Mejor que la mantequilla
Dinamarca estaba alistándose para ir a la casa de Noruega, con el cual salía desde hace un tiempo. Noruega no era muy romántico, y realmente tampoco estaba muy seguro de cómo empezó a salir con el danés. Quizás lo peor sea que ellos eran muy distintos, uno era demasiado frió y el otro "muy cariñoso" por decirlo así. El más alto anhelaba que quizás su Noru pueda ser más romántico.
Sin más, se colocó su típico abrigo negro e inmediatamente fue lo más pronto que pudo a casa del noruego. Al llegar este le abrió la puerta y lo invito a pasar.
—¡Noru! —Gritó eufórico al verlo—. Te extrañe mucho...
Claro que lo había extrañado, habían pasado tres días desde que no se veían, para Dinamarca, un siglo.
—Yo no —Respondió fríamente el aludido, volteando la cabeza hacía un lado, para evitar que sus miradas se cruzen—. Ahora pasa de una buena vez…
—¿Y mi besito de bienvenida? —Era obvio que solo quería molestar al otro, pero quizás pueda ser su día de suerte…Nunca se sabe qué pasará con un noruego tan raro como él.
—En tus sueños…—Sí solo en sus sueños, claro que no le iba a dar ningún beso. No es que no quiera, bueno realmente no quiere pero simplemente no lo hace porque es algo demasiado vergonzoso.
Ambos pasaron dentro, y se acomodaron en un sofá, cada uno a un lado. Dinamarca quiso evitar eso y se acercó un poco más al ajeno. No podía aguantar más, estando ahí, no podía evitar abalanzársele encime y darle un gran abrazo de oso, como le llamaba él. Cosa que hizo y con la cual el más bajo no respondió bien. Ya que el danés recibió una gran patada en las regiones vitales.
—¡Noru eso me dolió mucho! — Exclamó el danés, arrodillándose en el piso por el dolor. Eso fue horrible, por lo menos para él, porque el otro lo disfruto mucho. ¿Qué podía ser mejor que ver a Dinamarca sufriendo?
—No me importa, te lo mereces por idiota. ―Su típica frialdad resaltó en las palabras, miró por un momento al más alto que yacía en el piso muy adolorido. No sintió pena, en sus adentros se reía.
—Solo era un abracito, nada más…No había que recurrir a la violencia Noru… ¡Quizás ahora sea estéril y si es así no podremos tener bebitos! ―Lo de los bebes lo decía en broma, pero de que le dolió, le dolió. ¿A qué hombre no le dolería una patada, justo ahí?
—Muérete… ―Dijo como si nada, porque para él realmente no eran nada. No le importaba nada, quizás se le pueda considerar una persona egoísta, pero no era así, él tenía su lado amable de vez en cuando...casi nunca.
Esas palabras hicieron que el danés inmediatamente se parara del piso y se sentará otra vez en el sofá, solo que ahora al lado del otro, no es que se haya sorprendidó ya que el noruego siempre era así de cruel con él. Decir que se muriera no era nada, le había dicho cosas peores. Su relación era realmente una muy rara. Ahora que se pone a pensar quizás acepto estar con él solo por molestarlo o por pena o porque Dinamarca no dejo de molestarlo con lo mismo por más de una semana, pero lo que le preocupaba es que quizás realmente no le quería ni nada. El más bajo le había dicho que sí, a su modo, pero le dijo que sí. Y así surgió una pregunta…
—Noru… ¿Me quieres?
—No.
—Pero… ¿Quizás un poquito?
—No.
—¿Y lo que dijiste la otra vez?
—Yo…Yo no dije nada ―Mintió. Pero nunca iba a volver a decir o admitir lo que dijo, eso iría en contra de su orgullo. Además odiaba a Dinamarca…solo un poco. Pensar en esas palabras que había dicho lo hacían sonrojarse, lo cual el danés notó.
―Awww, mi Noru está rojito~ ―Picó sus mejillas mientras sonreía como idiota. "Su Noru" podía ser tierno de vez en cuando.
―Cállate, eres desesperante y suéltame idiota ―Apartó los dedos del danés que jugaban con sus rojas mejillas y de paso le propino un pequeño golpe en la cara.
―Pero, Noru~ Tu debes amarme... ―Dijo haciendo un puchero. Después de todo estaban hechos uno para el otro…y otra vez por lo menos para Dinamarca.
―No ―Se cruzó de brazos e intentó desviar la mirada.
―Aun no me olvido de lo de la otra vez~ ¡Repítelo! ―¡Claro! Había recordado las palabras con las cuales le dijo que le quería mucho, bueno a su manera. Si las volvía a repetir sería muy genial.
―Nunca.
―A veces siento que realmente me odias. Yo siempre pienso que ignorarme o maltratarme son formas de mostrarme cariño pero parece que solo fui un idiota que pensó que alguien como tú podría llegar a amarme… El único que debería odiarte soy yo ―Mintió, realmente no era así, ya que era muy Masoquista y se dejaba maltratar solo por darle el gusto al otro. Pero si estaba haciendo fingiendo esto, es porque tenía sus razones.
Esas palabras llegaron hasta su frío corazón, nunca pensó que el más alto tenga tanto cerebro como para decirle algo así. Realmente se sintió un poco mal, quizás… lo pueda repetir solo una vez más... ¡Quizás!―. Oye… idiota… ―Dijo algo nervioso, no podía creer que había llegado tan bajo para repetir esas palabras tan "cursis".
―¿Qué? ―Esta vez él respondió fríamente, estaba seguro que actuando de esa manera lograría cautivar al noruego.
―Yo… Yo simplemente pienso que… eres mejor que la mantequilla y ya...―Su rostro seguía sin expresión pero por dentro estaba muriendo, definitivamente su orgullo había desaparecido con esa oración tan tonta.
―¡Awww! ¡Noru yo también te quiero! ―Dicho esto se le volvió a abalanzar, abrazándolo y depositando unos cuantos besos en sus mejillas.
―Espero que lo recuerdes muy bien que nunca más lo repetiré…
―Lo mismo dijiste la semana pasada mi amado Noru~
―Idiota.
Dinamarca a veces debe hacerse el herido para que cosas así pasen, realmente no le importa ya que ver a "su Noru" diciéndole cosas así, vale la pena.
Bueno~ Un poco de DenNor. Por cierto lo de la mantequilla se me ocurrió después de enterarme que hubo una crisis de mantequilla en Noruega por un tiempo. Como siempre yo enterándome las cosas cuando ya pasaron. ; w ;
Espero que les haya gustado~
EDIT: Holi…esta cosa está editada, ya que la primera vez que lo subí no me gusto…estaba lleno de faltas ortográficas…lo cual odio, y además era feo. Bueno ya lo mejoré y es lo que cuenta - w - Pos eso, bye bye...
