Hey, tú, sí, tú el que esta leyendo esto (?) ¡Hola! Gracias por elegir esta historia.
LOL, si crees que has leído antes, quizá estas en lo correcto debido a algunos problemas técnicos borré la historia, por eso te pido una disculpa si tu review se perdió D:
Bueno, este drabble fue escrito por eso del 2009 y lo reedité el 21 de febrero del 2010, el pobre me acosaba porque sacó una nota horrible en un concurso, fue por eso que lo reescribí y ahora sí quedo decente. Más que nada en un POV y esta ubicado en el momento que Taiga comienza a darse cuenta de sus sentimientos hacía Ryuuji.
Espero que les guste al menos un poquito.
Título: Naranja
Resumen: Inmadura, desagradable, tonta y pequeña… Sí, se parece a mí.
Personajes: Ryuuji & Taiga
Género: Romance /Hurt
Rating: K
Número de palabras: 342
Disclaimer: ToraDora! No me pertenece… pero tampoco sé a quien, lol.
Advertencias y notas:
• Escrito en primera persona, mucho antes de que el anime termine xDDD
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Naranja
« Orange»
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Miré hacía aquella pequeña traidora.
Ella, tierna, exquisita, despidiendo un suave y dulce aroma que deleitaba mis sentidos, pero mentirosa como ninguna otra.
No estaba lista y me había engañado totalmente.
—Aún necesitas del sol… —Pensé, mirándola con reproche—. El problema es qué él no te necesita… él quizá ya no…
Me sorprendí ante mis propios pensamientos y no pude dejar de mirarla. Tal vez era pequeña e inmadura, ¿pero qué tan diferente era de mí?
—Eres mentirosa y cobarde, eres de lo peor—le dije clavando esas palabras en mi propio corazón.
¿Por qué?
Por "esa razón".
¿Esa razón…?
—¡Taiga! ¿Qué haces?—Oí decir, y mi corazón corrió desmesurado. Era él, el causante del problema, el estúpido "sol" que me mortificaba—. ¿Por qué lloras?
—¿Llorar? —Pregunté confusa, sorprendiéndome a mi misma al notar como las gotas tibias se resbalaban por mis mejillas.— ¡Yo… yo no lloro, perro inútil! ¡Es sólo…! —dije exaltada, mientras secaba las gotas con mi manga y trataba de idear algo qué excusara mis lágrimas, entonces, pensé en ella. — ¡Es ésta naranja! Está agria… le faltó sol o algo así. ¡Tú tienes la culpa! ¿Por qué me pusiste para el almuerzo una fruta así de desagradable?
—Si no te gusta no te la comas, deséchala —dijo en un tono indignado.
—¿Desecharla? ¿Es eso lo que harías sólo porque es inmadura y desagradable, tonta y pequeña? ¿Es eso? —pregunté furiosa al oír aquel desprecio de sus labios y en un deje inconsciente de ira lo golpeé lo suficiente como para hacerlo lagrimear.
—¿Qué te pas…?
—¡Cállate, imbécil!
Inmadura, desagradable, tonta y pequeña. Miré la naranja y pensando en mi misma la metí en mi boca, dejando qué las lágrimas se desbordaran sin temor a qué me viera. Era igual a mí, lo era totalmente y a pesar de saber qué él no era capaz de "desecharme", aún así… él no me necesitaba y yo no era lo que él quería. Lo sabía, por eso, jamás podría responder a su pregunta…
"¿Por qué lloras?"
Por qué te amo.
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