Glee no me pertenece, ni la vida privada de Dianna Agron ni de Lea Michele, sólo las utilizo para divertirme escribiendo.

-Mamiiiiz, tenoo pezadiiillaa- escucho una voz cuya mano me está tirando del pijama. Cuando me levanto me encuentro a Emily, mi hija, bueno, nuestra hija. Cada vez que la miro veo en ella todo el esfuerzo que nos ha costado llegas hasta aquí, hasta formar una familia las tres.

En cuanto a ella, es una niña hermosa, las personas que la conocen dicen que es un mezcla de las dos, físicamente como yo con el pelo y el carácter de Lea.

En cuanto la veo llorando con su peluche no dudo en cogerla y subirla a la cama con nosotras. Lea también se ha despertado y la abraza hasta que se calma. Como siempre que tiene pesadillas, se tumba con ella en los brazos y la recuesta en su pecho y yo las rodeo con mi brazo.

La verdad es que me gusta estar así, juntas, y con el mayor regalo que nos ha podido hacer la vida: nuestra hija.