CAPÍTULO 1
-MALDICIÓN, llego tarde!- un chico rubio de no más de 16 años, con ojos azules de un color tan profundo que podrías perderte en ellos, con largas pestañas y un ligero rubor en sus mejillas, exclamó agitado y exhausto, no es que estuviera corriendo, de hecho venía en su motocicleta, a la cual quería mucho, tanto como comer ramen y eso ya era decir demasiado pues si por el fuera sería lo único que comería durante toda su vida, su moto era de un color entre azul marino y negro, con ligeros toques de naranja, se dirigía casi a toda velocidad hacia su casa pues Kurama lo había citado a las 8 en punto y ya eran pasada las 9.
-Es seguro que esta vez si me mata- murmuró entre dientes el pequeño doncel mientras caminaba hacia la puerta del despacho de su padre.
¿Que si estaba asustado? por supuesto que no estaba asustado, ni mucho menos, ESTABA ATERRADO, nadie mejor que él y la gente que trabaja para su padre sabían cómo se ponía ante estas situaciones, la última vez que paso algo así... solo... digamos que no fue bonito, de hecho cuando preguntó que fue de él le dijeron que era clasificado y bueno, la decisión más sensata fue dejarlo por la paz, así que no siguió insistiendo.
-Joven amo, llega usted- no lo dejó terminar pues ya sabía lo que le iba a decir y en estos momentos no quería oírlo.
-lo se Iruka, no tienes que decírmelo, sé muy bien que llego tarde y que no salgo vivo de esta- decir eso en voz alta no mejoró mucho las cosas pero le ayudó un poco a calmarse- AAAAAHHHH que voy a hacer, moriré joven, guapo, sin haber amado y soltero- exclamo algo desolado el joven rubio.
-¿De qué está hablando?- preguntó Iruka confundido - yo solo iba a decirle que si no se apuraba a cambiarse se le haría tarde para la reunión con su padre-.
-ah era eso descuida- paso un momento y luego reaccionó- QUEEEE! COMO QUE SE ME HARÁ TARDE, PUES ¿QUE HORA ES?- preguntó el rubio a su mentor.
-Son las 9:30, y si no se apura a bañarse y cambiarse su padre se pondrá furioso y bueno, usted recuerda lo de la última vez así que apúrese, ya está listo su baño- dijo el joven doncel de no más de 23 años casi empujándolo hacia su habitación.
-Espera, COMO QUE SI NO ME APURO! YA SE ME HIZO TARDE- exclamó siendo introducido al baño y comenzando a despojarse de sus ropas- POR QUE TE RÍES, esto es serio- dijo haciendo un ligero puchero haciéndolo ver adorable y violable... sobre todo violable 7u7.
-¿Acaso no se ha dado cuenta de que su padre le ha engañado?- preguntó tratando de esconder su risa, cosa que no logró hacer muy bien que digamos.
-Estas queriendo decir que- guardó un momento de silencio mientras cambiaba su expresión de enfuruñado a pensativo y luego a enfadado- ESE MALDITO PADRE DE MIERDA ME HA ENGAÑADO DATTEBAYO!- explotó el pequeño doncel.
-Tranquilo- dijo Iruka temiendo que su joven amo cometiera una locura- míralo por el lado positivo, así ya no tendrás que sufrir por llegar tarde- al terminar de decir esto el joven se calmó y decidió dejarlo así, apurándose a bañar y cambiarse para no demorarse he ir con su padre.
-Parece que mi plan funcionó Iruka, - dijo sonriente Kurama en tono triunfal, mientras recibía un acentimiento por parte de Iruka y una mirada fulminante por parte del joven hacia ambos.
-Así que sabías de esto- le recriminó en voz baja a Iruka.
-Lo siento joven amo, pero su padre dijo que si no hacia esto nunca llegaría a tiempo, y mire que yo le había dicho que citarlo dos horas antes era demasiado, pero tal parece que me equivoqué- le susurró el joven mayordomo mientras él resignado se dirigía a presentarse a las visitas, las cuales se fijó que tenía desde que llegó al salón.
-Hola, mi nombre es Naruto, Naruto Uzumaki- hizo un gesto de cortesía, pues no por nada fue bien educado por su padre, hacia la familia, si familia, pues eran dos jóvenes, un señor y una señora, de los cuales tres tenían anillo en el dedo anular izquierdo así que suponía estaban casados.
-Oh mucho gusto joven, mi nombre es Fukaku Uchiha, ella es mi esposa Mikoto, y mis dos hijos Itachi y Sasuke- respondió algo animado el señor Uchiha a Naruto, quien le respondió con una sonrisa y al sentarse se dio cuenta que el menor de los Uchiha no dejaba de mirarlo, lo cual hizo que se sintiera algo nervioso, pero lo supo disimular muy bien.
-Bueno, ya que nos hemos presentado es hora de hablar sobre la razón por la cual estamos aquí- dijo Kurama serio, captando la atención de todos, haciendo que Naruto se pusiera alerta, pues cuando su papá se ponía así es que era algo importante.
-Naruto, es sobre lo que ya te había comentado hace una semana- dijo hacia su hijo, a lo cual él lo miró algo confuso pero recuperando rápidamente se semblante tranquilo y despreocupado, aunque por dentro estuviera gritando- ya se ha decidido, y para poner fin a las posibles amenazas decidimos unirnos con los Uchiha, encontramos muchos candidatos pero ellos fueron la mejor opción.
-¿QUÉ? PERO, eso es, yo- el joven doncel estaba sin habla.
Su padre ya le había comentado que habían recibido amenazas por parte de sus rivales y enemigos. Si enemigos, pues además de ser una de las mejores empresas de música, eran muy conocidos por los bajos mundos, pues ellos mataban gente, no por dinero ni diversión, ellos eran muy selectivos al aceptar algún trabajo, desde matar a alguien hasta protegerlo.
Él ya había escuchado hablar sobre los Uchiha, eran igual que ellos, y si les traicionabas lo pagabas muy caro, haciéndote desear la muerte a lo que ellos te harían, y como lo sabía, pues... Una vez mientras caminaba por la casa escuchó a su padre hablar sobre con quien nunca se metería y ahí aparecieron ellos y bueno, de ahí se fue pues tenía hambre y quería comer ramen.
Pero volviendo al tema, su padre le había dicho sobre las amenazas y que algunas hablaban sobre secuestrarlo a él y violarlo, grabarlo y mandarle el video entre otras cosas no muy lindas, por lo que dijo que buscaría una solución y que en cuanto tomara una decisión se lo informaría.
-Padre, no me digas que...- dijo algo dudoso de su conclusión - CONTRATASTE A LOS UCHIHAS PARA MATAR A TODOS ELLOS - dijo muy serio haciendo que su padre le diera un zape en la cabeza.
-CLARO QUE NO! PARA ESO YO HUBIERA SIDO SUFICIENTE- dijo algo molesto y tratando de no gritar demasiado- TE CASARÁS CON UNO DE ELLOS -
-Aaaaaa... QUEEEE!- exclamó el joven rubio ahora ya no tan soltero que digamos, mientras que un azabache lo seguía mirando pensando en que ese joven era algo interesante y alegrándose de que pronto sería suyo.
Hola hola, yo otra vez con una historia sasunaru. De hecho esta fue la primera historia que escribí así que tal vez noten cambios de un capítulo a otro en cuestión a como narro y eso, pues uno avanza en la escritura. Espero que les guste.
