Él había sospechado, era como si lo supiera antes de que pasara.
Un ataque como aquel podía ocurrir en cualquier momento, debía estar alerta.
Él dudo de sus sentimientos hacia él.
Ahora sabe que son verdad y que no le mentía.
Él no puede ahora arrepentirse de sus errores.
Pedir perdón no se la devolverá, así que debe de ser fuerte por ella.
Él lo sabía pero no podía evitarlo. Todo paso tan rápido pero ante sus ojos fue en cámara lenta y después ella se encontraba a sus pies, muerta y sangrante, con una diminuta lagrima recorriendo su mejilla.
