Los ojos negros.

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Advertencia: Yaoi

Nota: Pues como ahora no acepta los signo de interrogacion. Espero que se entienda, sino a ver como le hago para el siguiente capitulo.

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Las llamas cubrían todo, el cansancio y el dolor apenas le permitían ver, su cuerpo cayo sin poder evitarlo, muy pequeño para comprender lo que pasaba, pero aun así comprendiendo que su vida cambiaba, sentía el calor acercándosele, lastimando su piel, un dolor en su corazón le indicaba que todo terminaría, pero... unos brazos lo sujetaron y lo cargaron, vio unos ojos negros verlo con dulzura, acariciando su frente, era un calor diferente, reconfortante.

No quería separarse, pero fue dejado en el piso, con vista a la cabaña que se incendiaba, pero eso no le importaba ahora, pues esos ojos negros se alejaban, dejándolo ahí, solo.

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-ya me voy- dijo un niño de cabello verde y grandes ojos del mismo color; vestía con ropas desgastas que alguna vez fueron hermosas y elegantes, las cuales le habían sido regaladas.

Salió de prisa de la gastada cabaña. Sus palabras no tuvieron respuesta. El pequeño de 10 años, corría por los caminos de polvo y piedra, las plantas de los pastizales apenas cubrían los alrededores, las pequeñas cercas impedían el paso hacia ellas. Llego hasta una granja escondiéndose tras unas mazorcas. De la casa de madera, no salía ruido alguno, solo se escuchaba los gorgoteos de las gallinas, las pisadas de los perros...

-MIRA LO QUE HICISTE- se escucho el regaño desde su rincón, solo esperaba tal amenaza para saber que su espera seria corta -SAL DE AQUÍ- ahí estaba lo que esperaba, camino lejos de la casa, aun escondiéndose con las plantas. Un pequeño niño de cabello azul salió corriendo de la casa, llevaba ropas sencillas y practicas; ambos niños se encontraron.

-Horohoro- lo llamo el peliverde

-Hola Lyserg- contesto llegando ante él, ambos escondidos

-otra vez se enojo-

-si-

-y esta ves por que fue-

-pues es que bajo tambaleante y termino chocando con la mesa tirando el florero, y me hecho la culpa-

-mm, siempre termina desquitándose contigo-

El peliazul alzo los hombros en resignación -no importa, mientras no regañe a mi hermana, solo que ahora le tocara limpiar a ella- entrecerró sus ojos negros

-y... va a venir-

-si, no fue mucho lo que se ensucio-

-bien, mientras podemos adelantarnos-

-vamos- ambos chicos comenzaron a correr, llegando hasta un verde valle donde se dejaron caer para rodar por el pasto. Sus dulces risas comenzaron a escucharse por todo el lugar.

-Hermano, Lyserg- grito una chica de lacio cabello azul

-Pilika vente- llamo su hermano y pronto se unió al juego.

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La hora de la comida llegaba y los niños tuvieron que despedirse por ese día, Lyserg entro a su cabaña, que ha simple vista parecía abandonada -ya llegue- fue su saludo y como siempre, no obtuvo respuesta, entro a la cocina y se dispuso a cocinar, poco después el lugar estaba lleno de un delicioso aroma.

Unos pasos se escucharon, un joven de cabello y ojos negros, sus ropas tan gastadas como las del niño, y su rostro mostrando mas edad de los que tenia, se sentó a la mesa.

-listo- dijo el niño colocando dos platos en la mesa, y sentándose en su silla. El joven de nombre Steve tomo la cuchara, le costaba mover los dedos, las cuales mostraban cicatrices de quemaduras.

-traes unos panes- fue todo lo que dijo el joven de 23 años. El peliverde estaba acostumbrado al poco interés que mostraba su compañero, a veces deseaba que se preocupara por él, o que por lo menos le dijera algunas palabras, un saludo. Pero no importaba, porque no estaba solo y por lo menos su situación era mejor que la de su amigo.

-ya me voy- dijo terminando de lavar los traste, el joven le hizo un cansado gesto de despedida. Y una vez mas comenzó a correr, esta vez tomando un camino distinto al de la mañana. Pronto sus pies lo llevaron hasta el pueblo, que ha esas horas estaba lleno de movimientos, en las calles podía distinguirse gran cantidad de gente, de distintas razas, de distintas clases sociales, hombre, mujeres, niños, perros, los siempre vistos caballos. Las carretas pasaban por las polvorientas calles levantando pequeñas nubes de humo. El aroma era igualmente de variado, combinando los dulces aromas de perfumes, deliciosos aromas a comida, hasta la de los animales.

Lyserg camino por una de las calles, hasta detenerse en un establecimiento que en ese momento estaba cerrado, rodeo el lugar entrando por la puerta lateral-

-buenas tardes, ya llegue- saludo el niño pasando directo, pues conocía bien el lugar.

-Hola Lyserg, listo para trabajar- pregunto una bella señora de cabello negro excesivamente esponjado, piel apiñonada, y que llevaba un llamativo vestido de gran escote.

-si, señorita Mavel, saludo respetuosamente con una leve inclinación

-eres todo un caballero- agrego otra bella chica de cabello lacio de color negro, su vestido igualmente provocador, pero en otro estilo

-Señorita Shug- logro decir, antes de ser acorralado por una tercera mujer

-Lyserg, te busca el patrón- ella de cabello rubio, piel ligeramente bronceada e igualmente bella.

-gracias Señorita Mage- Lyserg tomo un pasillo, que lo llevo a subir unos escalones -buenas tardes Price- saludo a su paso a un joven de cabello corto de color cobrizo, quien llevaba unos pantalones ajustados, y chaleco sin camisa, dejando ver su bien formado pecho.

-Lyserg- fue todo su saludo.

El ojiverde toco una puerta de madera a modo de permiso para poder de entrar. -Pasa- se escucho del otro lado. Y así lo hizo.

-buenas tardes Señor Winster- saludo a un señor de 46años, cabello castaño con algunos hilos blancos adornándola, abundante barba, ropa elegante, lentes cubriendo sus pequeños ojos grises, y de piel bronceada.

-Lyserg, quiero que te quedes hoy en la noche-

Los ojos del pequeño se abrieron enormemente -pero señor, yo... usted- estaba nervioso

-si lo se, pero hoy vendrá un hombre importante y quiero ofrecerle un buen servicio-

-Señor, yo... no quiero-

-entiendo que no quieras, pero te pagare el doble por el tiempo que te quedes, Lyserg comenzó a pensarlo, sabia que necesitaba el dinero, sobre todo porque se acercaba el cumpleaños de Pilika y quería regalarle algo especial.

-e-esta bien-

El señor se levanto -no te preocupes las chicas y Price vigilaran para que no te pase nada- Lyserg movió la cabeza en aceptación -ahora ve a trabajar-

-si- se apresuro a salir. Llego al gran salón que contaba con un pequeño escenario, agarro rápido una escoba y comenzó a limpiarle el poco polvo acumulado desde la mañana, pues esa hora era cuando se hacia la limpieza profunda después de una noche de fiesta en la taberna: una mujer lo hacia, una que nunca antes había visto, pero sabia que era una mujer dejada, aunque eso no le importaba; pero era común que solo los mal intencionados rumores eran los que siempre llegaban. Terminado de barrer, bajo la gran cantidad de sillas, que se encontraban sobre las redondas mesa. Para luego pasar a acomodar las botellas de alcohol en la cantina y acercar las cajas a la cantina, era un trabajo pesado para un niño, pero no se quejaba.

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Pronto el lugar estaba lleno de gente, Lyserg se escondía tras la barra, ayudando al cantinero a servir, quien le había enseñado a servir tragos; veía de reojo la gran cantidad de personas que se reunieron, entendió porque el Señor Winster le había pedido que lo ayudara. Las tres chicas junto a Price servían los tragos con rapidez

El alcohol, corría con rapidez, ya muchos tenían varios tragos encima, cuando un par de luces iluminaron el escenario, todos miraron con expectación. Una hermosa mujer, de cabello rojo, ojos verdes, vestido ceñido de color rojo, combinando bien con su cabello, apareció en el escenario, causando que muchos la vieran embelesado. La dama comenzó a cantar una bella melodía de amor trágico, sus movimientos hacían que su cuerpo se marcara mas tras la delgada tela.

La pelirroja salió del escenario y camino hasta una de las mesas, se detuvo frente a un Señor rubio con lentes, que la miraba embobado, ella lo tomo de la barbilla y lo miro con deseo. Lyserg entendió que ese hombre era la persona que esperaba su patrón

Después de la segunda canción, la cantante desapareció junto con el personaje, mucha gente empezó a salir dando ha entender que solo habían ido para ver el espectáculo. La noche ya estaba muy entrada, y Lyserg se moría del cansancio, pero debía quedarse, y es que a esa horas las chicas y Price atendían su segundo trabajo en la taberna. Así que tuvo que ponerse a atender las mesas. Pues el cantinero también estaba cansado.

Ah pesar de ser muy joven, entendía muchas cosas, y en cuestiones de la vida no era la excepción, sabia que hacia sus compañeros de trabajo, aunque no comprendiera bien el porque, pero no se dejaba sorprender.

Los pocos clientes que quedaban, ya estabas lo suficientemente alcoholizados como para no comprender que ahora eran atendidos por un niño, los extraños sonidos salían de sus bocas manteniendo una inútil conversación con sus compañeros era una de las tantas pruebas de su estado de lucidez.

Recogía unos vasos de una de las mesas, cuando fue jalado, provocando que los tirara rompiéndose de inmediato.

-pero miren que lindura- dijo un ebrio pegándose el pequeño cuerpo al suyo, Lyserg intentaba alejarse, mientras esquivaba el rostro para no oler ese repugnante olor que despedía

-déjeme- pidió asustado

-vamos pequeño- sus bruscas manos, recorrían con lujuria el inquieto cuerpecito

-NO- grito pidiendo con ello ayuda.

Josh, el cantinero escucho el grito y se apresuro a ayudar al peliverde -deje al niño- ordeno mientras lo zafaba del agarre

-vamos, vamos, por que otra razón estaría un niño aquí-

-el niño no es parte del servicio, así que mejor no se acerque-

-le pagare bien por él- Lyserg se escondió tras Josh

-sera mejor que se comporte o lo corro-

-ya, ya- el tipo se levanto, dejo unas monedas y salió del establecimiento.

-creo que tu turno termino Lyserg- hablo Winster que llegaba -ve a mi Oficina a descansar. Lyserg asintió incapaz de pronunciar palabra, y camino hasta el lugar mencionado, ambos hombres continuaron con el negocio.

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Se levantaba del amplio sofá donde había pasado la noche, ahí acostumbraba a dormir cuando se quedaba a trabajar tan noche. Se froto los ojos, pues la luz del sol lo había despertado y había dormido pocas horas, pero se obligo a despertarse.

Salió de la oficina, no encontró a nadie, sospechando que seguirían dormidos, no paso por el salón, pero le llegaban ruidos, supuso que la mujer de la limpieza había llegado.

Corrió por el pueblo hasta llegar al almacén, trabajaba ahí un día a la semana por las mañanas, el día en el que llegaban nuevos productos de otros lados.

-Lyserg, llegas un poco tarde- regaño un hombre de cabello cano, sin barba, piel blanca, de que lleva mucho tiempo encerrado en su tienda.

-lo siento señor Walter, es que me quede dormido-

-no mientas niño- su voz sonaba dura -te quedaste a trabajar en la cantina- Lyserg agacho la cabeza al verse descubierto -te he dicho que es peligros-

-lo se, pero el señor Winster me lo pidió de favor, además que me va a pagar el doble-

-como sea, pero ten cuidado- a pesar de ser un hombre de duro carácter era muy comprensible -ayúdame a acomodar las cosas de las cajas-

-si señor-

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Regresaba a su casa cansado, pero alegre -ya llegue, te traje tu pan- saludo al entrar dejando las bolsas en la mesa

-tengo hambre- fue lo que dijo sin importarle el hecho de que no hubiera llegado a casa en toda la noche

-perdona por no haberte hecho el desayuno- y es que sabia que él ni su propia comida era capaz de hacer, se la pasaba acostado en el sillón o salía de vez en cuando sin rumbo conocido, Lyserg nunca le preguntaba, y sabia que aunque le preguntara nunca le diría.

-mj- tomo uno de los panes de la bolsa.

Tal como todas las tardes, Lyserg regreso a la cantina, saludo a Mavel, Shug y Mage, no encontró a Price, de inmediato entro al salón.

-Lyserg- llamo el dueño -busca a Price, esta con Catherin, dile que venga-

-si señor- Lyserg salió del lugar, y corriendo entre la gente llego hasta la zona de residencias, donde se detuvo en una en particular, el blanco enrejado estaba abierto, y deteniéndose tras la puerta de Caoba toco. Price le abrió.

-Lyserg qué pasa-

-el señor Winster quiere verte-

-ah, pasa- sabia para que le hablaba

Al entrar al salón principal, distinguió a dos personas -buenas tardes saludo a la pelirroja, hizo una reverencia de saludo al joven que le acompañaba y desconocía.

-pequeño Lyserg deja te presento a mi hermano Travis- un joven de cabello castaño y ojos verdes y mirada seria, parecería de 21años

-mucho gusto, mi nombre es Lyserg-

-él ahora me ayudara con el trabajo- Lyserg miro extrañado a Price cuando pronuncio esa palabras, después volteo a ver al joven, que seguía con la mirada seria, para después ver a la dama.

-así es Lyserg, mi padre lo ha mandado- comento con tristeza, evitando ocultar el motivo de tal acción -y se pondrá a trabajar, primero como mesero- dijo con firmeza

Price la miro con seriedad, sabia que nadie desearía que un ser querido empezara con esa vida.

-Lyserg por cierto, tengo ropa nueva para ti y tu tío- le extendió unas cajas que estaba en uno de los sillones

-gracias señorita Catherin- el joven castaño había gruñido al escuchar el titulo hacia su hermana, los tres restantes lo miraron extrañados; la chica bajo el rostro avergonzada. Pero después se irguió, esa era su vida, y no se iba a dejar apesadumbrar -bueno, el patrón nos espera, vamos, los cuatro salieron de la casa.

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Lyserg regreso a su casa antes del anochecer, llevaba consigo el dinero de su trabajo del día anterior y unos paquetes. Corría por las calles cuando vio a un hombre tambalearse por los pastizales, lo reconoció de inmediato como el padre de Horohoro, sabia lo que pasaría y temía por su amigo, pero era un niño, no podía hacer nada para ayudarlo, corrió mas rápido, llegando a su casa, intentando olvidar esos tristes pensamientos.

Llego a su casa, corrió a la cocina y se puso a cenar, intentando ignorar lo visto. -Y ahora tu- pregunto el joven

-el papá de Horohoro otra vez esta borracho-

-mm, lastima- comento sin mucho interés aun sabiendo lo que pasaría. A Lyserg no le molesto ese tono de voz, acostumbrado a su forma de ser, así que prefirió ignorarlo.

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Estaba escondido tras las mazorcas, llevaba puesto las nuevas ropas que le regalaran, pues las otras ya estaban muy gastadas. Lyserg esperaba los gritos, pero no llegaban, decidió aventurarse, llegando hasta una de las ventanas, vio a Pilika y haciendo algunos ruiditos llamo su atención, la chica lo vio y se escabullo para encontrarse con él.

-cómo esta- se apresuro a preguntar el peliverde

-... estará bien-

-maldito- apretó sus puños -puedo verlo-

-pues...-

-vamos, prometo ser cuidadoso-

-esta bien- cambio de parecer esperando que su visita animara a su hermano.

Lyserg camino sigilosamente, hasta llegar al segundo piso, ahí escucho los ronquidos del papá de sus amigos, paso a la siguiente puerta y la abrió despacio.

En la cama se encontraba su amigo, tenia los ojos cerrados, su rostro mostraba moretones e hinchazones, el cuerpo estaba cubierto por unas sabanas.

-Horohoro- llamo esperando que estuviera despierto. El cuerpo en la cama se movió levemente, para luego girar la cabeza.

-Ly-yserg-

-Hola Horohoro, quería ver como estabas-

-Lyserg, por que- derramo varias lagrimas.

-Horo... yo... no se- le acaricio una de las mejillas dañadas.

-por que- deseaba saber del porque de tal tortura, su padre, su propio padre lo despreciaba, sacando en él todas sus frustraciones, dañándolo con golpes causando que su tierno corazón se lastimara, él quería a su padre como cualquier hijo, porque entonces su padre no podía hacer lo mismo.

Sus lagrimas salían con mas rapidez, Lyserg no sabia que hacer, él no tenia padres, por lo que no podía comprenderlo, pero le dolía verlo así.

Lo tomo en sus brazos teniendo cuidado de no lastimarlo mas, y lo abrazo -vamos Horohoro, a Pilika no le gustaría verte así- entendía bien el cariño de su hermana, él los quería mucho y no quisiera perderlos, sabia que como hermanos su relación era mas estrecha.

-solo puedo agradecer que no le pegue a ella-

-Horo- dijo con tristeza, y ambos callaron dejando que el dolor y la tristeza fuera mas llevadera con el fluir de las lagrimas.

-Pilika la comida- se escucho un grito, sobresaltando a ambos chicos que se habían quedado dormidos.

-me tengo que ir- le dijo Lyserg acostándolo nuevamente en la cama

-si-. El peliverde abrió la puerta se asomo tomando precauciones para no ser visto, pero fue arrojado hacia atrás, Lyserg se quejo en el piso.

-qué haces aquí- pregunto con furia -estan intentando pervertir a mi hijo- Lyserg no entendía lo que le decía, pero era mirada llena de furia le atemorizaba, sabia que no le agradaba al señor.

-padre el ya se iba- intento calmar la furia

-tu- señalo al ojiverde -trabajas en la taberna, los que trabajan ahí son una basura, de seguro ya te vendiste-

-n-no señor, yo... yo-

-CALLA- le grito. Pilika había llegado ahí, miraba asustada todo -aléjate de mi familia degenerado, el que seas un niño no quita que seas un asco-

-Se-eñor-

-LÁRGATE- Lyserg al grito se levanto y corrió lejos de ahí -NO TE ATREVAS A VOLVER- fue la ultima amenaza que escucho.

Llego hasta su casa cabizbajo, se inmediato se dispuso a cocinar para distraerse, pronto se tendría que ir a trabajar.

-ya sabias lo que pasaría, resígnate- le dijo el joven al verlo triste

-lo se, pero... son mis amigos-

-es su padre, en el fondo lo quiere-

-mm, tu crees-

-si- dijo de manera cortante para dar por terminada la conversación. Lyserg se quedo pensando, "podría alguien como él querer a alguien?" pensaba incrédulo.

En la taberna todos se habían dado cuenta de su tristeza, él les había contado lo que pasaba y sus palabras de apoyo era muy vagas, sabia que solo era un niño y que tal vez no entendía bien a los adultos, pero algo sabia, y es que no le gusta que personas que quiera sufrieran.

La tarde había pasado tranquila, el lugar ya había abierto, y Lyserg se disponía a salir, cuando vio entrar a alguien conocido, la curiosidad por saber que hacia ahí lo llevo a espiarlo.

En la barra estaba Price y Josh, lo vio hablar con ellos y después subir a la oficina de Winster, lo siguió y cuidando que no lo descubrieran pego el oído en la puerta para poder escuchar.

-se que recibe niños- escucho al hombre hablar

-no entiendo lo que quiere decir con esas palabras- agrego el dueño del local

-no se haga tiene a ese chiquillo trabajando aquí-

-si, Lyserg trabaja aquí, pero no como usted piensa, se que la gente ve la venta de placer como algo despreciable, pero no seriamos capaz de dañar a inocentes-

-cree que me creo el hecho de que ese niño no ha sido vendido-

-pues crea lo que quiera, pero usted esta equivocado- la voz había sonado con fuerza

-... no he venido a discutir sobre ese niño, vengo por otra cosa-

-ah que ha venido entonces-

-quiero ofrecerle algo, necesito dinero y es la única opción que me queda-

-deje de rodeos, dígame que quiere-

-le dare...-

-qué haces Lyserg- una voz a sus espaldas lo sobre salto impidiéndole seguir escuchando.

-Mage, me espantaste-

-claro que te espante pequeño si andabas espiando-

-yo no estaba espiando-

-aja, entonces...-

La puerta se abrió rápidamente dejando ver a dos hombres furiosos -salga, salga inmediatamente de mi vista, no lo quiero volver a ver- gruñía Winster

-si no es usted habrá quien quiera-

-maldito, y usted se atreve a juzgarnos, es peor, nunca antes había escuchado tan abominación-

-me voy- dijo juntando la poca dignidad que le quedaba

El señor Winster inhalo aire con fuerza al perderlo de vista, al entrar de nuevo a su oficina vio a los dos espectadores.

-qué hacen ahí parados, a trabajar-

-Señor Winster- se atrevió a hablar

-dime Lyserg-

-ah que vino el Señor Usui-

-chico- coloco su mano en el hombro del chico -sus hijos son tus amigos, verdad- el chico asintió -los quieres-

-si, mucho-

-entonces cuídalos- Lyserg no entendió que quería decir con esa advertencia.

-por... por que dice eso, yo siempre los cuidaría- el mayor sonrío y entro cerrando la puerta y dejando al pequeño con muchas dudas.

-bueno, vamonos- la chica lo saco de su ensimismamiento.

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Continuara

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N/A 1: Para los que leen "Los grandes reinos" si lo voy a continuar, pero es que me quede sin ideas, pero nunca me ha gustado dejar las cosas inconclusas.

N/A 2: Este fic, no sera romantico, por lo menos en los primeros 5 capitulos, Sera como una introduccion.