Digimon no me pertenece y si lo hiciera Mimi se hubiera casado con Yama y Tai con Sora, etc.

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Yamato Ishida no estaba seguro en que momento de lo que va de su joven vida, su punto de vista sobre Mimi Tachikawa habia comenzado a cambiar, no es que se llevaran mal, podian hablar como dos personas normales, pero si tuvieran que recurrir a alguien para contar una anécdota, ella definitivamente no era la primera persona, pero al día de hoy eso estaba cambiando.

Estaba a inicios de su segundo año y por ende la susodicha ingresaria a primero del instituto.

El sabia que iba a ser la gran noticia entre las mujeres, ya que Mimi no pasaba desapercibida y tampoco hacia mucho esfuerzo por hacerlo.

Días atrás, durante el final de sus vacaciones habian salido, solos y desde entonces su trato entre si ya habia evolucionado.

En lo que iba del día no se habia topado con cierta castaña y se sentia raro, se podria decir que la extrañaba.

Estaba sentado junto a Taichi en la cafetería y su amigo no dejaba de hablar de lo ansioso que estaba por ver a Sora esa tarde, ya que no habia asistido a clases por una gripe mal cuidada que aun la tenia en cama.

- Le llevare los apuntes como buen novio que soy - expresó el moreno

- No hemos anotado nada, di que la quieres ver y punto - respondio con voz baja Yamato

- Este año me asegurare de meterte una chica en la cabeza, para que dejes de ser un amargado -

- No me interesa Yagami -

- Eres un amargado -

- Nos vemos en clase - finalizó Yamato para tomar su bandeja a medio comer, depositarla en la basura y dejar a su mejor amigo comiendo solo

Dejó la cafetería a paso lento y se encamino a su salón, para eso debia pasar por los tres niveles y tener que pasar entre casi 300 alumnos.

Una vez finalizada la escalera que daba al segundo piso la vio. Estaba junto a Koushiro y sin querer él sintio que se le apretaba el estómago ante esa escena.

Ninguno de los dos jóvenes en el pasillo se dió cuenta que Ishida los observaba, así que siguieron en lo que estaban, uno inmerso en su computadora y la chica en su teléfono viendo atuendos de ropa.

No fue hasta que Mimi tuvo la sensación de que alguien la observaba y alzo la vista en dirección a Yamato, soltando una sonrisa al ver de quien se trataba.

Por otro lado Yamato sonreia de una forma tierna y varias de las personas que pasaban por su lado lo veian raro. Lo que no sabian era que el rubio tenia un desencadenamiento de emociones en su interior, ni siquiera el sabia que eso podia sucederle.

El rubio sintió su rostro arder y le regalo a la castaña un asentimiento en señal de saludo y espero a que le fuera correspondido, para dirigirse de camino a su aula, sin poder dejar de pensar en Mimi, de lo comoda que se veia con su amigo pelirrojo y de lo enfermo que esa situación lo hacía sentir. Una vez ahí, se quedo de pie junto a la puerta sin tener idea si entrar o no, pero con un razonamiento bastante claro.

- Me atrae Mimi Tachikawa - soltó en un susurro inaudible