Notas del autor: Bueno... Primero que nada, soy nueva aquí y este es el primer fic que publico. Jajajaja, llamadme Ches y sí, soy algo loca (para los que me conocen claro) Bueno. Resumiéndolo todo, espero que os guste mi fic.
D-Gray Man, Naruto y Katekyo Hitman no me pertenecen (aunque si me pertenecieran, haría algo descabellado, como por ejemplo csarme con Mukuro xDU), pertenecen a los autores que crearon su serie anime.
Prólogo
Los ojos plateados del pequeño Walker miraban el paisaje, gris, soso; desde la ventana del avión en donde habían embarcado horas antes. Por como lo podía intuir Allen, hoy sería un día no muy grato para su gusto. Odiaba esos días grises como ahora, le recordaban ese día en que Mana... Cerró los ojos mientras fruncía el ceño. El pasado ya pasó, ahora mismo se encaminaría a una nueva vida. Con sus -ahora- "hermanos".
- ¡Allen! ¿Me estás escuchando?
Allen apartó su mirada de la ventana, para mirar con algo de confusión a su pequeño "hermano" - ¿Eh? ¿Qué?
- Que si estas bien.. Te veo pálido. -dijo mientras tocaba la frente del peliblanco. Allen sonrió para tranquilizar al menor de los tres.
- Tranquilo, estoy bien. No te preocupes por mí. -dijo mientras acariciaba la cabeza castaña del pequeño, intentando que no se preocupara más de lo que ya estaba.
Naruto lo miró, algo extrañado. No era -bueno, casi- normal que estuviera pensando - ¿Seguro? Podemos pedir a la azafata que te traiga una pastilla...- dijo no muy convencido por el estado de Allen. Había partido desde Inglaterra para ir a Japón, país natal de Tsuna y Naruto. En el caso de Allen, nació en Inglaterra misma. Aunque por como pronunciaba su japonés, nadie dudaría que él había estado viviendo en Japón.
- No te preocupes Naruto, estoy bien, ¿Sí? -dijo para tranquilizarlos. Naruto negó con una sonrisa de medio lado y cerró los ojos tratando de dormir. Aún faltaban horas para que llegaran a Japón. Tsuna miraba a sus "hermanos" con algo de preocupación, pero lo dejó estar. Mejor dejar tranquilo a Allen.
De nuevo, su vista se fijó entre las nubes grises. Dejó escapar un suspiro y trató el también de dormir. Sería un viaje muy largo.
⁑❖⁑
Un abrazo. Mejor dicho, un abrazo asfixiante.
- ¡Obachan! ¡Vas a matar a Tsuna! -gritó Naruto al ver que Tsuna se quedaba casi sin respiración y su rostro se tornaba rojo, luego lila, para llegar a un azul pálido.
La mujer de grandes atributos soltó a -un casi asfixiado- Tsuna. Allen corrió en su ayuda, dándole palmadas en la espalda, mientras el castaño tosía por volver a respirar. Lo que ahora temía es que el pobre Naruto saliera "mal" herido por ella, al haber llamado "Obachan" a Tsunade.
- ¿¡Cómo me has llamado mocoso! - dijo la denominada "Obachan", mientras crujía sus manos. Naruto tragó saliva, intentando -para su mala suerte- rectificar lo dicho a la mujer.
- Em... N-no quería decir eso... En serio- dijo mientras daba un paso para atrás, luego otro al ver que se acercaba peligrosamente a él. Allen suspiró derrotado ¿Cuantas veces no vivió esto Naruto? Nunca aprendería. Tsuna miraba con algo de miedo a Tsunade, no era bueno hacer enfadar a uno de los Sanin.
- Tsunade-sama... Ya. Está asustando a Tsuna -trató de calmar Allen. Tsunade miró al menor con cara cariñosa, mientras se acercaba y le acariciaba sus cabellos pardos. Naruto aprovechó aquella distracción para ir detrás del inglés. Intentado pasar desapercibido por la mujer.
- Bueno... Bienvenidos a Japón chicos. Espero que os agrade vivir aquí - dijo mientras sonreía como toda una madre al ver regresar sanos y salvos a sus retoños. Tsuna se calmó al ver que el -supuestamente- peligro ya había pasado- Em Allen, quiero hablar contigo antes de que bajes el coche cuando lleguemos - Allen miró a la mayor y asintió. Sería sobre su traslado aquí. Cogió su maleta, era una maleta simple de cuero marrón. Muy resistente en ocasiones de viajes como lo era ahora. Pero esta vez, se quedaría a vivir en Japón con su nueva familia.
- ¡Naruto, cuidado con ese par!- intentó avisar Allen, al ver que Naruto corría con su maleta azul a toda prisa, no viendo que en esa zona estaban limpiando. Al final Naruto gritó al ver que se resbalaba y caía de morros al suelo. Allen suspiró resignado, el Uzumaki nunca cambiaría. Era demasiado hiperactivo para quedarse quieto por un momento. Tsunade le dio la bronca del millón al ser tan crío e infantil.
Ah... Vaya que sí viviría en Japón.
Notas Finales: Bueno... Solo este es el prólogo , pero: ¿Os gusto? ¿Nos os agradó? ¿Me queréis tirar cosas?(?)
Espero Reviews!
B´sos!
