Dos lobos y un destino

Capítulo 1: El pasado

Tras un año sin saber nada de él, el primer día de instituto se topó con ni más ni menos que Sam Uley, el chico que hizo de su infancia un infierno. Se chocaron y se les cayeron todos los libros. Ambos se agacharon a recoger sus respectivos libros.

De repente, ambos cogieron el mismo libro y se miraron el uno al otro.

No me puedo creer mi suerte, mi primer día de instituto y me tengo que chocar con Sam Uley- pensó Leah, sarcástica.

¿Leah?¿Leah Clearwater?- preguntó Sam, incrédulo.

Ella asintió- ¡Guau, que sorpresa! Qué bien te veo- soltó Sam, Leah se sonrojó.

Ese fue el comienzo de un inmenso dolor que ella no sabía que iba a sufrir.

*Cuatro años después*

Leah no podía creer en su suerte, había encontrado al chico de sus sueños. Lo pasó fatal en aquellas terroríficas dos semanas durante las cuales Sam estuvo desaparecido. Leah y Allison, la madre de Sam movilizaron a toda la policía de Forks en una búsqueda exhaustiva durante la cual no encontraron ni rastro de Sam.

Afortunadamente, dos semanas después Sam apareció de la nada.

Leah quería saber dónde se había escondido este tiempo, pero no quería presionarlo, por lo que decidió darle un tiempo y espacio.

*Un día cualquiera, en la casa de Leah*

- Sam- él la miró –esta tarde llega Emily, una prima hermana mía..-él la cortó.

- No sabía que tenías una prima.

- Bueno, en realidad es una prima segunda- él la miró curioso de por qué se la mencionaría justo ahora. Ella notó esto y prosiguió –quiero que la conozcas. Seguro que os llevaréis genial- ella sonrió.

-Seguro que la voy a querer mucho, pero no como a ti, claro- dijo Sam, besándola.

Un timbre interrumpió su beso para que fuese seguido por una alegre Leah corriendo hacia la puerta para abrir a su queridísima prima.

¡Emily!- gritó Leah dando un enorme abrazo de oso a su invitada

¡Leah!- gritó ésta respondiendo el abrazo.

Ven, que te presento-dijo Leah eufórica, arrastrando a Emily en la sala de estar.

(cogiendo a Sam de la mano) Sam, esta es Emily. Emily, este es mi novio, Sam- Leah levantó la mirada esperando ver unos ojos llenos de amor, pero encontró unos ojos con las pupilas dilatadas y notablemente confusos mirando en la dirección de Emily.

El dolor actuó en su corazón como un virus en un ordenador, rápido y sin forma de disiparlo o detenerlo.