AMOR A TRAVÉS DE LA DISTANCIA.

(De Yoshiko para Matsuyama).

Mi querido Matsuyama:

Hoy me desperté pensando en ti. Han pasado ya varios meses desde que dejé Japón, y a pesar del tiempo y de este enorme océano que nos separa, no he podido olvidarte. Fuiste mi primer amor... Y serás el único...

¿Has encontrado ya a alguien que me sustituya como manager? ¿Has encontrado a alguien que me sustituya en tu corazón? Cada vez que pienso en esta posibilidad, mi alma sufre y se siente perdida... No sabes cómo quisiera estar contigo, a tu lado, apoyándote en todo, dándote mi cariño... Y aunque una parte de mi ser siempre estará contigo, a veces pienso que esto no es suficiente...

Yo no he conseguido adaptarme del todo. Es decir, fue maravilloso el volver a ver a papá y he encontrado nuevos amigos, pero... Me sigues faltando tú... Mi madre se preocupa por mí, tal vez demasiado, y me dice que salga a divertirme, que conozca a otros muchachos, pero nunca habrá uno que consiga robar el lugar que tú ocupas en mis pensamientos... Ni en mi corazón...

A veces, mi alma se escapa y cruza el enorme océano que nos separa. Llego hasta tu casa, entro a tu cuarto y te veo dormir, pero cada vez que intento besarte, el sueño termina y debo regresar...

Sin embargo, cada noche, miro a la Luna que se asoma por mi ventana, la miro y recuerdo que es ésa misma Luna la que ilumina tu rostro y entonces la esperanza regresa volando a mí, como una blanca paloma. La miro y le pido que te cuide, que proteja nuestro amor, hasta que sea el momento en que debamos encontrarnos de nuevo. La miro y me pregunto cuántos enamorados le harán cada noche la misma petición...

Contemplo en mi diario tu fotografía, veo tu sonrisa y casi puedo oír tu alegre risa que a mis oídos suena como la música más bella que haya escuchado jamás... Oigo también tu voz llamándome, susurrándome al oído: Te quiero, Yoshiko... Cada vez que me siento triste, recuerdo tus palabras y la alegría vuelve a iluminar mi vida...

Yo no perderé nunca la esperanza, mi amado Hikaru, siempre estaré pensando, soñando, deseando el día en el que vuelva a encontrarme entre tus brazos... Hasta entonces, sé paciente amor mío, sé que me estás esperando...

Tuya por siempre.

Yoshiko.