Bien este es un fanfiction dedicado a un gran amigo, Erik, el día de hoy es su cumpleaños y me complace dedicarle esta historia de su personaje favorito de Death Note.
¡Feliz cumpleaños, Erik!
Siendo esta mi primera historia acerca de Death Note espero recibir sus críticas acerca de este reciente trabajo.
Death Note no me pertenece...
-oO80( Monólogos de la Justicia)08Oo-
Por Kiray Himawari
Editado por: Hannika Adreatos
"Justicia Divina: Actividad del ser humano por la cual se castiga el delito en nombre de Dios" gabymort
Monólogo I Justicia Divina
Dicen que Dios es justo, pero no es así.
A través del largo camino recorrido por la humanidad se ha podido observar que nada en este mundo es justo. La evolución se ha dado gracias a las desgracias que Dios nos ha dado… ¿Acaso la enfermedad es justa? La respuesta es un NO rotundo. No hay excusa para la enfermedad y no hay disculpas para Dios.
¿Crees que soy injusto? ¡Por supuesto que no!
Soy Light Yagami y soy el vínculo entre lo mortal y lo divino.
Hace unos años me fue conferido el poder de una Death Note gracias a un Shinigami llamado Ryuk. ¿Qué es una Death Note? Es un cuaderno que otorga el poder de decidir sobre la vida de un mortal, elegir cómo, cuándo, dónde, por qué y de qué morirá. ¿Por qué me fue conferido este poder? Simple: Justicia Divina.
Dios se ha cansado de ver su fracaso como dios sobre este mundo escueto y mortal. Su decisión lo ha llevado a crear una circunstancia en la que soy el instrumento primordial para renovar el mundo, fui elegido como su sucesor. Dios me ha encomendado la ardua tarea de crear un mundo justo en donde ladrones, secuestradores, violadores, homicidas, mentirosos, gente de malos pensamientos, pecadores, perversos, etc., sean erradicados de la nueva tierra prometida, del mundo perfecto, de Mi mundo perfecto.
Soy yo el Dios del Mundo Perfecto. No hay guerras, no hay tregua, no hay desigualdad, no hay muerte ni enfermedad, no hay violencia física ni psicológica, no hay injusticia. Dios me cedió el poder de la muerte que es equivalente a ser dueño de la voluntad del hombre… No habrá suicidas, no habrá muertes con dolor.
En su tiempo de gobierno sobre los mortales Dios cometió un sin fin de errores los cuales ahora estoy obligado a enmendar. Soy yo quien salvará a este mundo de la decadencia, quien lo salvará de la perdición. Dios, en su última decisión elocuente, me ha conferido el poder para crear un Nuevo Mundo, de crear algo mejor.
Gracias a la Death Note ahora puedo cumplir con mi misión, salvar al mundo y tomar la Justicia Divina.
No importa todo lo que han intentado para detenerme, investigadores van y vienen y no pueden aplacarme porque soy la Justicia.
La luz filtrada por las ventanas de la habitación permite ver un escritorio amplio con un cuaderno con portada negra y escrituras doradas y finas sobre él. Una pluma de tinta fina a un costado del cuaderno es el arma primordial de un ser que se denomina como Justicia.
Es una habitación amplia y bien iluminada por los rayos solares por las mañanas y tardes, ya que por las noches la oscuridad la embarga. Cuatro paredes pintadas de blanco permiten reflejar la luz en todas las direcciones, dos libreros de madera fina repletos de libros eclesiásticos, jurídicos, revistas y periódicos informativos. Una silla de madera a juego con el escritorio es testigo de las labores diarias de Justicia.
En la misma habitación se encuentra una cama amplia con edredones blancos y bien pulcros. Dos buroes a los costados con dos lámparas de noche. A la izquierda de la cama está una de las cuatro paredes que es decorada por un cuadro de la Justicia, algunos lograron concebir la figura de un caballero sobre un corcel negro y prolijo, mientras que otros cuantos observaron la figura retorcida de una mente desequilibrada. Bajo el cuadro hay una pequeña mesa rectangular. Sobre la mesa hay una jarra de cristal y un vaso ambos finos, además de un par de paquetes resguardados por unas mantas blancas; cerca una pequeña charola de aluminio con algunos utensilios.
En la silla posada al escritorio se encuentra un joven de unos 24 años intentado retomar su labor. Abre el cuaderno de pasta negra y letras doradas:
– Death Note – con voz firme lee la escritura dorada del cuaderno.
Con su siniestra toma la pluma y está dispuesto a comenzar.
– ¿Lo ves, Ryuk? – pregunta al viento – Te dije que tendría mi mundo perfecto, te dije que soy yo la Justicia.
Dos hombres tras él lo ven con curiosidad…
– Señor Justicia – se dirige con respeto uno de los hombres.
– ¿Sí? –
– Es hora – complementa el otro sujeto.
– Lo sé. – responde orgulloso. Entrecierra los ojos y continúa – Es tiempo de que sepan que la Justicia Divina ha llegado. –
El joven sonríe con cinismo. Se pone de pie y camina hacia los hombres que comparten el lugar.
– Es tiempo – vuelve a decir firme.
– Es tiempo, Señor Justicia – lo llaman de nuevo.
