Simplemente estoy en tus manos
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Hola, me disculpo con todos aquellos que leían mis Fics. No podía continuar escribiendo, espero me disculpen, pero simplemente no tenía inspiración… Me dedique a leer libros para poder mejorar mi narración y mi ortografía, considero que antes era una falta de respeto tantas faltas.
Hoy retomo nuevamente, editare ABSOLUTAMENTE TODO, espero me ayuden a mejorar.
Y ojalá les guste este Fic.
Gracias.
Capítulo 1: El príncipe
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Si tienes el respeto de todos, si tienes dinero, si eres un puto desgraciado que sin piedad cumplías tus objetivos sin importar la vida de otro, déjame decirte que podías ser un digno ayudante para él.
El mundo de la droga, el contrabando, la cocaína y toda la porquería que te puedas imaginar no es fácil amigo, pero para "El Príncipe" era simplemente un juego.
¿Y quién era él?
Sí, acertaste: Vegeta Ouji
Uno de los cinco Narcotraficantes más respetados a nivel mundial. Con solo dieciséis años, gracias a la muerte de su padre a manos de sus enemigos, era uno de los hombres más ricos del planeta, se pudría en dinero, y podía hacer que tu insignificante vida se esfumara con solo decir una palabra.
¿Te atreverías a meterte con él?
No, ¿Verdad? No serías tan estúpido de hacerlo.
No te atrevas a romper tratos con él o tratar de hacerte el vivo, porque te puede ir muy mal...
Pero, aunque no lo creas, alguien rompió su trato con Vegeta. No por voluntad propia, sino porque el mundo de la droga es difícil, y para que la policía no intervenga toda tu mercancía tenías que ser astuto. O simplemente tener agallas para vender el producto.
Su nombre era Otto Briefs apodado como "Dr. Briefs" un hombre millonario que se asoció con un subordinado de Vegeta Ouji. Sí, mala decisión, si el subordinado le daba una queja sobre Briefs a Vegeta, el hombre estaba perdido.
La causa de la mala elección para un hombre tan inteligente como él era la preocupación de su empresa.
En esos tiempos "Corporación Cápsula" estaba pasando un difícil momento, necesitaban dinero inmediatamente. Su última opción: Tratar de vender "la mercancía".
La culpa perseguía a Briefs, no logro vender ni un poco, quería romper el trato. Pero alto, no hay devoluciones, o vendías lo que habías dicho o simplemente acatabas las consecuencias.
Así que sin que Briefs lo sospechara, Vegeta, harto de todas las quejas mando a matar a una de las dos mujeres que más amaba Briefs. Jev, uno de los subordinados de Vegeta, fue el escogido para la labor.
Una noche, luego de que Briefs se fuera a una reunión sobre el estado de su empresa dejando a su familia sola, ingreso un muchacho a la mansión. Busco la habitación de Bulma, la hija de Briefs, sacó su arma dispuesto a matarla.
Verónica, esposa de Briefs se interpuso entre su hija y el hombre, así cayendo muerta al instante por un disparo en la cabeza.
Bulma de tan solo doce años que dormía plácidamente gritó del horror ante el fuerte sonido. Gracias a que no había personal por el estado económico en el que estaban no hubo nadie quien la ayudara. Jev saco una nota de su bolsillo y tomo a Bulma del cabello.
—Le vas a dar esto, ¡¿Entendido?! — gritó. La muchacha se dedicaba a gritar del dolor. Jev la dejó y se fue como si no hubiera pasado nada.
Acostúmbrate, ese es el mundo de los que se dedican a esa mierda.
Luego de unas horas Briefs llegó y encontró la horrible escena. Bulma entre lágrimas le entrego la nota:
No te atrevas a hacerlo de nuevo, piensa dos veces antes de actuar.
Marcos.
El jefe de Marcos era Vegeta, para administrar todo el poder tenía que dividirlo en varias personas, la cual simplemente eran peones.
Briefs nunca supo quién fue verdaderamente el responsable de la muerte de su esposa. No pudo denunciar el hecho, ya que si lo hacía se podría investigar que él había hecho un trato con un narcotraficante, podían meterlo preso he incluso ellos matarían a su hija.
No se habló más del tema, Otto Briefs vendió la mercancía y devolvió todo el dinero a Marcos, pasó un riguroso proceso para que pueda librarse de ellos. Vegeta acepto que se vaya, con la condición de que si hablaba algún día de ellos su hija pagaría las consecuencias. Briefs fue desechado como simple basura con una fuerte amenaza.
Ocho años después, la condición Corporación Cápsula iba de maravilla. Bulma resultó ser una muchacha muy inteligente, creo las famosas "Cápsulas Hoi-Poi" las cuales consistían en guardar enormes cosas en una simple cápsula.
Una brillante idea, un brillante producto, pero para Vegeta era una manera más fácil de llevar su merecía.
Bulma le facilito el proceso, debía de admitirlo, le hizo un gran favor.
Decidió hacerse socio personalmente de Briefs, haciéndose pasar por un joven empresario que atribuiría a la empresa y a cambio ellos le proporcionarían las capsulas.
Claro, sin que ellos sepan de lo que en verdad se guardaría en las capsulas.
Era muy atractivo físicamente, pero para Bulma era horrendo el comportamiento que mostraba, su actitud, sus sentimientos hacia los demás… En fin, todo de él.
Se mostraba serio y respetuoso, algunas veces arrogante y orgulloso de su poder, pero a su padre le caía muy bien.
Briefs se volvió a casar, Ana, una mujer ambiciosa le metió ideas a su esposo para que Bulma esté más tiempo con Vegeta.
¿El motivo?
Hacer que los dos se enamoren para que después la fortuna de los Ouji se uniera con los Briefs. Para su nueva familia sería muy bueno tener más poder del que poseían. Ana ignoraba de donde venía todo el dinero de Vegeta, pero eso era lo de menos, dinero es dinero.
Otto Briefs se dejó convencer por su hermosa esposa, ya había planeado todo para poder decírselo a Bulma, la muchacha era muy temperamental y temía que se rehusara.
—¿Para qué me llamabas padre? — preguntó ella sentándose en la mesa junto a Otto.
—¿Qué opinas del joven Vegeta? — pregunto mirando atento los gestos de su hija.
—Opino que es un hombre muy listo, ¿A qué se debe esa pregunta?
—Que me dirías si te digo que estoy pensando en ustedes dos juntos como pareja, es decir las dos familias juntas, piénsalo... ¡El poder que tendríamos!
Bulma lo miro desconcertada, todo era culpa de Ana, desde que esa mujer había llegado, su padre había caído preso a la ambición.
Ana jamás remplazaría a su madre, se estremeció de tan solo recordar la sangre en sus manos. Juro venganza y le dolía que su padre jamás hizo nada por encontrar al asesino de su madre… Pero ella no, ella lo encontraría costase lo que costase.
Continuara…
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21/12/16