72 por 12
-Así que 72 por 12 – reafirmó ella un tanto dudosa
-Exacto- Respondió él orgullosamente
-Siempre creí que eran 72 por 24 – respondió ella sorprendida
- Es Remus ¿Qué esperabas estamos hablando de El gran Moony?
-Pues vaya que es de sorprenderse, tanta fuerza no es común.
- No cabe duda que los….
-¿Qué hablaban de mí?-Interrumpió Remus al oír su nombre
-De tu resistencia sexual ¿Qué esperabas? – Respondió Sirius con una mueca de malicia y orgullo. – Tonks tiene curiosidad, tú sabes, de descubrir si los rumores de que los hombres lobos son un sementales sin comparación. Y bueno yo estuve ahí en tus años de adolescencia y todas las damiselas que tuvieron la fortuna de estar contigo vaya que confirman con gusto dicho rumor.
Remus sabiendo que Sirius era capaz de todo dirigió apenado su mirada hacia a Tonks, y ella no pudo ocultar su vergüenza la cual en un ataque en contra de ella había convertido su cabello al más rojo vivo.
Eso no es cierto – Fulminó con su mirada a Sirius- en realidad estábamos discutiendo tu tiempo de recuperación después de una transformación. En el Ministerio y en todos los textos se indicaba que eran 72 horas de transformación que requerían por lo menos 24 horas de recuperación, y francamente estoy maravillada de que tú en 12 estés casi en perfectas condiciones. Lo siento no quise ofenderte. Sólo que como Auror no puedo de dejar de sentir curiosidad por tu peculiar condición.
Remus se sintió mal por aquella chica, pocas veces había hablado con ella, y esta situación no era la mejor manera de fortalecer lazos, así que lo abordó de la mejor manera. Ya después se las arreglaría con Sirius.
Tienes razón, una peculiar condición, supongo que aprendí a controlar los daños en Hogwarts donde lo que más me interesaba era recuperarme en la menor cantidad de tiempo, y lo cierto es que a mi edad estas rápidas recuperaciones ya me están cobrando las facturas, así que si oyes mis huesos crujir no te sorprendas.
Ella sonrió delicadamente, le agradaba que Remus fuera a contrario de Sirius cordial, caballeroso, sensible.
Remus sin decir más salió hacia su habitación en el piso superior. Se sentía extraño, hace mucho que alguien le había dedicado una sonrisa tan transparente, y de pronto al tumbarse en su camba, sonrió satisfactoriamente, al recordar que ciertamente la última vez que recibió una sonrisa tan cálida, había probado dicho rumor sobre la resistencia de los licántropos y ciertamente no le molestaría comprobarlo con aquella chica.