su propio bien", que lo ocurrido había sido un accidente y que no había sido su culpa...

[Yo jamás me perdonaré a mi mismo... No importa lo que él diga... me olvidaré por completo de mis anhelos, de mis sueños y me dedicaré a ti... Sólo a ti... No buscaré la felicidad y si por algún extraño milagro ella tocara a mi puerta... Le cerraré la puerta en las narices... Sólo así podré pagar todo el daño que te hice... Itachi...]

Juró el pelinegro ante la puerta que acababa de cerrar, dio un último vistazo y se dirigió a su alcoba con un sentimiento de soledad y dolor, pero totalmente decidido...

~**°°°**~**°°°**~**°°°**~**°°°**~**°°°**~**°°°**~**°°°**~**°°°**~**°°°**~**°°°**~**°°°**

En otro edificio no muy lejos de ahí...

— Mmm... Espero que está lluvia continúe un poco más...

Una hermosa mujer de cabello rosado hasta la cintura, con deslumbrantes ojos verde esmeralda, que refulgían a la poca luz que había en la habitación, estaba sentada en un confortable sillón de cuero negro, con la vista clavada en las nubes y en las curiosas formas que dibujaban en el cielo, estremeciéndose de vez en cuando por un trueno especialmente fuerte.

Tomó un sorbo de su té, para volver a dejarlo en la mesita que estaba junto a ella. Se levantó de su cómodo lugar y se dispuso a abrir una ventana, dejando que el furioso ruido del viento y de la lluvia al caer, inundara la habitación. Regresó a su lugar y dejó que el sonido la relajara. Siempre le habían encantado los días lluviosos, le recordaban mucho a su infancia.

Recordaba que su madre le había comprado un hermoso impermeable rosa con botas de goma a juego, ya que ella disfrutaba enormemente mojarse y su madre salía detrás de ella queriendo que entrase en la casa, pero después de todo siempre terminaba empapada de pies a cabeza y su madre terminaba igual de mojada, es por eso que mejor decidió protegerla bien contra la lluvia, así por lo menos ambas eran más felices.

Aunque la pelirrosada disfrutaba la lluvia, saltar en los charcos lodosos y mojarse, admitía que lo mejor de todo era que ella y su madre reían mucho en esas carreras alrededor del jardín.

Sonrió ligeramente, pero un instante después un tremendo trueno retumbó por el cielo, haciendo que ella se encogiera, para después volver a reír.

[Cómo desearía ser una niña de nuevo... No tendría tantas responsabilidades y podría divertirme más... Podría salir a mojarme un rato... Aunque... Ya no sería lo mismo sin ti...]

Suspiró y trato de reprimir las lágrimas, pero al instante se dio cuenta de que era muy tarde, las dejó correr libremente por sus ojos, dejando que el dolor la inundara de nuevo... Había pasado más de un año... pero aún seguía doliéndole e incluso podría decir que el dolor era cada vez más fuerte...

[Cada día que pasa te extraño aún más...]

**°°°**~**°°°**~**°°°**~**°°°**~**°°°**~**°°°**~**°°°**~**°°°**~**°°°**~**°°°**~**°°°**~

Sasuke regresó a los diez minutos a la habitación, abrió con cuidado y se quedó con la boca abierta por lo que vio, más bien por lo que no vio...

— ¡¡Itachi!! —gritó aterrorizado.

Irrumpió como un bólido en la habitación, rodeó la cama y lo encontró tirado junto a ella, el hombre en el suelo jadeaba y tenía la frente perlada de sudor. Al voltear la vista hacia arriba, le dedicó una sonrisa burlona a su hermano pequeño. Éste tenía una mueca de horror dibujada en el rostro, pero aún así no podía ocultar que estaba sorprendido.

— ¡¿Qué demonios pensabas?! —preguntó Sasuke muy alterado, mientras tomaba a su hermano por las axilas y jalaba su cuerpo de nuevo hacia la cama.

— Hmp... Lo mismo que tú... Yo también adoro la lluvia y quería verla más de cerca... —dijo en un susurro apenado, mientras se apoyaba en su hermano para volver a su lugar.

— Podrías habérmelo dicho... Te dije que volvería en diez minutos, ¿no podías esperar a que yo...? —comenzó a reprenderlo mientras acomodaba las mantas pero Itachi lo interrumpió, mirándolo furioso.

— ¡No! —le gritó mientras alejaba las manos de su hermano, haciendo que éste lo mirara atónito.— ¡Estoy harto de que me trates como a un bebé! ¡Tengo que hacerlo por mi mismo! ¡El día que tú ya no estés... —ésta vez Sasuke lo interrumpió, mirándolo igual de furioso, pero con determinación.

— ¡Eso nunca sucederá! ¡Entiéndelo! ¡Jamás! —le gritó— No me separaré de ti... —agregó en un tono mucho más bajo mientras desviaba la mirada y luchaba por volver a acomodarlo en la cama.

— ¡No voy a permitir que arruines tu vida Sasuke! —le respondió mientras lo tomaba por el brazo, obligándolo a verlo a los ojos.

En cuanto Sasuke volvió a posar sus ojos en los de él, Itachi lo vio, notó que un cambio extraño estaba maquinándose en su masoquista mente, él lo conocía a la perfección y por esa razón sabía que hablaba en serio con eso de no dejarlo nunca. Sus ojos mostraban un brillo muy opaco, demasiado triste, como si hubiera muerto algo en su inferior. Él no se lo permitiría, haría lo que fuera para que Sasuke se perdonara y fuera feliz.

— ¿Arruinar mi vida? Ja-ja-ja - preguntó él irónicamente.— No puedo estar más hundido de lo que estoy ahora, pero... ¿sabes qué? Es lo que me merezco por...

— ¡Aqui vamos de nuevo...! ¿Hasta cuándo dejarás de culparte por esto? —le preguntó Itachi quitándose de un jalón las mantas y señalando sus piernas.— ¡¡Fue un accidente!! ¡¡Un maldito accidente!! ¡¡Yo jamás te he culpado!! ¡¿Cómo demonios ibas a saber que un ciervo se nos atravesaría en la carretera?!

Sasuke lo miró unos segundos y enseguida negó con la cabeza haciendo caso omiso de las palabras de su hermano, no soportaba ver a Itachi de esa manera.

— Debimos haber esperado... Debí haberme negado... Si hubiera sabido... —repuso en un susurro, evitando los ojos de su hermano y tratando de alejarse, pero éste lo sostuvo tomándolo por la muñeca.

— ¡Demonios! ¡No! ¡Mírame! —ordenó haciendo más presión en la muñeca de su hermano.— ¡Maldita sea! ¡Mírame Sasuke!

Finalmente éste lo hizo, Itachi se dio cuenta de la humedad en sus ojos. Sin darle tiempo de nada, lo jaló hacia él y le dio un abrazo, como no lo hacía en mucho tiempo, rodeó su cabeza con un brazo mientras el otro lo aferraba por la espalda. Escuchó como su hermano rompía en sollozos, mientras se aferraba a él fuertemente. Inhaló profundo, mientras palmeaba ligeramente la espalda de su pequeño hermano. Por un instante, sintió como si hubiera regresado en el tiempo y estuviera consolándolo después de que sus padres hubieran muerto.

Sasuke, casi nunca, demostraba su vulnerabilidad y eso lo hacía aislarse de los demás, la única persona que había logrado que él fuera completa y totalmente abierto, era su madre y Sasuke lo era con ella porque le tenía una absoluta confianza, algo que nadie más había podido lograr, ni siquiera su mejor amigo Naruto gozaba de tal privilegio.

Itachi lo sabía muy bien. Él había intentado, por todos los medios, ese mismo grado de confianza pero había fracasado, es cierto que Sasuke hablaba con él, convivían, bromeaban, pero a pesar de todo, siempre estaba en guardia, escondía sus sentimientos y se alejaba, casi corriendo, cada vez que sus emociones amenazaban con traicionarlo.

— Basta ya Sasuke... ¿Hasta cuándo seguirás castigándote? —lo cuestionó dolorido, mientras acariciaba levemente sus mechones oscuros.— ¿Qué puedo hacer para que me perdones? —añadió después de un momento de silencio, roto únicamente por los sollozos de Sasuke.

Sasuke también se había aferrado a su hermano, dejando que la culpa lo invadiera y el dolor se propagara por su cuerpo. Estaba cansado de luchar contra sus emociones, se había reprimido tanto tiempo, meses en realidad. Sentir el calor de su hermano, saber que, a pesar de todo, era increíblemente afortunado, aún así no podía dejar de flagelarse, pero en ese momento sólo daba gracias por tener a su hermano junto a él. Al escuchar a su hermano levantó la cabeza y lo miró con extrañeza.

— ¿Perdonarte? Yo? ¿Por qué tienes que pedirme perdón tú a mí? —preguntó totalmente desconcertado, aún con lágrimas en los ojos y la voz un poco rota después de su sesión de dolor.

Itachi lo miró por largo rato antes de contestar. Sus ojos eran exactamente iguales a los de su madre, llenos de astucia, valor, inteligencia, decisión, pero sobre todo, llenos de ternura, él podía notarlo sólo en los momentos en los que Sasuke bajaba la guardia. Lo soltó poco a poco y se dejó caer en las almohadas, Itachi fijó su vista en el techo por unos segundos y después volvió a enfocar a su hermano que lo miraba expectante.

— Siéntate... —le pidió en tono dulce.

Sasuke lo hizo, pero estaba receloso, además de apenado, él no se permitía ese tipo de explosiones y menos demostraciones de afecto... Ya no... No desde que... Pero, debía admitir que se sentía un poco mejor. Se desprendió totalmente de Itachi y se sentó en la orilla de la cama, mientras disimuladamente, limpiaba los vestigios de las lágrimas que había derramado y volvía a mirar a su hermano a los ojos, con el desafío impreso en ellos.

— Si... Necesito que me perdones, porque de otro modo jamás empezarás a perdonarte a ti mismo... —lo miró un momento, esperando que él procesara esa idea. Segundos después esa mirada desafiante y llena de arrogancia desapareció, dando paso al desconcierto.

— ¿Recuerdas lo que mamá decía acerca de las nubes y los sueños? —le preguntó Itachi, sin dejar de observar sus reacciones, volviendo a cubrir sus piernas con las mantas y recostándose en la cama.

Sasuke se sorprendió, ¿tan fácil era para Itachi leer su mente? ¿Cómo se había percatado de que estaba pensando en eso hace unos minutos? Itachi no tuvo que esperar una repuesta afirmativa, la reacción de sorpresa en los ojos de Sasuke era mejor que un "si".

— Mamá siempre me contaba sus sueños y también sus pesadillas... Ella tenía un sueño muy recurrente con respecto a ti, siempre te veía teniendo más o menos la edad que tienes ahora. En su sueño, ella caminaba a través de un hermoso bosque repleto de flores y pétalos flotando alrededor, sabía que tenía que llegar a un lugar, porque según ella, tú la estabas esperando, así que seguía el camino y llegaba hasta un pequeño prado en donde te vislumbraba de pie entre dos enormes árboles de cerezos, ella decía que jamás había visto una sonrisa de felicidad como la que siempre tenías en su sueño, parecía creer que estabas esperando algo o más bien, a alguien, aparte de ella claro está... —Itachi le dedicó una sonrisa burlona y continuó con su relato— Ella se aproximaba a ti y se tomaban de las manos, mientras tú le decías algo que ella jamás pudo comprender, sólo decía que estabas tan emocionado y feliz que ella no podía captar todas las palabras, pero que ver el regocijo en ti y sobre todo, observar tus ojos llenos de felicidad, hacían que ella se sintiera infinitamente feliz...

Sasuke estaba en silencio, demasiado impactado para decir algo, hacía mucho tiempo que Itachi no hablaba sobre su madre y que ahora le soltara esto, hacía que su confusión fuera en aumento, al igual que ese temor que sentía cada vez que alguien intentaba aproximarse a sus sentimientos.

Él había tardado años en construir ese muro alrededor de ellos, protegiendo siempre su corazón, odiaba, más bien, le aterrorizaba que alguien pudiera acercarse demasiado y echara un vistazo a su lado vulnerable, no pensaba permitir que eso sucediera, no de nuevo, jamás experimentaría esa clase de sufrimiento, todo su ser salía disparado cada vez que algo así lo amenazaba. Él amaba a su hermano, pero ni siquiera él, podría traspasar su defensa...

Al terminar su relato Itachi seguía observándolo fijamente. Sasuke tenía escrita en la mirada, la melancolía, la añoranza por su madre.

Sasuke quería mucho a su padre, habían tenido una excelente relación por lo poco que recordaba, pero su madre... Ella era el centro de su universo. Era su amiga, su confidente y la única persona que en verdad lo había entendido. No había día que pasara sin recordarla. Extrañándola a más no poder, aferrándose con todas sus fuerzas a no olvidar ningún detalle del tiempo que estuvieron juntos, lo que le había enseñado, lo mucho que reían juntos, las interminables conversaciones.

— El más grande deseo de mamá era que nosotros fuéramos felices Sasuke... —Itachi interrumpió sus pensamientos haciéndolo regresar al presente— ...quería que tú fueras feliz... ¿Cómo crees que se sentiría si te viera en este momento? Haciéndote daño a ti mismo sin razón... —lo cuestionó sin dejar de medir sus reacciones.

Sasuke no contestó, no sabía que decir, trató de imaginar la reacción de su madre y lo que vio fue su rostro surcado por el dolor. Sabía perfectamente lo que Itachi quería decir, su madre se sentiría herida y decepcionada de ver a su pequeño niño en el estado de culpabilidad en el que él se había sumido.

Él suspiró

— De acuerdo... Entiendo lo que quieres decir, pero quiero que tú trates de verlo desde mi punto de vista Itachi —repuso mirándolo a los ojos con una mezcla de dolor y desesperación— ¿Cómo te sentirías si las cosas hubieran sido al revés? ¿Qué harías tú si estuvieras en mi lugar? —le preguntó desafiante.

Itachi le devolvió la mirada, pero al cabo de unos segundos sonrió derrotado.

— Supongo que... lo mismo que tú... —dijo en un suspiro.

Ambos se quedaron callados. Eran mucho más parecidos de lo que creían, pero no por nada Itachi era el mayor.

— ...si... creo que haría lo mismo que tú Sasuke —continuó él sin dejar de mirar el techo— , pero creo que todo tiene un límite, ha pasado casi un año desde nuestro accidente, he mejorado mucho, hay una remota posibilidad de que vuelva a caminar, así que lo único que deseo ahora es que tú estés conmigo, pero no como mi nana o enfermera personal... —le dijo guiñándole un ojo. Sasuke le puso mala cara pero no lo interrumpió— ...deseo que me apoyes, pero sobre todo deseo que dejes de culparte, si piensas que con eso me haces sentir mejor, estas rotundamente equivocado, sólo haces que me sienta deprimido, ¿es eso lo que quieres? —preguntó Itachi seriamente.

- Por supuesto que no... Es sólo que... —comenzó a decir en tono compungido, pero Itachi lo interrumpió.

— No... No voy a aceptar un pero más Sasuke... Voy a decirte esto una vez más y espero que lo entiendas de una maldita vez... —dijo decididamente— ...Te quiero Sasuke... más que a nada en este mundo, más que a mi propia vida, y ya no voy a soportar el hecho de que te castigues a ti mismo por algo que no estaba en tus manos controlar ni detener, si en verdad me quieres aunque sea un poco, dejarás todo esto atrás, sé que no podrás olvidarlo, pero quiero que intentes superarlo, sólo deseo que sigamos adelante, como una familia, quiero que me ayudes a ser feliz, pero quiero que tú también lo seas.

Sasuke estaba sin palabras, un nudo se había formado en su garganta y no podía hablar, ¿en verdad podría dejar todo esto atrás? Carraspeó varias veces, pero la voz no acudía a él, haciendo a un lado su enorme orgullo, se recostó en las piernas de Itachi y comenzó a llorar de nuevo. Itachi se sorprendió pero correspondió a la muestra de afecto de su hermano, acariciando su cabeza.

— Por favor Sasuke... Prométeme que por lo menos lo intentarás... ¿lo harás? ¿Por mí? —lo cuestionó con voz tierna.

Sasuke no le contestó de inmediato, se quedó unos momentos más desahogando su pena, le costó bastante levantar la mirada y enfrentarse a los ojos de su hermano que lo miraban anhelante.

— Yo... lo intentaré... lo haré por ti Itachi... -dijo finalmente no muy convencido- ...por cierto... yo... yo también te quiero... y doy gracias por tenerte a mi lado... —añadió en un susurro apenado.

— Lo sé Sasuke chan... —respondió su hermano con una enorme sonrisa- Lo sé...


¿Y? ¿Que les parecio? Espero q les haya gustado se que es un poco triste, pero como sera un fic largo, tengo q ir despacio ¿ok? Millones de gracias a todas las que siguen mi anterior fic y a las q lean este. Las adoro a todas y cada una