Primero, el disclaimer...los personajes no son mios, son de J.K rowling y blablabla...los unicos que son relativamete "mios" son los 4 mortífagos que me di el lujo en introducir.
Segundo, aunque la historia sigue una linea paralela a lo que fueron los hechos del ultimo libro, algunas partes van a variar de acuerdo a mi conveniencia. Asi que si ven algo raro o que no va de acuerdo, no es equivocacion.
Tercero, como va a seguir la linea del ultimo libro, HAY SPOILERS. Asi que si quieren seguir leyendo están advertidos.

1 º Capitulo: Malos presagios

Es un día soleado de verano en el desierto del Sahara, con temperaturas que rozan los 42º C. Las dunas de arena se mantienen estáticas e inmóviles, como transitorios guardianes de un casi invisible refugio en el cual el único vestigio de vida parece ser el movimiento ondulante de la lona que cubre el refugio subterráneo en el cual se encuentra oculto un joven, vestido con una túnica blanca de algodón.

A pesar de haber tomado un trago de agua hace poco, el joven de cabellos rubios siente la boca seca y trata de mantener su mente en blanco, con el rostro crispado y gotas de sudor escurriendo desde sus sienes, reflejando su extremo nerviosismo. Su mente se encuentra llena de imágenes que corresponden a una selva que se encuentra a miles de kilómetros de allí, un lago y una casa forman parte del panorama que aparece en su mente. Deja su mente en blanco nuevamente, esperando sentir nuevamente la punzada de dolor que lo acometió hace algunas semanas, provocando se retirara a ese recóndito lugar. Mas la punzada de dolor ha desaparecido, y no parece experimentar algún dolor ni en cuerpo ni en alma. Un suspiro escapa de sus labios, agradecido de que Voldemort no lo haya encontrado aún.

Draco Malfoy, cuyas facciones parecen haber envejecido 10 años en los últimos 2 meses, ha vivido en este estado de constante paranoia desde el día en el que Dumbledore cayó muerto ante sus ojos, por la mano de Severus Snape. Su anterior arrogancia y petulancia, desaparecieron para dejar paso a un miedo y un desconcierto constantes y permanentes, siempre escapando, siempre temiendo dar el paso en falso que finalmente acabaría con su vida. Sus padres, Narcissa y Lucius, se encontraban encerrados en Azkaban, una situación que le producía cierto alivio, todavía se encontraban a salvo, tanto de mortífagos y de la furia del ministerio. No había tenido noticias y quizás estaba mejor así. El solo recuerdo de su madre, con los ojos inflamados por el llanto y su expresión trastornada por el terror, le producía pesadillas constantes. El orgullo Malfoy ya se encontraba pisoteado y desvencijado, pero resurgirían. Eran una familia de magos respetada y reconocida desde hace mucho tiempo, y lo volverían a ser, cuando fuese le momento adecuado. Solo debía jugar bien sus cartas, pero en este momento debía ser sigilosos como el viento e invisible como la sombras.

Varios hombres y mujeres se encuentran reunidos en una espectral estancia, hablando en susurros e intercambiando miradas. Las velas que iluminan la estancia solo contribuyen a darle un ambiente más sombrío y pesado. Muchos de ellos tienen un aspecto duro, y un brillo malévolo en los ojos. Otras, miran la estancia con una mirada arrogante, mas en el semblante se refleja el temor de sus espíritus.

Dos hombres conversan en voz baja, uno de largo y brillante cabello negro, contrastando fuertemente con el gris de sus ojos. El otro, también de cabello oscuro y de facciones atractivas, observa la sala un momento, con sus penetrantes ojos azules.

- Cada día esto va poniéndose mas deprimente, el señor tenebroso va retrocediendo y los aurores que integran esa dichosa orden del Fénix le tiene una fe casi ciega a ese niño Potter – dice el hombre de ojos grises. El joven de ojos azules, asiente. Posa la mirada un momento en un mortífago que se retuerce las manos y parece nervioso.

-Y los nuevos elementos no parecen más preparados que esos niños que trajeron Crabble y Goyle – dice con desdén en respuesta.

Bellatrix Lestrange se acerca al par de jóvenes, y los observa un instante, con actitud altiva.

-Que tanto parloteáis ustedes, pequeñas sabandijas… - Bellatrix se acerca al de ojos azules y le obliga a mirarle a los ojos, levantándole la barbilla con un dedo. El joven le sostiene la mirada, reflejando su disgusto por el gesto y moviéndose para desembarazarse de ella. El rostro de Bellatrix se contorsiona en una risa sardónica.

-El niño tiene carácter….Mocoso insolente, si continuas así, algún día se me escapara una maldición por error.

-Dudo al señor tenebroso le agrade que vayas por allí matando a sus súbditos, al menos ahora en que su poder parece disminuir y toda la comunidad mágica anda detrás de nosotros…- replica el otro joven, con una mano en su varita, más con el rostro sereno, en el cual una pequeña sonrisa atina a florecer – Posiblemente decidiría eliminarte por estorbar sus planes, Bella.

-El señor tenebroso nunca me tocaría…-La sonrisa se esfuma del rostro de Bellatrix, reemplazado por un temor perceptible – El me tiene aprecio…

-Pero quitara a cualquiera que le estorbe Bella – el joven de ojos azules habla con voz tranquila, mirando a Bellatrix directamente – y eso, te incluye a ti.

- El….nunca… - Bellatrix intenta continuar, pero es interrumpida por otras voces.

-No deberías intentar intimidar a tus compañeros Bella, quien sabe...quizás salgan día podamos salvarte el cuello.

Bellatrix mira con arrogancia al par de jóvenes que se le acercan. Una poseía una larga cabellera castaña, mientras la otra tenía el cabello de un tono más claro y ondulado.

-Stingray…no te enseñaron modales en la escuela, niña???

-Tengo conocimiento de muchas mas cosas que tu, Bella. Pero tengo el ego suficientemente alto como para no andar pavoneándome de ello.

-Adorable, la pequeña bastarda…de saber lo que te conviene pequeña, cerrarías la boca, antes que te la cierre para siempre.

-Y tu de saber lo que te conviene, te callarías Bella – La joven de cabello rizado la mira con desprecio – si no lo has notado, somos 4 contra una.

Bellatrix abre la boca para responder pero al ver los semblantes de los 4, se retira. Los dos jóvenes quitan la mano de sus varitas mientras las chicas se echan una mirada de complicidad.

-Te excediste un poco, no crees Anelise?? – Dice el joven de ojos azules con un tono travieso.

-Como si tú no tuvieras las mismas ganas de echarle una cruciatus, Abraxas – dice la joven acomodándose el cabello.

-Algún día uno de vosotros va a hacer que nos maten a los 4 – dice el joven de ojos grises – Kath, deberías controlar a tu amiga de vez en cuando.

-Y tú a tu amigo, Emmanuel. Unos segundos más y Bella habría terminado inconciente durante un buen par de horas. – le responde Kath con una sonrisa coqueta.

-Algún día le dejare ser. – dice Emmanuel despreocupadamente.

De pronto todos los murmullos cesan. Todos y cada uno de los presentes tenían la vista fija en sus antebrazos, en los cuales la marca tenebrosa les ardía como si estuviese al rojo vivo. En segundos, los mortífagos se desvanecían en volutas de humo oscuro, para acudir al llamado de su señor, colocándose las mascaras y las capuchas segundos antes de hacerlo.