¡Hola! Tenía esta idea rodeando mi cabeza desde hace tiempo, pero no acababa de darle forma, pero creo que lo he conseguido, más o menos XD. Espero que les guste y dejen reviews, que siempre es gratificante para el autor. Buenos los personajes no son de mi propiedad son de Kishimoto.


Capítulo 1: Un giro inesperado

Cuando todo en tu vida marcha bien, tienes "amigos", alegría, diversión, las cosas parecen perfectas y crees que la felicidad que estás viviendo es perpetua, olvidándote por completo de la existencia del dolor y tristeza.

Sientes como el mundo ríe contigo y la alegría embarga cada rincón de tu vida, pero en el momento que el destino decide que todos esos hermosos momentos que has estado disfrutando se convertirá en una montaña rusa y esta está cayendo en picada te das cuenta de quienes son las personas a las que tú realmente le importas, ya que estas permanecen a tu lado en esos difíciles momentos, apoyándote sin pedir nada a cambio.

Hinata Hyuga tenía una vida realmente feliz, gracias a su duro y constante esfuerzo había construido su pequeño mundo perfecto. Donde a pesar de anteriormente no haber tenido una vida de ensueño, gracias a su tímido carácter ahora lo había conseguido a pesar de aún serlo.

Era el orgullo de sus padres, una modelo para su hermana menor y compañeros de clase, muchos la admiraban y anhelaban ser como ella, una alumna de honor que se había ganado el cariño de los profesores y los primeros puestos.

Todo se lo había ganado a pulso y por fin estaba recibiendo los frutos de su constante y arduo trabajo que había hecho al largo de los años.

Lo único que aún no podía evitar era su timidez y nerviosismo, que aunque habían mejorado notablemente, estos aún seguían presentes en su vida.

La ojo luna tenía un novio con el que tiene una relación desde hace dos largos años con el que era muy feliz. Se sentía muy a gusto con su vida y creía que nada podría estropearlo.

Pero la vida es un cúmulo de sucesos y giros inesperados; una ruleta de la fortuna que trae tiempos felices como los que ella había estado viviendo hasta ahora. No todo es color de rosa, la ruleta no apuntaría siempre a la dirección de la prosperidad, donde la felicidad abunda.

Tiempos difíciles vendrían y le demostrarían la verdadera cara de las personas que le rodean enseñándole una dolorosa pero necesaria lección que tal vez le ayudaría a ver cosas que no era capaz de notar.

Aquel día el sol estaba tapado por las densas nubes grises que presagiaban una fuerte lluvia al largo del día, no parecía un día de primavera, el día anunciaba desastre.

Pero nuestra peli azulada no era consciente de ello, para ella era un día como cualquier otro.

Hinata como todas las mañanas se despertó temprano, arregló y peinó su largo y azulino cabello en una cola de caballo con su goma favorita que su padre le había regalado por su cumpleaños, se lavó la cara y cepilló sus dientes.

Vistió su uniforme que consistía en una falda de color azul marino larga, una camisa blanca, una corbata roja, una chaqueta del mismo color de la falda, unas medias blancas largas y unos zapatos negros, todo pulcro y ordenado.

Al bajar a desayunar su padre como de costumbre leía en su asiento el periódico en la sección de economía mientras tomaba una taza de café y su madre preparaba el desayuno con rapidez y su hermanita reía mientras veía los dibujos cerca del televisor, adoraba la tranquilidad de las mañanas, tan hogareñas en la comodidad de su hogar.

Cuando la Hyuga terminó de desayunar se despidió de todos y tomó su paraguas para ir al instituto ya que podría comenzar a llover en cualquier momento.

Ese día por fin iba a terminar los exámenes finales y estaba muy feliz porque hasta ahora le habían ido muy bien y esperaba que hoy no fuese la excepción.

Al llegar a clase su rubia y hermosa mejor amiga, Ino Yamanaka ya se encontraba sentada en el salón, un milagro en ella. Pero es que el profesor ya le había advertido sobre que no podía seguir llegando tarde o la suspendería; entonces cuando ella vio a Hinata fue a abrazarla.

Ino como siempre se veía radiante, pero ese día lo estaba aún más, tenía una sonrisa resplandeciente en su rostro y las mejillas ligeramente sonrojadas.

–¡No podrás crees que me ha pasado!–dijo Ino claramente alterada y feliz mientras meneaba los brazos como una loca. Aunque siempre era así de exagerada, tanto que ya estaba acostumbrada y no era ninguna sorpresa.

–¿Es algo bueno? –preguntó Hinata muy intrigada por la reacción de su amiga.

–Tú sabes de mi amor no correspondido–dijo la rubia mirando fijamente a la ojo luna y esperando una repuesta.

–¿Sasuke? –preguntó Hinata sintiéndose perdida en la conversación.

–Sí. Pero no, o sea es verdad que Sasuke es mi amor no correspondido, pero diría que él es más como un amor platónico. Pero yo me refería al chico del club de arte, ¡a-l c-h-i-c-o d-e-l c-l-u-b d-e a-r-t-e! –deletreó la Yamanaka casi desesperada por la lenta reacción de su amiga. –¡SAI!–gritó Ino mirando fijamente los ojos de Hinata haciendo que ella asintiera levemente. –Yo me confesé ayer por la tarde–sentenció de golpe produciendo sorpresa en la peli azulada.

–¡¿Y qué pasó?! –preguntó ella un poco dudosa por la respuesta de su amiga pero con tan solo ver su carácter esperaba que fuera positiva.

–Dijo que sentía lo mismo que yo–dijo en voz baja y con las mejillas muy sonrojadas mientras meneaba la cabeza con emoción para luego gritar como loca.

Se veía tan dulce y linda, Hinata adoraba a Ino, prácticamente eran como hermanas, la conocía desde niña y siempre supo que se convertiría en alguien muy especial en su vida. Ella siempre había estado a su lado y se había convertido en un importante pilar para su existencia.

La clase se comenzó llenar rápidamente y la sensei Anko entró al aula; hoy tocaba el global de matemáticas, muchos lo daban por perdido pero Hinata estaba tranquila, había estudiado lo suficiente como para no volver a hacer matemáticas en toda su vida, estaba convencida de sus conocimientos y sabía que haría un buen examen.

Cuando Anko-sensei estaba pasando lista Kiba Inuzuka, el novio de Hinata, llegó abriendo de golpe la puerta y atrás lo seguía Sasuke Uchiha, su mejor amigo, con una mirada seria en su rostro provocando un suspiro en varias chicas de la clase.

La maestra los dejó pasar, lo más seguro es que no era culpa del Uchiha, sino que Kiba se había vuelto a dormir y no había quien lo despertara, pobre Sasuke pensó la sensei compadeciéndose del morocho.

–Siéntense, ya va a comenzar el examen–informó ella mirando a ambos.

Rápidamente la maestra terminó de pasar lista y empezó a repartir los exámenes.

Reía internamente por las caras de sorpresa en sus alumnos, el examen no era tan difícil, pero parecía que fuesen a la horca, a veces los adolescentes eran todos unos teatreros, pensaba ella divertida.

Cuando dejó el examen en el pupitre de Hinata se extrañó al ver una carpeta de papel color crema, que le resultaba demasiado familiar.

Sus ojos se abrieron de la sorpresa, al recordar donde la había visto. Esa era la carpeta donde ella guardaba la corrección de todos los exámenes que habían hecho con ella hasta la fecha.

No podía creer que una de sus mejores alumnas hiciera trampas en el examen final, o tal vez desde antes, no se lo esperaba de una chica como Hinata.

La peli lila decidió que lo mejor era tomar la carpeta para cerciorarse de que era esa, pero al comenzarla a ojear confirmó su duda.

–Señorita Hyuga, esta carpeta. ¿De dónde la ha sacado?–preguntó Anko, molesta pero sobre todo decepcionada, haciendo que la ojo luna se sorprendiera.

–No es mía–dijo ella tranquilamente extrañada por el repentino gélido tono de voz de su maestra.

Después de la respuesta de la peli azulada Anko salió de clase y después de unos minutos de desconcierto regresó.

–Lo volveré a preguntar señorita Hyuga, ¿de dónde ha sacado esta carpeta?–volvió a preguntar aún más enfadada y dando un golpe en la mesa ocasionando que Hinata se sorprendiera y se comenzara a poner nerviosa.

Todos los ojos se centraron en ellas haciendo que el ambiente se tensara. Los azules de Ino estaban sorprendidos, los ojos castaños de Kiba confundidos y las negras orbes de Sasuke observaban a Hinata sin decir nada.

–No quería hacer esto, pero…Hinata Hyuga le suspendo mi materia, vaya a la oficina del director–sentenció ella haciendo que todos en la clase se sorprendieran y extrañaran.

Hinata no entendía nada, ¿porque su maestra le estaba pidiendo eso? Ella no había hecho nada.

–Pe-pe-per- ¡¿Po-Por qué?!–exclamó ella sin comprender nada de nada haciendo que su respiración se irregularizara.

–Esta carpeta es la que utilizo para guardar las correcciones de todos los exámenes que habéis hecho, incluido el de hoy, y esta carpeta estaba bajo tu pupitre–dijo Anko con cara de decepción y pesar porque tenía un cariño especial hacia la peli azulada, pero no por ello iba a dejar pasar esto.

–Pe-pe-pero yo n-no tomé e-esa car-carpeta–dijo Hinata muy afligida.

–¡Hinata no puede haber cogido la carpeta sensei, a ella jamás le ha gustado hacer trampas! –gritó Ino desesperadamente tratando de ayudar a su amiga.

–Lo siento señorita Yamanaka, pero las pruebas lo dicen, como maestra he de ser objetiva a pesar de que crea o no que la señorita Hyuga es capaz de hacerlo–concretó Anko firme pero con un ligero tono triste.

Kiba quería decir algo pero las palabras no salían de su boca, podía notar como el sudor comenzaba a caer de su frente.

–Antes de llamar al director creo que tendríamos que cerciorarnos que Hyuga ha toma la carpeta–habló Sasuke.

–Señor Uchiha eso ya lo he hecho, fui a ver si mi carpeta estaba en el aula de maestros que es su lugar, pero no se encontraba–terminó de decir haciendo que Sasuke no pudiera protestar.

–Entiendo, no se preocupe Anko-sensei–dijo Hinata aún perpleja por la situación, saliendo calmadamente del salón mientras todos la seguían con la mirada.

La clase estaba en total silencio, nadie esperaba que Hinata Hyuga la alumna de honor pudiera ser capaz de hacer ese tipo de trucos tan bajos y rastreros para sacar la máxima puntuación.

Kiba seguía perplejo y aún no conseguía gesticular palabra, mientras que Sasuke se mantenía tranquilo pero también estaba bastante preocupado por la peli azulada e Ino igual.

Se escuchaba los murmullos en clase sobre la falsa imagen de Hinata y solo su rubia traba de defenderla, pero nadie le hacía caso.

–¡Seguramente ella ha compartido las respuestas contigo y tienes miedo que ella te delate y por eso la defiendes! –dijo Tayuya tremendamente molesta.

–Seguro que es eso–habló Karin igual de indignada y con repugnancia. La pelirroja no espera que la Hyuga fuese de esa clase de personas, ella odiaba las mentiras más que a nada.

La pellirroja podría superar una traición de otras personas pero Hinata había logrado un hueco importante en el corazón de Karin que al enterarse de eso solo rabia podía sentir.

–¡Ya basta alumnos! Tenéis un examen que hacer–dijo Anko muy molesta haciendo que todos se callaran al instante.

La noticia sobre Hinata corrió como dinamita a punto de explotar por toda la escuela, los alumnos se quejaban de ella, sobre todo aquellos a los que ella superaba en notas porque siempre estaba entre los primeros puesto.

El director se sentía con las manos atadas, las pruebas apuntaban hacia ella, además él mismo le había pedido ayer a la Hyuga ordenar unos papeles en la sala de profesores como la presidenta del consejo estudiantil que era.

Jiraiya llamó a los padres de Hinata, tenía que hablar con ellos personalmente sobre este asunto tan importante, estaba en juego la reputación de Hinata, de él mismo y la propia escuela.

De golpe una potente lluvia comenzó a caer, como presagiando cosas malas, muy malas.


Que tal os ha parecido el primer capítulo, creo que no me quedado tan mal, espero que les haya gustado y le den una oportunidad a mi historia. XD