¿Les ha pasado que han tenido un sueño/pesadilla que los marca tanto, que necesitan escribirlo?

Para quienes aun están atentas y atentos a este perfil, sí, me temo que una vez más estoy en deuda con respecto a los otros fics que tengo activos. Pero la mañana de una noche que me sumió en una fuerte melancolía me llegó cargada con un sueño que está adaptado en este fic.

Aun me dura la melancolía, pero no pude resistir el deseo de escribir "Piel".

Dentro de todo, espero que les guste... Y si lo consideran, agradeceré mucho sus reviews.

Aclaración: "Yuri! on Ice" no es mío. Pero me salvó la vida.


Piel

El prototipo de rostro perfecto, como una máscara de látex, se sentía frío en sus manos, de por sí bastante ambientadas a una temperatura similar. De hecho, si era honesto con su propia piel, era un frío conocido, una ausencia de calor que ya había saboreado con la delicada membrana que cubría su cuerpo.

Y, sin embargo, siendo un prototipo de aquella piel… no era su piel.

Tomó con sus dedos temblorosos aquella calavera de yeso, que tenía curiosamente la misma forma de su cráneo. La gentil altivez de los pómulos que rara vez se tornaban rosados por alguien que no fuese él. Y la amplitud de la sabiduría de una frente que solía cubrirse con el plata de los cabellos que rara vez evitaban los suyos, cuando estaban cerca.

Pero, aunque tenía un peluquín a mano, y la máscara de látex…

…su corazón se estaba rompiendo al no poder tener cerca a su modelo.

Nunca habían sido comunicativos, nunca, al menos, al principio de todo. Y con el tiempo, habían logrado sincronizar sus silencios, para entenderse, y hablar con su piel. Con la externa, e interna, con aquella que se quemaba al sol, y con aquella que el otro hacía calcinarse con palabras de amor.

Porque sí, se amaban, y por eso se entendían.

A veces, sin hablar…

- No sé cuánto dure… pero solo allá pueden curarme, o al menos intentarlo… Y no quiero que me veas sufrir si todo se complica…

- …entiendo… pero te odio por dejarme de lado…

- Yuuri…

- Yo –cerró los ojos un instante, y alzó la mirada, sonriendo- completaré la coreografía. Te lo juro. Y ganaré todas las medallas, para que cuando regreses, noso –su lengua se negó a hablar. Cerró los ojos de nuevo, al igual que los puños, y empezó a llorar.

- Yuuri –hizo el amago de acercar sus manos a él, pero se contuvo- …yo te juro que si no lo logras, vendré a darte una nalgada…- en condiciones normales, Yuuri se habría quejado.

Pero no. No lo eran. Y el dueto que interpretaron en ese instante fue aun más lacerante que su Stammi viccino.

No me dejes, por favor…

…no quiero irme, aun puedo hacerte feliz.

Y luego de eso…

- Dicen que no puedo estar con el celular…

- Lo sé.

- Pero de vez en cuando, me dejarán usar mi Tablet. Yuuri, tú, ¿me escribirás, a mi correo…?

¿Victor tenía correo…?

Tantas cosas por decirte…

…tantas cosas que no sé.

- Por supuesto que sí… Espera –sacó de su bolsillo una de las propagandas impresas del onsen, y un lapicero simple- Dime…

Siempre tus palabras tontas, Vitya…

…es que despiertas al pícaro en mí.

Y luego de eso, simplemente, el adiós…

- Quédate mi celular, por favor. Si no lo voy a usar contigo, no lo quiero.

- Pero

- Yuuri. Pediré que te digan todos los días cómo estoy. Pediré que te avisen cuan

- No… Ha-hablaremos todos los días, o cuando puedas, desde el correo…

- Yurio

- No, Vitya. No intermediarios. Solo tú y yo…

Nadie más, Vitya…

…como siempre.

Después, la cama deshecha, aun con su calidez emanando como un perfume. Aun con su piel palpable, más allá de aquel prototipo…

- Vitya…

Dejó aquellas cosas en la cama, y corrió a su ordenador. Lo encendió, esperó con desesperación a que todo cargase, y…

- No… Onegai, no…

Se dio cuenta, muy tarde, de que las lágrimas, los dedos temblorosos, y su maldita caligrafía para el inglés, lo habían traicionado.

Solo la "arroba" era visible.

Y Victor nunca se había enterado de su propia cuenta…

Los días pasaron… y se hicieron años. A Victor, nadie lo había vuelto a ver. Cuando Yuuri había corrido, desesperado, a buscar a Yakov, para exigirle información, el buen hombre se había unido a la búsqueda, con el corazón en la mano: Y es que, en apariencia, Victor se había ido a emprender aquel viaje, solo, buscando no hacer sufrir a nadie, y menos a sus más amados.

Con el tiempo, la gente especulaba de manera cruel que había huido de su prometido. Que el amor quizás no se había acabado, pero que evidentemente Yuuri no era la mejor opción. Que fingir estarse muriendo, era la mejor opción.

Y así, se convirtió en una leyenda urbana… en una leyenda muerta del patinaje…

Yuuri nunca terminó de cumplir su promesa. No pudo. Y, sentado en el banco de aquella ciudad, en un país de habla hispana, sin poder hacerse entender del todo…. En Cuba, donde decían que se hacían milagros, pero hasta la fecha, en su décima visita, con aquella foto en la mano, no le había visto cumplirle ninguno a él…

Sintió que una vez más le estaba fallando.

Porque de seguro Victor ya había muerto, y él seguía gastando su dinero en un imposible, cuando debió haber corrido inmediatamente hacia el aeropuerto, ese día…

Porque de seguro Victor había muerto, revisando su tablet, y comprobando que nadie, con una cuenta visiblemente japonesa, le escribía…

Porque de seguro Victor, si estaba vivo, y aplicando esa envidiable cosa llamada "radar del cerdito", según Yurio, lo seguía rehuyendo, en silencio, tal vez porque estaba ya enamorado de otra persona…

Por alguna razón, ese pensamiento lo llevó al llanto, después de un año de sequía. Después del año en que algún reportero amarillista había sugerido que Victor estuvo enfermo, sí, pero que se había recuperado, contrayendo posteriormente nupcias con su enfermera.

- …siempre te he dicho que no debes llorar solo. No a menos que yo esté cerca de ti…

Sus ojos se abrieron como platos, hacia el suelo. Capturando en el instante un par de zapatos cuya textura, color y tamaño conocía demasiado bien.

- …no…

- No, no lo soy… Mírame, Yuuri, por favor… -la voz suplicó- Mírame, te lo ruego. No soy un fantasma…

Pantalón de marca… cinturón dorado… Camisa impecablemente planchada con una corbata a juego con el precioso saco que combinaba con la primera prenda…

Se detuvo un instante en el mentón, y volvió a cerrar los ojos…

…y luego…

- …no…

- Sé que, esto no es lo que esperabas, y ni yo mismo sabía cómo hacer para aparecer sin aterrarte. Solo me fui muriendo de dolor al ver que no escribías, aunque, ¡no te culpo! Yo entendí… Debió ser difícil ver que

- …nadie me dijo…

- ¿Eh? –el ceño se frunció, mostrando su horror.

- Yo… no escribí bien tu cuenta de correo. Y nadie me quería decir o me dijo sobre tu paradero. Decían que era mejor así, o que no les habías mencionado nada… Y yo…

- Yuuri… mírame, por favor…

Tú… tú ya no…

- Por favor, Yuuri… No fue nuestra culpa…

Aun podía oír los sollozos de la gente, los gritos, la histeria… mi pavor, el sufrimiento de mi amor…

- Yo…

Aun podía oír los sollozos de la gente, mi corazón desbocado, el rostro carcomiéndose… Fui la víctima cruel de mi fama en un mundo que no tolera el amor que compartimos…

Y sé que lo he perdido casi todo, porque ya no puedo ser lo que era en el pasado.

Pero, si te termino perdiendo a ti, yo…

- Yo… te juro que intentaré hacer hasta lo imposible porque esta cicatriz desaparezca, ya he empezado un tratamiento, voy a volver a ser tu

No pudo completar su discurso.

Mis piernas corrieron, el corto trayecto, hacia su pecho.

Mis brazos rodearon aquel cuerpo, más pequeño que el mío.

Nuestros corazones danzaron juntos, porque aunque yo no era más aquel japonés con ansiedad crónica, ni él el príncipe de rostro perfecto…

- ¡Nunca dejaste de serlo, baka! –sus gimoteos crecieron en intensidad- Como vuelvas a dejarme, te mato, Victor…

- …mátame en nuestra cama, en nuestros paseos, en nuestros hobbies juntos –unió sus cabezas, esta vez, mostrando un hermoso contraste entre el negro natural y el pelirrojo asumido- Mátame mil veces más, Yuuri, que yo reviviré…

Reviviré, en otro cuerpo, con otra cara, en otra piel, en otra cultura, en otro credo…

…solo para volver, mil, millones, billones de veces más.

Solo para ti.


Nota:

No suelo explicar las cosas que escribo, a menos que no estén claras, pero como este fic es medio extraño, incluso para mí...:

- "Piel" es un oneshot, que quizás en algún momento me anime a ampliar, pero no ahora.

- Originalmente, Victor tenía una enfermedad que atacaba su piel, y amenazaba con recorrer su cuerpo hasta matarlo si no le extraían parte del rostro. La escena inicial muestra a Yuuri acariciando una máscara hecha de látex, que diseñaron para la post-operación de Victor, y que es al mismo tiempo delicada como él, pero tétrica como un cadáver vacío.

- En el fic, Vitya no tiene esa enfermedad. Fue atacado por un homofóbico en medio de una cita con Yuuri, en Japón. Ahora, cómo fue atacado, es algo que queda a su imaginación. En la mía, hay dos opciones, ambas muy fuertes, en la que el rostro de Victor... ya no es lo que solía ser.

- Me desperté con Yuuri viendo que no entendía su letra. Sé que el fic es muy absurdo en este sentido, y es así adrede, ya que se le suman muchas tonterías más que difícilmente ocurrirían en condiciones normales. Pero...

- ..."Piel" no transcurre en una dimensión "real". Al menos no lo sentí así al escribirlo. Siento que es una especie de alegoría al encuentro cíclico de las almas gemelas.

- ¿Por qué Cuba? Porque quería un ambiente neutral, que fuese tanto la mejor opción para reponer la salud de Victor, como la peor opción que Yuuri podría haber imaginado, siendo lo despistado que es.

- Vitya originalmente iría a que le extirparan parte del rostro. Luego lo imaginé padeciendo las consecuencias de un trasplante de faz. Pero, finalmente, ni él ni yo quisimos a Yuuri besando a otro rostro, mientras conservaba el suyo, así que Vitya decidió seguir siendo él, pelirrojo eso sí, para no llamar "tanto" la atención, aunque su bello rostro jamás volverá a ser lo que fue.

- Lo de la alegoría a las almas gemelas queda explicado en las últimas tres frases: Vitya ya no es más el Adonis que Yuuri amó (y recordemos que Yuuri se encandila de la belleza del Victor adolescente en traje Eros). Pero, de manera adorable, ambos descubren lo fácil que es para Yuuri reconocer a su Victor bajo esas horribles nuevas circunstancias, porque él ama lo que hay adentro.

Recibo tomatazos si los consideran necesarios n.n

Gracias por leer.