1° CAPÍTULO: "La memoria regresa"
Era un 1° de septiembre, Harry, Ron y Hermione iban en el tren de camino a Hogwarts.
Estaban buscando un lugar donde sentarse, cuando por fin lo encontraron en el último vagón del tren, donde estaban dos personas ya en el, había un chico de cara redonda y una chica rubia con aire de despistada.
-Hola, Harry-dijo Luna Lovegood-Ron, Hermione ¿Cómo estuvieron las vacaciones?
-Nada fuera de lo normal-dijo el pelirrojo-mi familia y yo fuimos otra vez a Egipto a visitar a Bill.
-Trabaja en Gringotts ¿verdad?-dijo Luna sin dejar de verlo.
-Si ¿Por qué?-preguntó Ron.
-Mi padre dice, que los de Gringotts-susurro Luna -excavaron en las pirámides de los faraones y les robaron todos sus tesoros, por eso tienen mucho dinero.
Ron se le quedó viendo, Hermione se puso a leer un libro, para no tener que poner atención a las absurdas historias de Luna y Harry se sentó a un lado de Neville que traía su Mimbulus Mimbletonia, pero ahora estaba más grande que nunca.
-¿Esa es tu Mimbulus Mimbletonia? Neville-preguntó el ojos verdes.
-Si-dijo sonriendo-ha crecido mucho ¿verdad?
-Si-dijo Harry a la vez que observaba a la gigantesca planta-demasiado.
El camino de regreso a Hogwarts fue algo interesante, Harry, Ron y Neville se pusieron a hablar sobre quiddicht, Hermione leía un libro titulado "¿Cómo hacer que se callen las personas de mentes abiertas?" lo cual a Luna no le cayó ni en gracia y se puso a leer el Quisquilloso al revés y sacó una especie de nariz de payaso y se la coloco en su misma nariz, esto causo burlas de las personas que pasaban por ahí.
El tren se detuvo ya todos tenían puesta sus túnicas esperaban con ansias, el banquete, bueno al menos Ron.
Bajaron del tren y ahí esta un hombre grande, corpulento y tosco.
-¿Todo bien chicos?-preguntó Hagrid.
Y al ver que asentían dijo:
-Bien-el guardabosques se dirigió hacia la puerta del tren y gritó-los de primer año por aquí por favor.
Hagrid iba subiendo poco a poco a los estudiantes del primer curso a las balsas y ya habiéndolos subido a todos, Hagrid fue el último en subir a la balsa y se perdió de vista en el oscuro lago.
Harry y sus amigos se subieron a una carretilla, para llegar al colegio.
Ya habiendo llegado a la entrada del castillo, se bajaron de la carretilla que era tirada por thestrals y se disponían a entrar pero algo los detuvo:
-Potter, Potter Pipiripote-canturreaba Peeves.
-Cállate Peeves-le ordenó Harry-déjanos pasar.
-No lo creo Pipote-dijo sonriendo maliciosamente-tienes que decir la contraseña.
-Yo te voy a dar tu contraseña-dijo Harry apuntándolo con la varita.
-Peeves-gritó una voz detrás de el-déjalos pasar.
Era la profesora McGonagall.
Peeves no se movió de su lugar.
-Vete Peeves-le ordenó la profesora McGonagall-no me hagas ir por el profesor Dumbledore.
Peeves hizo caso, pero no se fue así como así, primero le dijo varias palabrotas a la profesora McGonagall y para terminar le aventó un globo lleno de agua.
-AHHH!-exclamo la profesora McGonagall toda empapada-algún día, algún día ayudaré a Filch a deshacerse de ese poltergeist.
El trío y sus otros dos amigos se fueron directo al Gran Comedor a sus respectivas mesas.
Harry estaba hablando con Ron y Hermione acerca de los ataques recientes en el mundo mágico, cuando es interrumpido por un sonido.
El profesor Dumbledore se había puesto de pie con una copa de vidrio y una cuchara en la mano, Harry supuso que hizo eso para que todos le pusieran atención.
-Ya que tengo su atención-dijo alegremente-tengo una noticia muy importante que darles.
Por todo el Gran Comedor empezaron a oírse muchos murmullos algunos decían "A lo mejor ya encarcelaron a todos los mortífagos" otros pensaban "Tal vez Voldemort esta muerto"
-No, no tiene nada que ver con Voldemort y sus seguidores-dijo Dumbledore serenamente-hoy me complace decirles que regresa al colegio un antiguo maestro de Defensa Contra las Artes Oscuras: Gilderoy Lockart-dijo sonriendo-que ha recuperado su memoria.
De la puerta que estaba atrás de la mesa de profesores sale un mago apuesto, de pelo rubio y una túnica color lila.
-Bienvenido, Gilderoy-dijo el director dándole un abrazo-bienvenido.
-Gracias profesor Dumbledore-dijo con una deslumbrante sonrisa.
-Toma asiento, por favor-le pidió el director-bien como les decía, el señor Filch me ha pedido que les diga que no deben entrar a la sección prohibida, ni al bosque prohibido, ya que es muy peligroso-Dumbledore respiró hondo y continuo-como ya saben el mago tenebroso Lord Voldemort ha vuelto por lo tanto, las idas al pueblo de Hogsmeade serán canceladas hasta nuevo aviso-dijo con tono despreocupante-ahora a comer.
Las cinco mesas del Gran Comedor se llenaron de la comida mas deliciosa y suculenta que puede existir.
Todos los alumnos se pusieron a comer la exquisita comida preparada por lo elfos domésticos de Hogwarts, hasta hartarse.
Harry, Ron y Hermione subieron hacia la sala común de Gryffindor después de hartarse de comer varias grajeas y tomado demasiado jugo de calabaza.
-Lockart regresó, que bueno-decía Hermione alegremente.
-S….si-dijo Ron, que al parecer seguía sintiéndose mal porque su varita fue la que hizo que Lockart perdiera la memoria.
-Pero no, nos va a enseñar nada-dijo Harry-se la va a pasar preguntándonos cosas sobre sus autobiografías.
-Y eso que importa, es tan guapo-decía Hermione.
