"...¿Que?"
Él era el hombre más poderoso del mundo. Había luchado toda su vida, primero como soldado contra el Imperio Austrohúngaro y después como superhéroe, el primer superhéroe desde la antigüedad. Había erradicado ejércitos enteros a su paso, derribado monstruos políticos y luchado continuamente con criaturas que todos habrían creído imposibles si no fuesen testigos de su existencia. A pesar de ello, lo que más le enorgullecía era su influencia en sus alumnos, tanto los que seguían su senda heroica como los que se convertían en villanos.
A pesar de todos esos antecedentes, nada podría haberlo preparado para esto.
"Como te iba diciendo, quiero que hagamos una tregua"dijo Lord Recluse, sabiendo que le iba a costar convencerlo de que estaba siendo sincero"Mira, por mucho que odio no ser el chico malo en esta ecuación, simplemente no puedo tratar con la misma yo solo, incluso con todos los recursos de mi organización"
Su antiguo amigo convertido en rival lo miro inquisitivamente antes de suspirar, esperando que mostrase alguna señal de que las cosas podían ser como antes de que se separasen"Explícate"
"Entre Rularuu, los Shivans, Hamidon y esas dos versiones paralelas tuyas ninguno de nosotros da abasto. Yo no puedo conquistar el mundo si no queda nadie vivo en el mismo, que es lo que provocaran si no nos centramos en derrotarlos, y tu grupo tampoco puede salvar a nadie si no lo queda ninguna persona viva. Por eso necesitamos aliarnos hasta que estas amenazas hayan sido derrotadas"
Por mucho que le gustara negarlo, Statesman no podía encontrar ningún error en su razonamiento. Aún así, necesitaba consultarlo con sus compañeros de equipo. Tras señalarselo, su antiguo amigo se fue para dejarlo a solas con sus pensamientos.
Tenia que pesar mucho sobre su propuesta y, solo por si acaso, reunir a las cabezas pensantes para llegar a un plan de contingencia para cuando inevitablemente les traicionase.
Ellos habían bailado esta danza mucho tiempo y no estaba fuera de lugar ser precavido.
