La Familia Anderson
Era un día caluroso, no había ni siquiera un poco de viento, pero eso hacía mucho más placentero el hecho de tener una piscina en casa. Ese era uno de los tantos privilegios que tenía la familia Anderson.
Los Anderson eran millonarios, vivían en una mansión ubicada en Lima, Ohio, y era casi seguro que era una de las pocas mansiones que se ubicaban ahí, por no decir la única. La familia estaba conformada por Matthew Anderson, el padre, un hombre alto y de pelo castaño oscuro, ojos azules y una resplandeciente sonrisa. Kate Anderson, esposa de Matthew, una mujer de poca estatura, pelo negro y ligeramente ondulado, ojos dorados y una bella sonrisa. También se encontraba Cooper Anderson, el hijo mayor, cuyo único sueño era ser actor de Hollywood, tiene un gran parecido a su padre y se podría decir que es todo un rompecorazones. Y luego se encontraban Blaine y Devon, dos chicos de baja estatura, pelo negro, ojos color miel, y esa hermosa sonrisa que poseían; dos chicos gemelos con personalidades completamente distintas.
Blaine Anderson era ese típico chico rebelde que se regía por sus propias reglas, y era el más popular de la escuela por esa misma razón. Todas las chicas lo adoraban, incluso los chicos, ya que hace un año él se había declarado bisexual. Era parte del equipo de fútbol, pero no era el mariscal de campo por su baja estatura, él era corredor, y sí que era rápido. Cada vez que él marcaba un punto las chicas se derretían, y mucho más cuando les agradecía con esa encantadora sonrisa. También se encontraban sus amigos, Finn, Puck, Sam y Mike, aunque los que siempre estaban con él en todo momento eran Finn y Puck. Los tres eran inseparables.
Pero detrás de todo ese chico popular y rebelde se encontraba un Blaine mucho más "sensible", un chico cooperador y amable, un chico que sólo salía a luz cuando se encontraba con la gente que más quería, que eran sus amigos, su padre, madre, hermano y… Devon.
Devon Anderson era todo lo contrario a Blaine, era un chico tímido, obediente, y también muy estudioso, era el mejor alumno de la escuela, o como todos le decían, era el nerd. Pero eso no le importaba para nada, ya que a pesar de no tener una de las mejores reputaciones como la de su hermano, él era feliz. Sus dos mejores amigos son Sam y Mike, y sí, ellos también son amigos de Blaine, pero prefieren pasar más tiempo con Devon.
Además de tener una personalidad contraria a la de Blaine, Devon también tiene gustos distintos. Amaba los musicales, su sueño era actuar en Broadway algún día, y él tenía las habilidades y el talento para cumplir su meta. Él es completamente gay, no siente ninguna atracción hacia las mujeres como las tiene su hermano. Cuando recién se declaró tuvo problemas con algunos futbolistas, y "problemas" significa que en variadas ocasiones le pegaron y le tiraron slushies. Pero eso terminó cuando Blaine supo todo lo que pasaba y lo defendió junto con sus amigos.
Ese es uno de los tantos ejemplos que se pueden dar para demostrar que a pesar de las diferencias, Blaine y Devon son excelentes hermanos. Se apoyan y ayudan entre sí cuando alguno de los dos lo necesita. Obviamente existen las peleas, pero las saben resolver y casi siempre se terminan reconciliando.
- Debe ser porque son gemelos – dice Cooper algunas veces, cuando no puede entender la magnífica conexión de sus hermanos.
- Tú qué sabes – responde Blaine en esas ocasiones.
En fin, la familia Anderson se podría comparar a esas típicas familias perfectas que salen en los comerciales. Fiestas, encuentros, cenas, todo se hace en su mansión. La felicidad los rodea, aunque solo sea por el dinero que poseen.
Un día común y corriente Devon se encontraba en su casillero, guardando unos libros y sacando otros, tenía clases de Matemáticas y, aunque sacara buenas notas, no le gustaban tanto como a otras materias. Su favorita era castellano.
- Hola – le dijo su hermano cuando empezó a abrir su casillero, que se encontraba junto al de Devon.
- Oh, hola Blaine.
- ¿Y así me respondes? – preguntó tal vez un poco ofendido.
- ¿Por qué? ¿Dije algo malo? – dijo Devon confundido.
- No, lo que dijiste está bien, lo que está mal es el cómo lo dijiste.
- ¿Qué tiene de malo el cómo lo dije? – preguntó sin saber todavía a lo que quería decir su hermano.
- Lo dijiste muy… aburrido. ¿Acaso no te da gusto verme?
- Por supuesto que me da gusto verte, ¡eres mi hermano! – dijo sorprendido de la pregunta.
- ¿Entonces?
- Es solo que tengo matemáticas, y como que las… odio.
- Pff, me hubieras dicho desde el principio que era algo sobre estudios, me habías preocupado – dijo un poco más aliviado.
- Bueno, tal vez para ti no tiene importancia, pero para mí es una gran cosa.
- Ay si lo sé, es por eso que eres el más inteligente de todos.
Blaine comenzó a molestar a Devon y los dos empezaron a reír, pero fue interrumpido por ese peculiar gritito de la mejor amiga de Devon.
- ¡Devon, Devon, Devon! – gritaba Rachel por los pasillos.
- ¿Qué pasa? – preguntó cuando la morena ya estaba frente a él.
- ¿No lo sabes todavía?
- ¿Saber qué? – preguntó esta vez Blaine.
- ¡El chico nuevo! – exclamó.
- ¡¿Ah?! – gritaron los gemelos al mismo tiempo.
- Sí, hoy día llegó un nuevo chico a la escuela, y tengo que decir que… Oh miren, ¡ahí está!
Rachel apuntó a un chico que estaba ordenando sus cosas en el casillero de la esquina contraria a la que se encontraban Blaine y Devon. Los dos miraron a ese chico y de manera sincronizada a los dos se les olvidó como respirar por unos segundos. Ese chico que estaban observando era… perfecto. En un momento él miró por los pasillos e hizo contacto visual con los tres jóvenes que le observaban. Fue en ese momento en que los gemelos apreciaron esos hermosos ojos azules, y su pelo perfectamente peinado, con su delicada y pálida piel. Era la perfección ante sus ojos.
- ¿Cómo se llama? – preguntó Devon, captando la atención de Blaine.
- Al parecer se llama Kurt – respondió Rachel.
- ¿Y su apellido? – preguntó Blaine, captando esta vez la atención de Devon.
- Hummel, si no mal recuerdo, ¿Por qué?
- Por nada – dijeron los dos al unísono.
- Es tan extraño cuando los dos dicen las cosas al mismo tiempo, es como si fuera una sola persona la que habla.
Rachel se despidió de los dos y se fue a su respectiva clase.
Luego de eso Blaine y Devon se miraron y supieron al instante, tan solo por ver los ojos del otro, que ese chico traería problemas a futuro. Los dos sintieron lo mismo que el otro cuando vieron a ese chico llamado Kurt, los dos sabían que eso ocasionaría conflictos, y sabían que no sería tan fácil de arreglar como una pelea por un videojuego o por el último pedazo de pizza, no, esto era diferente, porque abarcaba un tema mucho más profundo y mucho más complicado. Ellos sabían que tarde o temprano pelearían, y no querían hacerlo, no querían que algún chico arruinara esa perfecta relación de hermanos que tenían, pero era algo que no se podía evitar, porque ahora estaban involucrados en un sentimiento que no se puede controlar, que puede hacer que una persona haga locuras, pero que sin embargo hace que valgan la pena, porque de lo que estamos hablando es de ese hermoso sentimiento que todos conocimos, conocemos o conoceremos. Estamos hablando del mismísimo amor.
Hola, este es mi nuevo fic sobre Klaine. Tal como se muestra en el capítulo, esta historia trata sobre los gemelos Blaine y Devon que conocen a Kurt, solo que eso traerá problemas, y también va a hacer que Blaine y Devon hagan algunas locuras. Más adelante se sabrá sobre un problema mucho más grande, pero eso es para capítulos próximos. Les digo que después se pondrá mejor, tengo muchas ideas para este fic de las cuales estoy ansiosa por escribir.
Espero que les guste, y por favor, dejen sus reviews, es lindo leerlos y también responderlos :3
Cariños
Anita
