Las hijas de Tigresa

La hija de Po: el regalo de Himiko

Han pasado seis años desde que Po encontró a Himiko en la entrada del palacio, después de eso transcurrió un año antes de que Po y Tigresa se casaran, cuando menos se dieron cuenta los años pasaron y tuvieron una hija, Po era el maestro del palacio de Jade y tenía a sus alumnos nuevos para que fueran los cinco furiosos, Himiko, Eagle, Tom, Kondo y Snake eran los nuevos cinco furiosos en entrenamiento, ese día era un diferente para Himiko nada más pero los demás era un día algo trágico, era el día de las madres en el Valle, como Eagle, Tom, Kondo y Snake eran huérfanos al cuidado de Po no tenían una figura materna con ellos pero en caso de Himiko era diferente ella tenía a su madre Tigresa y se no sabía que regalarle, Tigresa había salido durante la tarde llevándose a Lu con ella y dejando a Himiko en el palacio por petición de la propia Himiko-

Mmmm mmmm mmmm -Himiko estaba sentada frente a un retrato de su madre tratando de pensar, pero solo lograba sudar e inflar sus mejillas de la molestia- es pudo pensar me confundí feo -se enojo y se recostó en el suelo viendo el techo-

¿Qué haces Himiko? -dijo Eagle confundida y voló para ponerse frente a ella- ¿qué es tan molesto?

Eagle no sé que regalarle a mi mama -dijo Himiko algo molesta- el día de las madres es hoy y no sé que darle

¿Ya pensaste en comprarle algo? -dijo Snake sonriendo llegando con los demás-

No tengo dinero solo soy una niña de ocho años sin dinero -dijo Himiko molesta- podría pedirle a mi papa pero hasta yo sé que él no debe tener dinero

¿Cómo sabes que no tiene dinero? Podría tener una fortuna escondida en su cajón de ropa interior -dijo Tom sonriendo-

Primero Eeew, segundo no lo se escuche que mi papá solía un trabajo que le daba mucho dinero pero ahora no se -dijo Himiko pensativa- ya se le preguntare a mi papa y ustedes vendrán conmigo

¡¿Nosotros?! -dijeron los cuatro sorprendidos-

Si porque ustedes me dieron la idea, también soy la mayor de los cuatro y su líder -dijo Himiko sonriendo- así que vengase mi soldadines -se dio la vuelta para ir a buscar a Po mientras los otro cuatro niños la seguían, Po estaba en el patio parado en un pie sobre una vara delgada, tenía su bastón en las manos mientras que en un extremo tenía una cuerda sujetando una gran roca, la pierna izquierda la tenía doblada de forma horizontal, estaba meditando en una postura de equilibrio perfecto- papi lamento interrumpirte pero tenga malas noticias

Oh hija mía no hay malas noticias solo noticias -dijo Po sonriendo con los ojos cerrados, abrió los ojos y ido a su hija- además siempre tengo tiempo para atenderlos niños mis estudiantes

Papi...no te...tengo el regalo del día de las madres de mama -dijo Himiko nerviosa y Po abrió los ojos sorprendido-

Esas son noticias nada sorprendentes -dijo Po sonriendo- ella nunca ha dado ni recibido un regalo del día de las madres bueno excepto una vez hace cuatro años por ti

¿Por mí? -dijo Himiko confundida- ¿le di un regalo del día de las madres?

Si fue el primer regalo que recibió del día de las madres -dijo Po sonriendo, se bajó con cuidado y paró frente a ellos- solo tenías como cuatro años es lógico que ya no lo recuerdes -dijo Po sonriendo- verán ese día habían pasado dos años desde que Tigresa y yo nos habíamos casado, te perdimos por dos horas pensando que estabas con el otro, pensé que Tigresa te estaba cuidando y yo pensé que ella te estaba cuidando, te buscamos unos minutos hasta que apareciste tú sola en el cuarto con una flor de Camelia en las manos

¿Una flor de Camelia? -dijeron los demás sorprendidos- eso no puede ser las flores de loto se dan en primavera no en verano -dijo Eagle sorprendida- y sobre todo las dan en Japón

Es verdad ¿de dónde saco esa flor? -dijo Tom sorprendido-

Eso es lo curioso no sabíamos dónde había estado ni con quién solo apareció con la flor en las manos -dijo Po sonriendo, Himiko lo pensó un momento y se sentó en el suelo meditando, pasó unos minutos y tuvo un recuerdo-

Recuerdo- Himiko estaba caminando sola en el bosque, parecía que tenía cuatro años a lo mucho, estaba llorando un poco y cuando se dio cuenta estaba en medio del bosque con unas luciérnagas rodeándola, comenzó a llorar un poco fuerte-

¡Papi! ¡Papi! -Himiko lloro mientras gritaba un poco, había una figura recostada en el tronco de un árbol al cual llamó la atención-

Oye pequeña -dijo la figura en el árbol resultando ser un macho y Himiko vio a ese macho- ¿por qué lloras? -Himiko se acercó a donde estaba la voz para ver a un lobo blanco con el pelo alborotado, estaba un poco herido y usaba una gabardina blanca con una playera blanca y roja debajo con un pantalón negro y una cinta roja en la cintura, estaba un poco herido y con la cara manchada de sangre- ¿qué haces aquí?

Perdón...es..que me perdí...mi mama me...dejo jugando...con mi...pelota...pero...mi tío Mono..dejó la puerta de la casa...abierta y yo perdí...me pelota...la seguí...pero me perdí...-Himiko estaba llorando y hablaba entre llantos- ¡Quiero a mi mami! -el lobo se dio un momento y le tallo la cabeza, el lobo le sonreía de forma cálida cosa que le hizo tomar confianza en el- perdón señor pero mi mama y mi papa me dijeron que no hablara con gente desconocida

Tranquila niña no soy malo -dijo el lobo sonriendo- solo llámame señor lobo ¿está bien? -Himiko asintio y se calmó un momento- bien pequeña dime ¿dónde vives?

En el palacio de Jade -dijo Himiko un poco asustada, el lobo solo suspiro y miro a su alrededor- señor lobo quiero volver a mi casa

Está bien pero dame un momento que estoy un poco lastimado -dijo el señor lobo sonriendo, Himiko vio como el poder azul del lobo lo rodeó permitiendo que se curara un poco y se levanto sujetando sus costillas del lado derecho- listo vamos a tu casa

¿Me da la mano señor? tengo miedo -dijo Himiko asustada, el lobo sonrio y le extendió la mano derecha dejando que lo sujetará un momento- señor lobo ¿qué hace aquí?

Yo soy Santa claus -dijo el lobo sonriendo- estoy en busca de niños malos para castigarlos

Bárbaro -dijo Himiko sonriendo- pero apenas es Mayo Santa

Si es que Santa Claus se hace viejo y debe trabajar todo el año -dijo el lobo sonriendo un poco nervioso- busco a los niños malos, los castigo y luego veo quién es bueno y quién es malo jejeje -Himiko le creyó un momento-

Oiga Santa dígame no tiene su bolsa de regalos es que le quiero pedir un favor -dijo Himiko sonriendo-

Haré lo que pueda pequeña -dijo el lobo sonriendo divertido "en verdad cree que soy Santa claus" pensó divertido- ¿qué deseas?

Hoy me dijo mi papi que es un día especial para las mamás y yo quería darle un regalo a mi mama también pero mi papa me dijo que no porque aún era muy pronto para hacerlo -dijo Himiko tranquila- quiero que me de un regalo para mi mama -el lobo lo pensó un momento y asintio sonriendo- ¿lo hará? -el lobo volvió a asentir- Yei -Himiko sonrio y el lobo la llevo al palacio de Jade, nadie lo noto pero la dejo en el salón de los héroes, la sentó frente a los escalones y de su gabardina saco una flor grande redonda y de un color rosa fuerte- qué flor más bonita

Si es una flor muy especial se llama Camelia a mi madre le gustaban bastante apuesto que a tu mamá le gustara mucho -dijo el lobo sonriendo y le dio la flor a Himiko-

Gracias Santa Claus -dijo Himiko sonriendo y lobo solo sonrió mostrando los dientes tratando de no reír-

Bien pórtate bien Himiko -dijo el lobo sonriendo y le dio una pelota de color azul, Himiko se sorprendió viendo que era su pelota, la tomo sonriendo y en un segundo el lobo desapareció-

Waou Santa me dio mi pelota -dijo Himiko sonriendo, después de unos minutos Himiko fue al cuarto y Tigresa entro corriendo alterada y la vio-

¡Himiko! -Tigresa se adelantó y la abrazo con fuerza- ¡Hay mi hija! ¡Mi hermosa hija! ¡¿En dónde estabas?! ¡Me tenias muy pero muy preocupada!

Mami...no ...respiro..-dijo Himiko adolorida y Tigresa la solto- fui a buscarte esto...-le mostró la flor en sus manos y Tigresa se sorprendió bastante- es para ti, la vi y no pude evitar traértela

Hay mi niña -dijo Tigresa sonriendo- es hermosa -tomo la flor y sonrio- pero sabes no hay mayor tesoro para una madre que ver a su hija sana y salvo -se puso la flor en la oreja derecha y cargo a Himiko en sus brazos para darle un abrazo- por favor hija no vuelvas a escaparte de nuevo me asusté mucho

Perdón mami -dijo Himiko sonriendo- te quiero mucho mami

También te amo mi niña -dijo Tigresa sonriendo y le dio un beso en la frente -Fin del recuerdo-

¡Ya recuerdo! -Himiko grito sonriendo y todos se sorprendieron un poco- el señor Lobo me dio la flor

¿El señor lobo? -dijeron todos sorprendidos-

Si era un lobo de ojos rojizos y pelo blanco, el medio la flor me dijo que su madre amaba -dijo Himiko sonriendo- dijo que se llamaba Santa Claus -los demás alzaron una ceja y Po se dio un poco divertido, Himiko se sorprendió y sujeto las mejillas con sus manos- ¡Santa Claus me dio la flor! -lo pensó un momento y luego se puso algo molesta- creo que me tarde mucho en darme cuenta que ese lobo me engaño

Si bastante -dijeron los demás sonriendo-

Pero ya sé que darle a mama, recuerdo que en las tiendas del Valle hay un adorno para las orejas con la misma flor -dijo Himiko sonriendo-

Si ya la recuerdo cuesta ochenta monedas -dijo Eagle sonriendo, Himiko asintio y luego vio a Po el cual estaba parado detrás de ellos, Himiko sonrio y lo vio-

Oh papiiii Himiko sonrio, bajo las orejas y bajo la cabeza- técnica Happosai -la levanto mostrando sus ojos más grandes y brillosos dejando a Po sorprendido, Himiko tenía un sonrojo notable en su cara y la rodeaba un Aura de brillos- Ojitos tiernos -Po comenzó a sudar y temblar un poco- dame dinero papi, es para el regalo de mi mami -Po estaba sudando y haciendo ruidos sorprendidos, la tierna carita de Himiko hizo que el corazón se le saliera del pecho, figurativamente, Po grito un poco y sacó su cartera-

Claro que si mi niña ve y traile el regalo a tu mamá -dijo Po sonriendo encantado, le dio una bolsa de monedas y Himiko se fue corriendo con sus amigos detrás de ella- ¿qué fue eso? -Po se dio cuenta de que su hija lo acaba de manipular, Himiko compró el adorno para las orejas, era una especie de liga con la misma flor que Himiko recordaba pero esta era falsa por lo cual duraría mucho tiempo, más tarde ese día Tigresa regreso con su hija en los brazos, saludo a Po y el termino cargando a Lu en sus brazos- sabes Tigresa creo que tu hija quiere darte algo

¿Así si? -dijo Tigresa sonriendo, los dos estaban en el salón de los héroes y vieron como Himiko asomaba la cabeza y luego se escondía algo nerviosa y dejando su cola a plena vista, Tigresa se dio un poco- Himiko ven hija -Himiko salió de su escondite con las manos en la espalda escondiendo algo- tu papá dice que tienes algo para mí

Si esto es para ti mama -Himiko le mostró la flor para adorno y Tigresa se sorprendió- feliz dias de las madres mami

Hay hija me encanta pero ¿cómo conseguiste este regalo? -dijo Tigresa sonriendo-

Recordé cuando me perdí y el señor lobo me dio la flor -dijo Himiko sonriendo- recordé que la había visto y papa me dio dinero pero me alegra que te guste mi regalo -Tigresa la cargo y sonrió mientras tallaba su mentón en la cabeza de Himiko y las dos soltaron ronroneos-

Como te dije aquel día no hay mayor tesoro para una madre que ver a su hija sana, a salvo y feliz -dijo Tigresa sonriendo y Himiko la abrazo- ¿pero quién abra sido ese señor lobo?

¡Santa Claus! -Himiko sonrio y a Tigresa le recorrió una gota de sudor por la cabeza-

Kung fu Tigresa- Tu eres mi mama

Era un día común y corriente en el Valle pero la verdad el siguiente día sería un día especial para las madres de todo el mundo, era conocido como el día de las madres en China estaba Hinata la pequeña tigresa caminando de lado a lado sonrojada mientras en las escaleras estaba Isaac viéndola hasta marearse un poco y quedar con los ojos en forma de espiral

Vaya que mal día -dijo Hinata algo molesta- Isaac ¿qué hacen en tu casa en el día de las madres? -Hinata lo vio para Isaac estaba mareado, Hinata se acercó y lo sujeto de los hombros para comenzar a sacudirlo como loca- háblame por favor

Si ya pero no siento el cerebro -dijo Isaac entre agitaciones, Hinata lo dejo todavía más mareado de lo que ya estaba- bien primero antes de que vomite...-se puso un poco verde pero se le pasó rápido- bueno en mi casa el día de las madres mi mamá me lleva a la tumba de mi abuela y deja las flores un le gustaban y reza por ella, cuando regresamos le dan comida y muchas felicidades porque ya es mamá, pero mañana va a ser diferente porque tiene a Izanamy con ella

Es verdad el señor Izanamy nos puede ayudar -dijo Hinata sonriendo- tal vez él tenga ideas para que me ayude -los niños asintieron y salieron a buscar a Izanamy, Iza estaba de visita en el palacio y había llevado a Izanamy con ella ya que ambos no salen sin el otro, Izanamy estaba acostado como un animal salvaje en el salón de los héroes, estaba tomando una siesta, los dos niños se fueron acercando con cuidado- ¿cómo lo despertamos? -susurro un poco-

No lo sé mi mama dice que cuando se duerme nada lo despierta -Isaac susurro un poco- mmm ya se ¡Estamos bajo ataque! -grito con fuerza pero nada pasó Izanamy seguía dormido-

No pasó nada -dijo Hinata sorprendida, le rasco un poco la oreja y esta se movió un poco y volvió a su lugar- mmm Señor...señor...-le pico la frente con el dedo pero Izanamy solo movió la cabeza al otro extremo sin despertarse- nada

Mmmm -Isaac lo pensó un momento y recordó algo- no tengo ideas

Ya se hay una frase que Shifu me enseñó -dijo Hinata sonriendo-

¿Qué te enseño? -dijo Isaac sonriendo-

Esta frase la usa con Tigresa cuando no se quiere despertar -dijo Hinata sonriendo, Hinata se acercó con cuidado a la oreja de Izanamy y respiro hondo- ¡se acabó la comida solo queda Tofu! -le gritó un poco e Izanamy despertó quedando en pose de combate-

¡¿Cómo que se acabo la comida?! ¡¿Quién se la llevó?! ¡Colgaré al miserable en la pared! -Izanamy se levanto molesto y vio a los lados-

¡Tranquilo, tranquilo, tranquilo! -los niños hablaron asustados e Izanamy los vio- solo mentimos para que se despertara -dijeron los dos e Izanamy suspiro para quedarse acostado de nuevo-

Hay niños hablenme cuando esté lista la cena -dijo Izanamy tranquilo y se volvió a acostar-

¡No! ¡Levántese ahora mismo! -Isaac le salto encima y comenzó a saltar en su espalda pero no le hacía nada a Izanamy solo lo irritaba, Hinata comenzó a picarle el ojo izquierdo con uno de sus dedos- despierte, despierte, despierte, despierte -le siguió picando hasta que Izanamy abrió los ojos y recibió el piquete justo en el ojo-

Hayaiyaiyai -Izanamy se quejó y se sujeto él ojo- está bien ya Isaac bájate -Isaac lo escucho e Izanamy se sentó frente a los dos- está bien niños ¿qué necesitan de mi? -Hinata iba a hablar pero Izanamy levanto la mano para interrumpirla- primero necesito un poco de agua -ya en la cocina Izanamy bebió un poco de agua y le puso atención- ¿qué necesitan?

Quiero que me des dinero para comprarle algo a Tigresa -dijo Hinata algo tímida, Izanamy alzo una ceja tratando de entenderla- mira sé que debes pensar ¿por qué le quiero dar un regalo a Tigresa?

Si también me gustaría saber eso -Izanamy estaba sonriendo-

Bueno es que mañana es día de las madres en el Valle y quiero darle un regalo -dijo Hinata de forma tímida- has de pensar que es una tontería

No lo pienso -dijo Izanamy sonriendo- bien vamonos

¿A dónde vamos? -dijo Isaac sonriendo-

Vamos por el regalo para sus mamás -dijo Izanamy sonriendo, los tres salieron del palacio y se toparon con Iza y Tigresa-

¿A dónde creen que van niños? -dijo Tigresa sonriendo-

Los llevo conmigo a dar una vuelta y a evitar que Shifu los pervierta más -dijo Izanamy sonriendo-

Está bien cuídalos bien -dijeron Tigresa e Iza e Izanamy asintio, se despidieron de ellas e Izanamy estuvo caminando junto a los niños dentro del bosque-

Aclárame algo Hinata -dijo Isaac tranquilo- ¿por qué le quieres regalar algo a Tigresa el día de las madres? No es tu mamá

Ya sé que no es mi mama pero yo siento que fuera lo más cercano a una -dijo Hinata de forma tímida- es la única de mi especie y por cómo me cuida y me quiere me hace sentir que es una mama para mí -Izanamy sonrio igual que Isaac-

Te entiendo el calor de una madre es inigualable, una madre te quiere, es generosa, te cuida y siempre te protege si eso sientes hacia Tigresa entonces bien te ayudaré a que consigas el regalo que quieres -dijo Izanamy sonriendo, después de un rato Izanamy estaba caminando a cuatro patas con los niños sobre su espalda-

¿Ya llegamos a la aldea de los comerciantes? -dijeron los niños-

No -dijo Izanamy un poco cansado-

¿Ya llegamos -volvieron a decir-

No -contestó-

¿Ya llegamos? -volvieron a decir los niños-

No -dijo Izanamy un poco cansado-

¿Ya llegamos? -dijeron los niños riendo-

No -dijo Izanamy perdiendo la paciencia-

¿Ya llegamos? -volvieron a decir los niños-

¡No! -Izanamy grito- niños después de las primeras veinte preguntas se volvió irritante -niños se rieron porque se lo estaban haciendo de maldad, después de un rato llegaron a la aldea de los comerciantes, los niños estaban revisando las cosas, desde cosas normales hasta cosas mágicas, Isaac se adelantó y se encontró con una estatua de piedra con forma de sol y liga como la gema de Iza-

¿Qué es esto? -dijo Isaac emocionado, la base de la estatua estaba hecha de rocas más pequeñas que se mantenían en balance-

Esta es la estatua del sol naciente hecha por el mismísimo Guerrera del Sol de hace tres generaciones -dijo un cocodrilo sonriendo- está a la venta por 20000 monedas de oro, la base estaba en balance desde hace trescientos años si mueves una sola piedra terminara cayendo sobre el mal -Isaac estaba sorprendido tanto que su mente de niño le dijo que tocara la base, estaba por tocar la base y hacer que la roca le cayera encima pero Izanamy lo cargo antes de que hiciera algo malo y se lo llevó de ahí para buscar a Hinata, Hinata estaba viendo las cosas que había pero nada le llamaba la atención-

Ah este paso no encontrare nada para ella -dijo Hinata preocupada-

¿Estás buscando algo para tu mamá? -dijo una cerda con unas horribles verrugas en la cara, estaba en una tienda móvil la cual era una carreta y frente a ella estaban muchos frascos- dime pequeña ¿exactamente qué buscas?

Algo para una amiga que es como mi mama -dijo Hinata preocupada- quiero darle algo pero no sé que regalarle

Descríbela tal vez tengo algo para ella -dijo la cerda sonriendo-

Bueno le gusta cocinar, el Kung fu, es cariñosa sobre todo con los niños y su novio que es un panda -dijo Hinata tranquila- es una tigresa de bengala naranja, es joven como de unos 25 años y...no sé más -Izanamy e Isaac estaban detrás de ella esperando a ver qué decía la cerda-

Mmm ya se -dijo la cerda sonriendo- de entro todas las cosas que tengo -busco en una bolsa y sacó un frasco blanco algo largo- este frasco contiene un maquillaje especial que reduce los años de encime y deja el pelo brillante y hermoso

¿Está segura que le funciona? -dijo Hinata no muy convencida-

Claro que si yo lo uso -dijo la cerda sonriendo-

Ahí está la prueba está cerda te está estafando -dijo Izanamy riendo un poco pero la cerda lo tomo para mal y le lanzó un jarrón a la cebra dejándole un chichón-

Tómalo pequeña esta crema dejará el pelaje de la tigresa brillante -dijo la cerda sonriendo, Hinata estaba viendo el frasco pero no parecía convencida-

¿No tiene otra cosa? -dijo Hinata preocupada- ¿algo como un accesorio o algo así?

Mmmm tengo un brazalete de oro para las tigresas -dijo la cerda sonriendo, saco una caja y la abrio mostrando un brazalete dorado con el dibujo de un corazón hecho de un rubí rojo justo en el centro, había decoraciones de lo que parecían ser flores hechas en el mismo brazalete como un relieve- ¿qué dices?

¡Es hermoso y perfecto! -dijo Hinata emocionada- ¡señor Izanamy pague!

¡¿Quieres que yo lo pague?! -Izanamy grito sorprendido-

Por favor no tengo mama solo a Tigresa -dijo Hinata con una cara de tristeza y ojos brillantes, Izanamy se golpeó la cara con la Palma, de todas maneras los dos eran iguales ambos eran huérfanos y no habían tenido una figura materna en años-

Bien lo haré -dijo Izanamy tranquilo- ¿cuánto quiere por el?

Serán 15000 yuanes -dijo la cerda sonriendo y el corazón casi se le sale a Izanamy, Hinata le estuvo haciendo caras tristes y tiernas hasta que aceptó y le pagó el brazalete- jaja tonto

Listo el regalo esta listo -dijo Izanamy palido- a dios a mi armadura de combate increíble

Al menos piense que sacrificó su dinero por una buena causa -dijo Hinata sonriendo- ¿dónde está Isaac? -Izanamy lo busco y lo vio de nuevo frente a la estatua del sol, avanzó corriendo y lo sujeto en sus manos pero era demasiado tarde el ya había tocado la estatua y este le cayó encima a Izanamy en el cuerpo, lo único que había quedado afuera fueron sus manos las cuales apretó pan dolor y soltando quejidos debajo de la roca, después de un largo camino los niños estaban sonriendo felices, ambos habían conseguido un regalo para Tigresa e Iza mientras que Izanamy no sólo había perdido su dinero si no que Stan golpeado, la ropa algo quemada y parecía lo habían atacado-

¡No puedo creerlo! ¡Dos rocas me cayeron encima! ¡Trataron de quemarme vivo! -Izanamy grito algo molesto- ¡y esta cocodrila no deja de morderme el trasero! -detrás de él tenía a una cocodrila mordiéndole el trasero- ¡Ya suéltame! -le dio una patada al mentón y ella se fue corriendo soltando chillidos, después de una noche de descanso se estaba celebrando el día de las madres en el Valle pero en el palacio solo estaban Tigresa, Po, Iza, Izanamy, los niños y Shifu los demás habían ido a ver a sus madres o en el caso de Mono fue a visitar la tumba de su madre, Tigresa estaba entrenando en el patio cuando Hinata apareció detrás de un poste con la caja en sus manos, respiro hondo y se acercó a ella-

Tigresa tengo algo que darte -dijo Hinata tímida y Tigresa volteo a verla-

Sí Hinata ¿qué tienes para mí? -dijo Tigresa sonriendo, Hinata se acercó y le mostró el brazalete de oro, Tigresa se sorprendió bastante al verlo- waou Hinata esto es increíble ¿de dónde lo sacaste?

El señor Izanamy me permitió usar su dinero para comprarlo -dijo Hinata sonriendo- ¿te gusta?

Me encanta pro tengo dos preguntas ¿por qué me lo das? Y ¿cuánto costó? -dijo Tigresa sorprendida y se sentó frente a ella-

Bueno es como sabes yo tengo una mama, por eso te veo como a ti como mi mama -dijo Hinata algo nerviosa y Tigresa sonrio para tallarle la cabeza-

Hinata me halaga que me veas como tu mamá, también te quiero mucho -dijo Tigresa sonriendo y le dio un abrazo sonriendo- pero no debiste gastarte todo el dinero de Izanamy en un regalo para mi

Pensé que te gustaría -dijo Hinata preocupada-

Claro que si me gusta pero sabes para una madre el regalo que su hijo o hija le dé es lo más valioso que hay, no importa si está hecho a mano, piedra o con papel siempre que el regalo tenga tus sentimientos puestos vale mucho más que el oro junto -dijo Tigresa sonriendo y Hinata asintio sonriendo, las dos estuvieron juntas un momento- bien vamos

¿A dónde? -dijo Hinata confundida-

A recuperar el dinero que dieron por esto -dijo Tigresa tranquila y se levanto cargando a Hinata-

Está bien pero fueron 15000 monedas -dijo Hinata tímida-

Bien entonces le daremos a Izanamy 8000 monedas el resto para nosotras -dijo Tigresa riendo un poco y Hinata asintio-