Hola, soy nueva en esto de escribir. Mi nombre es Naomi y me gustaría que leyeran esta historia y me dijeran que les parece. Estaría complacida de recibir todo tipo de críticas y recomendaciones para poder mejorar.
Esta historia la he estado formulando desde hace tiempo, porque lo primero que se me ocurrió fue el final. Espero que les agrade mi versión del séptimo libro de Rowling, me he basado en la historia original, en lo ya sucedido, pero aquí soy libre de agregarle mi toque particular.
Sin más, a leer...
"El comienzo de una nueva era"
Una última carta
Cuando volvió a la casa, se dio cuenta de que en ese lugar nada había cambiado: todo era igual que la última vez que había estado ahí, era como si nada hubiera pasado. Solo había una persona en la casa, ella estaba en la cocina y Harry pudo escuchar una breve pausa en el constante repiqueteo que el metal hace contra la madera, aparte de eso, la señora que estaba picando verduras para la cena no dio más muestras de haberse percatado de que su sobrino había regresado; pero eso a Harry no le importó, estaba demasiado ocupado en pensar acerca de lo que iba a hacer de su vida, solo de una cosa estaba seguro: iba a cumplir su promesa e iba a seguir adelante sin importar lo que pasará.
Después de cerrar la puerta tras de sí, subió resueltamente los peldaños de la escalera, arrastrando tras de sí el pesado baúl que contenía todos sus objetos personales y la enorme jaula que contenía una preciosísima ave blanca.
Cuando hubo llegado a su habitación entró y cerró la puerta, sacó su varita y estaba a punto de hacerle un encantamiento para cerrarla, cuando recordó que en ese lugar tan detestable no le tenían permitido hacer magia, así que se sentó en la cama, apoyando los brazos sobre las rodillas y ocultando el rostro entre las manos, palpando distraídamente la cicatriz en forma de rayo que surcaba su frente y pensando, pensando en todo lo sucedido. Repasaba esos sucesos día tras día desde aquella noche en la que su vida había cambiado tan drásticamente; y sin embargo, el pasado no era lo único en lo que pensaba, sino también en el futuro, un futuro incierto que se extendía ante él y que odiaba no conocer y poder manejarlo a su gusto.
Era consciente de que eso no lo podía hacer, pero también era consciente de lo que sí podía hacer. Lo había repasado tantas veces que ahora pareciera como si ya lo hubiera hecho. Sabía lo que tenía que hacer, el plan ya estaba trazado, lo único que faltaba era recorrerlo paso a paso; pero para comenzar a caminar en ese sendero, todavía faltaban algunas semanas.
Harry levantó la cabeza y miró a su alrededor y se dio cuenta entonces de que algo había cambiado, algo estaba diferente a como él lo había dejado. Era una regla en esa familia la de no ayudar a Harry en nada, ni siquiera en hacer su cama, o preocuparse por su ropa; era una ley en esa familia hacer como si en la casa solo hubieran tres personas e ignorar por completo la habitación más pequeña y a su silencioso habitante; sin embargo, parecía como si en esa ocasión alguien hubiera roto esa regla, pues su cuarto, ahora lucía limpio y ordenado: algunos muebles habían cambiado de lugar, no había más polvo en el techo del armario o en el suelo, la cama estaba hecha y era evidente que habían lavado las sábanas y la colcha antes de ponerla sobre ella. Por algún extraño motivo, esta situación divirtió mucho a Harry, así que se echó a reír, reía tanto que se tumbó en la cama y se retorció en ella hasta destenderla.
Esa placentera tarde de verano, viernes 18 de julio, la risa de un chico de 16 años se fue tornando poco a poco en un lamento con gemidos, y mas deprisa, en un llanto. Ese chico que tanto había sufrido por fin se sentía lo suficientemente a solas para llorar de una manera que desde hacía tiempo quería hacer, de una manera en que podía sentirse libre.
Harry Potter dejó que las lágrimas siguieran su camino hasta quedarse dormido. Poco después sintió que alguien lo movía suavemente y le susurraba al oído: -"Despierta, despierta, cariño. Todo esta bien"-. Harry despertó sobresaltado, había tenido un sueño espantoso, una pesadilla que rogaba porque no se hiciera realidad.
Tía Petunia estaba frente a él, llevaba un cuenco humeante en las manos y le ofrecía una cálida sonrisa.
¿Cómo estas? – preguntó tía Petunia.
Supongo que bien. Aquí estoy ¿no? – le contestó Harry con sarcasmo, ante el cual ella no se inmutó.
He traído esto para ti – le dijo la mujer, ofreciéndole la sopa de verduras que había estado preparando cuando Harry llegó. Él la tomó recordando el hambre que tenía.
Tu tío y Dudley se fueron de campamento ayer por la tarde y llegarás hasta dentro de dos semanas.
Harry paró de comer para preguntar: - ¿Por qué te quedaste??Por qué no fuiste con ellos?
Tía Petunia bajó la mirada y comenzó a temblar ligeramente. Pasados unos minutos finalmente le dijo: - Por esto – y le extendió un grueso sobre de pergamino. Harry lo tomó, dejando el plato sobre la mesita de noche; reparó en que estaba muy grueso, al parecer contenía varias hojas y en el sobre estaba escrita la dirección de los Dursley con una caligrafía estilizada.
Harry se quedó paralizado conforme leía las primeras líneas:
Estimada señora Dursley:
Me complace volver a saludarla. El motivo de mi carta es agradecerle el tiempo que ha estado Harry con ustedes y como creo que no lo volverá a ver me tomaré la molestia de explicarle algunos puntos que, estoy lamentablemente seguro, él no compartirá con usted.
Antes de comenzar con mi historia, que creo será bastante larga, debo advertirle algunas cosas, como le facilitaré información acerca de cierto mago que fue culpable de muchas atrocidades, lo que me lleva a tomar medidas de seguridad, así que no se asuste si no vuelve a encontrar esta carta, pues le he hecho un embrujo que hará que desaparezca dentro de un mes.
Sin más procedo a contarle una fascinante historia:
A partir de ese punto la carta lo explicaba todo: comenzando con la formulación de la profecía, pasando por la muerte de los Potter, luego lo acontecimientos de cada año en Hogwarts desde que Harry llegara al colegio, también mencionó la protección de la casa, el resurgimiento de Voldemort, y hasta la explicación de los Horcruxes. El final de la carta rezaba:
Disculpe si la incomodé con esta larga y compleja historia, pero lo hice con el único propósito de hacerla comprender la situación de su sobrino y lo que ha sido de su vida. Espero que con esto su relación no sea la misma y llegue a sentir afecto por él antes de que los deje para siempre.
Atentamente:
Albus Dumbledore.
Harry se quedó con la carta entre las manos, sin poder creer lo que Dumbledore había hecho poco ants de su muerte; se fijó en la fecha y advirtió que el mes se cumplía al día siguiente.
De pronto y sin siquiera preverlo se vio rodeado por los brazos de su tía que lo abrazaba mientras lloraba y le susurraba al oído:
- ¡Harry, lo siento¡espero que algún día puedas perdonarme! Nunca me imaginé lo que pasaba en tu colegio y mucho menos pensé en el tipo de relación que te une al asesino de tus padres. ¡Lo siento mucho! – lo soltó y lo miró fijamente a los ojos, tomándolo por los hombros – Quiero que sepas, Harry, que yo nunca odié a tu madre, solo le tenía envidia porque ella sí podía ser una bruja y yo no, yo siempre la quise y me dolió mucho enterarme de que había muerto, después de todo era mi hermana. Te quiero Harry. Te quiero como si fueras mi hijo, lamento no habértelo dicho antes. ¡Ojala y puedas perdonarme!
Y sin decir más salió de la habitación dejando a un Harry muy contrariado y confundido, con la última carta de Dumbledore en las manos. Nuevamente los ojos se le anegaron en lágrimas que escurrieron silenciosas por su rostro, mientras que afuera en el cielo las primeras estrellas comenzaban a salir.
No me molesto si dejan un review, solo denle go , no es muy difícil, plissss...
