Epílogo

Nota previa: Esto es producto de mi mera imaginación y no será mucho pero hacía tiempo que quería escribir 'mi versión' de los hechos. No tengo idea de si la historia permanecerá así o si agregaré capítulos. Todo depende de los lectores. Por último estos personajes pertenecen a su creador Gastón Leroux aunque me basé en el musical de Andrew Lloyd Webber

Habían escapado de la guarida de Erik. Finalmente podrían vivir sin miedo a la muerte y con la certeza de que se tendrían uno al otro. Esto los llenaba de felicidad, pero por ahora tendrían que escapar para que el grupo de personas que estaba cazando al previamente llamado fantasma no se topara con ellos, pues si los encontraban estarían obligados a dar explicaciones.

Raoul estaba exhausto, tanto tiempo con falta de aire le había afectado un poco sus funciones motrices pero a pesar de eso estaba agradecido de que tenía una excepcional compañera.

A Christine le recorrían cientos de pensamientos por la cabeza. Si, es verdad que realmente nunca amó a Erik pero sentía una gran pena por el, después de todo fue el quién descubrió su voz y con quién compartió momentos antes de que se reencontrara con su amigo de la infancia, Raoul. Tal vez en las debidas circunstancias podrían haber sido grandes amigos. Pero el destino no lo quiso de esta manera.

Ambos vagaron por las calles de París buscando un lugar donde quedarse, querían pasar desapercibidos así que eligieron lugares oscuros. Ya se habían enfrentado con un asesino mentalmente inestable así que nada los asustaba, ni los ladrones, ni lo que pudieran decir las personas sobre ellos… ni siquiera las ratas. Absolutamente nada los podía perturbar ahora.

Encontraron un callejón sin salida, un poco sucio y pequeño pero no les importó. Deambulaban por poco más de una hora y ya les dolían las piernas. Decidieron parar, aunque sea por unos breves minutos. Se sentaron y Christine cerró los ojos. Suspirando se posó en el hombro de Raoul entrelazando su mano con la de su prometido. El, mientras, tiernamente le acarició su mejilla. Sus ojos se volvieron de vidrio al pensar cuanto había sufrido Christine por ese monstruo. Fue ella quién hizo que los tres se salvaran. Con su desbordante compasión logró que Erik se redimiera y se convirtiera en un hombre nuevo, listo para dejar atrás su pasado.

El pensó que lo mejor sería seguir camino hasta su mansión así podrían descansar apropiadamente. Ella le sonrió levemente y lentamente volvieron a caminar, de seguro ya estaban lejos de la Opera Populaire.

Sorpresivamente, el cielo de la noche hace unos segundos estrellado se llenó de nubes, comenzaron a caer fuertes gotas seguidas de un terrible viento y a relampaguear Se dieron prisa por llegar rápido para no mojarse pero fue en vano porque la lluvia los alcanzó. Sólo faltaban dos blocks cuando Christine resbaló y de no ser por Raoul, que instintivamente la tomó de ambas manos, se hubiera golpeado la cabeza. La miró a los ojos y una sensación indescriptible le recorrió el estómago. Tras un largo silencio, le susurró "nunca te abandonaré Little Lotte…" y le plantó un suave beso en sus labios. Los dos dejaron escapar algunas lágrimas y se abrazaron. Nada ni nadie podría arrebatarles este momento. Sentimientos muy poderosos los dominaban, tan reales eran que si se llegaban a separar por segunda vez, no valdría la pena seguir viviendo. De más está decir que este era un riesgo que no se permitirían correr de nuevo.

Pero no percibieron que a poco más de unos metros había un hombre sollozando y observándolos detenidamente.