Disclaimer: Esta historia no es mía, ni los personajes. Al final de la historia les diré a quién pertenece.
Edward Cullen, magnate del petróleo, siempre conseguía lo que quería. Al fin y al cabo, era atractivo, poderoso y muy rico. Sin embargo, no podía tener a Isabella Swan, su secretaria, porque era la única mujer en la que podía confiar.
Cuando una crisis internacional hizo que trabajaran juntos las veinticuatro horas, la intrigante y recatada Isabella resultó tener una voracidad sensual que solo podía compararse con la de él mismo y se dio cuenta de lo que había estado negándose demasiado tiempo. Sin embargo, ¿pagaría el precio por tomar lo que quería cuando se desvelara el secreto de su secretaria perfecta?
