Pareja: US/UK

Disclaimer: *llega Corea y grita: ¡Yo cree Hetalia!*

Vicky: No, eso lo hizo Himaruya Hidekaz

Corea: Entonces yo hice este fic

Vicky:… tampoco

Advertencia: Este fic es altamente riesgoso para la sanidad mental…

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En lo más profundo de un oscuro bosque se encuentra un enorme y descuidado edificio, las enredaderas crecen por las paredes cubriendo casi por completo la descascarada pintura que no ha sido renovada en tantos años que nadie lograba recordar el color original del lugar. Una gran puerta de madera casi siempre cerrada sirve de única entrada….por que no hay una salida.

Por dentro las paredes de piedra dan una permanente sensación de frio, incluso en el más caluroso día de verano. No hay cuadros, ni adornos, ni siquiera una mesita de te. Solo largos pasillos desprovistos de vida. Cada puerta esconde un mundo aparte, cada cual más deprimente que el anterior. Cada uno habitado por una pobre alma desgraciada que solo sueña con el improbable momento en que uno de esos seres con bata blanca que se hacen llamar "doctores" se acerque y diga "Puedes marcharte, estas curado"… hasta donde los pacientes saben, jamás ha ocurrido.

Porque aunque cualquiera que llegue a el por accidente no lo podría creer, este tétrico lugar era un hospital. Pero no cualquier hospital, más bien se podría decir que se trataba de un manicomio… uno que se dedica a tratar solo a los casos más graves, aquellos a con quienes todos los psiquiatras del mundo se han dado por vencidos. Se decía que hasta los médicos a cargo estaban tan locos como sus pacientes.

El inicio de aquel día había sido como cualquier otro, Ivan Braginski el médico en jefe de aquel lugar estaba sentado en oficina leyendo el expediente del último internado. Había llegado el día anterior, casi de improviso. Recién en ese momento se enteraba de la disfunción que padecía. Al leer aquellas palabras cualquiera se hubiese espantado y perdido completamente el control… había cometido un gran error. Pero él no, él era Ivan Braginski, no perdía la calma. Solo sonrió, levantó el teléfono y llamó al encargado de ese paciente en particular.

-"¿Doctor Honda, recuerda al hombre que ingresaron ayer?"-esperó una respuesta afirmativa antes de continuar- "si, Bonnefoy. Necesito que lo mude a otro cuarto, al parecer su caso requiere una habitación personal"- el japonés al otro lado de la línea dudaba un poco si preguntar de que trataba pero al final lo hizo, necesitaba saber en que se estaba metiendo-"No te asustes Kiku, es solo un caso de Ninfomanía… o algo por el estilo" – Casi pudo escuchar un grito de desesperación mientras el otro cortaba la comunicación y se disponía a salvar al pobre que había tenido que pasar la noche con el nuevo interno.

Un toquido a su puerta no se hizo esperar, el primer problema del día dedujo con bastante precisión. Después de un ligero "Entre" apareció frente a él la figura de una mujer con largo cabello castaño y expresión enfadada.

-"¿Qué te trae por aquí Elizabeta?"

-"Es ese idiota de Vladimir… me mordió, otra vez"

-"¿El que se cree vampiro?"

-"Si, le llevé el desayuno y esta vez casi no la cuento"

-"¿Y que propones que haga al respecto?"

-"Un bozal… una camisa de fuerza…o al menos un asistente."

-"Supongo que es justo… le diré al doctor Beilschmidt que te ayude"

-"¿Por qué tiene que ser Gilbert?"- se quejó antes de retirarse, sabia que no le convenía discutir con su jefe. Ivan solo siguió sonriendo, no entendía como después de tanto tiempo sus empleados seguían molestándose o asustándose por los pacientes… después de todo era cosa de todos los días. Aguzó el oído y pudo distinguir unos cuantos gritos, eran casi la música de fondo de ese lugar.

Su teléfono sonó en ese momento, lo cogió con tranquilidad, al otro lado recibió una voz conocida.

-"¿Un nuevo paciente?...suena un caso interesante ~daa…. ¿Hoy mismo? No hay problema, justo se ha desocupado una habitación"

El ingreso fue algo típico, el paciente llegaba apresado por una camisa de fuerza y era arrastrado por dos o tres enfermeros. Luchaba por liberarse y soltaba una serie de gritos como "¡Déjenme ir!", "¡Les dije que no estoy loco!", "¡No me abandonen en este lugar!" y otros. Todo era parte de la rutina. Ivan solo seguía sonriendo mientras pensaba "¿Cuál es el sentido de gritar? Después de todo, una vez se cierra la puerta ya no hay vuelta atrás". Cuando el paciente se hubo calmado un poco, él y el doctor encargado se acercaron. Este último parecía algo nervioso, el jefe presentía que muy pronto pasaría a ser otro paciente.

-"Compartirá el cuarto 234 con otro de tus pacientes, Toris. Enviaré el expediente a tu oficina en un rato."

-"¿La 234? ¿Esta seguro? Ya lo pasó bastante mal con su antiguo compañero."

-"Este es un caso similar al suyo, no habrá problema… debo irme, no olvides quitarle esa camisa de fuerza, conoces las reglas del lugar"- se retiró sin más.

Toris podría haber jurado que había un brillo maligno en los ojos de su jefe. Parecía que hacia esas cosas a propósito, los doctores tenían prohibido reprimir de cualquier manera a sus pacientes. Para él no era tan grave, su especialidad era "evasión de la realidad". Si lo analizaba las personas a las que trataba eran más peligrosas para si mismos que para los demás. Pero sabia que algunos sus compañeros arriesgaban sus vidas a diario.

-"Soy el doctor Laurinaitis, puedes llamarme Toris… ¿Cuál es tu nombre?"-preguntó mientras se encargaba de liberar al joven de la amarras. Lo observó con cuidado y haciendo notas mentales. Era bastante joven, 19 o 20 años, no más. Alto y con los músculos medianamente marcados, tragó saliva sonoramente, si resultaba violento de alguna manera no tendría oportunidad de controlarlo. Sintió los ojos azules clavados en él. También intentaba analizarlo.

-"Soy Alfred, Alfred Jones… ¿por casualidad esos tipos no te dejaron mis lentes? No logro ver nada… ni idea cual era la razón de quitármelos, ni que pudiese atacarlos con ellos."

-"es parte del protocolo, deben estar con el resto de tus cosas… ¿serás capaz de seguirme hasta la habitación?"

-"mientras no halla nada con que tropezar en el camino no debería haber problema"

-"Entonces vamos"

Avanzaron los primeros metros en silencio, solo se escuchaba el sonido de sus pasos a través de los largos pasillos de piedra solo interrumpidos por los intermitentes gritos de algún paciente perdiendo el control en alguna habitación lejana. Ambos se sentían un poco nerviosos en ese ambiente, era como poco tétrico. El mayor de los presentes finalmente se decidió a entablar una conversación.

-"¿Por qué te trajeron aquí?"- preguntó con inocencia

-"¿De que sirve que te lo diga? No vas a creerme… por eso estoy aquí, les digo la verdad y nadie me cree"

-"Hay muchos casos así en este lugar… intenta convencerme"- le sonrió con sinceridad aun sabiendo que no podría verlo

-"Soy un superhéroe, tengo poderes increíbles… vuelo, tengo súper- fuerza y otras cosas, aun no he probado todas mis habilidades. Por supuesto cuando intenté darles un buen uso… ya sabes ayudar a la gente… ellos se reían"- cerró el puño con rabia y unas pequeñas lágrimas asomaron en sus ojos- "y llamaban al hospital… a la tercera vez me internaron, me decían que si dejaba de "fingir ser un héroe" me podría ir, pero no me gusta mentir…"

-"ya veo, mira, ya llegamos"-señaló la puerta de madera justo frente a ellos, la única en ese pasillo. Tenía un viejo letrero con el número de la habitación y los nombres de los pacientes que la ocupaban. Aparte de eso no había nada de especial en ella.

El interior era tal como cabía esperar de una institución psiquiátrica. Paredes inmaculadamente blancas, piso embaldosado del mismo color. 2 camas de hospital paralelas entre si y separadas solo por una mesita de noche que no tenia más que una lámpara. Un ropero en el rincón. Una puerta que daba al baño y una mesa cuadrada con una silla en cada lado.

-"¡Buenos días Arthur! ¿Qué tal estuvo tu noche?"- preguntó el alegre psiquiatra

-"¡Y todavía preguntas!"- le respondió una ofendida voz de acento británico, Alfred dedujo que seria su compañero pero solo lograba distinguir un montón de manchones borrosos frente a si.-"¿Quién es el niño?"

-"No soy ningún niño"- estaba algo molesto pero no sabia exactamente hacia donde dirigir su respuesta

-"Con esa ropa parece que lo fueras, como sea… deduzco que esto te pertenece"- sintió como se acercaba y le tendía algo. Torpemente cerró su mano alrededor de un objeto bastante conocido. Sus lentes.

-"supongo que gracias"- se puso las gafas y frente a él encontró un par de grandes ojos verdes bajo unas gruesas cejas arqueadas con algo de irritación y una sonrisa de suficiencia. La palabra arrogante cruzó inmediatamente por su mente. Parecía el perfecto villano, si, solo le faltaba el habano en la boca y el monóculo en el ojo izquierdo. No le gustaba. Se quedaron mirándose el uno al otro, fijamente y con algo de irritación, el sentimiento obviamente era mutuo.

-"Bueno los dejo para que se conozcan, volveré en un rato para el control diario."-anuncio el psiquiatra antes de salir por la puerta, afuera ya suspiró con cansancio, le inquietaba la tensión entre sus pacientes pero ciertamente debía agradecer que no hubiesen intentado sacarse los ojos entre si.

Adentro los dos rubios habían finalmente decidido ignorarse por el momento. Arthur movió una silla junto a la ventana y se sentó a leer mientras que Alfred se recostó en su cama a observar el techo con aburrimiento.

-"Que bueno que vinieron a verme, los había echado de menos"

-"¿Qué?"

-"No hablaba contigo… ¿además de maleducado te crees el centro del universo?"

-"No, pero soy el único aquí a menos que hallas creado un monstruo invisible para destruir la tierra"

-"Solo ignórelo señor unicornio"

Así nada más había comenzado, para cuando Toris regresó ya habían pasado a los golpes. El psiquiatra casi se desmaya, habían pasado del odio silente a una batalla campal en solo 10 minutos. Se había equivocado, su trabajo no podía ser peor.

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Después de mucho tiempo les traigo un nuevo fic… solo que no es tan nuevo, estoy salió del meme musical que hice hace un tiempo. Concretamente de la canción Kahome Kahome de Vocaloid solo que mientras lo escribía se me fue un poco de las manos. De hecho había pensando basarme en Neinscape oaskdrjonesandnursekirkland (El primero es un AU de un doujinshi en Deviantart y el segundo de un ask blog en tumblr… ambos totalmente recomendables) para elegir a los pacientes y médicos que podían aparecer pero al final decidí que no por que si o si quería a Ivan de jefe y hasta le di lugares en este "Hospital" a personajes que no salen mencionados (de hecho llegó un momento que esto casi se transforma en un DenNor…ok, no tanto pero si me surgió una historia paralela para ellos que quizás escriba)

Como sea me falta una parte de este fic, la idea era publicar ambos capítulos juntos pero preferí poner este hoy y cuando pueda el otro (tengo que editarlo bastante, para ser sincera creo que tenia mucho sueño cuando lo "acabé")

...Sobre el título... acepto sugerencias, simplemente no me convence

Como de costumbre, los reviews son siempre bienvenidos

Gracias por leer, ¡bye!

Pd: aprovecho de usar el comentario de espacio publicitario… primero, sobre mis fics comenzados "Los peligros de Facebook" y "El monstruo del bosque" estoy trabajando en ambos pero les falta un poco. Y también: me hice un tumblr y estoy subiendo paginas del manga de hetalia en español, si alguien le interesa pueden buscarme por RimaLovegood