"Han pasado 2 meses, 1 semana y 4 días desde que maté a Jean Grey"
Ya había amanecido afuera, el cielo estaba azul y despejado, el sol brillaba y los pájaros cantaban anunciando la promesa de un día hermoso. Pero nada de esas cosas le importaban a Logan, quien estaba encerrado en su habitación y acostado en su cama mirando el techo en hastío. En los pasillos de la Escuela Xavier para Jóvenes Talentos se podía escuchar las risas y conversaciones de los estudiantes quienes ya habían tomado desayuno y se dirigían al salón correspondiente a recibir la primera lección del día. Cómo los envidiaba, más de lo que querría admitir, ellos eran inocentes, seguros y libres de preocupaciones en este lugar.
"Al menos pueden dormir completo ¡todas las noches!" él pensó con amargura.
Adicionalmente a sus viejas pesadillas, unas nuevas comenzaron a atormentar sus noches, pesadillas relacionadas a aquel terrible día en la Isla de Alcatraz cuando no tuvo más opción que el de matar a la mujer que amaba. Muchas veces sus amigos trabaron de confortarlo y ayudarle a seguir adelante. Que tenía que hacerse, que se hizo todo lo posible y cualquier otra sarta de estupideces. El peor de todos fue Nightcrawler con su parloteo religioso. Él reconoció que tenían buenas intenciones, pero era como si le hablaran en chino. Simplemente no lo entendían, ellos no tuvieron que hacerlo, él sí y desde entonces su vida ha sido miserable.
Una noche cuando los recuerdos se hicieron insoportables él agarró su mochila y la llenó con cualquier cosa para marcharse para siempre de la mansión, pero Rogue lo sorprendió en el acto y luego tuvo que soportar un largo sermón acerca de lo mucho que era necesitado en el equipo y que no lo volviera a hacer. Las cosas habían mejorado un tiempo desde que derrotaron a Magneto, pero siempre aparecían mutantes y wannabes malintencionados para hacer desastres, complicando así la aceptación de la población mutante de parte de una sociedad que aún les teme y odia. Y a falta del Profesor y de Cyclops, la responsabilidad del liderazgo de los X-Men recayó sobre sus hombros, una responsabilidad que tomó de muy mala gana. Otras veces volvió a acariciar la idea de irse, pero aún cuando no contaban con alguien lo suficientemente poderoso para controlar a Cerebro, él sabía que sus amigos aún tenían maneras de buscarlo y localizarlo, de modo que se quedó con un sentimiento de estar atrapado.
Atrapado ¡que infierno! Otra persona ya se hubiera muerto de corazón roto, pero como todos los días, Logan maldijo su mutación por hacerle durar mas que cualquier ser humano ordinario. Él no pudo evitar sonreír sardónicamente pensando que lo único que le impedía convertirse en un emo era su corrosiva personalidad y su manera más violenta y viciosa de pelear tanto en el Cuarto de Peligro como en las misiones en la vida real.
Finalmente decidió levantarse de la cama con un pesado suspiro y vestirse con lo primero que encontró, solo que hoy se tomaría el día libre. Después de asearse se dirigió a los garajes de la mansión y tomó la motocicleta que solía ser de Cyclops para tomar un largo paseo y así despejar su mente de los problemas, así sea por un rato.
En otra parte, una muchacha con cara de bebé se estaba cepillando los dientes frente al espejo de su baño mientras escuchaba la música alegre que venía de su equipo de sonido y daba ambiente a su pequeño apartamento de una habitación. Después de enjuagarse la boca se ocupó de la tarea de cepillar su largo cabello negro azabache y de maquillarse. Una vez conforme con su imagen personal salió del baño y se dirigió a la cocina para prepararse un simple sándwich de jamón y queso que lo guardó en una bolsa de papel para comérselo después y se tomó una taza de té caliente. Luego fue al área de estar y recogió su cartera que estaba sobre el un gran y feo sofá que tenía junto con una carpeta que contenía su currículum. Ella abrió la carpeta para confirmar que todo estaba en orden y guardó la bolsa de papel dentro de la cartera para colgársela sobre el hombro derecho. Apagó el equipo y tras echar una última ojeada a su casa se fue cerrando la puerta con llave.
El vecindario donde vivía dejaba mucho que desear, los edificios arruinados daban la impresión de que una bomba atómica cayó sobre el lugar convirtiéndolo en una tierra de nadie. Y aunque no dudaba que ahí vivía gente honesta y trabajadora, lo que había en abundancia eran criaturas de la mas baja calaña: drogadictos, pandilleros, traficantes, prostitutas, proxenetas y solo Dios sabe que más. Pero ella entendió que no tenía muchas opciones y se lo tomó todo con sabiduría, pues no era tan malo en comparación a lo que tuvo que pasar hace unos años atrás y además era la única renta se que podía costear si quería vivir en esta ciudad.
Después de caminar varias cuadras detuvo un taxi y se subió en el, indicando al chofer a donde quería ir. Ella abrió su cartera y sacó un periódico doblado y lo desdobló para repasar las ofertas de trabajo que había marcado previamente en círculos con un marcador rojo mientras el vehículo transitaba por diferentes calles y avenidas. Ella dejó los clasificados a un lado y se puso a contemplar por la ventada, no podía esperar a visitar todos esos lugares interesantes que tanto muestran en las películas. Pero tenía que recordar que no estaba de turista, primero tenía que conseguir trabajo y cuando se estabilizara económicamente entonces se podría dar esos gustos.
"Usted en nueva en la ciudad ¿verdad?" el chofer preguntó, interrumpiendo sus pensamientos sin querer.
"Oh… es demasiado obvio ¿cierto?" ella dijo "Me mudé hace unas semanas atrás y ando buscando trabajo. Pero hoy me siento muy confiada, creo que voy a tener suerte"
"Eso es bueno" el chofer dijo mirándola por el espejo retrovisor y siguió manejando, pero se detuvo al quedar en un embotellamiento "Es mejor que se vaya acostumbrando señorita, sucede todo el tiempo" él dijo como modo de disculpa "¿Le molesta si pongo la radio?"
"Para nada"
El chofer prendió la radio y pasó por varias estaciones, cuando colocó una con canciones de los 80´s estaba sonando Love of a Lifetime de Firehouse.
"¡Ay Dios, me encanta esa canción!" ella exclamó con entusiasmo "¿La puede dejar? Luego puede cambiar la estación si quiere"
El chofer no dijo nada pero la complació de todos modos, sintiéndose más frustrado por el tráfico que no avanzaba nada. Mientras tanto la muchacha se lo tomó con calma y decidió que era buen momento para tomar desayuno sacando la bolsa de papel dentro de su cartera para comerse el sándwich con cuidado de no dejar migajas en el asiento.
En otra calle un camión blindado estaba corriendo en alta velocidad y balanceándose peligrosamente de un canal a otro y Logan estaba colgando de él con sus garras. Mas temprano estaba pasando casualmente frente a un banco cuando se dio cuenta que un mutante había entrado con la intención de robarlo, una cosa llevó a la otra y ahora estaba moviéndose lo mejor que podía para estar cerca de la ventana del conductor. Cuando Logan metió el brazo para detenerlo, el mutante le respondió expulsando fuego por la boca como un dragón quemándoselo, Logan gritó duro y respiró fuerte mientras los tejidos y la piel de su brazo se regeneraban ¡Ahora si estaba enojado! Él cerró el puño y lo golpeó repetidamente en la cara haciéndole perder el control del vehículo, haciéndole balancear.
Ignorando el caos reinante, la muchacha terminó su sándwich y guardó la bolsa de papel dentro de la cartera mientras seguía disfrutando de la música que salía de la radio. El trafico se aflojó y el chofer exhaló en alivio, avanzando varias cuadras y al rato se detuvo de nuevo, esta vez por la luz en rojo de un semáforo. La chica notó un ruido extraño y miró calladamente por los alrededores buscando la fuente, pero luego lo ignoró pensado que era uno de los tantos ruidos típicos de la ciudad. La luz del semáforo pasó en verde y el taxi se movió, pero el ruido se hizo más fuerte y ella instintivamente miró sobre su hombro derecho para descubrir para su horror que un monstruo metálico estaba avanzando peligrosamente hacia su dirección. Ella gritó horrorizada y trató de abrir desesperadamente la puerta para escapar, pero ésta estaba asegurada. Ella sabía que no había tiempo y que muy probablemente le había llegado la hora, así que se agachó, esperando lo peor.
Logan jadeó en horror, dándose cuenta de lo que estaba a punto de pasar. Tomó el volante y lo giró esperando esquivar el taxi, pero reaccionó un segundo muy tarde. El camión blindado se llevó el taxi por delante, golpeándolo de costado y él voló por los aires sobre el mismo por el impacto y cayó duro contra el concreto en el siguiente canal. Ni siquiera tuvo tiempo de recuperarse cuando otro carro que venía en sentido contrario se venía hacia él, el chofer de este gritó de horror y pisó fuerte el freno, pero también reaccionó muy tarde. Los peatones que estaban cerca escucharon el nauseabundo sonido de un cuerpo aplastado y una mujer que estaba lo suficientemente cerca para verlo todo claramente pegó un grito de histeria.
Era muy oscuro y frío, Logan se sintió acostado y envuelto en una especie de material plástico. Él olfateó y enseguida se lamentó de haberlo hecho, pues sus fosas nasales se llenaron con el olor de la muerte.
"¡Pero que asco!" él rezongó en disgusto.
Él extrajo sus garras y rasgó el material que le envolvía para descubrir que estaba en una especie de caja rectangular y metálica. Después de un rato de tratar de averiguar como salir de ahí, él se empujó hacia adelante con un grito, como si estuviera guardado en una gaveta. Él se paró y miró a su alrededor, sin duda había ido a parar en una morgue. No era de extrañar que lo dieran por muerto después de lo que pasó pero sin duda que dolió horrores. Él se miró a si mismo para darse cuenta que estaba hecho un desastre, su ropa estaba sudada y cubierta con su propia sangre y tenía las marcas de los cauchos del carro que le pasó por encima, eso sin contar con la inexistente manga de su camisa a cuadros después de que aquel mutante le quemara el brazo ¡estúpido idiota! Esto no le iba a servir para nada, Logan decidió quitarse su ropa arruinada y echarla a un pote de basura que estaba cerca y se colocó al lado de la puerta de la morgue a esperar.
Como una media hora después la puerta se abrió y un forense entró leyendo distraídamente una revista. Una mano cubrió su boca impidiendo que este gritara y hábilmente Logan lo empujó, golpeando la parte de atrás de su cabeza contra la pared lo suficientemente fuerte para dejarlo inconsciente y al rato salió de la morgue vestido con la ropa del pobre hombre. Logan miró por los lados sigilosamente y recorrió los pasillos, por la pinta de los mismos ya sabía que estaba en un hospital, ahora tenía que averiguar como salir de ahí lo mas pronto posible. Sus sentidos estaban en sobre marcha, escondiéndose detrás de una pared o de algo cada vez que alguien pasara lo suficientemente cerca para verlo, con el pasar de los minutos se estaba volviéndose mas frustrado ¡era como estar atrapado en un laberinto! Luego a lo lejos vio a un vigilante hablando por el walkie-talkie y se preguntó si ya se habrían dado cuenta. Él instintivamente corrió y abrió la primera puerta que se consiguió y entró sin siquiera ver a donde se estaba metiendo y le pasó el seguro.
Logan se quedó parado respirando fatigosamente para recuperar algo de aire. Instintivamente supo que no estaba solo al escuchar una superficial respiración y volteó cautelosamente, a sus espaldas estaba un paciente acostado inconscientemente sobre una cama. La curiosidad se apoderó de él y se acercó cuidadosamente para echar un vistazo para descubrir que se trataba de una joven muchacha de piel blanca como de muñeca de porcelana, de cabello negro liso y largo hasta un poco después de sus senos, este se veía maltratado y seco en las puntas, probablemente por usar productos baratos.
De repente su mente se vio asaltada con un recuerdo. El de su cara retorcida en un grito de horror mientras miraba con impotencia como el camión blindado se le venía hacia ella. Él la había visto, sin duda era la chica del taxi. Ella se veía tan pequeñita, frágil y tan fuera de lugar en esa cama. Había varias puntadas en su frente, pero por el otro lado su cara estaba perfecta, con labios y mejillas rosadas. Sus ojos recorrieron de su cara hacia su brazo derecho que estaba enyesado como también lo estaba su pierna derecha, y quien sabe que más daño habrá sufrido.
Logan cerró los ojos en lamento. No era tanto el hecho que quería evitar el asalto de ese mutante en sí, sino que era una muy buena excusa para pelear. Él había estado haciendo ese tipo de cosas desde los hechos de la Isla de Alcatraz: andar de pendenciero y buscar peleas solo porque sí como una manera de desahogar su angustia y sentimiento de culpa, sin pensar en ningún momento en las posibles consecuencias y ahora estaban ahí, restregándoselo en su cara. Él se quedó mirándola por un buen rato con un profundo sentimiento de culpa. Seguramente no se lo merecía, ella solo estaba en sus cosas y para su mala suerte sus caminos se cruzaron, trayéndole dolor y desgracia.
Después de un rato él jadeó en sorpresa, por un segundo hubiera jurado que la vio moverse un poquito, pero no, todavía estaba inconsciente, ya su imaginación le estaba jugando tratadas. Pasaron otros minutos y esta vez si se movió un poco más. Él se estaba dando cuenta que se estaba volviendo en sí. La parte lógica de su mente le gritó que se fuera de ahí rápidamente, que no había pasado por todo el trabajo de no dejarse ver por todo un hospital para luego ser visto por una chica cualquiera. Pero por alguna razón él ignoró esos gritos de advertencia y se quedó parado como un idiota contemplándola despertar.
Sus parpados se abrieron, revelando unos ojos de un color miel puro y cristalino y se quejó un poco por la invasiva luz que los lastimó por un momento. Ella se tomó un momento para enfocar bien y notó que alguien estaba ahí y ella giró la cabeza un poco de lado para verlo. Cuando sus ojos miraron los suyos Logan se sintió completamente desarmado y torpe de repente. Ella lo miraba con una curiosidad casi infantil e inocente.
"Hey" ella susurró suavemente.
"Hey…"
"¿Quién eres tú?"
"Lo-Logan…" él dijo torpemente "¿Qué demonios pasa contigo? ¿Cómo se te ocurre darle tu nombre así nada más???" él pensó enojadamente.
"¿Logan?... que nombre mas bonito" ella dijo con una sonrisa, luego se quiso levantar, pero su cuerpo le respondió con una fuerte corriente de dolor "¡Aaaahhhh!"
"¡Oye, te tienes que quedar quieta!"
"¿Qué me está pasando? ¿Dónde estoy?" ella preguntó angustiada, con lágrimas formándose en sus ojos por el repentino dolor y el miedo de no saber lo que le sucedió.
"Um, tú estás en un hospital… hubo un accidente del cuál resultaste herida. Tienes un brazo y una pierna rota y no sé que más…"
"¿¡Qué!?" ella dijo incrédula y luego se echó un buen vistazo a sí misma y a su alrededor "No… ¡esto no puede estar pasando! Ay Dios mío, no puede ser…" y luego empezó a sollozar.
Logan apretó sus dientes, resintiendo el sentimiento y entregándose a el al mismo tiempo. Por mucho que quería pensar que se había endurecido, él no podía quedarse ahí parado y mirarla caerse a pedazos. Él se dijo a si mismo que era porque no quería lidiar con una mujer en histeria, pero el hecho es que él había causado esto y pretender lo contrario era engañarse a sí mismo.
"¿Qué voy a hacer? ¡No puedo con esto!" ella siguió lamentándose "¡No se suponía que esto iba a pasar!" y así siguió hasta que recordó que Logan estaba en el cuarto y lo volvió a mirar con lágrimas recorriéndole las mejillas "Lo siento, esto no es tu problema… lo que pasa es que me levanté tan bien esta mañana… ¿Has tenido uno de esos días en que te levantas y te sientes bien sin razón aparente pero que sabes muy en el fondo que todo te va a funcionar de las mil maravillas…?"
"No" él pensó amargamente.
"Pues así me sentía esta mañana… ¡de verdad pensaba que iba a tener suerte!" ella exclamó decepcionada "En serio ¿ahora que voy a hacer?"
"Estoy seguro de que tu familia y amigos te van a ayudar" Logan dijo fríamente.
Ella no dijo nada a eso, pero sonrió suavemente como para sí misma, más no había humor o alegría o esperanza en esa sonrisa. Había algo más bien sardónico que intrigó a Logan.
"Claro… sabes, esa es una muy buena idea, o sea, funciona para todo el mundo ¿no? Es una lástima que para mí no…" ella dijo con una voz vacía.
Logan se la quedó mirando más confundido que nunca. La muchacha había dejado de llorar y lo miró nuevamente, pero había algo en la manera que lo miraba que lo hizo sentir incómodo e inclusive a la defensiva.
"Lo siento ¿pero estás perdido? Porque luces como si estuvieras perdido…" ella preguntó suavemente, ignorando lo tan atinado que fue su comentario.
"¡No lo estoy!" Logan gruñó defensivamente, luego parpadeó al darse cuenta de lo exagerado que fue su reacción.
"Perdón, me equivoqué entonces… por cierto, me llamo Andrea Gallagher, pero la gente me dice Andy…"
"Que lindo, te felicito" Logan respondió odioso "¿Sabes algo? Fue un placer y todo conversar contigo, pero ya me voy"
Y con eso Logan dio la media vuelta y se dirigió a la puerta para marcharse sin ni siquiera molestarse en decir adiós, dejando a Andy completamente sola a su suerte.
"Espero que encuentres lo que sea que estés buscando" ella suspiró tristemente.
