FIFA: Fuimos Inocentes; Fogosos Amantes

Rukia estaba en la cama de Ichigo esperando a que él hiciese su próximo movimiento. Esto era como en el fútbol, había que mantener bien abiertos los ojos para ver lo que el contrincante planeaba. Sin duda alguna ella había esta tan obsesionada con el fútbol que había vuelto loco a Ichigo preguntándole mil cosas sobre el famoso juego. Ahora pues, el fútbol había pasado a otro plano.

Abajo en la sala...

Isshin, Yuzu y Karin estaban viendo el partido entre Chile y Corea del Norte. Se decía que ambos equipos eran muy buenos: Corea con su defensa y Chile con sus delanteros. Karin prefería al equipo chileno, jugaban muy parecido a ella y eso le gustaba. Yuzu estaba terminando los bocadillos para el juego e Isshin estaba vestido con el uniforme chileno, fanático al fin.

En el cuarto de Ichigo...

El partido empezó feroz: besos y caricias se podían ver entre ambos contrincantes. Era un juego muy reñido, lleno de pasión y locura. Ichigo besó locamente el cuello de la shinigami, ganándose unos sensuales gemidos de ella. Rukia arañaba la espalda del chico causando temblores de placer en el cuerpo del joven. Iban empatados, el placer y la locura estaban dominando el campo.

—Ichigo... —la shinigami estaba extasiada ante semejantes caricias, pero ella no pensó en ningún momento dejar ganar al muchacho, esto era un partido serio. Así que ella se dispuso a tocarlo con toda la mala intención del mundo. Tocó su pecho y se fascinó al sentir lo fuerte y firme que se sentía.

—Rukia... —el chico sabía lo que ella pretendía, después de todo era ella la que había propuesto su contienda. Ichigo tomo el pecho izquierdo de la chica y lo lamió con dulzura. Eso la volvía loca y le daría una ventaja. Efectivamente, Rukia estaba gimiendo sensualmente a las atenciones de Ichigo. Ichigo decidió acelerar el paso del "juego" ya que su familia se debía estar preguntando donde estaban.

—¡Ichigo! —el la había penetrado sin aviso alguno. Sentir su intimidad agarrándolo y apretándolo era la sensación más impresionante del mundo. Nada se podía comparar a hacer el amor con Rukia Kuchiki.

Afuera del cuarto...

—Papá, ¿qué pasa ahí adentro? —preguntaba Yuzu al escuchar los diferentes sonidos que venían del cuarto de su hermano. Karin estaba horrorizada, pero Isshin parece que había ganado la lotería. —¡Por fin mi hijo sabe como complacer a una mujer! —pensó Isshin mientras seguía escuchando.

—No te preocupes, mi querida Yuzu. ¡Son las cosas del fútbol! Al parecer la emoción del juego los cautivó. —le dijo Isshin mientras las llevaba de nuevo a la sala.

En el cuarto de Ichigo...

—Eso fue maravilloso, Ichigo — dijo Rukia mientras besaba el cuello de su novio.

—¿Quieres jugar de nuevo, Rukia? —preguntó Ichigo mirándola sugestivamente.

Rukia no pudo evitar sonreír mientras se sentaba encima de él. —Bueno, Chappy nos acompañara—dijo Rukia, sonriendo a la expresión de asco de Ichigo al oír Chappy.

¡Qué comience el partido!