Be together

Una sola vez. Eso se dijo Katniss antes de partir.

La primera de muchas, se dijo Gale.

Se encontraron en un lugar común, un refugio conocido.

Apenas hablaron.

Primero se dedicaron a mirarse. Habían cambiado mucho, los dos. Los años habían pasado, a mejor, fue lo que pensaron ambos. Ella ya no era una niña, y él ya no era un chaval. Poco quedaba de las personas que habían sido uña y carne hace tanto tiempo.

Katniss no sabía por qué quería mantener aquel encuentro en secreto. Sucedió de una forma extraña. O no tanto, simplemente recibió una carta citando el lugar. La persona que la requería quedaba reflejada en el remitente, nada más.

Gale simplemente le echó agallas, decidió escribir, acudir y esperar por ella. Y ella estaba allí. Estaba sola. Y estaba preciosa.

Gale no sabía si sonreír y hablar. Sonreír y callar. O no hacer nada en absoluto. Pero se sentía feliz por su presencia y su boca parecía muy partidaria de la parte de sonreír.

Katniss tenía dudas sobre si seguía enfadada con él. Al verlo lo único que sintió fue un enorme alivio. Le resultaba inevitable devolver una sonrisa a medias.

A tenor de su cara, ella se alegraba de verlo, al menos un poco, pero no iba a hablar. Eso pensaba Gale, quien nunca había sido un prestidigitador de palabras. Ella no abriría la boca. Tendría que hacerlo él. Y francamente, no sabía cómo.

Katniss dudaba sobre si dar media vuelta. No tenía claro que aquello estuviera bien. Se encontraba a la espera de algo, ¿pero de qué? Y lo cierto es que sus pies no parecían muy inclinados a moverse de allí. Y sus ojos parecían estar empeñados en no apartarse de él.

Gale decidió acercarse. Al ver que no retrocedía, decidió acercarse un poco más.

Katniss seguía a la espera de algo sin saber el qué.

Gale decidió abrazarla. Hacía mucho tiempo. Claro que estaba bien. Y al ver que no se apartaba, al ver que ella respondía al abrazo, decidió abrazarla un poco más.

Katniss lo único que decidió fue cerrar los ojos. Se encontraba mejor así.

Katniss había cambiado, pero no había crecido. Eso estaba claro. Ya que cuando Gale intentó buscar la mirada de ella, tuvo que agachar la cabeza bastante.

Ella notó que él se apartaba. Dudó sobre si el abrazo se habría acabado y debería apartarse también, pero no lo hizo. Se encontraba bastante a gusto.

Dado que ella no se movía ni abría los ojos, Gale pensó, ¿por qué no? Y luego pensó, ¿qué puedo perder? Y más tarde pensó que si fuera un chico listo se conformaría con un abrazo, que ya era mucho más de lo que se había atrevido a soñar. Pero aunque siempre fue una persona bastante espabilada, no hizo gala de ello esa vez. Sujetó la barbilla de Katniss con los dedos índice y pulgar, la alzó hacía su boca y…

Evidentemente, la besó. No cabía duda.

Katniss decidió hacer como si tal cosa. Es decir, le devolvió el beso. Total, iba a ser sólo una vez.