Una carta.
Se que con esto, no puedo demostrarte que es verdad todo lo escriba en este trozo de papel, pero no me importa. Yo soy yo. Me llamo Michelle. Se perfectamente que no viviré mucho más. Solo quería contar a alguien mi vida. Esta será la única biografía que escribiré.
Nací en Balamb. No ya no me recuerdo mucho de mi infancia, pero si del mar su azul cristalino. Mi madre siempre me decía que los dioses vivían en el. Desde pequeña supe que hacer con mi vida, ser Seed. Fue lo mas importante de mi vida no ha nivel profesional sino, a nivel personal. Fue hay donde conocí a Squall. Me contaron que había perdido a su esposa hacía unos años, en un trágico accidente en el que solo sobrevivió él. Desde entonces todos decían que no volvió ha ser el mismo. Se que me enamoré de él en el preciso instante en el que vi sus ojos azules. Siempre que los miraba me daba la sensación de que eran tristes, como si anhelara algo que ya no existe. Cuando nos besamos por primera vez sentía que no quería besar otros labios que no fueran los suyos.
Nos fuimos del Jardín de Balamb para ir a vivir juntos, a Winhill. Decidió sembrar magnolios en unos maceteros alrededor de la casa, haciendo que todo se impregnara de su olor. Estoy segura que fueron los mejores años de mi vida. Pero todo comenzó a cambiar. La guerra entre Galbadia y Esthar empeoraba cada día. Hasta que un día llego a Winhill. Desde ese momento todas las flores murieron.
Recuerdo perfectamente como el significado de las palabras cambiaron. Como Seed pasó a significar peligroso. Nunca entenderé donde apareció este odio hacia nosotros.
Lo último que me dijo Squall fue que iba a comprar algo para la cena. Pero nunca volvió. Más adelante supe se lo habían llevado.
Nunca había llorado tanto en toda mi vida. Y sé que ahora vendrán a por mí. Moriré, eso lo sé perfectamente. Cada centímetro de mí murió, en el momento en el Squall salió por la puerta para no volver nunca más. Cada centímetro salvo uno. Una parte frágil y diminuta.
Espero seas quien seas, logres escapar de este sitio.
Espero que el mundo haya cambiado para cuando consigas leer esta carta.
Espero por encima de todo es que me entiendas que aunque no te conozca, aunque nunca llegue a conocerte, verte, reír juntos, llorar juntos…te ayudaré sea como sea, este donde este.
Te ayudaré
Michelle
