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Un encuentro que marco nuestras vidas
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Declaración: los personajes de esta historia no me pertenecen, le pertenecen a Kishimoto-san, solo los tome para mis ideas bizarras jijiji
-diálogos-
"pensamientos"
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Capitulo 1. Naruto
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Ciudad de Tokio. Martes 24 Marzo
- Esta despedido – declaraba un hombre.
- Pero Danzo-san permítame explicarle, todo fue un malentendido – intentaba explicar un chico rubio de ojos azules – le juro que yo jamás aria tal cosa, esto es….
- No hay escusas – interrumpió al rubio – ya está decidido, recoja sus cosas señor Usumaki, su presencia ya no es requerida.
- Pero señor, por favor déjeme – no pudo terminar la frase, Danzo abandono la habitación – maldición – golpeo sus rodillas con los puños.
Naruto salió de la pequeña oficina y se dirigió a uno de los cuartos del fondo, este estaba lleno de casilleros donde guardaban sus pertenencias los empleados, tomo una de las cajas que se encontraban en un rincón y se dirigió a su casillero.
- No me digas que te corrieron – se acerco un chico regordete de cabello castaño.
- Si – contesto desanimado el rubio mientras se retiraba la filipina que traía puesta y se colocaba su chaqueta.
- No les explicaste que fue un malentendido – el chico abrió una de los casilleros para sacar algo.
- Lo intente – comenzó a sacar las cosas de su casillero para meterlas en la caja - pero ya sabes cómo es el señor Danzo.
- Y que vas a hacer ahora Naruto.
Naruto dejo escapar un gran suspiro.
- Buscare otro empleo – miro a su amigo – no te preocupes, después de todo ya estoy acostumbrado – desvió la vista a la puerta del casillero donde estaba pegada una foto, la tomo y la contemplo en silencio por un momento – bueno hora de irme – coloco la foto dentro de su chaqueta – fue un gusto trabajar con tigo Chouji – extendió su mano para despedirse.
- Igualmente – estrecharon las manos – espero y encuentres pronto otro trabajo, si necesitas una recomendación con gusto te la daré.
- Gracias – dio media vuelta y se marcho del lugar.
Uzumaki Naruto un chico de 22 años, muy sociable y carismático, suele llevarse bien con la gente y hace amigos fácilmente, es un chico muy trabajador y le gusta ayudar a los demás. Pero tiene un ligero problema, su mala suerte. Por alguna extraña razón siempre termina metidos en algún lío, el cual le trae problemas. También debido a su mala suerte no logra mantener un trabajo por mucho tiempo. Pero aun así nunca se rinde, ya que su sueño es abrir un restaurante y convertirlo en el más famoso de toda la ciudad.
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Naruto salió del gran restaurante en donde trabajaba y lo miro por última vez, se giro y camino a la parada del autobús, esperando su llegada y así poder tomar rumbo directo hacia su casa. El trayecto fue corto, al bajar del autobús camino un par de cuadras y al fin pudo divisar el gran edificio donde vive. Subió las escaleras de la entrada, después de atravesar la entrada se dirigió a la recepción donde pudo ver al portero que se encontraba viendo la tele, este al escuchar pasos en el corredor giro la vista topándose con el rubio.
- Hola Naruto llegas temprano – se levanto de su asiento para ver mejor al rubio – y esa caja – señalo el objeto – no me digas que te corrieron de nuevo.
- Pues entonces no te digo – Naruto se acerco y dejo la caja sobre el aparador– llego algo para mí.
- No – miro de nuevo la caja – cuanto duraste en este empleo – pregunto curioso el recepcionista.
- mes y medio – respondió sin interés el rubio.
- Nuevo record.
- Sí, bueno si no tienes nada para mí me voy – tomo la caja y se fue al elevador
El recepcionista se asomo por el aparador y miro al rubio.
- No te preocupes Naruto ya verás que pronto encuentras un empleo en el que si dures – le grito al rubio.
Naruto siguió caminando ignorando por completo al chico de la recepción, apretó el botón del elevado y una vez que este bajo se metió en el marcando el piso al que iba.
- Hogar dulce hogar – fueron las palabras del rubio al abrir la puerta del departamento.
Naruto vive en un pequeño departamento para soltero. Su departamento está en el cuarto piso y tiene como vecinos a otras tres familias. Todos sus vecinos son muy amables y nunca tiene problemas con ellos.
Al entrar en el departamento se podía apreciar un pasillo que daba a la sal, en la cual había una mesita de centro, un sillón amplio, un mueble de madera pegado a la pared en el cual se encontraba la televisión y algunos libros. La sala estaba conectada con la cocina, lo que las separaba era una barra de madera que se utilizaba como mesa. De lado contrario se encontraba el baño, que tenía una pequeña tina, la regadera, un lavabo y la tasa de baño. Junto al baño esta el cuarto de lavado y frente a estos, separados por un pasillo, la habitación de Naruto.
Naruto cerró la puerta después de entrar, se quito los zapatos y camino a la sala, una vez ahí dejo la caja sobre la mesita.
- Me pregunto que habrá de comer – se dirigió a la cocina, reviso en las gavetas y el refrigerador, encontrando únicamente un platón de ramen que había preparado el día anterior – creo que será ramen – (N/A: en este fic Naruto no es tan adicto al ramen, lo come por que no le queda de otra) metió el platón de ramen al horno y espero a que estuviera listo.
En lo que el ramen se calentaba Naruto se dirigió a la sala y prendió el televisor.
- Buenas noches queridos televidentes – se escucho la voz proveniente del televiso – la noticia más sonada de la semana en la ciudad es el tan inesperado compromiso del exitoso y multimillonario empresario Uchiha Sasuke – la imagen del susodicho se mostro en la pantalla – así es mis queridos televidentes, el hombre más cotizado en la ciudad se casa. Muchos rumores se habían escuchado meses a tras, pero la propia familia Uchiha confirmo la información hace algunos días a todos los medios. También nos informaron de la identidad de la afortunada chica que logro obtener a tan agraciado hombre, pero déjenme informarles que no es cualquier chica, sino la mismísima heredera….
RING RING
Naruto escucho el timbre de la puerta.
- Voy – Naruto apago la televisión y fue abrir la puerta.
-Buenas noches Kurenai-san – saludo – que se te ofrece.
- Buenas noches Naruto – saludo una chica alta de ojos rojos y pelo negro – disculpa que te moleste, pero prepare un poco de estofado de cerdo, y al parecer prepare de mas, así que pensé en traerte un poco – extendió el recipiente – supuse que te gustaría.
Naruto miro el recipiente y sonrió.
- Muchas gracias – tomo el recipiente – no debiste molestarte.
Kurenai es una de las vecinas de Naruto, siempre le lleva alguno de los guisos que prepara con la escusa de que preparo mucho, pero Naruto sabía que era una forma en la que ella le daba las gracias por haberle salvado la vida a su hijo Azuma hace tiempo. Kurenai era viuda, su esposo había sido asesinado durante un asalto, quedo devastada después de la noticia, pero poco después se entero que estaba embarazada y eso la motivo a seguir adelante. Con el dinero que le dejo su esposo abrió una tienda de obsequios con lo que lograban subsistir ella y su hijo.
- Espero y te guste.
- Tenlo por seguro, tu comida es de las mejores que he probado en mi vida.
- Te encuentra bien – lo inspecciono con la vista – te ves afligido.
Naruto era como un libro abierto para Kurenai, ella siempre se daba cuenta cuando Naruto tenía algún problema, lo conocía demasiado. Kurenai trataba a Naruto como si fuera su hijo, a pesar de ser muy joven, el instinto materno que le brindaba al rubio lo hacía sentir feliz.
- No sé de qué estás hablando Kurenai-san – se rasco detrás de la nuca con nerviosismo – a mi no me pasa nada, en serio - reía nervioso.
- No me digas que te corrieron de nuevo – una expresión de asombro con enojo se presento en el lindo rostro de la chica – esta vez porque fue – coloco sus manos en su cintura – estoy segura que fue otro de eso malos entendidos, pero no te preocupes voy a hablar con ellos inmediatamente para que recapaciten – dispuesta a marcharse en ese momento.
- Espera Kurenai-san – tomo del brazo a la chica – no te preocupes – sonrió – fue una tontería, algo sin importancia – soltó su agarre – además ya no me gustaba trabajar ahí, creo que un cambio de aire me vendría bien.
- Estas seguro – replico la chica – si quieres yo puedo….
- Gracias Kurenai-san – sonrió – de verdad estoy bien.
Kurenai vio la hermosa sonrisa del rubio, y decidió que debería dejarlo así, al fin Naruto siempre lograba salir adelante, y eso era lo que más le sorprendía del chico, la gran determinación que poseía.
- Bueno ya debo irme deje solo a Azuma y no quiero que haga alguna travesura en mi ausencia.
- Esta bien, me saludas a Azuma.
Después de despedirse de Kurenai, Naruto entro y cerró la puerta, olio el recipiente y sonrió, esa noche cenaría algo rico. Ya mañana se ocuparía de encontrar un nuevo trabajo, tal vez le marcaria a su viejo amigo Sai, para que le hiciera algunas recomendaciones.
Después de cenar se ducho y se fue a su habitación para descansar. Estaba recostado en su cama mirado el techo, recapitulando el día que había tenido, fastidiado se giro en la cama y su vista reparo en la foto que estaba en su buro. Se podía apreciar a una pareja abrazada de pie y entre ellas se encontraba un pequeño rubio sonriendo.
- Soy patético – tomo la foto entre su manos – ni siquiera he podido cumplir mi promesa – se recostó de espalda en la cama y coloco el portarretratos en su pecho. Cerró los ojos y después de unos minutos quedo profundamente dormido.
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Continuara ….
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Bueno en este capítulo solo sale Naruto ya que hay que conocer como es su vida, la cual nos es muy buena que digamos jejeje. En el siguiente se habla sobre la vida de Hinata, espero y les guste.
Nos estamos leyendo
Chao
