Sorpresas de la vida…
By: Tommy Hiragizawa...
Los personajes no son míos, son de Rumiko Takahashi.
Es un SesshXKag.
Nota: me gusta un buen esta pareja, por lo que no me conformo con el epi lemon que hice para el final de todo por ti. Admito que de mis fics lemon de Inuyasha es el que mas me gusta, pero es que… se me hace tan poco un solo epi lemon… así que voy a hacer una continuación algo como lo de cuando 2.0, como yo le llamo para abreviar el nombre. Entonces aquí cambia el nombre de la historia, pero básicamente comienza el día después de que por fin se "aparean".
Espero que les guste tanto como espero que me guste a mi, porque esto lo escribo antes de comenzarlo…
En fin, hasta otra…
p.d… esto está especialmente dedicado a mi querida amiga, no a mi querida hermana, madre de mi corazón…
a mi Oka-san!!!!!!...
chica te extraño con todas las fuerzas de mi alma, desde aca en España te mando un beso y un abrazo chica, y aún no me cumples la promesa de hacer tu primer fic…
en fin… comenzamos…
0o0o0o0o0o0
Cáp. 1… mi primer día como tu esposa…
0o0o0o0o0o0
Kagome despertó en su recamara a medio día. Pensando, al ver el sol entrar con tanta fuerza por su ventana que cuando se volviera hacia el lado derecho de la cama (ella estaba en el izquierdo) no encontraría ya a su marido y estaría sola y desnuda en medio de un gran cuarto que aún no reconocía como suyo.
Miró hacia donde debería de dormir su esposo y justo como pensó no lo encontró a su lado, mas bien encontró un lecho vacío y las mantas tibias.
Olió el aire por primera vez en el día, aún el aroma a sus cuerpos entregándose le inundaba los sentidos, impidiéndole oler otra cosa. Sintió el aroma de su esposo sobre cada cm. de su cuerpo, sintiendo igualmente cada una de las sensaciones vividas horas antes con total frescura.
Se levantó y cubrió su cuerpo con las sabanas.
Se miró al espejo que estaba justo frente a la cama. Las marcas que la diferenciaban a cuando era humana eran notorias, ya no era la misma.
Miró todo en ella misma y todas las diferencias, pero en su interior se seguía sintiendo tan humana como el día en que nació.
Miró su cabello enredado por las apasionadas caricias de su macho, los rasguños que aún ella siendo youkai y con su capacidad de recuperación seguían presentes en su cuerpo. Los moretes que llevaba en el cuello, la sangre seca que manchaba su entrepierna.
Lo había olvidado aquella noche. Ella era virgen y lo normal era que sintiera algún dolor, pero en cambio solo sintió un inmenso mar de sensaciones, pero en medio de sus piernas, haciendo una línea de su entrepierna a medio muslo estaba el comprobante de que ella no había estado con ningún otro hombre que no fuera su marido… la sangre que decía que era únicamente suya.
Sonrió al recordar la pasión que habían mostrado ambos, y como se habían entregado hasta la locura.
Y eso que aún quería mas…
Pasó su mano por sus largos cabellos y se decidió a tomar un largo baño… tal vez esa misma noche repetirían, por ahora deseaba solamente refrescar su cuerpo y buscar a su pareja.
0o0o0o0o0
Inuyasha miró con ojos melancólicos el cielo del medio día. Algo en su interior estaba destrozado. Siempre había creído que ella era suya, que Kagome nunca lo dejaría. Que equivocado estaba. Tarde se dio cuenta de que sus ausencias al lado de la chica habían causado que lo olvidara, que llegara a amar a alguien mas.
Pero solo deseaba que fuera feliz, que Sesshoumaru fuera mas hombre que el y que supiera apreciar todo el cariño que esa niña estaba dándole. Porque el ya no podría sentir mas su calor a su lado, ya no podría verla sonreír con los ojos iluminados ni decirle todo lo que la quería.
Una serpiente casa almas pasó casi rozando su cabeza.
Se sintió extrañado porque normalmente la mujer de barro solo lo visitaba ya entrada la noche, cuando nadie mas que el pudiera saber que estaba en el lugar.
Caminó sin mas siguiendo a la serpiente, mas nunca esperó encontrar lo que encontró.
Aquella a la que tanto había amado en medio de un charco de sangre, mas eso era imposible, ella estaba hueca por dentro. Sin embargo algo de el viejo sentimiento se apoderó de su corazón lastimado y la tomó en brazos. Comenzando a correr con todas sus fuerzas hacia un punto que no reconocía, simplemente sus instintos le indicaron el camino.
El corazón le había dado un vuelco al ver a la antigua sacerdotisa en aquel estado, sintiendo tantas cosas y a la vez nada.
Sabía que debía de salvarla esta vez… aunque fuera por los viejos tiempos.
0o0o0o0o0o0
Entró al cuarto de baño y se extrañó al ver como el vapor inundaba el lugar.
Liberó a su cuerpo de la prisión de mantas que llevaba para cubrirse y caminó hacia donde comenzaba la gran tina de madera que normalmente estaba llena de agua del río, pero en ocasiones especiales era llenada con agua caliente para disfrute del dueño de palacio o de sus invitados.
"sesshoumaru" – fue lo único que pensó, atribuyendo ese detalle a algo que su marido había pedido para ella.
Metió un pie en el agua, notando que por mas vapor que hubiera el agua estaba en el punto perfecto de temperatura, así que sus piernas completas fueron tapadas con el agua en poco tiempo, comenzando a introducirse de cuerpo completo…
Sintió como el agua hacía pequeñas olas mientras ella entraba, sintiendo exagerado aquello. Ya que no había hecho tanto movimiento como para aquello.
Y sin mas se sumergió completamente mojando sus cabellos con el agua perfumada.
Se internó mas en la gran tina, o mas bien piscina que el dueño de palacio tenía en aquel cuarto de baño. Topándose con una visión que no esperaba.
Su señor estaba desnudo frente a ella mirándola con la misma sorpresa que ella lo veía.
Se acercó con cuidado y sin quererlo de manera que al youkai pareció tremendamente sensual. Lo movimientos de sus pechos bajo el agua lo estaban poniendo rigido (ustedes entienden) y ella no se estaba quedando atrás. Si no fuera porque estaba metida en el agua hubiera jurado que su entrepierna estaría mojada sin poderlo evitar.
que haces aquí?? – preguntó ella sorprendida.
Quería bañarme – dijo sin mas.
Yo te hacía metido con tus cosas en el despacho o en algún lugar del palacio dando ordenes… es muy tarde –
Desperté hace poco, no iba a salir manchado de sangre y sudado – frunció el seño
Yo tampoco… estoy manchada en lugares demasiado llamativos – dijo señalando la pierna por la que corría la mancha de sangre seca que aún no salía del todo.
Ya veo – dijo secamente…
Me ayudas?? – le preguntó coqueta mientras le pasaba la esponja con la que iba a fritarse el cuerpo.
Mujer – la palabra sonó tan ronca que aunque por causa del vapor no pudiera kagome olerlo supo que estaba tan excitado como ella. Se acercó a el y susurró contra su oído…
Yo te puedo tallar la espalda si lo quieres – sus colmillos rozaban el lóbulo mientras hablaba, torturando con aquello a su marido.
El youkai no lo resistió mas y la abrazó por la cintura.
así que no estás satisfecha con los juegos de anoche??? – le dijo con voz mas ronca que la de hacía cinco segundos, parecía que cada palabra estaba pronunciada con los rugidos de un can.
No – fue la respuesta que dio ella con cara inocente – la verdad es que amanecí queriendo jugar – dijo con ojos llenos de pasión.
Maldita bruja – le dijo contra los labios antes de besarla, o mas bien comerla. Sus bocas se movían con avidez, llenándose del sabor del otro.
Las manos de ambos pasaron por todo el cuerpo del otro. El recorrió desde sus hombros desnudos y descubiertos por el líquido vital, pasando por sus costados hasta su cintura, pequeña y las caderas anchas…
Recorrió la calidez de su vientre, y lo sintió palpitar. Con aquello las sensaciones de superioridad y de orgullo llenaron el pecho del joven de la luna, por lo que sin esperar dos veces comenzó a besar a su mujer con mas pasión y desesperación.
Ella por otra parte había comenzado por su espalda ancha, musculosa, la piel nívea dejándole recorrer con sus manos su territorio sin problemas, llegando hasta los glúteos, apretándolos para darle a entender que estaba desesperada. Minutos antes el había aumentado el desenfreno de sus besos y eso la estaba volviendo loca. La lujuria poco a poco inundaba sus sentidos, pidiéndole que comenzaran a hacer el amor en ese momento. Pero ella quería saber si aún con aquellas apariencias podrían hacer el amor con la ternura de los humanos, no solo con los instintos.
Se separó de su compañero y lo miró a los ojos, cambiando la lujuria por todo el amor que le quería expresar. Supo que lo logró cuando el embozó una pequeña sonrisa de lado que la hizo sentir en las nubes. Volvieron a besarse, sabiendo que sus vidas estaban llenas mientras estaban juntos, que no necesitaban de nada si se tenían el uno al otro. Y que mientras tuvieran el calor de sus cuerpos podrían soportar el más frío de los inviernos.
Las caricias volvieron a recorrer el cuerpo de ambos, esta vez tiernas y lentas, desesperándose mutuamente.
Kagome con la firme idea de enseñarle a amar como los humanos hacían.
Sesshoumaru con la intención de dejarse llevar por esos sentimientos que le daban calor a su helado corazón.
Ella se dio la vuelta y le pasó a la mano la esponja que minutos antes el había dejado olvidada. Diciéndole con los ojos que necesitaba su ayuda, el solo pudo reír por dentro mientras veía las verdaderas intenciones de su mujer.
Comenzó a tallar el cuerpo de la hembra con aquella cosa, llenando de jabón la blanca piel. Rozando con sus dedos cada parte que pasaba, acariciando con cuidado todo su cuerpo. Ella le dio la espalda para que pudiera tallar su espalda, pero el siguió en los lugares donde estaba. Comenzando a enjabonar sus pechos, rozando con los pulgares los pezones endurecidos. Bajando las manos poco a poco, enjabonando el vientre, el vello de su entrepierna, sintiéndola tensarse al esperar el roce que la llevaría al éxtasis, pero que nunca llegó. Lo único que llegó fue el roce de los dedos de su marido con sus piernas, limpiando primero la pierna que no tenía sangre, después y con mas cariño y esmero la que llevaba la marca de que ella era solo suya.
Volviendo a subir, esta vez frotando con insistencia los muslos, haciendo que su mujer se impacientase, y aprovechando que le daba la espalda para enterrar su miembro caliente entre las nalgas de ella.
Ella echaba la cabeza hacia atrás disfrutando de todas las sensaciones, sin esperarse que su marido la tratara con tanto mimo. Mas cuando sabía que los instintos los estaban enloqueciendo, porque ella también estaba siendo afectada por ellos.
Y aún con la intensa cortina de vapor en el aire el aroma a excitación de su hembra llegó a las fosas nasales del taiyoukai, haciendo que este dejara en el olvido la determinación a ir despacio. Dejó flotando la esponja en el agua, llevando sus manos hasta los pechos para estimular a la chica.
Ella solo pudo sentir las sensaciones que este le daba, apremiándolo con un gemido que para los sentidos del macho era exquisito. Comenzando ella también a ayudar en el juego, moviendo la cadera en círculos rozando su miembro erecto, sabiendo que aquello gustaba a su señor por la manera en que gruñía.
Los labios de el corrieron a encontrar la curvatura de su cuello, lamiendo sin descanzo la marca que la identificaba como suya. Besando y mordiendo levemente la piel delicada de aquella zona.
Sin saber como llegaron a donde terminaba la piscina, topando el con su espalda el borde. Ella se apretó mas hacia el para hacerlo sentir que estaba lista para lo que viniera, pero eso para el aún estaba demasiado lejos de terminar.
La levantó dándole una sorpresa, sentándola en la orilla de aquella "tina". Abriéndole las piernas mientras la veía cerrar los ojos extasiada. Su lengua recorrió los muslos, lamiendo mientas sus colmillos solo rozaban para torturarla. Y por fin llegó el esperado toque. La lengua de Sesshoumaru encontró el centro de calor de ella, comenzando a buscar los fluidos que solo aquella noche aprendió de memoria. Su lengua hacía círculos en el clítoris, mientras que los colmillos herían levemente los labios internos. Dio un lengüetazo sin pudor mientras la escuchaba gruñir al igual que el minutos antes lo hacía, abrió con los dedos sus labios vaginales y comenzó a introducir su lengua larga en la pequeña cavidad que poco a poco se abría para el.
La mujer gritaba del placer que sentía por todo su cuerpo y sabía que de segur así su primer orgasmo en el día sería el que le brindaría la lengua de Sessh, pero ella no quería eso, quería que llegaran por primera vez en el día de la mano al cielo, que la llenara por dentro con su semilla caliente.
Así que tomó la cabeza de el entre sus manos y lo separó de su centro sintiendo la necesidad de sentirlo dentro de una maldita vez.
Le dijo todo con la mirada, que estaba desesperada por sentirlo, que quería que la poseyera de manera salvaje, que quería… que quería tantas cosas… solos ser suya una vez mas.
El ya no pudo seguir esperando tampoco, ya podrían seguir con sus juegos en la noche, o tal vez en un rato mas, pero es que quería sentir como las paredes de su túnel lo apretaban, como lo incitaban a liberar su semilla en su interior, el sentir que aquello lo haría tener la descendencia que siempre quiso, pero esta vez de la manera mas hermosa que pudo imaginar, con la mujer que verdaderamente amaba.
La atrajo otra vez hacia el agua, pegándola directamente a su cuerpo, haciendo que ella enredara sus piernas en su cintura, juntando sus sexos de manera desquiciante.
Las manos del chico la sujetaron de la cintura, sabiendo que lo que vendría esta vez no sería nada dulce.
Entró con fuerza y sin esperar a ella. Sus cuerpos comenzaron a contonearse contra el otro, entrando en un universo donde solo estaban ellos. Iniciando con un ritmo rápido y alucinante, lleno de sensaciones y deseo.
Sentían sus pechos chocar, sus sexos acoplarse y sus respiraciones enredarse al igual que sus lenguas lo hacían en medio de aquel beso.
Los dos buscaban mas sensaciones de las que jamás pudieron sentir antes. Ella se echó hacia atrás y dejó que el hiciera lo suyo, hasta que una idea pasó por su cabeza…
Ambos cuerpos comenzaron a ir mas rápido, dejando que toda su fuerza participara en el acto…las convulsiones pronto llegarían a sus cuerpos, los espasmos recorrían con fuerza de pies a cabeza, haciendo que casi resbalaran, pero el, no de dejó vencer, sostuvo sus manos en las paredes de la tina y continuó moviéndose, hasta que sintió la fuerza el orgasmo de ella, como se convulsionaba y se tensaba entre sus brazos.
Ella no paraba de temblar… era un orgasmo celestial, sentir que llegaba al mas allá, pero el no llegó a su lado. Siguió moviéndose en ella, las embestidas aumentaron en fuerza y rapidez. Tomó entre sus labios los pezones, chupando y mordiendo, haciéndola gemir nuevamente antes de relajarse completamente por el anterior éxtasis.
Las garras de una de las manos recorrieron sus costados hasta llegar a los glúteos, apretándolos.
La combinación de todo aquello la hizo explotar de nueva cuanta, gritando con todas sus fuerzas al sentir como la semilla de su señor se esparcía por su interior, el fuego se extendió, poco a poco apaciguándose.
eres una mujer excelente… - dijo mientras le mordía el lóbulo y salía de ella lentamente como tortura.
Y tu un marido muy complaciente… - sonrió ella.
Quiero mas… -
Y yo… pero por ahora lo dejamos para la noche… - susurró ella.
¿por? –
Noto el poder espiritual de Kikio llamarme, está cerca… -
Prefieres atender a una muerta que a tu marido – dijo haciéndose el ofendido.
No, pero es lo menos que puedo hacer, es mi deber para con mi encarnación –
Entonces mas te vale correr, porque si te quedas aquí mas tiempo voy a hacerte gritar… y no precisamente de miedo –
Mejor guarda todo ese fuego para cuando nos tengamos que ir a la cama… o si gustas puede ser antes – le sonrió y tomando una toalla salió de la gran tina.
Maldita bruja – sonrió.
0o0o0o0o0o0
Ambos, marido y mujer, se postraron frente a las puertas de la gran muralla de palacio. Esperaban a que la presencia de la mujer, acompañada del hanyou llegara hasta donde ellos.
0o00o0o0o0o0
Irónico no?. La mujer que antes había amado era lo que lo había llevado a aquello, y la mujer que amaba era la que solucionaría el problema.
Para acabar, la mujer que amaba estaba al lado de su hermano, aquel que tanto había odiado, pero que ya no podía por todo ese sentimiento que lo embargaba por su ahora cuñada.
Sintió el aroma de ella mezclado con el de el y supo que todo estaba hecho, que nunca la recuperaría, que era de el para siempre.
Se detuvo al verlos, los dos imponentes youkais frente a las puertas de un gran palacio.
hola Inuyasha – saludó ella sonriendo.
Kagome – dijo sorprendido al verla tan diferente… ahora una youkai.
Te gusta mi nueva apariencia?? – preguntó con inocencia.
Hai, te sienta bien – dijo triste, sabiendo por que fue la transformación.
A que has venido? – dijo tajante su hermano.
Por ella – dijo mostrando el cuerpo sangrante de Kikio.
Por dios!!! – gritó Kagome preocupada acercándose a la mujer de barro.
Es solo un maniquí, ella no puede morir – dijo el youkai.
Y se supone que tampoco sangrar, pero lo está haciendo – dijo alterada la chica al ver la sangre que salía de su cuerpo.
Eso es lo mismo que pensé yo. ¿Qué tiene? –
No lo se, tenemos que ayudarla por lo pronto… pero… su aroma, es el de un moribundo… ya no queda nada.. –
No lo digas!!!, no puedo permitir que muera otra vez!!! –
Lo se… Sessh… -
A mi ni me mires – la miró con ojos fríos.
Por favor… - cara de perrito regañado…
No… -
Se acercó a el hasta llegar a su oído…
te daré un premio esta noche si lo haces… -
poniéndolo así… - iba a doblegarse… - no –
si no lo haces no me verás en tu cama en tres días –
no lo soportarías mujer… -
a ver, inuyasha, prométeme que una vez que pase el pozo no me dejarás entrar hasta después de una semana –
lo prometo… -
si te vas iré por ti –
pues a ver como le haces, porque el pozo solo lo podemos pasar Kagome y yo – se burló inu.
Anda, ayudale – dijo ella otra vez con tono meloso.
Esta bien – dijo por fin resignándose.
Tomó su espada y….
esa no es la espada Seshomaru!!! – gritó asustado el hanyou sin poder evitar que el youkai atravesara el cuerpo de la mujer con la toukiyin…
ella primero debe estar muerta para poder ser revivida… tonto –
ahora si, sacó colmillo sagrado de su funda y mató a los enviados del mas allá. El aroma a muerte se fue, dejando el cuerpo de la mujer brillante frente a ellos. Poco a poco comenzó a abrir los ojos y miró a todos con extrañeza.
donde estoy?? – dijo mirando a todos lados.
En las tierras del oeste – habló seriamente el príncipe.
Kikio, estás bien?? – dijo preocupado Inu.
Si, pero… quien eres tu??? –
Continuará…
Hola!!!!...
Estoy de vuelta!!!!!!!!!!!
Jajajaja…
Espero que les guste el primer epi, la verdad es que habrá muchas parejas, un tanto inukik (aunque odio esta pareja, pero no voy a dejar a inu solito después de todo), otro poco de sanmir, y si puedo haré un poquito de ayakou.
Espero que lo disfruten, y no tardar tanto en terminar como con el de todo por ti.
Nos vemos en otra ocasión…
attE: tommy
