El centro de atención
Primer capítulo: Principio
¿Aún te acuerdas de ese día?
Era un día helado, y la estación de tren estaba repleta de personas. Todos con sus bufandas, sus abrigos, y sus grandes maletas, todos con el mismo destino: Ba Sing Se.
El tren de las 11:52 se había retrasado, algo inusual, así que había muchos pasajeros quejándose de ello. Al parecer había sucedido un problema con las líneas de transporte. Aún con las protestas de los pasajeros y las diputas que hubo con los encargados, esa línea de tren llegó a las 13:27 PM. Cuando abrieron las puertas de los vagones, Katara fue una de las primeras en entrar. Honestamente, para ella, hubiera sido mejor si el tren nunca hubiese llegado. Se sentó en uno de los asientos contra la ventana, esperaba que –por lo menos- pudiera observar el paisaje. Una de las pocas cosas que podía anotar como positivo de los viajes, era que le gustaba mirar a través de la ventana, aunque eran vistas que ya había conocido, no importaba. Le gustaba mirarlos como si fueran imágenes de su memoria, como pequeños instantes que aparecían y desaparecían. Los demás pasajeros entraban, familias enteras, grupos de ancianos, algunos acompañados de sus hijos, y parejas jóvenes. Ninguno se encontraba solo.
Katara tomó un cuaderno de tapa blanda color azul que sostenía en sus manos. Lo había apartado con su maleta de equipaje. Pasaron unos minutos más y sonó un sonido anunciando la cerrada definitiva de las puertas.
-¡UN MOMENTO PORFAVOR!-
La chica morena dedicó su mirada a un chico que, con mucha velocidad; instaló un pie dentro del vagón, y cuando finalmente entró, suspiró aliviado. Se sentó en el único asiento que quedaba libre. A lado de ella.
Él tenía el pelo de color negro. Llevaba una bufanda color bordó que, era del mismo color que la bandana que tenía en medio de su frente. También le llamaron la atención unos guantes color negro que llevaba en ambas manos, dejando libres las puntas de todos sus dedos.
Katara sintió su respiración entrecortada, supuso que había tenido que correr mucho para llegar a tiempo. Lo cual era extraño, porque de por sí el tren se había retrasado, y más de una hora.
Pasaron unos minutos más, las puertas seguían abiertas y el tren seguía detenido.
El chico tomó de sus bolsillos dos objetos. Un lápiz y una servilleta. Se puso de rodillas en el asiento, y comenzó a hacer una especie de garabato en la servilleta. Lamentablemente, el papel era demasiado blando y la punta del lápiz no se deslizaba bien. Un suspiro desilusionado escapó de sus labios.
Katara extrajo una hoja de su cuaderno.
-¿Quieres?- le preguntó.
Él se sentó normalmente en su asiento al momento en que escuchó su voz, pestañó dos veces y dirigió su mirada hacia ella. Se paralizó unos momentos al encontrarse con una chica de ojos azules, piel morena y pelo color café. Era, indudablemente, una chica hermosa.
Tardó en percatarse de que, quizás, estaba observándola demasiado.
Le sonrió abiertamente y tomó la hoja con su mano. –¡Gracias!- El morocho tomó la hoja con delicadeza, y empezó a dibujar algo. Katara lo miró con curiosidad. Quizás el chico se podría ofender, quizás parecería que era una entrometida pero no lo pensó demasiado y su vista siguió clavada en su dibujo. En unos segundos, en ese pedazo de papel había dibujado una silueta, al parecer una mujer con un vestido. Le sorprendió que pudiera dibujar tan bien, y… ni siquiera se había quitado sus guantes.
-Wow, es hermoso.- murmuró.
-¡Gracias!- agradeció él –una vez más-, con una sonrisa.
-¿Eres profesional o algo parecido?- preguntó ella.
Él se frotó la nuca. –No.- dijo entre risas. –Pero me es muy divertido.-
Ella le respondió con una sonrisa y se quedó en silencio. Supuso que se había terminado su conversación. Se equivocó, el silencio no duró mucho tiempo más.
-¿Tienes dibujos tuyos ahí?- preguntó él.
-¿Eh?...- el morocho de ojos grises señaló con su dedo índice el pequeño cuaderno que ella tenía en sus manos.
-¡Ah! No, nada de eso. Lo uso para escribir. Pero no sé dibujar.-
Los ojos del chico se abrieron por la sorpresa y entusiasmo.
-¿Escribes? ¿En serio? ¡Eso es genial!-
-En realidad, no soy tan buena…-
-¿Pero para ti es divertido?-
Katara sonrió. –Sí, de hecho lo es y mucho.-
-¡Entonces es genial!- le dijo levantando ambos brazos, emocionado. Katara lo miró y rió una vez más.
-Por cierto, soy Katara.- dijo ella con una sonrisa en sus labios, acercando la palma de su mano a la de él.
-Mi nombre es Aang.- le respondió, estrechando su mano con la de ella.
Ambos miraron curiosos a la ventana del tren cuando se dieron cuenta que, el sonido de la alarma estaba anunciando la partida. Las puertas de los vagones se cerraron finalmente. El tren comenzó a moverse, y la estación se estaba alejando de su campo visual.
El viaje había comenzado.
N/A: No estoy muy segura que más acotar a este fic, POR LO MENOS, no al primer capítulo, jaja. Nada más que comentar que es en base a una idea que se me vino a la cabeza hace unas semanas atrás y pensé "Oh! ¿Porqué no me pongo a escribirlo en fanfiction?" así que, acá está. Sé que no hay muchos fics Kataang en español (y eso nos pone a todos muy tristes, YO LO SÉ) pero igual, tenía ganas y como amo esta pareja… acá está . Voy viendo como va viniendo la cosa, pero tenía ganas de por lo menos publicar el primer capítulo, aunque no es muy largo, ojalá que les guste. Saben de ante mano que los reviews ME HACEN MUY FELIZ :D ajajjaja en fin, sin nada más que decir me despido, un beso grande!
V.
